El gobierno venezolano de los últimos doce años se ha caracterizado por firmar cientos de acuerdos y convenios en cada gira que realizan. Por supuesto que la reciente visita a Brasil, Ecuador y Cuba no fue una excepción.
Este comportamiento no tendría ninguna crítica si esos convenios y acuerdos se traducirían en proyectos concretos que garantizaran una mejoría en la situación actual del país y si además fomentaran la reactivación de la economía en nuestro país que lleva varios meses en recesión.
Pero resulta que ese no ha sido el caso. La verdad es que los convenios que firma Venezuela sirven en su mayoría como herramienta para fortalecer la demagogia y en el mejor de los casos favorecen al otro país. Prácticamente los rojos apuestan por la quiebra del país.
La última cifra que colocó en la mesa de negociación Venezuela fue de 1.300 millones de dólares para como parte del programa de cooperación para el año 2011 entre nuestro país y la querida isla caribeña. Con este monto se pretende desarrollar 116 proyectos conjuntos destinados a “estimular el crecimiento económico” de ambos países. La mayoría de los proyectos se desarrollarán en los ámbitos de energía, construcción, transporte, comunicaciones, cultura, deporte e información así como la educación y salud pública.
En el acta, se deja constancia que la gran potencia caribeña apoyará a Venezuela en la Gran Misión Vivienda, en la Misión Agro Venezuela y en proyectos en el área de telecomunicaciones con el cable submarino. Mientras que también se lee que se busca ampliar los acuerdos para la Refinería de Cienfuegos en Cuba, que fue reactivada con el aporte de crudo venezolano en 2007.
Está demás decir que Cuba recibe con los brazos abiertos a los venezolanos ya que con sus petrodólares han logrado financiar su trasnochada revolución. Pero ellos lastimosamente o astutamente son los únicos beneficiados de este intercambio.
Hay que ser bastante ingenuo o bastante idiota para dejarse asesorar por unas personas que llevan las riendas de un país quebrado, con poca prosperidad económica y con evidencia empírica que sus ideas a nivel comercial están obsoletas.
En fin, otra gira más y seguimos firmando acuerdos que no nos llevan a ninguna parte.
Tomas Horacio Hernandez @TomasHHR
