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SANTA TERESA 1796 gana como el mejor ron venezolano

Santa Teresa 1796, el ron súper premium de la casa Santa Teresa, fue reconocido como el mejor ron de Venezuela y con medalla de plata por el jurado de la prestigiosa Competencia internacional de licores de Berlín (BISC por sus siglas en inglés) y cosechó una nueva medalla de oro en la Competencia mundial de licores de San Francisco (SFWSC por sus siglas en inglés).

“Estas medallas llegan para animarnos en un momento en el que la humanidad está pasando por una dura prueba y para recordarnos que detrás de cada adversidad está la posibilidad de transformarla y de sacar una mejor versión de nosotros mismos”, dijo Alberto C. Vollmer, presidente ejecutivo de Ron Santa Teresa.

En su séptima edición, la Competencia internacional de licores de Berlín evaluó más de 300 licores procedentes de 19 países, a través de un panel compuesto principalmente por especialistas que representan a los compradores de licores. Este jurado considera la calidad y el precio de cada producto.

En la competencia mundial de licores de San Francisco (SFWSC por sus siglas en inglés) Santa Teresa 1796 fue distinguido con la medalla de oro a en la categoría de rones extra añejos donde ya ha sido premiado en cinco ocasiones anteriores.

Santa Teresa 1796, es un ron suave, seco y balanceado, envejecido completamente mediante el método de solera, antiguamente reservado para la producción de brandy o jerez. Este producto es bandera de Ron Santa Teresa en el mundo, ha logrado conquistar decenas de reconocimientos en competencias internacionales y, mejor aún, los mercados y paladares más exigentes. En 2019 fue galardonado con medallas de oro en el International Spirits Review de Chicago, en el International Spirits Challenge celebrado en California, Estados Unidos y el Asia International Spirits Competition.

Santa Teresa invita a los jóvenes a sacar el pecho para inspirar a Venezuela

La primera marca de ron del país se propone reunir a todos aquellos que tienen un sueño por realizar para que lo compartan a través de las redes sociales e inspiren a otros a superarse y construir la mejor versión de sí mismos. Las mejores historias serán premiadas y celebradas en la tarima del Santa Teresa.

El Consejo, Municipio Revenga, octubre de 2019.- Ron Santa Teresa, la primera marca de ron de Venezuela, retó a los jóvenes a ser fuente de inspiración para todo el país participando en el Reto Saca el Pecho, un movimiento que busca reunir a todos aquellos que hoy tienen un sueño para que cuenten cómo se empeñan en hacerlo realidad por encima de las adversidades en el camino.

“En Santa Teresa hemos sido testigos de cómo los jóvenes de toda Venezuela están sacando el pecho por sus sueños y decidieron no dejar que la vida los sorprenda sino sorprender ellos a la vida con sus proyectos. Por eso queremos retarlos a contar sus historias para darlas a conocer y sorprenderlos con una plataforma que los ayude a echar a volar esos sueños”, dijo Andrés Chumaceiro, director de la Hacienda Santa Teresa 7.

 

Cualquier persona podrá compartir su historia a través de la plataforma de la red social Instagram con un video de un minuto en el que cuente su sueño y cómo está haciendo para hacerlo realidad. Adicionalmente deberá colocar la etiqueta #RetoSacaElPecho y mencionar las cuentas @ronsantateresa y @hdasantateresa para que pueda ser registrado como participante en el reto. También deben retar a otros jóvenes que sacan el pecho por Venezuela para que participen con más historias.

Un jurado evaluará todas las historias y elegirá las 10 mejores para premiarlas y darlas a conocer durante Festival Santa Teresa 7, el evento que año a año reúne en la Hacienda Santa Teresa el Torneo de Rugby más tradicional del país, la Carrera de Montaña Race 13K y el Tercer Tiempo más grande de Venezuela.

El Santa Teresa 7 arrancará el 29 de noviembre con la inauguración del Torneo Rugby 7, en el que participarán 18 equipos nacionales e internacionales en las categorías masculina y femenina libre, además de la categoría juvenil. En la misma jornada se celebrará el Torneo de Rugby Penitenciario con 14 equipos de centros penitenciarios que participan en el programa de Rugby Penitenciario de Fundación Santa Teresa.

El domingo primero de diciembre, tercera y última jornada del Festival, comenzará muy temprano con la Race 13K en la que participarán 600 corredores que atravesarán los campos de caña de azúcar de la Hacienda Santa Teresa para dejar sus registros en la última válida del ranking nacional 2019 de Carreras de montaña.

Los corredores que se inscriban en la Race13K además de recibir el kit del corredor con su número y chip tendrán derecho de asistir al Tercer Tiempo. También podrán adquirir hasta dos boletos adicionales a un precio preferencial. Los kits se entregarán el sábado 30 de noviembre en la tienda Macundales ubicada en la Avenida Río de Janeiro en Caracas y en la Hacienda Santa Teresa. El evento contará con feria de comida y atracciones para grandes y pequeños.

Finalizadas las jornadas deportivas jugadores de rugby, corredores, los finalistas del Reto Saca el Pecho y todo aquel que desee inspirarse para seguir adelante, se unirán para disfrutar del Tercer Tiempo con el mejor talento venezolano. Iniciará el DJ Marco Allen para luego dar paso a las presentaciones de Song3, Jhoabeat, Andrés Mata, la Vida  Bohème y cerrar por todo lo alto con Nacho.

Para poder disfrutar del Festival Santa Teresa 7, los interesados deben visitar la página web experienciasantateresa.com donde encontrará todo lo necesario para inscribirse en la Carrera de Montaña Race 13K y para adquirir sus entradas para el Tercer Tiempo a través de la plataforma de ticketmundo.com.

 

Ron Santa Teresa es la primera marca y la primera productora de Ron de Venezuela, una empresa familiar e independiente con una tradición de 223 años en la fabricación de los más finos añejos que son orgullo de Venezuela en el mundo. Fundación Santa Teresa, es el brazo social de Ron Santa Teresa, para promover la transformación de las personas a través de los valores del deporte.

Santa Teresa 1796 entre los 10 mejores rones del ranking de Chicago

SANTA TERESA 1796, el ron súper premium de la casa Santa Teresa, se convirtió este año en uno de los diez mejores rones del ranking de la categoría elaborado por el Beverage Tasting Institute (BTI) de Chicago, tras la realización del International Spirits Review, en el que recibió medalla de oro y la distinción de “excepcional”.

“Nos enorgullece haber sido incluidos en este prestigioso ranking con nuestro Santa Teresa 1796, un ron que, además de honrar nuestros 223 años de historia, representa la maestría que está detrás de las manos extraordinarias que lo elaboran en Venezuela, un país que vale la pena”, dijo Alberto C. Vollmer, presidente ejecutivo de Ron Santa Teresa. Tastings, como se conoce el International Spirits Review realizado por el BTI, recibe decenas de postulaciones de bebidas de espirituosas de las más diversas procedencias, que son evaluadas de manera imparcial por un panel de expertos catadores relacionados con la producción y comercialización de licores, incluyendo vinos, cervezas y bebidas espirituosas.

Santa Teresa 1796 se ubicó entre los 3 mejores rones con añejamiento superior a 3 años y entre los 10 mejores rones evaluados en 2019, en una lista donde fueron reconocidos por su calidad un total de 36 productos que superaron el estándar mínimo establecido por BTI para recibir alguna de las distinciones. Es la novena ocasión en la que Santa Teresa 1796 recibe medalla de oro del BTI, considerado como una de las referencias más importantes para el mundo de los licores tanto en Estados Unidos como el resto del mundo. Sus rankings son publicados en las revistas especializadas como Wine Enthusiast, The New Yorker, CNBC, Wine & Spirits, International Wine Review, Epicurious.com, entre otras.

Santa Teresa 1796, es un ron suave, seco y balanceado, envejecido completamente mediante el método de solera, antiguamente reservado para la producción de brandy o jerez. Este producto es bandera de Ron Santa Teresa en el mundo, ha logrado conquistar 28 reconocimientos en competencias internacionales y, mejor aún, los mercados y paladares más exigentes. Fue lanzado al mercado en 1996, para conmemorar el bicentenario de la Hacienda Santa Teresa y recientemente presentó su imagen renovada en Venezuela.

La nueva botella de cristal incorpora, al igual que las demás, la emblemática Cruz de Aragua de la Hacienda Santa Teresa en el fondo, así como el renovado logo de Santa Teresa, la roseta emblema de la marca con una línea de añejamiento más larga para representar los rones de hasta 35 años presentes en este el blend. Conserva su sello de cera colocado artesanalmente y que convierte a cada botella en una pieza única.

Ron Santa Teresa es la primera productora de ron de Venezuela, una empresa venezolana, reconocida por la calidad de sus productos y por sus iniciativas de inversión social, en el Municipio Revenga del estado Aragua. Sus productos ostentan  con orgullo la Denominación de Origen Controlado Ron de Venezuela y tienen presencia en más de 70 países alrededor del mundo.

 

Ron Santa Teresa 1796 presenta su mejor versión

SANTA TERESA 1796, catalogado como el ron mejor elaborado del mundo, develó su nueva imagen a través de un viaje sinfónico por su historia, guiado por la maestra Elisa Vega al frente de la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho (OSGMA), como una reafirmación de que vale la pena seguir creyendo y apostando en Venezuela.

“Vale la pena imaginarse un mejor futuro, vale la pena seguir trabajando duro por nuestro país y sobre todo por las generaciones futuras. Dentro de 35 años, en el 2054, serán nuestros nietos quienes retiren la cera de la botella de 1796, le extraigan el corcho con su característico sonido, la sirvan en un vaso con hielo macizo, miren al horizonte y sientan orgullo por el país que sufrió, luchó, resistió y se hizo más fuerte porque entendió que la única manera de salir adelante es creyendo, siempre”, dijo Alberto C. Vollmer después de recorrer en sus palabras los principales acontecimientos ocurridos desde el momento en el que en Santa Teresa comenzaron a añejarse los rones que después de 35 años de paciente evolución son utilizados para confeccionar el ron súper premium de la primera productora de ron de Venezuela.

Santa Teresa 1796, fue lanzado al mercado en 1996, para conmemorar el bicentenario de la Hacienda Santa Teresa. Es un ron suave, seco y balanceado, envejecido completamente mediante el método de solera, antiguamente reservado para la producción de brandy o jerez. Este producto es bandera de Ron Santa Teresa en el mundo, cuenta con presencia en 70 países, ha logrado conquistar 27 reconocimientos en las competencias de licores más importantes de la industria y, mejor aún, los mercados y paladares más exigentes.

 

 

 

Además de representar la historia de 222 años de Ron Santa Teresa en Venezuela y el tesón de cinco generaciones una familia en la elaboración de los más finos rones añejos, representa el propósito de una compañía que ha decidido ser fuente de inspiración y herramienta de transformación.

Por ello, desde 2003, este producto incorporó un nuevo ingrediente en su elaboración gracias al nacimiento del Proyecto Alcatraz y su sistema de reinserción que utiliza el rugby como plataforma educativa para inculcar los valores de respeto, disciplina, espíritu deportivo, trabajo en equipo, humildad y perdón.

“Hoy, esos mismos jóvenes en quienes pocos creían, se han convertido en seres extraordinarios. Todos ellos forman parte fundamental de esta botella de 1796, ya sea porque la producen con sus propias manos o porque la representan como embajadores de la marca a nivel mundial”, agregó Vollmer para luego pedir un aplauso de todos los presentes para los egresados del programa presentes en la sala.

 

Santa Teresa 1796 presentó…2

El evento comenzó con las palabras de Andrés Chumaceiro, director de la Unidad de negocio Venezuela,  quien dedicó la presentación a quienes están decididos a sumar, multiplicar, construir, generar valor, incluir, transformar, y están empeñados en la “gesta de aspirar a una Venezuela de vanguardia”. “Para aquellos que “saben que los retos sacan nuestra mejor versión (…) les dejo la mejor versión de Santa Teresa 1796”.Como presentadores del viaje sinfónico que incluyó siete valses venezolanos, se sumaron el presentador y periodista Luis Olavarrieta, la embajadora de Santa Teresa Ligia Velásquez, el neurogastrónomo Merlín Gessen, la comediante Alejandra Otero, los diseñadores Doménica Atencio y Efraín Mogollón, y la agrupación musical Song3.  Para cerrar en alto,  fue presentado por primera vez al público, el nuevo comercial de Hacienda Santa Teresa, con la música -especialmente compuesta por la OSGMA para esta pieza- y declamación en vivo de Valentina Quintero.

 

Acerca de Santa Teresa 1796

La nueva presentación de Santa Teresa 1796, llega a Venezuela para ofrecer al consumidor un diseño moderno y elegante que completa la renovación del portafolio de rones añejos de Ron Santa Teresa. La nueva botella de cristal incorpora, al igual que las demás, la emblemática Cruz de Aragua de la Hacienda Santa Teresa en el fondo, así como el renovado logo de Santa Teresa, la roseta emblema de la marca con una línea de añejamiento más larga para representar los rones de hasta 35 años presentes en este el blend. Conserva su sello de cera colocado artesanalmente y que convierte a cada botella en una pieza única.

Este producto de altísima calidad fue galardonado en el Congreso Internacional del Ron de Madrid con la máxima distinción, doble Medalla Oro, en 2016, 2017 y 2018. Además de ser reconocido con Medalla de Oro en el San Francisco World Spirits Competition en 2009 y 2016. En mayo de 2019 fue distinguido con la medalla de oro en Los Ángeles International Spirits Competiton.

Ron Santa Teresa es la primera productora de ron de Venezuela, una empresa venezolana, reconocida por la calidad de sus productos y por sus iniciativas de inversión social, en el Municipio Revenga del estado Aragua. Sus productos ostentan  con orgullo la Denominación de Origen Controlado Ron de Venezuela y tienen presencia en más de 70 países alrededor del mundo.

 

Ron Santa Teresa 1796, producto insignia de Ron Santa Teresa, fue galardonado por segundo año consecutivo con la medalla de doble de oro del Congreso Internacional del Ron Madrid.

“Nos llena de alegría poder traer a Venezuela una nueva medalla con Santa Teresa 1796, un producto que representa lo mejor de nuestra tierra y de nuestra gente. Nos enorgullece que haya sido reconocido por su calidad y por estar elaborado por personas extraordinarias que nos inspiran y nos dan fuerza para transformar nuestro entorno”, dijo Andrés Chumaceiro, director de Negocio Venezuela  de Ron Santa Teresa.

El Congreso del Ron de Madrid reúne durante una semana a expertos y conocedores de la industria del ron que comparten conocimientos y novedades a través de conferencias y presentaciones. Durante su séptima edición, también tuvo lugar la tradicional competencia de rones en las que se evalúan más de 300 referencias provenientes de diferentes países del mundo en catas a ciegas realizadas por un jurado encabezado por Luis Ayala (EEUU), editor de Got Rum.

Ron Santa Teresa 1796, el super premium de la casa Santa Teresa, es un ron suave, seco y balanceado que combina rones de hasta 35 años que son envejecidos mediante el antiguo método de solera. Fue galardonado en la edición 2016 del Congreso Internacional del Ron de Madrid con Medalla Oro y en 2017 con doble medalla de oro.  Ron Santa Teresa recibió el premio a la Mejor Destilería en 2014 por el jurado de este Congreso que ya había reconocido en 2012 la labor de su maestro ronero, Néstor Ortega.

Ron Santa Teresa es la primera productora de ron de Venezuela, una empresa venezolana, reconocida por la calidad de sus productos y por sus iniciativas de inversión social, en el Municipio Revenga del estado Aragua. Sus productos ostentan  con orgullo la Denominación de Origen Controlado Ron de Venezuela y tienen presencia en más de 120 países alrededor del mundo.

Chavismo tiene la primera opción en el 23 de Enero

23deEnero

 
El Gobierno espera ganar el 6D en el circuito que agrupa al famoso barrio caraqueño más las parroquias Catedral, Santa Teresa, San Juan y Altagracia

Crónica Uno

 

La parroquia 23 de Enero siempre ha sido emblemática para la Revolución Bolivariana. Se trata de la zona en la que votaba Hugo Chávez y donde, además, están los colectivos más famosos que defienden al Gobierno. Es por esto que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) aspira a retener este bastión electoral el 6D, mientras que la oposición intentará cambiar la historia del circuito 2 de Caracas, que además del “23”, incluye a las parroquias Catedral, Santa Teresa, San Juan y Altagracia.

A pesar de que el Gobierno gana con comodidad en el 23 de Enero, en la sumatoria de las 5 parroquias del circuito 2 la oposición logra acortar bastante la ventaja. En los comicios parlamentarios del 26 de septiembre de 2010 el Gobierno ganó la circunscripción con una ventaja de apenas 2,72% de los votos. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) basó su triunfo en el 23 de Enero y Catedral. La ventaja de los rojos fue de 26,27% y 23,68%, respectivamente, en esas parroquias. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) debe recortar las distancias en estos feudos si quiere hacerse con el diputado que se elige en este territorio.

La oposición ganó en las parroquias San Juan, Santa Teresa y Altagracia con una ventaja de 2,11%; 28,02% y 12,81% respectivamente.

 

Título de caja
Puede leer el trabajo completo de Crónica Uno AQUÍ

El estrangulador de Caricuao: primer asesino en serie de Venezuela
El primer asesino en serie de Venezuela tiene seis víctimas confirmadas. Escogía mujeres de la calle. Las violaba, las golpeaba y las asfixiaba. Francisco Abraham García Hernández fue detenido el 8 de marzo de 2015. Vídeos y pruebas de ADN son utilizadas por las autoridades para establecer su responsabilidad en los homicidios de 5 mujeres y una niña

 

@ronnarisquez / Edición de video: @NietoAnthony / Infografía: @IdeasdeDaniela / Multimedia: @AdrianitaN

LA NOVEDAD SE CONOCIÓ POCO DESPUÉS DE LAS 5:30 pm del sábado 7 de febrero de 2015. Una comisión del Eje Central de Investigaciones de Homicidios del Cicpc salió de la delegación de El Paraíso y atravesó el Puente 9 de Mayo hasta llegar a la plaza Capuchinos. Se detuvo 10 metros más allá del semáforo, luego de cruzar a la izquierda en la avenida San Martín, justo frente al hotel El Oeste, un viejo hospedaje familiar de 100 habitaciones y 3 pisos.

Los investigadores pasaron frente a la recepción y recorrieron el estrecho y largo pasillo que conduce hasta la habitación 115, en la planta baja. Al abrir la puerta, la escena les era familiar.

Como si se tratara de un deja vú, en la cama estaba el cuerpo desnudo de una mujer de contextura gruesa y edad avanzada. Tenía el rostro cubierto con una toalla ensangrentada y a su alrededor algunos rastros de sangre producto de salpicaduras. En el piso, un preservativo usado, rastros de droga, ropa y otros objetos personales.

Al descubrir la cara de la mujer, vieron que presentaba un golpe fuerte a la altura de la nariz, que le fracturó los huesos del rostro y le ocasionó la muerte. Se trataba de Luisa Josefina Arteaga Hernández, de 66 años de edad, una prostituta que frecuentaba la plaza Capuchinos en busca de clientes.

La evidencia era suficiente. Los pesquisas del Cicpc supieron de inmediato que estaban en presencia de la segunda víctima de un hombre que, hasta ese momento, solo conocían por el apodo de “El barrendero”.

Era el mismo individuo que el 15 de marzo de 2014 (hacía casi un año) había asesinado de forma similar a Zuleima Josefina Echenique, también prostituta, de 56 años de edad, en la habitación 02 del hotel Firenze, en la esquina de Hoyo de la parroquia Santa Rosalía.

A ella también le fracturó la cara de un golpe y la ahogó con una almohada. “Cuando entraron al hotel ella dijo que no era necesario registrarse porque era un rapidito”, dijo un empleado del hospedaje. Por eso no quedó asentada la identidad.

En el caso del hotel El Oeste, los investigadores constataron que el hombre que había alquilado la habitación donde fue asesinada Luisa Arteaga, sí se había registrado. Era Francisco Abraham García Hernández, de 34 años. Pero no solo eso, en los videos del hotel había quedado una grabación de la imagen del homicida.

“El video muestra que él entró solo, alquiló a eso de las 4:00 pm del viernes (6 de febrero de 2015). Luego salió y regresó con la mujer (Luisa Arteaga) a las 7:00 pm. Después se retiró, aproximadamente a las 4:00 am, bañado y vestido con camisa manga larga”, contó Rodolfo Rojas, administrador del hotel.

Los investigadores compararon las imágenes con la descripción que tenían de “el barrendero”, que mató a Zuleima Echenique: moreno, 1,70 mts de estatura, delgado, cabello rizado, frente amplia, cejas delgadas, ojos pequeños, nariz gruesa, boca grande y mentón agudo.

El resultado fue positivo, se trataba del mismo asesino. Con estas evidencias estaban policialmente resueltos estos dos crímenes. Aunque el historial homicida de Francisco Abraham García no acababa ahí.

Un caso llevó al otro y al otro…

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Cuando los funcionarios del Eje Central de Homicidios del Cicpc elaboraban la minuta por el caso de Luisa Arteaga, chequearon en el sistema de registro criminal los datos de Francisco García Hernández para verificar su prontuario. De inmediato saltó en la pantalla una solicitud por un homicidio cometido en Valencia el 4 de noviembre de 2014.

Cuando los funcionarios del Eje Central de Homicidios del Cicpc elaboraban la minuta por el caso de Luisa Arteaga, chequearon en el sistema de registro criminal los datos de Francisco García Hernández para verificar su prontuario. De inmediato saltó en la pantalla una solicitud por un homicidio cometido en Valencia el 4 de noviembre de 2014.

La víctima era otra mujer: Alejandra Carolina Castañeda Amaro, de 38 años. El asesino la conoció en un bar cercano a la empresa Embotelladora Venezuela, ubicada en la avenida Navas Espinola de Valencia. García Hernández tenía dos semanas trabajando allí como vigilante contratado por la empresa de seguridad Servicio Integrales de Primera.

“Logró ganarse al jefe y lo contrataron como avance. Era reservado y muy ordenado. La gente aquí pensaba que era cristiano evangélico. Pero hizo eso y hasta se robó 400 mil bolívares en herramientas”, dijo otro empleado de la empresa.

La noche en que la mató, Francisco García estuvo consumiendo drogas dentro de la embotelladora. Salió a buscar a la mujer y regresaron juntos. “Fueron a los almacenes y allí la estranguló en el momento en que tenían relaciones sexuales. Luego el hombre se quedó dormido junto al cadáver y lo despertó el timbre de la puerta”, contó un empleado del lugar que tuvo acceso al video que registró lo ocurrido. El homicida ocultó el cuerpo y huyó.

Luego de estos hallazgos, los funcionarios del Cicpc le notificaron al fiscal 57, Víctor Hugo Arias, encargado de investigar el homicidio de Zuleima Echenique (la primera víctima), que tenían identificado al asesino.

Al escuchar el nombre del homicida, el representante del Ministerio Público se sorprendió. Se trataba de una persona que él conocía con el apodo de “El niño”, principal sospechoso del homicidio de dos mujeres y una bebé de 13 meses en Caricuao.

Esas víctimas fueron Aleive Betzabeth Acosta González, de 25 años, y su hija Drehimerly María Acosta, de un año, que desaparecieron el 19 de julio de 2014 en la UD-3 de Caricuao. Se presume que las interceptó en el bulevar en horas de la noche. La mujer había ingerido alcohol y Francisco Abraham García la sometió por la fuerza. La arrastró hacia las laderas del bulevar, la lanzó al piso y la estranguló en el momento en que la violaba. Luego mató a la niña y ocultó el cuerpo unos metros más arriba, en las riberas del Guaire.

Ingrid Bello, de 35 años, fue la otra mujer asesinada en la UD-3. La última vez que la vieron con vida estaba bebiendo licor con García Hernández. Fue localizada violada y estrangulada en una loma, frente a la estación Zoológico, el 15 de noviembre de 2014.

Con ellas suman seis las víctimas de Francisco Abraham García Hernández, quien fue detenido por la GNB en Caricuao el 8 de marzo de 2015, y se encuentra en la sub-delegación Valencia del Cicpc esperando por el proceso judicial.  “Yo no maté a nadie. Ese no soy yo”, dice Francisco Abraham García Hernández cuando es interrogado por las autoridades.

La fiscal 16 del estado Carabobo ya presentó el acto conclusivo del caso, que trabajó junto a funcionarios del Eje Homicidios Base Las Acacias. Los investigadores solicitaron un perfil genético de todas las víctimas para ratificar mediante el ADN la identidad del agresor. También verifican casos similares y no resueltos para determinar García Hernández cometió otros crímenes.

 

“Califica en el perfil de un asesino en serie”

 

“El niño” le decían en Caricuao, “El barrendero” lo llamaban en Santa Teresa y San Juan, y en Valencia lo conocían como “El cristiano”. Tres apodos para un mismo hombre: Francisco Abraham García Hernández, de 34 años de edad.

No tiene un oficio definido. Quienes lo conocen aseguran que cuando trabajaba, lo hacía como vigilante. Vivió hasta los 17 años en el bloque 16 del sector La Hacienda de la UD-3 de Caricuao, junto a su padre, dos hermanos (una mujer y un hombre) y su abuela paterna.

La madre abandonó el hogar cuando él era un adolescente. Comerciantes del bulevar de Caricuao aseguran que el padre del asesino, cuando se encuentra en estado de embriaguez, grita: “ella se fue con otro tipo que tenía más plata”. Reclama que lo haya dejado solo con “estas cargas (sus hijos)”.

A los 16 años comenzó a delinquir y lo detenían frecuentemente por arrebatones. Estuvo preso en 2003 por robo y en una ocasión usurpó la identidad de su hermano. El padre tiene antecedentes por lesiones e intento de violación a una de sus hijas.

Fue obligado a abandonar la vivienda, cuando algunos de sus familiares se percataron de su conducta delictiva, además consumía crack y alcohol. Una vecina del edificio en el que vive la familia asegura que García Hernández tiene una hija, de aproximadamente cinco años de edad y con discapacidad cognitiva, cuya madre es una mujer de La Guaira, estado Vargas.

En el bulevar de Caricuao y los alrededores de la estación Zoológico, donde solía refugiarse, los buhoneros lo veían como un “indigente inofensivo”. Para las prostitutas de la plaza de Santa Teresa “era un hombre de buen aspecto y aseado”, mientras que los empleados de la Embotelladora Venezuela en Valencia creían que era practicante de la religión evangélica.

 

 

Luego de escuchar la descripción de García Hernández y de los seis homicidios que cometió en menos de un año, Freddy Crespo, criminólogo y profesor de la Universidad de Los Andes afirma:  “Para mí califica en el perfil de un asesino en serie. Tiene las características”.

“Hablamos de un asesino en serie cuando sus crímenes se repiten con un mismo patrón, cuando ha cometido más de tres homicidios en un lapso breve de tiempo, muestra una doble personalidad, es organizado y planificado, estudia a sus víctimas y busca víctimas vulnerables o débiles (mujeres, niños o ancianos)”, enumera Crespo.

El experto califica a los asesinos en serie como psicópatas, mientras que describe la conducta de un sicario como la de un sociópata. “El psicópata busca siempre un patrón. Para él, el homicidio constituye una satisfacción que lo llena a nivel emocional. Para el sicario la satisfacción de matar es social, se siente socialmente incluido en su ambiente por el hecho de asesinar y se siente más satisfecho si sus víctimas son fuertes y poderosas”.

El hecho de que exista un patrón es un indicador de que el psicópata está compensando alguna carencia emocional que tuvo en su desarrollo como persona, explica el criminólogo. «Entonces busca sustituir y proyectar esas carencias emocionales con sus víctimas, usualmente son las relaciones maternas las que determinan qué tipo de víctimas o qué clase de víctimas el psicópata busca. No necesariamente la relación con la madre debe ser mala para esto presione al individuo a ser psicópata», precisó Crespo.

 

Las víctimas: mujeres, drogas y prostitución

 

 

Eran mujeres de piel morena y contextura gruesa, consumían drogas o alcohol, permanecían en la calle, y a todas las mató mientras tenía sexo con ellas.

Zuleima Josefina Echenique, 56 años de edad, fue la primera víctima. A ella le dio un golpe que le fracturó los huesos de la cara. La dejó en la habitación 02 del hotel Firenze, en la parroquia Santa Rosalía. “Era buena moza. Había sido bailarina de Yolanda Moreno y había recorrido el mundo, pero estaba muy mal por las drogas. Era trinitaria y su familia y sus hijos vivían en Caricuao. Ellos le hicieron un funeral muy bonito”, contó Estílita Arcila, una de las sexagenarias que frecuenta la placita de la iglesia Santa Teresa en busca de clientes.

Aleive Betzabeth Acosta González, 25 años, pasaba el día entre el bulevar de Caricuao frente a la estación Zoológico. “Era un muchacha bonita. Se había ido de su casa. Tenía cuatro hijos, pero solo cargaba a la niña (Drehimerly María Acosta,13 meses). Los demás se los habían quitado los papás o la familia. No trabajaba y andaba hasta tarde con esa muchachita por ahí. Yo le decía que me la diera. No era una mala muchacha, pero le gustaba tomar y creo que también la droga”, relató la peluquera que la atendía en el Centro Comercial Caricuao. Acosta González fue estrangulada y su cuerpo fue encontrado en unos matorrales. Veintiséis días después localizaron el cadáver de su niña en las riberas del río Guaire.

Alejandra Carolina Castañeda Amaro , 38 años, trabajaba en un bar cercano a la Embotelladora Venezuela, en la avenida Navas Espinoza de Valencia. Tenía dos hijos. “Ellos se conocían. El día que la mató se habían comunicado por mensaje de texto. Antes de ir a la embotelladora estuvieron bebiendo”, reveló un conocido de la víctima, que murió estrangulada.

Ingrid Bello, 35 años, frecuentaba el bulevar de Caricuao y tenía tres hijos. “Ella se quedó bebiendo con él, y después la consiguieron estrangulada en un monte”, contó Keila, una cuidadora de carros en la zona.

Luisa Josefina Arteaga Hernández, 66 años, frecuentaba la plaza Capuchinos, en San Juan. “La llamaban Grecia. Tenía un problema en una pierna y cojeaba. Consumía y vendía droga”, dijo una de sus compañeras del lugar. Al igual que a la primera víctima, la mató de un golpe en la cara y le cubrió el rostros con una toalla. Su cuerpo quedó tendido en la cama de la habitación 115 del hotel El Oeste.

 

¿Dorángel «El comegente» fue el primero?

Francisco Abraham García Hernández podría ser el primer verdadero asesino en serie se conozca en Venezuela. Las características de sus crímenes, el perfil de sus víctimas y su personalidad encajan en la descripción de un asesino serial.

“Parece que es uno de los primeros casos de asesinos en serie, además de Dorángel Vargas (El comegente), que tiene ese patrón. Aunque éste, por la forma cómo las mata, la fortaleza sobre la víctima y el hecho de que escoja mujeres de la calle, reúne más características. Además, finalmente se determinó que Dorangel tiene un trastorno mental distinto al de un psicópata o asesino en serie”, explicó el criminólogo Freddy Crespo.

Un trabajo sobre asesinos en serie publicado por BBC explica que: “No creo que haya un perfil típico de un asesino en serie… A algunos asesinos en serie los inspira una fantasía o tienen una adicción, a menudo con la necesidad de obtener algún tipo de gratificación sexual o incluso una cause célèbre pervertida. Otras motivaciones pueden incluir la rabia, la emoción o alguna ganancia financiera”.

La publicación intenta desmitificar algunas supuestas particularidades de este tipo de criminales. “Los asesinos en serie son difíciles de atrapar porque a menudo adoptan una máscara de cordura. Aparentan ser personas muy normales por lo que durante mucho tiempo tanto las autoridades como la familia y amigos los pasan por alto. Los asesinos disfrutan demasiado de lo que están haciendo como para querer que los atrapen, pero entre más confiados se sienten, más creen que son inalcanzables, y empiezan a cometer errores humanos que llevan a su captura”.

 

Situación económica del país provocó el renacer del ron

 

 

CARACAS, Venezuela (AP) — Desde que era joven, uno de los pequeños placeres de Guillermo Matos ha sido reunirse con sus amigos para tomar cócteles a mitad de mes.

Su bebida preferida siempre fue el whisky de importación. Pero la crisis económica venezolana hace que su precio sea inasequible, por lo que Matos, de 45 años y propietario de una tienda de corbatas, ha tenido que cambiar sus hábitos hacia la industria local y acercarse al ron producido en el país, que es reconocido internacionalmente.

Ahora bebe un vaso de Santa Teresa 1796 con hielo.

Matos puede comprar una botella de ron local por 8 dólares en lugar de pagar aproximadamente 25 dólares por una de Johnnie Walker Black.

«Con esos precios, ¿quién no disfruta de un ron?», dijo reunido con sus amigos en un concurrido restaurante de Caracas.

Muchos de sus compatriotas están haciendo la misma transición. Las ventas de ron se han disparado más de un cuarto mientras que las de whisky se redujeron en un tercio entre 2012 y 2013, según la Asociación de Whisky Escocés. Y la posición del país sudamericano en la clasificación mundial de consumidores de whisky bajó de la 9na a la 14ta posición.

Venezuela ha sido durante años el mayor mercado de Latinoamérica para el whisky escocés, que es considerado un símbolo de estatus en el país. La gente suele beberlo en juegos de béisbol y en conciertos, e incluso las familias de clase obrera adquieren uno de buena calidad para eventos especiales como matrimonios.

El idilio con esta bebida fue siempre algo vergonzoso para las élites gobernantes socialistas.

«Yo no estoy dispuesto a seguir dando dólares para importar whisky en estas cantidades. ¿Qué revolución es esta, la del whisky?», dijo el fallecido presidente Hugo Chávez en 2007.

Pero fue el colapso económico el que provocó el renacer del ron.

La importante caída de los precios del petróleo a nivel mundial ha afectado a la economía venezolana, que depende profundamente de este producto, lo que ha reducido drásticamente sus ingresos. El gobierno ha endureció un rígido control de cambios y restringió el gasto en importaciones de artículos prioritarios como alimentos o medicinas.

Con una inflación por encima del 60%, el dinero venezolano ya no rinde tanto y el whisky está lejos del alcance de la mayoría. Una botella de Chivas Regal de 18 años cuesta 31 dólares a la tasa de cambio del mercado negro, que es mucho más alta que la tasa oficial. Así, la botella costaría más que el salario mínimo mensual del país.

Estos giros económicos suelen producir un aumento en las bebidas alcohólicas locales, según Nestor Ortega, maestro destilador en Santa Teresa, uno de los principales fabricantes de ron del país.

Además de petróleo, el ron es una de las pocas exportaciones con las que el país se ha forjado una reputación en el extranjero.

La clave de su éxito está en las estrictas leyes que exigen que el ron envejezca al menos dos años. Y a diferencia de zonas más áridas para el cultivo de azúcar en el Caribe, los productores locales de ron dicen que el suelo fértil y el clima más frío de la zona de mejores plantaciones, a las afueras de Caracas, dan al ron venezolano un aroma más redondo y sabroso.

En la Hacienda Santa Teresa, Beatriz Zambrano se inclina sobre un panel de control como salido de una película de ciencia ficción desde dónde controla una serie de bombas, alambiques y calderas. Desde allí puede ver todo el proceso de destilación, desde la temperatura a la que fermenta la melaza de un molino de azúcar próximo, al tradicional proceso de envejecimiento del ron en barriles de roble blanco que antes se utilizaron para almacenar jerez español.

«Con esto, no necesito estar afuera perennemente», dijo Zambrano, que supervisa a una plantilla de unos 400 empleados. «Cualquier falla que ocurra me lo va a decir el panel de control».

Las condiciones similares a las de un laboratorio han funcionado bien para la quinta generación de fabricantes de este ron. El Santa Teresa 1796 ocupa puestos importantes en cualquier lista de los mejores rones del mundo y el año pasado ganó la medalla de oro en el Global Rum Masters de Londres. Los rones fabricados en Venezuela ganaron seis premios en la World Spirits Competition de San Francisco el año pasado.

Incluso aunque la economía logre enderezar su rumbo de nuevo y los precios del amado whisky vuelvan a estar a su alcance, Matos dijo que están encantado con el ron y que no tiene intención de volver a cambiar.

«Ha sido una grata sorpresa», dijo añadiendo que ha empezado a colección libros con recetas para cócteles con ron. «Los rones venezolanos son muy buenos y disfrutamos muchos preparando tragos».