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Paciencia

Filosofía Zen para llamadas de Whatsapp, por Reuben Morales

 

Comunicarse con un fallecido jugando a la ouija es más estable que mantener una llamada de whatsapp. Los niveles de rabia generados por estas llamadas pueden ser comparables a cuando uno está enjabonado y se va el agua. Por eso le traemos un pequeño tratado de filosofía Zen para encarar una llamada de whatsapp. Recuerde: se enfrenta a una tecnología capaz de enfurecer al mismo Dalai Lama. Por ello, cuando vaya a hacer una llamada de whatsapp, comience por tomar un té de valeriana, haga yoga y medite una hora.

 

Lo primero es imaginarse que mantendrá una conversación con un niño de 5 años. Usuario de llamada de whatsapp que se respeta, siempre pone la llamada en altavoz y habla mientras hace otra cosa. Por tanto, usted en verdad hablará con la mitad del cerebro de la otra persona.

 

Segunda recomendación: baje su nivel de exigencia al mismo nivel de cuando piensa comer en un terminal de autobuses. Va a satisfacer una necesidad corporal básica. Si usted está pensando hablar por whatsapp mientras mantiene su laptop pegada al wifi, prende la cámara para hacer videollamada y además camina por toda la casa, usted está en drogas. Es como exigirle a Maduro que hable inglés. ¿Qué cree usted? ¿Qué vive en el Halcón Milenario de Han Solo? ¿Qué está dentro del traje de Iron Man? Entienda algo: su router de internet por poco no dice “Fisher Price”.

 

Tercera sugerencia: haga su vida alrededor del router de la casa. Una llamada de whatsapp solo corre a la perfección si usted es siamés del router. ¡Y no se aleje! Si la llamada es del exterior, podría estar en juego una remesa.

 

Ahora, si usted es una persona que no puede quedarse quieta mientras habla por whatsapp, le tenemos otros tips, pues usted está a punto de entrar a la dimensión de los mosaicos auditivos.

 

En primer lugar envíele un correo electrónico a la persona a quien llamará por whatsapp. En éste escriba una lista de los temas a tocar en la llamada, el orden y la duración de las intervenciones de cada quien, cual asamblea de la ONU. Si no lo hace, llame, pero entonces siga esta otra recomendación: ¡Jamás llame a una persona que no se calla! Tratar de interrumpirla mientras habla por whatsapp generará más confusión que la ropa de Maluma. Sea sensato y llame a alguien que haga pausas cada cuanto. Déjela hablar y hablar hasta que ella misma exclame: “¿Estás ahí?”. En ese momento sabrá que es su turno.

 

Aunque hay llamadas de whatsapp peores: cuando ambas personas se están moviendo con sus respectivos celulares. Esa llamada se corta tanto, que uno termina jugando un crucigrama auditivo. Palabra que dure un segundo, vaya después de “voy a buscar el” y antes de “de zapatos”… ¡Claro!… ¡La palabra “Par”!… ¡Correcto!… ¡Voy a buscar el par de zapatos!

 

Pero no todo es culpa de uno. A veces se puede estar en medio de una llamada de whatsapp donde todo fluye de maravilla. De ésas donde uno se inspira y empieza a echar un cuento y habla… y habla… y habla… hasta que de repente suena “tu, tu, tu”… Sí… a la otra persona le entró una llamada de verdad.

 

Ese momento cuando te dejan hablando solo, es más humillante que tener sexo en medio de un racionamiento de agua, que de golpe la pongan y haya que pararse a llenar los tobos. Por ello tomas una determinación: trancas la llamada. Entonces whatsapp te presenta una encuesta: “¿Qué tal te pareció la llamada?”. Uno busca la opción que dice “&%$·&%&)(/^*?”, pero no aparece.

 

Dichos acontecimientos te obligan a retirarte de por vida del mundo de las llamadas de whatsapp. Ellas y tú no nacieron el mismo día. De ahora en adelante solo mandarás notas de voz. Por ello te envalentonas y mandas la primera. Grabas uno… dos… tres minutos… y cuando comienzas a cerrar la idea, lo peor. Entra una llamada de whatsapp y te corta la grabación. Entonces respiras… tomas un sorbo de té de valeriana… contestas la llamada… y todo vuelve a empezar.

 

@reubenmorales

Desintoxicándonos en rescate de la Democracia, por Mario Guillermo Massone

Venezuelas

 

Dar sentido a las desgracias que los venezolanos padecemos, no es cosa fácil. Han sido muchos años. Tantos, que para muchos ha sido su vida entera.

La libertad, la verdadera libertad, la que nos permite elegir, requiere que nuestro cúmulo de posibilidades sea mayor al de las necesidades. Hoy nuestra libertad está disminuida, aporreada, empobrecida.

Una inmensa diáspora de nuestros compatriotas, muestra el anhelo de libertad y bienestar para la familia venezolana.  Porque el anhelo de libertad no conoce fronteras ni pasaportes.

No hay, no debe haber, los de aquí y los de allá como categorías peyorativas. Esto pasó en Chile, tanto con la diáspora por causa de Allende como por la de Pinochet. Conozco esto de primera mano. Parece ser un síndrome.

A fin de cuentas, todos estamos en lo mismo. Unos, zarparon en busca de una mejor vida para los suyos. Otros, se mantienen en suelo patrio. Dentro de quienes se quedaron, están los que se quieren ir pero no tienen ni saben cómo, los que no se lo plantean y los que, pudiendo irse, se quedaron.

Emitir juicios sobre las decisiones de cada persona, de cada familia venezolana, por hacer lo que hizo o por hacer lo haga, no nos corresponde. Las circunstancias son terribles en Venezuela. Se comienzan a ver imágenes de la degradación humana, “hecha en Venezuela” que nos recuerdan las de Auschwitz.

Colaborar con la causa democrática es una decisión personal. Perjudicarla, también. Ser indiferente … Y ello, tanto para los que viven en suelo venezolano como para los que no.

Me parece que son tiempos para actuar, pero también para reflexionar. Estamos irascibles, muy irascibles. Nuestra paciencia es otro producto que escasea. ¡Y cómo no va a escasear la paciencia! Porque sentimos que lo estamos perdiendo todo. Ello impone una carga aún mayor a nuestros dirigentes políticos; pues además de luchar por rescatar la democracia, enfrentar amenaza y persecución cotidiana del gobierno, también deben cuidarse de nosotros, de nuestra impaciencia y frustración.

Y como humanos que son, los políticos demócratas se equivocan. Y dicen torpezas. Sí, qué broma. Crucificarlos no nos beneficia. En estos tiempos sumar es todo. Incluso, el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Al menos mi aliado.

Desintoxicarnos del influjo de quienes en toda acción de la Unidad Democrática ven algo negativo puede ser un buen inicio. No caer en la tentación de despotricar en contra de los nuestros puede ser vigorizante y una experiencia fresca. Centrémonos en lo que hemos de centrarnos: el cambio.

¡Seguimos!

@massone59

Del límite de la paciencia, por Gonzalo Himiob Santomé

personascaminando

 

El poder en Venezuela está empeñado, como nunca antes, en jugar con nuestra paciencia, en forzar nuestros límites para que, desde ese caos absoluto en el que nos quiere sumir, ponderar si el pueblo se va a animar a darle a unos cuantos una “cucharada de su propia medicina”, una probada de ese amargo y violento mejunje que ya ellos tienen casi 18 años haciéndonos beber todos los días, o si por el contrario vamos a seguir, con bíblica estoicidad, “poniendo la otra mejilla”. La cosa es que han olvidado (¿o quizás no?) que el problema con eso de “poner la otra mejilla” es que solo tenemos dos.

No sé si es que no estoy educado en las lides de la maquiavélica y fría violencia política, ya que en todo caso mi formación y mi experiencia lo que me han enseñado es cómo se lidia con sus consecuencias, pero ni siquiera poniéndome en los zapatos de quienes nos gobiernan puedo entender cuál es el fin político de todo esto ¿Qué busca un ministro cuando en la TV nos dice que acá “no pasa nada” y en la calle los niños se nos mueren por falta de medicinas? ¿Qué pretende Maduro cuando, una vez más, se pone a bailar gozoso y a echar chistes malos en actos públicos mientras en las calles la gente se cae a tubazos por una bolsa de comida o en todo el país el hampa mata a tantos venezolanos al día?

No sé, será que soy bruto, pero no lo entiendo. Digo, si esta burla continua a la inteligencia de toda la ciudadanía, si este continuo “meter preso a todo el que alce la voz”, si todo este “matarnos a diario” por no encontrar medicinas o medicamentos, o a manos del hampa desatada, es deliberado o producto de alguna maligna estrategia gubernamental, como a veces lo parece, se supone que debe tener alguna finalidad. Perverso, retorcido o inhumano, todo esto al menos debería tener algún sentido discernible. Pero, ¿cuál puede ser?

¿Mantenerse en el poder a costa de lo que sea? ¿Es esa la finalidad última de todo este “show”? No lo creo. Si es ese el objetivo de toda esta debacle, el choque contra lo que cada día expresa el pueblo, en números cada vez mayores, contra Maduro y sus dislates hace rato que debió haberle hecho despedir a sus “iluminados” asesores. Si lo que pretende con todo esto es atornillarse en la presidencia, lo cierto es que ya logró todo lo contrario. En la jugada, además, ha acabado, y ya muchos chavistas lo están notando, con toda posibilidad del que “el chavismo sin Chávez” sea una opción viable en el país a mediano y hasta a largo plazo. Tanto si el Revocatorio se hace ahora, este año, como si se hace el año que viene, Maduro va a dejar la presidencia como “corcho de limonada”, y si hacemos caso a los que saben de estos temas, eso ya no tiene vuelta atrás.

¿Procurar un enfrentamiento fratricida que “justifique” más represión o la toma de más medidas excepcionales contra la ciudadanía? Como dirían en mi pueblo: “¿Ya pa´ qué?”. El único “toque de queda” que acá se respeta es el que impone la delincuencia. No lo parece, pero estamos en Estado de Excepción y la represión y las detenciones arbitrarias son la regla, pero eso a quienes cada día deben salir a buscar pan y medicinas para sus hijos, y no los encuentran, les resbala. La prueba está en la rabia que se respira en la calle, en los linchamientos, en los saqueos y en las continuas y cada vez más numerosas protestas espontáneas de la gente.

Y es que no hay nada peor para un gobernante que aislarse de la realidad de su pueblo.

Bastante que se le ha pedido a Maduro que “le baje dos”, que dialogue, que ceda. Más allá del daño que nos está haciendo a todos, en algunos aspectos irrecuperable, nada de lo que está haciendo puede rendirle provecho ¡Ah! Lo que quiere es “ganar tiempo”, me dicen por ahí ¿Y para qué? Le guste o no, sus días en el poder están contados, y mientras más tarde en aceptarlo con la mucha o poca dignidad que le quede, más alta será la factura que tanto él como sus adláteres tendrán que pagarle a la historia y al pueblo.

 

@HimiobSantome

Elecciones en Perú: Paciencia se agota por resultados de presidenciales

eleccionesperu

 

Tres días después del cierre de las urnas, en la más reñida elección presidencial de Perú en más de medio siglo, la paciencia de los dos partidos en contienda por conocer los resultados finales comenzó a agotarse.

El miércoles el equipo principal del candidato Pedro Pablo Kuczynski, del partido Peruanos por el Kambio, quien va primero en el conteo, acudió a las oficinas del máximo tribunal electoral para pedir celeridad y transparencia en los resultados oficiales.

«Si algo tenemos que solicitar es celeridad para que los resultados al 100% simplemente se reflejen de manera transparente», dijo a los periodistas Martín Vizcarra, candidato a la primera vicepresidencia por el partido de Kuczynski.

En la noche del martes unos 500 simpatizantes de ambos grupos pidieron a los organizadores de las elecciones rapidez en su trabajo.

Simpatizantes de Fujimori con banderas partidarias de color anaranjado gritaban «Keiko presidenta» mientras los de Kuczynski respondían «sube sube PPK (Kuczynski)». Algunos estaban disfrazados de cuyes, la mascota andina que se convirtió en el símbolo de Kuczynski.

Con más de 98,9% de las actas contabilizadas, Kuczynski tiene 50,12% de los votos frente a 49,87% de Keiko Fujimori, hija del exmandatario Alberto Fujimori (1990-2000), preso por asesinato y corrupción. El total de votos que los separa es más de 41.000 votos.

Según la ley debe esperarse que la Oficina Nacional de Procesos Electorales concluya el conteo del total de las actas para declarar un ganador. El organismo anunció la víspera que podría finalizar su trabajo el jueves y afirmó que espera recibir en la noche del miércoles las actas electorales provenientes de Europa y zonas remotas amazónicas del norte y sur de Perú.

Adicionalmente, unas 810 actas impugnadas están en jurados electorales quienes deben resolver y retornarlas a la Oficina para ser añadidas en el conteo.

Los dos candidatos centroderechistas permanecieron dentro de sus cuarteles de campaña sin mostrarse a la prensa.

La disputada elección sólo es superada por la de 1962, cuando los dos candidatos presidenciales finalistas tenían una diferencia de 12.000 votos y los militares dieron un golpe de Estado para impedir que el primero en el conteo asumiera el poder.

Los expertos afirman que si Kuczynski gana la presidencia tendrá el reto de negociar con el partido de Fujimori, que logró en abril la más potente mayoría en más de dos décadas con 73 de las 130 sillas del Congreso. Kuczynski apenas tiene 18 parlamentarios, menos que la izquierda.

«Es el presidente que entraría en peores condiciones tras la caída del fujimorismo… no está respaldado por un partido sólido», dijo el analista político José Carlos Requena. Añadió que Kuczynski «tendría que tejer alianzas, otorgar ministerios del futuro gabinete».

Los fujimoristas siguen afectados por las acusaciones de sus presuntos nexos con el narcotráfico que Kuczynski insinuó en la campaña.

«El narco Estado nos va a matar a todos… necesitamos un gobierno limpio desde arribita hasta abajito», dijo Kuczynski.

La legisladora fujimorista Luz Salgado sostuvo que no se pueden hacer alianzas con quienes tienen un doble discurso.

«No puedes tender puentes con alguien al que llamaste narcotraficante. A los 73 (legisladores electos) nos dijeron narcotraficantes, dictadores y todos los insultos. Hay que ser coherentes con el lenguaje», dijo Salgado en referencia al grupo de Kuczynski.

Si Kuczynski logra mantener su ventaja culminaría una campaña política sorprendente. Fujimori se impuso a un abanico de 10 aspirantes en la primera vuelta de los comicios celebrada en abril y lideraba las encuestas previas a la votación del domingo.