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Observatorio Venezolano de la Salud

Observatorio Venezolano de Salud condena uso excesivo de gases lacrimógenos y agresiones contra la población civil

EL OBSERVATORIO VENEZOLANO DE LA SALUD, junto a 29 organizaciones de derechos humanos, manifiesta su profunda preocupación ante el uso y abuso de gases lacrimógenos y el uso de fuerza física por parte de los organismos de seguridad del Estado en contra de la población civil que ejerce su derecho a la manifestación pacífica, por las consecuencias directas que tienen sobre el estado de salud y bienestar de los ciudadanos. Ambas actuaciones constituyen una violación al derecho humano a la vida y a la salud, por lo que rechazamos que en los actuales momentos, y ante los últimos hechos registrados en el país, estos derechos no estén siendo garantizados.

El uso indiscriminado de sustancias tóxicas, específicamente de los gases lacrimógenos más utilizados para el control de protestas ciudadanas, como lo son el 2-chlorobenzylideno malononitrilo (CS), oleoresincapsicum (OC) y cloroacetofenona (CN), produce consecuencias negativas para el sistema respiratorio, tal y como ha sido documentado en otros países.

Estudios científicos han descrito el daño que las exposiciones repetidas a estos gases representan para la capacidad respiratoria de los individuos. El riesgo de presentar un síntoma respiratorio como tos o flema, goteo nasal, dificultad para respirar o dermatitis es mayor en quienes han sido expuestos en varias ocasiones a los gases lacrimógenos. Además, también según estudios científicos, las personas asmáticas y fumadoras son más propensas a tener un flujo máximo respiratorio significativamente menor (es decir, mayor dificultad para respirar) que en aquellos que no han sido expuestos a los gases.

Las exposiciones prolongadas y recurrentes pueden ocasionar, en el largo plazo, el desarrollo de bronquitis crónica, dificultad respiratoria y, en último caso, fibrosis pulmonar. Rigidez del tórax es otra de las consecuencias que pueden presentarse.

Es por ello que expresamos nuestra preocupación por la cantidad de gases lacrimógenos a la que ha estado expuesta toda la población que manifiesta pacíficamente, así como también aquellos ciudadanos que sin estar en las protestas de calle han sido afectados. Nos referimos específicamente a los niños menores de 5 años que se encuentran en centros hospitalarios,  personas mayores y población en general que ha recibido gases lacrimógenos estando en sus hogares.

Rechazamos los ataques con gases lacrimógenos a centros de salud y su uso en los alrededores de recintos hospitalarios, como ha ocurrido en las últimas semanas en Caracas: el 10 de abril en un centro privado en Las Mercedes y el 20 de abril en El Valle, requiriendo la evacuación y traslado de los niños expuestos, madres y pacientes en general.

Rechazamos igualmente el uso de gases lacrimógenos directamente contra viviendas y edificios en zonas residenciales, su lanzamiento a corta distancia contra civiles y, más peligroso aún, desde helicópteros (irregularidad registrada el 10 de abril en Caracas) o directamente contra manifestantes por el alto riesgo de causar la muerte, como ha ocurrido este 26 de abril en Caracas con un estudiante universitario.

Condenamos el uso de la fuerza física para detener a civiles (puede ocasionar la pérdida de la funcionalidad de algunas estructuras corporales), así como el uso de armas de fuego por parte de cuerpos de seguridad del Estado y grupos paraestatales en el contexto de las protestas.

Desde el OVS queremos reiterar el apoyo a los colegas médicos que han resultado agredidos en las últimas semanas, bien sea dentro de los centros de trabajo o en las manifestaciones calle, y reconocemos la labor realizada por los estudiantes de medicina que conforman el equipo de Primeros Auxilios UCV, destinada a socorrer a los manifestantes afectados por los gases tóxicos y heridos en las protestas.

El trabajo de los colegas médicos, que realizan sus labores aún en medio de las deplorables condiciones hospitalarias, con escasez de insumos médico-quirúrgicos y sin la tecnología adecuada a los tiempos modernos, solo habla de un gran sentido del trabajo, preparación, altruismo y nobleza sin igual. De ninguna manera merecen el trato que se les brinda cuando incluso en los centros hospitalarios son agredidos por las fuerzas represivas y paraestatales que impiden la realización de su labor.

Exigimos a las autoridades del Ministerio del Poder Popular para la Salud, Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, y Ministerio del Poder Popular para la Defensa, controlar el uso de las sustancias tóxicas, el uso de la fuerza física y el uso de armas de fuego contra la población civil, pues esto solo compromete la salud y la vida de la población. Y exigimos a los organismos internacionales seguir en detalle los acontecimientos en Venezuela, porque entre muchas otras violaciones de derechos humanos, las concernientes al derecho a la salud y a la vida se han incrementado.

Suscriben este comunicado:

  1. Acceso a la Justicia
  2. Asamblea de Educación
  3. Aula Abierta Venezuela
  4. Acción Ciudadana Contra el SIDA(ACCSI)
  5. Cátedra Derechos Humanos UCLA
  6. CECODAP
  7. Centro de Derechos Humanos-UNIMET
  8. Centro de Acción y Defensa por los Derechos Humanos (CADEF)
  9. Coalición Clima 21
  10. Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía(CODEHCIU)
  11. Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (CODHEZ)
  12. Comisión de Derechos Humanos de la Federación de Colegios de Abogados del Estado Apure
  13. Comisión de Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia
  14. Convite AC
  15. Excubitus Derechos Humanos en Educación
  16. Fenasopadres
  17. Funcamama
  18. Fundación Aguaclara
  19. Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición
  20. Llamado a la Conciencia Vial AC
  21. Movimiento Vinotinto
  22. Nueva Esparta en Movimiento AC
  23. Observatorio Venezolano de la Salud (OVS)
  24. Organización Para la Prevención Nacional de la Corrupción
  25. Padres Organizados de Venezuela
  26. Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA)
  27. Sinergia
  28. Stop VIH
  29. Una Ventana a la Libertad
  30. Unión Vecinal para la Participación Ciudadana A.C
Informe de la FAO omite información sobre crisis alimentaria en Venezuela

EL OBSERVATORIO VENEZOLANO DE LA SALUD, el Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela,  la Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición, la Fundación 5 al día, el Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela y el Centro de Investigaciones Agro-Alimentarias de la Universidad de Los Andes en conjunto con varias organizaciones decidieron pronunciarse ante el más reciente informe publicado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), denominado “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional: Sistemas alimentarios sostenibles para poner fin al hambre y la malnutrición. América Latina y el Caribe, 2016”, en virtud de la ausencia de información importante, real y verídica, sobre la situación alimentaria de Venezuela.

En el comunicado, donde se plantean una serie de preguntas y comentarios, se explica que el deterioro de la situación alimentaria, nutricional y de salud en Venezuela se ha profundizado durante el último trienio 2014-2016, cuando los indicadores de alimentación, nutrición y salud han exhibido cifras nunca antes vistas en Venezuela, con el surgimiento de fenómenos que expresan situaciones extremas de inseguridad alimentaria y hambre en toda la población, en especial en los grupos vulnerables.

Por ello llama la atención el hecho de que diversos aspectos relevantes para Venezuela quedan sin ser analizados en el informe que publica la FAO, el cual se nutre de los datos suministrados por el Instituto Nacional de Estadística de Venezuela, entidad que por ley le corresponde suministrar los datos oficiales a los organismos internacionales.

Desde el comienzo del Informe se señala que América Latina y el Caribe se adelantó al resto del mundo al establecer sus propias metas para la erradicación del hambre para el año 2025. Igualmente, que los países de la región adquirieron compromisos al aprobar el “Plan de aplicación integral sobre nutrición materna, del lactante y del niño pequeño”, donde “se comprometieron a disminuir la desnutrición, el sobrepeso, la anemia y a aumentar la prevalencia de la lactancia materna antes del 2025”. La pregunta que surge frente a esto, es ¿cuál es el compromiso puntual e individual que adquirió Venezuela para cumplir con esta meta?

InfografíaFAOTV

Además de omitir información, el informe de la FAO incluye cifras desactualizadas sobre Venezuela. En el caso de las tasas de mortalidad materna, en menores de 5 años y neonatal de Venezuela, estas solo aparecen representadas a través de gráficos. No fueron tomados en cuenta los datos oficiales de la propia Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), presentada en 2015 ante la Asamblea Nacional, que muestra cifras alarmantes en el aumento del porcentaje de mortalidad materna, que fue 5,5 veces más alto que el valor registrado en el año 2012.

Además, es importante resaltar que la tasa de mortalidad neonatal reportada en este informe de la FAO no coincide con los resultados presentados por el MPPS en su Memoria y Cuenta 2015, que muestran un exorbitante aumento 100 veces mayor al porcentaje de muertes neonatales/nacimientos vivos registrados con respecto a 2012.

Con respecto a la disponibilidad de alimentos entre 2014 y 2015, el Informe no ofrece ningún análisis ante la gran diferencia, por defecto, que presenta Venezuela respecto a otros países en la cifra de importación de alimentos. No debe olvidarse que tanto las importaciones como exportaciones de alimentos en Venezuela registraron una importante reducción, acompañada de la disminución de la producción nacional de alimentos.

Y en cuanto a la disponibilidad por grupos de alimentos correspondiente a las distintas regiones del mundo y de América Latina y el Caribe (expresadas en gramos/persona/día), en el Informe de la FAO llama la atención que la información incluida corresponde a los años 2009, 2010 y 2011, período en el cual la situación en Venezuela era completamente distinta.

Por otra parte, y en cuanto a la evolución de la desnutrición infantil crónica en países de la región, merece destacarse que hasta el año 2015 fue favorable. Los datos venezolanos corresponden al período 1990-2009, durante el cual se observó una reducción de esta prevalencia con un valor de 13,4% para 2009, pero preocupa además que Venezuela, en las condiciones de pobreza que se encuentra desde los últimos años, no reporte este dato desde 2009.

Lea también: El año del hambre

Estos son solo algunos de los aspectos abordados en el comunicado emitido por las organizaciones científicas, académicas y de la sociedad civil que lo suscriben, y que al final representan argumentos para solicitarle a las agencias internacionales del Sistema de Naciones Unidas asumir como prioridad la protección de los derechos humanos y de la población civil, tal y como está establecido en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y como fue exhortado en 2013 por el entonces Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, al firmar la iniciativa denominada “Derechos Humanos Primer Lugar” (Human Rights Up Front).

No alertar acerca de la situación alimentaria y nutricional venezolana actual podría ser considerado como una violación al mandato “Derechos Humanos en Primer Lugar”, cuando el personal en terreno local de las agencias del Sistema de Naciones Unidas no reporta a sus respectivas sedes la verdadera situación de la población (en este caso, la venezolana), advierte el comunicado en respuesta al informe “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional: Sistemas alimentarios sostenibles para poner fin al hambre y la malnutrición. América Latina y el Caribe, 2016”, divulgado por la FAO en conjunto con la Organización Panamericana de la Salud, el 19 de enero de este año.

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Crisis alimentaria causa doble carga de malnutrición en Venezuela

EscasezValenciaEC

 

Según un estudio efectuado por el Observatorio Venezolano de la Salud, la combinación de escasez y alto costo de los alimentos está incidiendo directamente en el registro de la doble carga de la malnutrición en el país

Una misma persona puede ser obesa y a la vez tener un déficit de nutrientes que la haga ser anémica. Esa es la doble carga de la malnutrición, un problema de salud pública que en Venezuela se ve afectado con la situación alimentaria actual.

Maritza Landaeta de Jiménez, médico integrante de la directiva del OVS y especialista en Planificación Alimentaria Nutricional, explica que la malnutrición comprende tanto el déficit de vitaminas y minerales en general (hierro, ácido fólico, zinc, vitamina A), como la enfermedad por exceso, y en los últimos años la mayoría de los países del mundo están registrando, de manera concomitante, un incremento del sobrepeso y de la obesidad junto con altos porcentajes de déficit nutricional en la población.

“Esto es muy significativo en países en vías de desarrollo, donde aún sin haber superado el problema de la desnutrición se ha instalado el problema del sobrepeso y luego el de la obesidad, con la consecuencia del incremento de las enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes, obesidad, cáncer, enfermedades cardiovasculares y dislipidemias”, indicó Landaeta.

Esta condición es considerada un problema de salud pública importante por lo complejo que resulta abordarlo, indica la doctora, pues atender la doble carga de la malnutrición implica implementar políticas públicas para frenar el déficit nutricional, para el sobrepeso u obesidad y para enfrentar las enfermedades crónicas asociadas a estas.

“El fenómeno existe y siento que se ha agravado con la situación alimentaria que tenemos, porque los alimentos económicos para las familias son los carbohidratos y grasas”, señala la representante del OVS y también integrante de la Fundación Bengoa. Por ello, agrega Landaeta, hay pocos nutrientes complementarios como vitaminas, vegetales, proteínas y aceites en la dieta del venezolano.

Más grasa y carbohidratos

“La carga de carbohidratos y grasas ha aumentado y eso tiene una relación directa con el aumento de peso y con la cantidad de personas que cada día tiene índices glicémicos más altos, y por tanto más alto riesgo de desarrollar diabetes. Estamos seguros de que vamos a tener una generación en la cual el porcentaje de diabetes será alto y que los casos van a subir dadas las características de la alimentación que están recibiendo”, advirtió.

Los más vulnerables de vivir con la doble carga de la malnutrición son las familias con menos recursos económicos, los que conforman los estratos más bajos de la población, así como los niños. “Ahora se habla de la obesidad de los pobres, que se presenta por problemas de la transición demográfica y porque estos grupos sociales por lo general están sometidos a unas dietas altas en calorías, en azúcares, carbohidratos, grasas y muy bajas en nutrientes. Estos grupos desarrollan con más frecuencia la doble carga y están más expuestos a tener enfermedades crónicas. Una de las cosas más importantes de la doble carga es que está muy relacionada con la mortalidad temprana. Se ha comprobado que las personas que tienen estos problemas nutricionales pierden años de vida, de modo que los hijos vivirán menos que sus padres”.

Que la doble carga de la malnutrición ya esté causando efectos en los venezolanos es algo verídico y que se puede notar con facilidad, dice Landaeta: “la pérdida de peso excesiva de los adultos no es por una dieta adecuada sino porque dejas de comer nutrientes fundamentales”, precisa. El riesgo de desarrollar las enfermedades crónicas antes mencionadas sería la consecuencia en los adultos, y en el caso de los niños la incidencia tampoco es buena, pues está asociada al retardo del crecimiento y desarrollo y a las enfermedades crónicas en los adultos. “Tener un déficit de nutrientes a temprana edad y desnutrición compromete el desarrollo del niño a futuro, su crecimiento, no solamente en su aspecto físico sino en el desarrollo cognitivo y desarrollo humano.

Hay estudios que dicen que un niño bien nutrido y bien estimulado puede alcanzar un nivel educativo y de capacitación alto, que no logran los niños que presentan estos problemas”, explica Landaeta de Jiménez. Alimentación balanceada Para la prevención y el tratamiento de la doble carga de la malnutrición hay indicaciones que se repiten: modificar la dieta, disminuir el estrés y hacer actividad física.

Propiciar una excelente educación nutricional para que las personas tengan una alimentación equilibrada, balanceada y variada, que consuman las calorías adecuadas que necesitan, no solo en cantidad sino en calidad; que puedan consumir proteínas, carbohidratos, frutas y vegetales, y acompañar eso con actividad física y reducción de los factores de riesgo (frenar el consumo de sal, cigarrillos y alcohol), son acciones que inciden directamente en el control de la doble carga de la malnutrición y en evitar su diagnóstico a futuro.

“En los niños es muy importante que inicien y mantengan la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y luego que la complementación alimentaria se dé de forma adecuada, para que en el período de transición tengan los nutrientes que necesitan para lograr su desarrollo adecuado. De no lograrse, vas a ver lo que pasa en Venezuela, que los niños hacen una desnutrición muy severa con consecuencias para su futuro y su desarrollo físico e intelectual”, alertó Landaeta.

 

Con información del Observatorio Venezolano de la Salud 

 

 

Hospitales venezolanos están peor que los de países en guerra

Hospital

 

El Observatorio Venezolano de la Salud (OVS) del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela (Cendes) y la Organización Médicos por la Salud mostraron  la radiografía más reciente de la salud pública en el país.

La imagen revela los resultados de la tercera Encuesta Nacional de Hospitales 2016, un sondeo aplicado entre el 14 y 20 de agosto, basado en el reporte de médicos de 92 hospitales públicos y privados en 23 entidades.

Después de exponer cada uno de los aspectos del balance, el médico y presidente de la subcomisión de Salud de la Asamblea Nacional, diputado José Manuel Olivares, afirmó: “Los hospitales venezolanos están peor que los de países en guerra”.

En la presentación del informe, el diputado opositor estuvo acompañado por Julio Castro, coordinador general de la red Médicos por la Salud.

A la fecha, precisaron, 41 % de los pabellones están fuera de servicio y 89% de las emergencias en los centros asistenciales públicos funcionan con intermitencia, al igual que 80% de las Unidades de Terapia Intensiva para adultos.

La indisponibilidad en el caso de la UTI pediátricas se estima en 76%, mientras que 34% de las 15 mil 230 camas del sistema nacional están inoperativas.

 

Ruleteo mortal

A causa de la escasez de quirófanos, muchos pacientes deben esperar meses para poder ser intervenidos, denunció el diputado Olivares, quien además llamó la atención sobre el grave hecho de que apenas 10% de las emergencias estén en capacidad de atender las urgencias. “Esto se refleja en la muerte de venezolanos que tienen que ruletear de hospital en hospital”, denunció.

A las fallas y deterioro de la infraestructura, la medición del OVS le añade los alarmantes indicadores de la escasez de insumos y medicinas. El reporte indica que la falta de medicamentos escala hasta 76%, un porcentaje superior a los registrados en 2014 y 2015: 55% y 67% respectivamente.

La escasez de material médico-quirúrgico se estima en 81%, mientras que la de catéteres y sondas asciende a 87%.

 

Enfermedad sin comida

De acuerdo con el informe, 92,7% de los médicos encuestados reportaron graves deficiencias en el suministro de alimentos a los pacientes. Especial énfasis, por lo crítico, hicieron al alertar que en 63% de los hospitales no hay fórmulas lácteas y 27% las dispone pero en cantidades limitadas.

En general, los servicios de nutrición hospitalaria funcionan con fallas en 70, 9% de los hospitales.

Justo ayer, el Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, visitó el hospital Ana Francisca Pérez de León II, ubicado en Petare, y desde ahí afirmó que en 1 mil 100 inspecciones realizadas por la institución, aunque evidenciaron falta de reactivos para exámenes de laboratorio y equipos para diálisis, también pudo verificar que los hospitales están dotados y los quirófanos funcionan plenamente.

El OVS anunció que consignarán un informe técnico a la Asamblea Nacional, a organizaciones no gubernamentales y a entes internacionales como la Organización Panamericana de la Salud, Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Médicos Sin Fronteras y a todos aquellos relacionados con la garantía fundamental de la salud. La alianza OVS y Médicos por la Salud también entregará el reporte a la ministra Luisana Melo, a quien le solicitarán una reunión.

Antes de finalizar el año, la coalición médica independiente tiene previsto realizar una nueva encuesta.

Toda la encuesta está disponible en la dirección web enh2016.blogspot.com. Allí se pueden analizar los gráficos de manera interactiva y descargar la data.

Observatorio Venezolano de la Salud discute con estos expertos las políticas públicas

SaludenVenezuela

El Observatorio Venezolano de la Salud realizó el 22 de julio las jornadas Políticas públicas de salud y nutrición en la Venezuela actual: venciendo obstáculos, asumiendo los retos, que promueve la capacitación para formular políticas públicas de salud y nutrición, así como difundir información sobre los derechos a la salud y a la alimentación saludable

La actividad contó con un grupo de académicos y especialistas en nutrición, educación, medios de comunicación y legislación que permitieron abordar la crisis sanitaria y alimenticia desde el contexto del país hasta el rol de los actores que pueden contribuir en la reconstrucción de las áreas afectadas por la crisis.
El investigador Carlos Aponte presentó un estudio sobre las Misiones Sociales en Venezuela. Expuso que estos programas viven una crisis soterrada desde el año 2006, que han tenido un papel limitado en la reducción de la pobreza por línea de ingreso, y que a las misiones sociales les han destinado un gasto elevado que ha resultado ser poco efectivo y poco transparente. “La reducción de la pobreza se produce en el único período donde crece la economía venezolana, y la economía creció entre 2004 y 2008. Se creó una ficción con las misiones y la verdad era que las transmisiones directas de dinero eran pocas”, señaló el investigador del Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV.
La crisis con las misiones se hace sentir con mayor fuerza en estos últimos años de crisis económica, de salud y alimentación pues es poco lo que han hecho para reducir el impacto en la población menos favorecida.

Hambre en los pupitres

Otra de las presentaciones señala que los reportes de los planteles educativos sobre la cantidad de alumnos que se desmayan por asistir a clases sin comer, y sobre el ausentismo escolar durante 2016, motivaron a la secretaría de educación de Miranda a realizar una encuesta para determinar cuál era la situación de la alimentación en las escuelas de la gobernación.

Así, tras recibir la asesoría de investigadores del Observatorio Venezolano de la Salud, de la Fundación Bengoa y del investigador Luis Pedro España, fue realizada la encuesta en 3.200 alumnos de 6º grado y más de 200 maestros, hallando que 30% de los estudiantes respondieron comer 1 o 2 veces al día, que 86% de los alumnos tiene miedo de quedarse sin comida en su casa y que 50% indicó que la noche anterior se acostó con hambre porque no había suficiente comida en su casa. Esas no fueron las únicas preguntas, pero Juan Maragall, secretario de Educación de Miranda, explicó que tras el sondeo preguntaron si quisieran ir a la escuela en vacaciones a comer, y hallaron un 86% de respuestas positivas.

“Esto nos llevó a tomar la decisión de abrir 164 escuelas en agosto, de 9 am a 11 am, para alimentar a 8 mil estudiantes. Lo que queremos es que no pasen hambre y puedan regresar a estudiar en septiembre. Creo que esta es una iniciativa que debería aplicarse a nivel nacional, le hemos dicho al Gobierno que abran las escuelas en vacaciones pero hasta ahora no se han pronunciado”, informó Maragall.

Asistencia humanitaria inmediata

En la presentación del defensor de derechos humanos y la salud, Jo D’Elía, denominada La reconstrucción de la salud en Venezuela, D’Elía precisó que el Gobierno ha reducido el gasto público en salud en 95% según datos divulgados por la Organización Mundial de la Salud; que 90% de los insumos médicos y medicamentos dependen del exterior y que reponer los inventarios de medicinas inexistentes o en escasez se necesitan por lo menos 2 meses.

“Esto requiere una asistencia humanitaria inmediata. Debemos exigir al Estado que cambie de conducta y actitud”, sentenció el también investigador de Provea y director de la organización Civiles.

Aclaró, además, que no es cierto que el Gobierno de un país deba declarar la emergencia humanitaria para que organismos del sistema de Naciones Unidas actúen, pues para estos entes internacionales debe privar el principio de proteger a las personas y en Venezuela hay evidencias de la emergencia.

Productividad para el abastecimiento

El profesor Jorge Díaz Polanco, fundador e integrante del OVS, se refirió al papel cómplice de algunos entes sobre la situación venezolana, como la FAO y la OPS. 

Juan Luis Hernández, especialista en el área agroalimentaria, advirtió en su presentación que este año la producción nacional de arroz probablemente no alcance el 30% del consumo normativo de arroz y que la producción de maíz registrará la cifra más baja en décadas en este 2016. “Hace falta un programa agrícola, afrontar esta crisis coyuntural para superar el círculo vicioso de escasez y desabastecimiento, que ha sido la dinámica de Mercal en los últimos años. La situación exige aplicar políticas macroeconómicas y llegar a acuerdos de productividad entre todos los sectores para el abastecimiento”.

Las dificultades para adquirir alimentos se está reflejando en la pérdida de peso en adultos y niños. Yngrid Candela, nutricionista e investigadora del OVS, informó que la primera consecuencia de esta pérdida de peso es la deficiencia de hierro y –en consecuencia- la anemia. A largo plazo, lo que requiere el país es generar un desarrollo sostenible agrícola y rehacer toda la red de distribución de alimentos para poder normalizarla. 

Más allá de la crisis

La directora del Observatorio Venezolano de la Salud, Marianella Herrera, expresó que durante las crisis es necesario apostar por actividades de formación en el área de políticas públicas de salud y nutrición, y al debate plural de ideas para la reconstrucción del país, para afrontar la crisis, para educar a la población en cómo sobrellevarla y cómo procurar una alimentación balanceada a pesar de las dificultades. Se trata de asumir retos y trabajar por el país, de cara a las futuras generaciones. 

OVS: Crisis alimentaria incidirá en el incremento de las enfermedades crónicas

SupermercadoVenezuelao2016

 

Desde el Observatorio Venezolano de la Salud (OVS) alertan que las enfermedades crónicas (no transmisibles) asociadas a la nutrición se han convertido en un problema de salud pública en el mundo y en Venezuela, frente a la situación actual de escasez de alimentos, alimentos y altos precios de rubros fundamentales, por las consecuencias que pueden presentarse a futuro.

“Esta generación de venezolanos que está pasando esta situación de escasez seguramente se va a enfermar más que sus generaciones anteriores y eso, en 30 o 40 años, va a afectar mucho la salud pública del país. Incluso se está viendo si podremos llegar a tener una generación que muera antes que los padres, producto de todo este desequilibrio en la salud del venezolano”, señala Pablo Hernández, nutricionista-dietista e investigador del OVS, quien además sostiene que esto implicará un elevado costo en salud tanto para las familias como para el Estado.

Detalla que si bien existen factores de riesgo que siempre han estado presentes en la sociedad venezolana, como el tabaquismo, el consumo de alcohol, la ausencia o poca práctica de actividad física o la mala alimentación, los cuales predisponen a las personas a desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión arterial, obesidad, sobrepeso, algún tipo de cáncer o de enfermedad cardiovascular, ahora hay circunstancias que las pueden acelerar. La mala alimentación es una de ellas.

Hernández, quien también es profesor de Nutrición Humana en la UCV, advierte que tener una dieta como la actual, rica en carbohidratos que en el cuerpo se transforman en azúcares, es riesgosa en el caso del cáncer pues las células malignas se nutren y se multiplican con estos.

“Las dietas basadas mayoritariamente en carbohidratos no ayudan al control del azúcar en sangre y eso no es bueno para las personas con diabetes. Actualmente vemos que el venezolano está consumiendo en altas cantidades el mango, la yuca y el plátano porque son los que se consiguen a precios más o menos razonables, pero son altos en azúcares y representan un gran aporte de carbohidratos para el cuerpo, que al no poder ser metabolizados tienden a incrementar el riesgo de sobrepeso, obesidad y diabetes”, precisa el investigador del OVS.

Otro riesgo son las dietas altas en sodio (sal), además presentes en guisos y sopas de sobre, que inciden directamente en el aumento de la presión arterial y cuadros hipertensivos.

“El consumo de frutas y vegetales disminuye de manera importante el riesgo de sufrir las enfermedades crónicas mencionadas, pero sabemos que actualmente es difícil. Sin embargo no son tan costosas como las proteínas y pueden servir para rendir la alimentación, para hacer preparaciones donde se incluyan vegetales y así, por ejemplo, puedas rendir la harina de maíz con zanahoria rallada, calabacín rallado, o se preparen vegetales salteados para ampliar el plato de comida”, recomienda.

 

Falta de medicamentos no ayuda

El investigador del OVS además advierte que a las dificultades para tener una buena alimentación se suma la carencia de medicamentos, la cual afecta no solamente a quienes ya están diagnosticados con una enfermedad crónica sino también a los nuevos pacientes.

Toda persona debe tener los medicamentos indicados para la enfermedad crónica que presente porque responden a un tratamiento a largo plazo, que no debe suspenderse porque de lo contrario puede complicarse y esto debe tomarse con seriedad, pues estas enfermedades avanzan en silencio, alerta Hernández.

En el caso del cáncer, señala Hernández, las fallas de los fármacos pueden incidir en el aumento de la mortalidad. Por ello ve necesario que el Gobierno venezolano acepte la ayuda humanitaria, “porque definitivamente en este momento no tenemos la planta industrial para responder a las exigencias y necesitamos del aporte externo para cubrir la demanda que tenemos hoy”.

Ante todas las circunstancias adversas, el nutricionista-dietista recomienda a los venezolanos disminuir los riesgos asociados a las principales enfermedades crónicas que se diagnostican en el país: enfermedades cardiovasculares, hipertensión, cáncer, diabetes, obesidad; y tomar conciencia sobre esa patología que le han diagnosticado, conocerla, aprender de ella y prevenir complicaciones. Esto implica, en la medida de lo posible, hacer actividad física, consumir más frutas y vegetales y acudir al médico con regularidad para ver la evolución de su padecimiento crónico.

* Con información del Observatorio Venezolano de la Salud