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Resurge la difteria en Venezuela con mayor riesgo de diseminación que en 2016
Tras el anuncio de nuevos casos de difteria, sociedades médicas y especialistas exigen al gobierno publicar el boletín epidemiológico nacional e informar a la población sobre la disponibilidad de vacunas
Actualmente, Venezuela tiene peores coberturas de vacunación contra la difteria que en 2016, cuando la enfermedad reapareció tras 24 años sin reporte
A juicio del epidemiólogo Alejandro Rísquez, el riesgo de diseminación de la difteria ha aumentado respecto a 2016: «A pesar de los esfuerzos que se hicieron entre 2017 y 2019, con la llegada de la pandemia, se restringió aún más la logística, transporte y aplicación de vacunas en poblaciones indígenas, rurales y más pobres», añadió
La Sociedad Venezolana de Infectología destacó que la minería «ecocida» en Bolívar, además de daños ambientales, sociales y culturales, también ha contribuido con el resurgimiento y diseminación de la difteria

Por: @MrsYaky

 

Las autoridades confirmaron el pasado 9 de marzo tres casos de difteria en Venezuela, específicamente en el estado Bolívar en el Municipio Sifontes de esa entidad, el mismo en el que reapareció la enfermedad en el año  2016 después de 24 años sin reporte. 

La difteria es una enfermedad prevenible con vacunación.  Pero, tal y como pasó siete años atrás, las bajas coberturas en Venezuela vuelven a incidir en su resurgimiento. 

En 2016, la cobertura de vacunación para la tercera dosis de difteria, tétanos y pertussis (DTP3) era de 84%. Ahora es mucho menor.

«Actualmente, tenemos peores coberturas en Venezuela, con 56 % para DTP3 en el 2021, la cual es la más baja del continente después de Haití, que tiene 51 %», advirtió la Sociedad Venezolana de Infectología en un comunicado.

El presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, filial Aragua, Alejandro Crespo Freyes, precisó que en nuestro país apenas 56% de los niños tienen tres dosis de la vacuna contra la difteria cuando cumplen un año.

En Venezuela se usa, por lo general, la vacuna pentavalente (difteria, tétanos, pertussis, H. influenzae tipo b y Hepatitis B) para niños y niñas menores de siete años y la  vacuna de toxoide diftérico-tetánico (dT) en mayores de siete años y adultos. 

El presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, Manuel Figuera, explicó que la vacuna que se usa usualmente para pacientes pediátricos se puede emplear solo en menores de siete años, por su alta cantidad de componente de difteria, por lo que no debería utilizarse en adultos.

«La vacuna que se coloca usualmente en pacientes pediátricos, y más en su composición de pentavalente, es exclusiva para esos pacientes. En los adultos, la que debe colocarse es la dT (con d minúscula) que tiene el componente de difteria y tétanos. Esa «d» en minúscula implica que tiene de tres a cinco veces menos componente de toxoide diftérico. La otra que podría colocarse en adultos, sobre todo en mujeres embarazadas, es la dTpa (difteria, tétanos y pertussis acelular). Esta vacuna formulada produce menos reacciones y efectos adversos y se recomienda poner en la embarazada una dosis para proteger al niño contra el tétanos y pertussis hasta que se puedan vacunar a los dos meses de nacidos. También, protege a la madre contra la difteria, amplió.

Lo ideal es que los niños sean vacunados contra la enfermedad a los 2, 4 y 6 meses de edad y reciban refuerzos a los 18 meses y entre los 4 y 6 años.

Entre los 11 y 12 años deberían ser vacunados con la dTpa (que protege contra tétanos y la difteria, además de la tosferina), mientras que los adultos deberían vacunarse cada diez años con la vacuna dT (toxoide tetánico y diftérico).

Riesgo aumentado de diseminación

En conversación con Runrun.es el pediatra y epidemiólogo Alejandro Rísquez recordó que la epidemia de difteria en 2016 también inició en Bolívar,  luego se diseminó al país, pasó a Brasil y se extendió a América del Sur.

Consideró que en la actualidad, el riesgo de diseminación definitivamente ha aumentado.

«A pesar de los esfuerzos que se hicieron entre 2017 y 2019, con la llegada de la pandemia, se restringió aún más la logística, transporte y aplicación de vacunas en poblaciones indígenas, rurales y más pobres», añadió.

Comentó el hecho de que la difteria vuelva a resurgir entre adultos que hacen vida en la zona minera. Dijo que se debería garantizar que las personas que acudan a la zona estén previamente vacunadas, independientemente de que sean niños o adultos.

«Tenemos una gran población de mujeres que van a esas zonas, ya no son solo hombres adultos, sino familias completas que se instalan en la zona, y eso hace más complejo abordar el problema de la difteria, pues estas familias se movilizan en todo el país, lo que aumenta el riesgo de que los casos pasen a otros estados», advierte. 

En esa misma línea, la Sociedad Venezolana de Infectología destacó que la minería «ecocida» en Bolívar, además de irreversibles daños ambientales, sociales y culturales, también ha contribuido con el resurgimiento y diseminación de la difteria, pero también de malaria y sarampión. 

Entre 2016 a 2020, se cuantificaron 3.114 casos «sospechosos» de difteria en Venezuela, con 294 defunciones. Mientras que los casos confirmados entre 2016 y 2020 fueron 1.790: 58 en 2016 con 17 defunciones; 786 en 2017, con 103 defunciones; 775 en 2018 con 151 defunciones; 166 en 2019 con 21 defunciones y 5 casos en 2020, con dos muertes. 

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Un brote anticipado

La Organización Panamericana de la Salud había advertido en su documento «Evaluación de riesgos sobre enfermedades prevenibles por vacunación», del 28 de febrero de 2023, que Venezuela figuraba en una lista de 15 países que tenían una cobertura inferior a 80%. en lo que respecta a la vacunación contra difteria. 

Estos datos ubicaban a nuestro país como el de la peor cobertura de vacunación con la tercera dosis de esta vacuna en la región, solo por detrás de Guyana (51 %).

La OPS advirtió entonces que “el riesgo de ocurrencia de brotes de enfermedades prevenibles por vacunas está en su punto más alto en los últimos 30 años” en toda la región.

Y como las bajas coberturas de vacunación también se repiten en Venezuela con el sarampión, la polio y la fiebre amarilla, el país no está exento de presentar brotes de estas enfermedades. 

En una comunicación del 27 de febrero, el Ministerio de Salud emitió una alerta epidemiológica por difteria a las direcciones de epidemiología, programas de inmunización y de salud.

En el documento, se establecían lineamientos de vacunación y se instaba a buscar activamente casos a nivel comunitario e institucional, además de seguir los casos y sus contactos y capacitar al personal de salud, entre otras orientaciones. 

 

 

Difteria: contagio, síntomas y cómo actuar ante un casos sospechoso

La difteria es una enfermedad aguda de origen bacteriano y potencialmente mortal en un 5 a 10 % de los casos, en especial en menores de 5 años y en mayores de 50 años.

La infección es causada por las cepas de una bacteria (Corynebacterium diphtheriae) Se contagia de persona a persona, principalmente por gotitas respiratorias al toser o estornudar o contacto directo con úlceras infectadas o heridas abiertas en la piel. 

La difteria se incuba de 2 a 5 días y los pacientes no tratados pueden transmitir la infección de dos a tres semanas,  en algunos casos ese período puede ser mayor.

Los síntomas son dolor de garganta, fiebre, debilidad e inflamación de los ganglios del cuello.  Explica la Sociedad Venezolana de Infectología que el elemento clínico más característico es esto último, así como la aparición de una pseudomembrana en faringe principalmente, que puede en algunos casos obstruir la vía respiratoria.

La enfermedad puede generar complicaciones graves a nivel cardiaco, renal y neurológico, que se relacionan con la producción de toxina diftérica por parte de la bacteria que afecta a otros órganos del cuerpo.

Es importante indicar que la infección no confiere inmunidad, por lo que es necesaria la vacunación para prevenirla. 

La Organización Mundial de la Salud informa que el diagnóstico clínico se basa en la presencia de la membrana grisácea que recubre la garganta, aunque recomienda confirmarlo con un estudio de laboratorio. En los casos sospechosos, la sugerencia es iniciar el tratamiento de inmediato. 

Los casos positivos de difteria ameritan aislamiento estricto. Se deben tratar oportunamente con antitoxina diftérica «ajustando la dosis según el grado de severidad, y de manera secundaria, con antibióticos», recalca la Sociedad Venezolana de Infectología. 

¿Hay vacunas suficientes para todos ?

El presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, filial Aragua, Alejandro Crespo Freytes comentó a Runrun.es que mujeres embarazadas que asisten a su consulta han narrado que no consiguen en los ambulatorios la vacuna dTpa (difteria, tétantos y pertussis acelular), por lo que tienen que aplicársela en centros privados.

Los precios de la vacuna contra la difteria pueden oscilar en centros privados entre $50 a $120, dependiendo de la cantidad de componentes que tengan (dos, tres y seis).

Crespo Freytes compartió un gráfico de elaboración personal, pero a partir de datos del comité de inmunizaciones de la OMS, que muestra el marcado descenso de inversión en vacunas del Estado venezolano desde el año 2014.

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«El 75% del dinero de inversión en vacunas se consigue a través de donaciones, regalos, Unicef, OPS y algunos Estados. Eso explica por qué no hay suficientes vacunas«, opinó.

Desde el año 2018 el Estado venezolano no compra vacunas al fondo rotatorio de la OPS, recordó el presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, Manuel Figuera.

«Las vacunas disponibles en el programa ampliado de inmunizaciones han sido por donaciones de la Unicef y OPS. Entre 2018 y 2020 se vacunaron más de 9 millones de niños entre 6 meses a 15 años y eso permitió en esa época controlar el problema de la difteria y el sarampión», precisó el médico. 

Sobre la disponibilidad actual de las vacunas, remarcó que esa  información debería suministrarla abiertamente el Estado. 

«Deberían retomar las ruedas de prensa para anunciar esa información necesaria ante este tipo de situaciones, al igual que volver a publicar el boletín epidemiológico semanal que, desde 2016, no lo hace abiertamente. Esa es la forma para conocer qué está sucediendo desde el punto de vista de enfermedades de notificación obligatoria», sumó.

Por su parte, el epidemiólogo Rísquez manifestó desconocer la situación de abastecimiento de vacunas contra la difteria en el Ministerio, pero insistió en el punto de que hoy en día son suministradas por la Organización Panamericana de la Salud, Unicef y otros entes internacionales. 

«Es muy probable que haya limitaciones, y por eso los servicios de salud no cuenten con la vacuna dT,  difteria y tétanos, que es la que usamos con los adultos», indicó.

Recomendaciones de vacunación de la Sociedad Venezolana de Infectología

La SVI instó a las autoridades a garantizar los recursos diagnósticos y terapéuticos, de protección personal en los distintos centros de salud y regiones, así como activar las medidas de bloqueo epidemiológico, más los protocolos adicionales de manejo en triaje y áreas de aislamiento en los centros centinelas.

Estas disposiciones, según recordaron, están establecidas en el “Manual de normas para el Manejo clínico e epidemiológico de la Difteria” del 2018 del Ministerio del Poder Popular para la Salud, que fue elaborado en conjunto con la SVI y que está disponible en el portal de OPS: https://iris.paho.orglhandle/10665.2/51093

Con respecto a la vacunación contra la difteria tras la notificación de nuevos casos, la SVI recomienda

  • Niños menores de 6 años: se debe cumplir con el esquema de vacunación de la pentavalente (que incluye DTP), y corresponde a tres dosis: a los 2, 4 y 6 meses de edad, más dos refuerzos entre los 15 a 18 meses y entre los 4 a 6 años.
  • Adolescentes: si cumplieron con esquema completo se indica dosis de refuerzo entre los 11 y 12 años (preferente dTpa).
  • Niños de 7 a 9 años, adolescentes y adultos no inmunizados: deben recibir tres dosis (una dTpa y dos dT) y con esquema incompleto, al menos una debe ser dTpa y las otras con dT.
  • En adultos con vacunación completa: sugieren  refuerzos  cada 10 años de dT o dTpa.
  • Embarazadas: en cada embarazo, recomiendan una dosis de dTpa entre las 27 a 36 semanas.
  • Personal de salud: deben cumplir con una dosis de dT en circunstancias de brotes.
  • Los pacientes recuperados de difteria deben vacunarse igualmente.

 

Alertan sobre riesgo de reaparición de poliomielitis, difteria y sarampión
El pediatra puericultor Alejandro Crespo Freytes alertó que en Venezuela ninguna vacunación contra enfermedades como la difteria, sarampión, poliomielitis, entre otras, alcanzaba 95% de cobertura para el año 2020, que es el porcentaje recomendado por la Organización Mundial de la Salud para reducir el riesgo de brotes y epidemias
«Podemos estar a las puertas de nuevas epidemias de sarampión y difteria, y por ende, de pertussis (tosferina), tétanos, rubéola y paperas, como hemos tenido anteriormente, por no vacunar de manera adecuada», alertó el experto
Recordó también que en los últimos cuatro años, en el sector público no se ha vacunado contra el rotavirus (que causa diarreas potencialmente mortales en niños) ni contra el neumococo, que ocasiona neumonías
El presidente de la Sociedad Venezolana de Salud Pública y exministro de Salud, José Félix Oletta, explicó que en la medida en que no se alcanzan las coberturas de vacunación, se agregan susceptibles, aumenta el riesgo de circulación del patógeno y la posibilidad de reaparición de la enfermedades prevenibles por vacunas
Este 16 de marzo, la Academia Nacional de Medicina urgió  al gobierno «de manera urgente» a establecer un plan de vacunación masiva contra la poliomielitis

 

@MrsYaky

 

El riesgo de reaparición de difteria, sarampión y poliomielitis en Venezuela es muy alto, debido a las bajas coberturas de vacunación para prevenir estas enfermedades.

En el marco de la Semana de Vacunación de las Américas, el pediatra puericultor Alejandro Crespo Freytes expuso sobre esta situación en un webinar realizado el pasado 27 de abril vía Youtube.

El también consejero de lactancia materna de la Unicef recordó además que en los últimos cuatro años, en el país tampoco se ha vacunado a nivel público contra el rotavirus (que causa gastroenteritis) ni contra el neumococo (que provoca neumonías), mientras que contra la influenza se vacunó parcialmente hasta el año 2020.  

«Cuando toca hablar de vacunas en Venezuela en los últimos cinco años, toca dar malas noticias. Aunque si usted invierte un dólar en vacunas, se ahorra unos $54 en gastos de salud», destacó Crespo Freytes en el conversatorio.

De acuerdo con los datos de cobertura vacunal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef, publicados en julio de 2021, en Venezuela ninguna vacunación contra enfermedad alcanzaba 95% de cobertura, que es el porcentaje recomendado para reducir el riesgo de brotes de enfermedades entre la población. 

Aunque el especialista aclara que en el mundo cayeron las coberturas de vacunación en mayor o menor medida por la pandemia de COVID-19, en Venezuela, en donde la situación ya era compleja, actualmente «estamos muy mal».

 

«Podemos estar a las puertas de nuevas epidemias de sarampión y difteria, y por ende, de pertussis (tosferina), tétanos, rubéola y paperas, como hemos tenido anteriormente, por no vacunar de manera adecuada», advirtió el médico. 

Esta afirmación es secundada por el miembro honorario de la Sociedad Venezolana de Salud Pública y exministro de Salud, José Félix Oletta, quien manifestó que preocupa «mucho» la posible reaparición de sarampión, difteria y polio.

El experto explicó cómo incide en la baja cobertura de vacunación en la reaparición de enfermedades.

«En la medida en que no se alcanzan las coberturas de vacunación se van agregando susceptibles, aumenta el riesgo de circulación del patógeno y la posibilidad de reaparición de la enfermedad, en nuestro caso, de todas las enfermedades prevenibles mediante vacunas», explicó. 

 

 

El estatus de las vacunas BCG y contra la hepatitis B

«Lamentablemente, del año 2017 en adelante, todas las coberturas de vacunación han estado por debajo de 95%, que es lo que recomienda la OMS.  Esto es muy preocupante, porque por ejemplo, la primera vacuna que uno suele ponerle a los niños (la de BCG) no la tienen el 20% de los niños venezolanos«, explicó el doctor Crespo Freytes al referir que solo 82% de ellos recibieron la vacuna de la BCG (contra la tuberculosis) en 2020. La cifra era 9% menor que la de 2019.

En lo que respecta a la vacuna contra la hepatitis B, que se coloca en las 24 horas posteriores al nacimiento del bebé, solo 50% de los niños la habían recibido en 2020: «La mitad de los niños, no. Eso es muy preocupante,  los niños o están naciendo en sitios donde no están disponibles las vacunas o no están naciendo en centros de salud. Es más probable lo primero», explicó el médico.

Sobre este último punto, recordó que por la crisis eléctrica, muchos centros dejaron de poner vacunas porque no tienen cómo almacenarlas en neveras.

«Por esta razón, las vacunas se trasladaron a centros de salud cada vez más grandes. Esto significa que, mientras más lejos se esté de Caracas o de una ciudad capital, probablemente no haya acceso a vacunación, porque posiblemente ese centro no tenga planta eléctrica», destacó el presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, filial Aragua. 

Difteria, sarampión y poliomielitis: tres preocupaciones latentes

Al especialista en Puericultura y Pediatría le preocupa la situación con las tercera dosis de las vacunas contra la difteria, tétano y pertussis (tosferina) -que es la DTP- y con la trivalente viral, que es la que genera protección contra sarampión rubéola y parotiditis.

«En el mundo, 85% de los niños menores de un año han recibido, al cumplir el año, tres dosis de esta vacuna. En Venezuela, ponemos pentavalente, es la que contiene DTP, y la reciben 50% , en 2020 fue 54% de los niños. La mitad de los niños no reciben las tres dosis de la DTP antes de cumplir un año. Debemos recordar que tuvimos difteria entre los años 2016 y 2019 y murieron alrededor de 35 niños por algo que es inmunoprevenible», alertó Crespo Freytes, al referirse al brote que se presentó en el país después de 25 años sin casos de esta enfermedad.

La cobertura de vacunación contra la difteria disminuyó 10% en el año 2020 con respecto a 2019, cuando era de 64%. Actualmente, es menor que cuando reapareció la difteria en 2016. 

Además de la baja cobertura en vacunación, es importante también la tasa de deserción. Y Venezuela, resalta el especialista, tiene el porcentaje de deserción en DTP más alto del continente, seguido de cerca por Dominicana y Haití y Perú. «Pero todos ellos tienen una cobertura más alta, de 70% en ambas dosis. En nuestro país, la deserción es muy alta y la cobertura muy baja. Al bajar la cobertura, sube la curva de casos», explicó.

Indicó Crespo Freytes que en en 2016, cuando reapareció la enfermedad, la tasa de letalidad fue diez veces mayor a la esperada, lo que podría significar dos cosas: «O los niños venezolanos se mueren más de difteria o, definitivamente, se reportaron muchos menos casos de los que hubo. Probablemente, fue lo último y estos números fueron hasta diez veces mayores de los reportados. 

El especialista insiste en que la baja cobertura de inmunización con esta vacuna, que es básica y se debe poner antes del año, sugiere que tampoco se está vacunando bien contra otras enfermedades. 

Y es justamente lo que ocurre en el caso de la vacuna contra el sarampión. Para el año 2020, solo 76% de los niños habían recibido la primera dosis de la vacuna: «Tuvimos epidemia entre 2017 y 2019, más de 6.000 casos entre 2017 y 2018 (5.667 solo 2018). Y el año previo, en 2019, 93% de los niños tenían, al año de vida, una primera dosis de la vacuna que previene el sarampión. Eso significa que 17% menos niños que en 2019 fueron vacunados contra la enfermedad», apunta Crespo Freytes.

«América fue en 2014 la primera región en recibir la certificación libre de sarampión. Esa certificación la perdimos gracias a que en Venezuela empezó una epidemia en 2017 que acabó en 2019 y tuvo 6.000 casos en total, además de una alta cantidad de muertes alta respecto al número de casos», recordó el pediatra. 

La situación con la segunda dosis de vacuna contra el sarampión es aún peor: solo 28% de los niños en Venezuela en 2020 la recibieron. 

«Y si usted ve un caso de sarampión, probablemente usted esté vacunando mal no solo contra sarampión, rubéola o paperas, sino contra todos los demás. Es una enfermedad con el índice de reproducción más alto, quizá el COVID-19 cambió esto. Pero una persona con sarampión puede transmitirle  la infección a 17 ó 19 personas. Alrededor del 90% no vacunados se puede contagiar», abundó Crespo Freytes.

El resto del continente vacuna mejor que Venezuela contra el sarampión. Para 2020, el 91% de personas en Uruguay tenían segunda dosis, al igual que el 88% en Colombia, el 83% en Chile y 72% en Paraguay.

El médico también recordó que en 2021 hubo casos de fiebre amarilla en el estado Anzoátegui y la confirmación de monos infectados en Monagas. La cobertura de vacunación contra esta enfermedad era de 82% en 2020. «Estar en un número cerca de 85% no te da libertad para pensar que no haya más casos, hay que estar cerca de 95% para mayor seguridad». recordó.

Urge aumentar vacunación contra la polio

Sobre la poliomielitis, es importante recordar que en marzo de 2022, y después de 30 años, Israel detectó casos, el primero de ellos, en un niño de cuatro años no vacunado. Solo países como Pakistán y Afganistán reportaban casos de esta condición «y por virus salvaje y no vacunal», aclara el pediatra Alejandro Crespo Freytes. 

En Venezuela, para 2020, solo 62% de los niños estaba vacunado contra esta enfermedad viral que puede afectar los nervios, llevar a parálisis total o parcial y que es altamente infecciosa. 

«La humanidad solo ha logrado erradicar una enfermedad del mundo, y fue la viruela. Estamos a punto de erradicar la poliomielitis y ambas gracias a las vacunación, principalmente. Tener cobertura tan baja de 62%, cuando el mundo está advirtiendo que hay casos en países donde vacunan mejor que nosotros, es preocupante», alertó.  

Por su parte, el exministro de Salud José Félix Oletta compartió un documento sobre el alerta que hiciera el pasado 10 de mayo la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica,   en el que se advertía que era real la amenaza de una reintroducción de poliomielitis en la región.

Esto debido a las «bajas y heterogéneas» coberturas de vacunación y a la «falta de cumplimiento de los indicadores de vigilancia de parálisis fláccidas, todo ello profundizado durante la pandemia».

Este 16 de marzo, la Academia Nacional de Medicina urgió  al gobierno  a establecer un plan de vacunación masiva contra la poliomielitis de manera «urgente».

En un comunicado, enfatizaron que existe un «alto riesgo de reaparición de casos de poliomielitis en Venezuela» y llamaron a las autoridades a actuar al respecto dando cumplimiento al Programa Ampliado de Inmunizaciones.

Recordaron que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) pidió a los países «redoblar los esfuerzos» para vacunar a los niños contra la enfermedad viral.

«Según datos de la OPS, la cobertura de vacunación antipolio 3 en Venezuela es menor del 80 % (reporte de la 13 reunión de la Comisión Regional de Certificación de la Fase Final de la Erradicación de la Plio en las Américas), y cuatro países (Haití, Venezuela, Perú y República Dominicana) fueron clasificados como de muy alto riesgo», detalló la Academia de Medicina.

La institución insistió en que esta enfermedad «puede propagarse con rapidez en los grupos poblacionales no inmunizados», por lo que recalcó la importancia de mantener una tasa alta de cobertura de vacunación.

 

Vacunas que solo se ponen en centros privados

Por otra parte, el pediatra Crespo Freytes también llamó la atención sobre el hecho de que Venezuela fue el tercer país en el continente en introducir en el programa ampliado de inmunizaciones  la vacuna contra el rotavirus. Pero, por impago a la OPS, la cobertura cayó a cero. 

«Fuimos pioneros, llegamos a tener cobertura de 84% en el año 2016, era muy buena. Pero en 2017 Venezuela deja de pagar al Fondo Rotatorio de la OPS y, por ende, deja de vacunar contra el rotavirus, con lo que la cobertura cayó a cero en 2018, 2019 y 2020. Es la cobertura que estima Unicef, porque el Estado no reporta nada desde 2016. Desde hace seis años no vemos un boletín epidemiológico semanal, que es una cosa que debe salir 52 veces al año. Tampoco vemos un anuario de mortalidad desde el año 2014, ya vamos para 8 años sin que el Estado venezolano publique cifras», denunció Crespo.

Aunque las vacunas contra el rotavirus y el neumococo se consiguen en centros privados, al grueso de la población se le dificulta acceder a ellas. . 

«El 96% de los venezolanos somos pobres y el 76% pobres extremos según la más reciente encuesta Encovi. No creo que el 76% de las personas que no puede comer tenga para pagar una vacuna de rotavirus, y el 96% restante que puede comer quizá solo puede llegar hasta ahí».

Esto significa que solo 5% de los niños menores de cinco años en Venezuela tienen vacuna contra el rotavirus, «lo que nos pone a las puertas de una epidemia efectivamente».

Con respecto al neumococo, Venezuela fue el penúltimo país en introducir la vacuna a su esquema de inmunizaciones. Se logró tener una cobertura de 24% (muy baja) que cayó también a cero en 2017. «Probablemente, la cobertura en privado no debe representar ni el 5% de la población», añade Crespo.

Sobre este punto, Oletta, exministro de Salud, destacó que el gobierno ha dejado de cumplir su  obligación de proteger la salud de la población, «especialmente, la de los más, pobres que no pueden pagar de su bolsillo el costo de estas vacunas.»

Entre 1999 y 2017, todos los países de Suramérica redujeron la cantidad de niños que murieron por neumonía. El mundo, en promedio, redujo 49% la cantidad de niños que se morían por neumonía gracias a esa vacuna

«Pero Venezuela fue el que menos disminuyó ese número entre 1999 y 2017 porque fuimos, después de Bolivia, los últimos en introducir la vacuna contra el neumococo. Se redujo alrededor de 25% la mortalidad por neumococo, mucho menos que en el resto del mundo y en zonas como el África Subsahariana, sudeste de Asia, Haití, los países más pobres del mundo», lamentó Crespo. 

VPH fuera del esquema de inmunizaciones

Venezuela se encuentra en la poco honrosa lista de países que no incluyen a  la vacuna del VPH en el sistema ampliado de inmunizaciones. Los otros cuatro son Guyana Francesa, Haití, Nicaragua, Cuba y Curazao.

Esto a pesar de que el VPH es la principal causa de cáncer de cuello uterino, una de las primeras causas de muerte en mujeres del país. También, es causa importante de  enfermedades del pene, cáncer de cara y cuello, cáncer de ano y verrugas genitales. 

«En 2014, el Estado dijo que iba a empezar a vacunar a las niñas mayores de 10 años con antiVPH y estamos en 2022 y aún no ha vacunado a ninguna. Es una de las vacunas que menos se pone en privado», comentó Crespo. 

Reforzar el esquema y cumplirlo

Ante el riesgo de nuevas epidemias, las recomendaciones de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría apuntan a un mejor esquema de inmunizaciones que el que rige actualmente y a aumentar las coberturas de vacunación. 

El actual esquema incluye las vacunas BCG, hepatitis B, pentavalente, contra la poliomielitis, trivalente viral e influenza. Es necesario que esta última se retome, ya que en los últimos años, y según registros de la OMS, no se la han aplicado a menores de cinco años. Y, con respecto a las primeras, es vital que se aumenten las coberturas de inmunización.

Es fundamental también que se vuelvan a aplicar las vacunas contra el neumococo y rotavirus, que estuvieron disponibles entre 2014 y 2017 pero ya no se están aplicando en el sector público. 

Las vacunas que nunca han estado dentro del esquema y que la SVPP propone que se incluyan son las de  meningococo conjugada, VPH, varicela y hepatitis A.

 

Solo Venezuela y Haití registran casos de difteria en el continente durante 2019

DURANTE LOS PRIMEROS SEIS MESES del año, Venezuela y Haití fueron los dos países del continente americano en los que se confirmaron casos de difteria: 147 en Venezuela y 6 en Haití, para un total de 153.

La información la da a conocer la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en su ultima actualización sobre la difteria que abarca hasta la semana epidemiológica número 25 (última semana de junio) del presente año.

La OPS indica que en lo que va de año se han registrado 397 casos sospechosos: 324 en Venezuela, 70 en Haití y 3 en Colombia.

La epidemia de difteria en Venezuela comenzó en 2016 y hasta la última semana de junio, según el organismo multilateral, se confirmaron 1.721 casos: 27 en 2016, 472 en 2017, 1.075 en 2018 y 147 en 2019.

Sigue leyendo esta nota de Erick Mayora en Crónica Uno

Descontrol sanitario del Gobierno favoreció reaparición de la difteria

ClínicasyHospitales

La reaparición de la difteria en Venezuela, en el estado Bolívar y en este momento histórico (luego de 24 años de erradicada) no es un hecho aislado. Es la consecuencia de una cadena de descontroles sanitarios del Gobierno nacional y regional, que van desde la corrupción en las empresas del Estado encargadas de la producción de vacunas -lo cual devino en escasez y falta de inmunidad en la población- y el ocultamiento de los casos que se venían registrando en el estado Bolívar desde abril, en lugar de una respuesta oportuna al brote de la enfermedad.

Apenas levantaban vuelo, las dudas se precipitaron cuando el Ministerio del Poder Popular para la Salud anunció el plan de vacunación contra la enfermedad y, por el otro, el gobernador Francisco Rangel Gómez confirmaba la información: en Bolívar hay difteria.

De 1992 data el último caso que, en Venezuela se conocía. Respetando los tiempos verbales, ahora lo correcto es decir que databa. Pues, según el mismo gobernador, en la región hay trece casos, cinco de ellos, mortales.

No es el mismo registro que tienen los especialistas del Pediátrico Menca de Leoni, quienes afirman que desde abril han muerto por difteria 17 niños: 12 en Sifontes y cinco en Caroní. El ministerio lo sabía.

Sigue leyendo esta nota de Marcos David Valverde en Correo del Caroní