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Eddie A. Ramírez S. Jul 06, 2021 | Actualizado hace 4 semanas
Disparar a discreción
Algunos demócratas consideran que lo importante es disparar. No importa si es al enemigo o a los suyos. A veces dicen falacias, medias verdades o dan declaraciones que no suman

 

Disparar a discreción, es decir según criterio propio, se justifica solo en pocos casos. Por ejemplo, si un pelotón de soldados es emboscado, cada uno de sus miembros decide motu proprio cuándo disparar y en qué dirección, o el jefe de la unidad les otorga la libertad de proceder. Por el contrario, las más de las veces el comandante ordena hacia qué dirección y en qué momento debe abrirse fuego. En esta lucha por la democracia, los civiles solo disponemos del arma de la palabra para denunciar los atropellos de la dictadura.

Lamentablemente, algunos demócratas consideran que lo importante es disparar. No importa si es al enemigo o a los suyos. A veces dicen falacias, medias verdades o dan declaraciones que no suman.

Todos tenemos el derecho y el deber de criticar a nuestros dirigentes, pero sin descalificarlos cuando no coincidimos. Los excelentes artículos de Carolina Jaimes, Mari Montes y Soledad Morillo deberían ser la pauta. Hay varios tipos de ciudadanos que disparan a discreción.

 Los despreciables

Son aquellos que para descalificar a determinado opositor se valen de la bajeza de hacer referencia a su inclinación sexual, sea o no cierta. Es inadmisible que hoy en día se utilicen argumentos homofóbicos, como en recientes artículos de un expolicía con nombre de soberano inca y de otro atorrante con apellido de esquina caraqueña. Ambos despreciables.

 Los frustrados

Son aquellos que se sienten molestos porque nadie ha podido sacar al régimen. Quizá nunca se han preocupado por la política, pero ahora sufren la situación desastrosa de los gobiernos de Chávez-Maduro. Disparan a discreción a los dirigentes de la oposición. No discriminan. Califican de corruptos, vendidos, colaboracionistas o complacientes a los dirigentes que predican que se requiere dialogar, negociar, votar o abstenerse.

 Los serrucha pisos

Se consideran los salvadores de la patria. Están convencidos de que solo ellos pueden sacar a Maduro y a sus compinches. Están informados de que el presidente legítimo Guaidó es quien tiene el reconocimiento de varios países y quien está relativamente mejor ubicado en las encuestas, pero esos les parecen detalles de poca monta. En este grupo hay gente luchadora en contra del régimen. Uno quisiera pensar que actúan de buena fe porque los aprecia, pero, a sabiendas de que son inteligentes, queda la percepción de que proceden así por considerar, equivocadamente, que les reporta beneficios políticos. Predican que el gobierno interino ya está muerto, pero no tienen una opción viable para sustituirlo. Desearíamos que, incluso en beneficio de ellos mismos, fuesen más prudentes en sus declaraciones.

¿Por qué algunos disparan a discreción?

Desde luego hay quienes actúan de mala fe, como son los llamados alacranes. Este calificativo no se debe a que hayan participado en la farsa electoral de las parlamentarias, ya que algunos lo hicieron pensando que era la única opción. Son alacranes por sus declaraciones a favor del régimen o por haber aceptado que el Tribunal Supremo de Justicia les regalara las tarjetas de los partidos a los que pertenecían como miembros de segunda categoría. También son alacranes quienes se congraciaron con el régimen para obtener la legalidad de partidos de maletín. Sin embargo, tenemos la percepción que la mayoría de los usuarios de las redes disparan a diestra y siniestra por estar desorientados.

¿A qué se debe esta proliferación de compatriotas que abren fuego a discreción? Dejando de lado a los corruptos alacranes, pareciera que los compatriotas que disparan a discreción es por falta de comando con suficiente autoritas que guie hacia quién disparar, cuándo y con qué tipo de arma cívica. Este es un problema que se inició con la llegada de los rojos al poder. Los ciudadanos perciben que los líderes de entonces no actuaron con coraje para impedir la inconstitucional Asamblea Constituyente. Algunos tardaron en aceptar que Chávez violaba la Constitución y que había presos políticos, por lo que perdieron credibilidad. Sin embargo, tampoco la nueva generación ha logrado enamorar a los venezolanos, lo cual cuesta explicar.

¿Qué hacer?

La negociación está en marcha. Al frente de la misma está Gerardo Blyde, quien merece nuestra confianza. Ojalá logre unir al resto de nuestros representantes. Conseguir condiciones electorales de acuerdo con los estándares internacionales debe ser el objetivo primordial. Si el régimen no acepta, la negociación no debe continuar. Caso de que se logre, el segundo objetivo sería que acepte nueva elección parlamentaria y presidencial. De no haber acuerdo sobre estos dos últimos puntos, habría que exigir compromiso de fecha para realizar un referendo revocatorio presidencial sin trabas para la recolección de firmas.

Los puntos de los presos políticos, de los exiliados y de la ayuda humanitaria no pueden obviarse. De nuestro lado es imprescindible prepararnos para las regionales, seleccionando candidatos apoyados por todos. En el supuesto de que la negociación fracase, la dirigencia opositora debe decidir unánimemente si participa o no en las regionales. Una vía podría ser consultar a los electores si quieren o no votar bajo las condiciones que imponga el CNE. Si todo fracasa, nuestros dirigentes deben someterse a un proceso de legitimación.

Como (había en botica)

Por presentar foto del exministro Rodríguez Chacín y su esposa conversando con la narcoguerrilla de la FARC y por informar sobre la derrota que sufrió la Fuerza Armada de Padrino López y de Ceballos, fue motivo para que Maduro ordenara imputar y apresar a Javier Tarazona, Rafael Tarazona y a Omar García, de la ONG de Derechos Humanos Fundaredes, por traición a la patria, terrorismo e incitación al odio. Además de este atropello, no les permitieron la asistencia de sus abogados.

El Informe actualizado de Michelle Bachelet señala que siguen las torturas en nuestras cárceles.

La dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua continúa violando los derechos humanos.

Lamentamos los fallecimientos de Enrique Zabala, Gustavo Marcano, Rolando Cubillán y de Humberto Gómez Acuña, compañeros de Gente del Petróleo y de Unapetrol.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Eddie A. Ramírez S. Jun 15, 2021 | Actualizado hace 4 semanas
Oposición atípica

En 1940, tal día como ayer, los alemanes entraron a París. Durante los primeros meses de la declaración de la guerra, los parisinos no la tomaron en serio y se referían a la misma como una  drôle de guerre, que puede traducirse como una guerra atípica, cómica o que sorprende, algo así como lo que sucede con nuestra oposición. En La caída de París, Herbert Lottman documenta que los alemanes sometieron a Francia no solo por el poderío de su ejército, sino también porque el alto mando francés no entendió los cambios en estrategia y en armamento operados después de la primera guerra mundial. También influyó la rivalidad entre los generales y, por si fuera poco, el sabotaje inicial de los comunistas por el pacto de no agresión entre Alemania y Rusia.

Guardando las distancias, la narcodictadura de Chávez-Maduro se mantiene por el apoyo de la Fuerza Armada y del poder Judicial, pero también porque nuestra oposición atípica no logra cohesionarse alrededor de una opción viable para salir del régimen.

Evidentemente, el régimen hará lo posible por no entregar el poder. Ante esta perspectiva la solución es compleja, con argumentos a favor y en contra de las posibles opciones. Sin embargo, eso no debe ser impedimento para que todos apoyemos una de ellas. Aunque han sido discutidas por distinguidos analistas, nos permitimos opinar al respecto.

Opción insurrección popular

Es deseable porque es un derecho ciudadano. Ante tantas necesidades y malestar, extraña no se haya producido una huelga general indefinida. Sin embargo, hay que considerar que comerciantes e industriales temen, justificadamente, que los paramilitares rojos saqueen sus negocios. Además, con el paro cívico de diciembre del 2002, muchos negocios quebraron y miles de trabajadores perdieron sus empleos. Tampoco ocurren manifestaciones masivas como en años pasados por la represión brutal, con saldo de venezolanos asesinados, heridos, encarcelados y torturados. El ciudadano percibe que ese camino produjo dolor. Además, una dirigencia opositora dividida desestimula estas acciones.

Opción insurrección militar

Algunos opositores tienen reticencia a una intervención de nuestros militares, esgrimiendo que después se pueden quedar con el poder. Esta excusa tiene poca base. Desde que se creó la Fuerza Armada, los militares solo se apropiaron de la presidencia el 24 de noviembre de 1948. Esta sería la opción menos traumática y es una obligación constitucional, pero depende de los militares. Muchos están presos, otros exiliados o pasados a retiro. El capitán de corbeta Acosta fue torturado hasta causarle la muerte.

La disciplina militar se basa en que el superior manda y subalterno obedece, lo cual dificulta que una intervención tenga éxito sin participación del Alto mando. Otra posibilidad es una acción conjunta de una fuerza militar externa dentro del concepto de obligación de proteger, pero es evidente que ningún país quiere involucrarse. Algunos proponen una invasión de militares y civiles exiliados, lo cual evidencia buenos deseos, pero no es realista.

Opción Asamblea Constituyente

Cabe preguntar si es para cambiar el poder Ejecutivo o para cambiar la Constitución, y si este es el momento apropiado. Una Constituyente originaria tiene el riesgo de que el resultado es impredecible. Quizá lo procedente es reformar la Constitución cuando se hayan resuelto los problemas que aquejan a los ciudadanos. Sus proponentes tienen razón cuando afirman que es imprescindible cambiar el actual sistema centralizado.

Opción referendo revocatorio

Esta opción es atractiva, ya que el CNE no puede negarla, aunque pondrá obstáculos. Tiene el escollo de que el 20 por ciento de las firmas deben recogerse en puntos escogidos por el CNE, y el recuerdo de las represiones por las listas Tascón y Maisanta. Descalificarlo porque ya esa pregunta se realizó en las consultas populares es no entender que las mismas fueron importantes desde el punto de vista político, pero sin las herramientas para ejecutar el mandato.

Opción negociar con el régimen

Negociar es lo propio de seres civilizados. El que se negocie con criminales no significa reconocerlos, ni es pecado. Maduro es un usurpador, pero está en Miraflores. Evidentemente, el interés del régimen es ganar tiempo. Quizá podamos conseguir algo por presión del mundo democrático, en cuanto a condiciones electorales para las regionales y para un posible referendo revocatorio. Desde luego hay que insistir en elección presidencial y parlamentaria. Se entiende el pesimismo. Sin embargo, hay que intentarlo.

Opción electoral regional

No resolverá los problemas y las condiciones son de ventajismo para el régimen por tener inhabilitados a candidatos de la oposición y despojado de su tarjeta a varios partidos para otorgarlas a colaboracionistas. ¿Permitirá el CNE una tarjeta única de la oposición o devolverá las tarjetas a sus dueños legítimos? ¿Se comportará el CNE como organismo respetuoso de los derechos del votante? No fueron invitados como observadores la Unión Europea, ni a la OEA, que son quienes tienen experticia electoral. Solo vendrán algunos invitados en calidad de acompañantes. El régimen podrá anular gobernaciones que gane la oposición, como hizo con las de Bolívar y del Zulia. Se percibe que varios partidos consideran que deben participar, pero el reto que tienen es incentivar a los electores. Para entusiasmar deben, por lo menos, presentar buenos candidatos apoyados por todos.

Cierto que parece contradictorio habernos abstenido en las farsas del 2018 y del 2020 y ahora votar; además sería reconocer a la usurpadora Asamblea Nacional que eligió al actual CNE. Sin embargo, hay que entender que estamos ante un problema político y no legal, ni moral. Como tal debe discutirse. Por ahora, lo prudente es esperar a ver si sale algo positivo de las negociaciones. Sin embargo, el tiempo apremia y quizá lo acertado sería seleccionar los candidatos y, posteriormente decidir si votamos o no. Seguir desunidos da la impresión de una oposición atípica, por decir lo menos. 

Liderazgo y negociaciones

Liderazgo y negociaciones

Como (había) en botica

El exgobernador Ramón Martínez fue un furibundo chavista que atropelló a la Gente del Petróleo y de Unapetrol. Hoy está preso. Exigimos se le respete el derecho a la debida defensa.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

15/6/2021.

eddiearamirez@hotmail.com

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Eddie A. Ramírez S. May 25, 2021 | Actualizado hace 4 semanas
¿Quiénes son colaboracionistas?

Colaboradores son quienes se reúnen, física o virtualmente, para realizar un trabajo. Para que la obra culmine exitosamente tiene que existir tolerancia entre los colaboradores. Cada uno debe aportar para que la suma de los talentos sea superior al de las partes. Es un hábito positivo que debe ser incentivado en nuestro sistema educativo. Por el contrario, un colaboracionista es un individuo que busca un beneficio personal y por esto colabora con los invasores de un país o con un gobierno títere impuesto por el enemigo.

Colaboracionistas en la historia

En la historia de la humanidad abundan los casos individuales y de poblaciones enteras que han colaborado con invasores, sea por interés personal o por afinidad ideológica. En la antigüedad, cabe recordar al tristemente célebre Efialtes, quien se vendió al persa Jerjes I facilitándole evadir el paso de las Termópilas.

Durante la segunda guerra mundial abundaron los colaboracionistas con el régimen nazi: Quisling en Noruega, León Degrelle en Bélgica, Petain, Laval y Papon en Francia, entre otros, todos ellos traidores a sus pueblos. El uso de la palabra colaboracionista se atribuye a Petain, quien desde Vichy declaró que había que colaborar con los nazis. Después de la guerra, Quisling y Laval fueron fusilados. Petain y Papon estuvieron presos y Degrelle logró la protección en España del dictador Francisco Franco.

Colaboracionistas en Venezuela

En Venezuela alguien desenterró esta palabra y algunos se la endosan a quienes se dicen de oposición, pero que se sospecha, con razón o sin ella, que directa o indirectamente apoyan a Maduro. Acusar sin pruebas se ha convertido en el deporte principal en nuestras redes sociales. Se ha abusado de ese epíteto.

Sin duda que hay colaboracionistas, pero a veces se comete la injusticia de aplicarlo indiscriminadamente.

Algunos acusadores lo hacen por percibir que determinada persona apoya al régimen por debajo de cuerda y pretende cohabitar con el mismo. Otros lo hacen para desprestigiar a alguien y no falta quienes se creen dueños de la verdad y consideran que cualquiera que piense diferente le hace el juego al régimen. Cuando las acusaciones tienen base, contribuyen a delimitar los campos, lo cual es deseable. Cuando carecen de la misma solo causan confusión en los ciudadanos y eso beneficia al régimen.

¿Quiénes son los colaboracionistas?

No por negociar o por llamar a votar en las regionales se puede tildar a alguien de colaboracionista. Sí lo son quienes se dicen de oposición y predican que Maduro es el presidente constitucional y que su mandato finaliza en el año 2024. Son colaboracionistas los que reconocen la Asamblea Nacional usurpadora electa en diciembre del 2020. Son colaboracionistas los que promovieron que el TSJ removiera las directivas de Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular, Copei y Bandera Roja.

Son colaboracionistas los ciudadanos Bernabé Gutiérrez, José Brito, Luis Parra, Gregorio Noriega, Miguel Salazar, Pedro Veliz, Jesús Gabriel Peña, Adolfo Superlano y Negal Morales, entre otros. También Enrique Ochoa Antich, quien defiende constantemente al usurpador Maduro. Ricardo Sánchez, Claudio Fermín y Timoteo brincaron la talanquera. Felipe Mujica y Henry Falcón tienden hacia el régimen. Así mismo son colaboracionistas los funcionarios, civiles y militares, que han permitido que cubanos castristas, iraníes y guerrilleros colombianos se hayan apoderado de nuestro país.

Los traidores

Los traidores

¿Quiénes no son colaboracionistas?

Enrique Capriles y Eduardo Fernández no son colaboracionistas, aunque no son colaboradores en el trabajo de sacar al usurpador.  No coincidimos con la posición de ellos, pero es injusto descalificarlos porque predican que hay que votar en las regionales y por no formar equipo con la mayoría opositora.

Tampoco lo son Enrique Márquez y Roberto Picón, por haber aceptado ser rectores del CNE, aunque han debido esperar para ver si es posible una negociación integral. Mucho menos son colaboracionistas María Corina y Antonio Ledezma, aunque no son colaboradores, ya que están en constante desacuerdo con la mayoría opositora. Son luchadores valientes que quieren, con razón o sin ella, diferenciarse del resto.

El colaboraciómetro

No existe un colaboraciómetro para medir si alguien es colaboracionista o no. Tampoco para medir en una escala el grado de colaboracionismo. No hay medias tintas. O se es colaboracionista o no se es. También hay que considerar que cuando cesen las pasiones quizá nos daremos cuenta de que las percepciones de hoy no serán las mismas del mañana. Con toda seguridad no están en la lista de colaboracionistas todos los que son, aunque pareciera que sí son todos los que están. Al respecto cabe traer a colación el caso de la Malinche, la indígena mexicana que se casó con Hernán Cortés. Hasta hace poco era unánimemente condenada por colaboracionista, pero hoy se tiende a matizar su actuación.

Por otra parte, después de la guerra, Papon fue considerado un patriota, hasta que se demostró que fue un colaboracionista responsable del envío de cientos de franceses judíos a campos de concentración y a la muerte. Por cierto, Efialtes todavía espera el pago.

Como (había) en botica

Carlos Jordá, presidente de CITGO, presentó el Informe del primer trimestre de este año. En cambio, la Pdvsa roja no presenta sus resultados desde hace cuatro años.

Se cumplen dieciocho años del acuerdo entre el gobierno y la oposición, con la OEA y el PNUD como facilitadores y testigos, en el que el gobierno se comprometió, entre otros puntos, a respetar la Constitución y nombrar un CNE independiente. Seguimos esperando.

El incapaz Padrino López demoró 20 días en enterarse de que la guerrilla colombiana tenía secuestrados a ocho militares venezolanos, y permanece mudo ante el ajusticiamiento, real o ficticio, del líder guerrillero colombiano Santrich, supuestamente ocurrido el  17 de mayo.

Felicitaciones al joven arquitecto Alejandro Vegas por su exposición en Madrid titulada Barricadas.

Lamentamos los fallecimientos de Nanci Guardia, Arlenis Arrieta de Rojas, Celestino Prada, Eduardo Cano y Tomás Pérez, compañeros de la Pdvsa meritocrática.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

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Los colaboracionistas del G-3, por Marianella Salazar

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En aras de la unidad deseada no se puede permitir que PJ, AD y UNT, que conforman ahora el G3- de la MUD, negocien en nombre de toda la oposición la estabilidad de un régimen que estaba caído, sí,  estaba, porque ahora la dictadura, como sucedió en el 2014, se ha salido con la suya y se atornilla gracias a este grupo, que en los “acuerdos” asumieron de hecho que existió un fraude en las elecciones de Amazonas y aceptaron repetirlas, cuando los diputados –hoy traicionados– tienen sus credenciales expedidas por el CNE. ¿Cual es la garantía  de que esas elecciones se den sin un “fraude” del CNE? El gobernador Liborio Guarulla ha reaccionado y lo calificó de canallada. Pero en esos “acuerdos” del G-3 con el gobierno hay otras marramucias, como llamar “detenidos” a los presos políticos. En la reunión anterior de la mesa  de diálogo, el G-3 permitió que se les llamara “privados de libertad”, cuyo significado, deliberadamente deshonesto y tramposo, niega la existencia de presos políticos, lo que caracteriza a toda dictadura. Algo incompatible con los fines que deberían profesar partidos políticos que se hacen llamar democráticos. ¡Deplorable!

Tan grave como lo anterior es que el G-3 se comprara el cuento de la guerra económica y además, acuerde designar dos rectores, uno relacionado con el G-3 y otro por el PSUV, para continuar con un CNE con mayoría roja-rojita, comprometida en una vía electoral única para el 2018, que permitirá a los aspirantes presidenciales del G-3 posicionar sus candidaturas en el ámbito de unas elecciones de gobernadores y alcaldes, suspendidas de forma inconstitucional. Los “acuerdos” alcanzados en la Mesa de Diálogo frustraron las expectativas de la mayoría de los venezolanos, que esperábamos  resultados concretos sobre el referendo revocatorio en 2016 y no obtuvimos sino el acta de defunción. Mintieron descaradamente al anunciar que se retirarían de la Mesa si no se adelantaban unas elecciones generales y ni siquiera hicieron el aguaje de plantearlo. Indigna que el G-3 de la MUD se  haya sentado a lavarle la cara a la dictadura, justo en el momento en que la presión popular la tenía acorralada.

Es imperdonable que jueguen con la desesperación de un país que muere de mengua, ha sido tal el descaro en esas negociaciones que dejaron al descubierto la verdadera finalidad de ambos bandos: oxigenarse el uno con el otro. Esa  sí es la verdadera unidad, la del G-3 y el gobierno.

Ni G-2 ni G-3

Esta surgiendo un clamor sobre la necesidad de un nuevo frente opositor, otro movimiento alternativo que neutralice las maniobras del G3-gobierno,  que  obligue a la Asamblea Nacional retomar el juicio político para establecer las responsabilidades políticas de Nicolás Maduro y conducirlo a su destitución, como plantearon en la hoja de ruta anunciada después de la descomunal Toma de Venezuela y que inexplicablemente quedó en suspenso para dar una tregua, supuestamente a petición del Vaticano, cuando esos partidos solicitaron a la Iglesia pedir que no se realizara la marcha hasta Miraflores para no quedar como unos cobardes, que hicieron un anuncio improvisado y sin convicción alguna para apaciguar a los que en la autopista los abucheaban.

La MUD se presenta virtualmente dividida, llegó el momento de integrar un nuevo frente que aglutine al resto de los  partidos políticos, liderados por el preso de conciencia Leopoldo López, que ha convocado a un gran Movimiento Cívico de Defensa de la Constitución para respaldar que la AN retome el juicio político, y junto a  él, María Corina Machado, Antonio Ledezma, el movimiento estudiantil, los trabajadores, las academias  y  todos los sectores de la sociedad civil.

@AliasMalula

El Nacional