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“Espero que viva”: la angustia de los familiares de los fallecidos en calabozos de Policarabobo

El olor a quemado persistía este jueves en los calabozos de la Policía de Carabobo, tras el incendio que el miércoles dejó 68 muertos. “Espero que viva”, repetía llorando Delia Viloria, invocando a su hijo.

Decenas de personas aguardaban noticias bajo un sofocante sol en Valencia. Algunas engañaban el estómago con pedazos de pan y agua.

Cada tanto una policía -con profundas ojeras- salía de la comandancia con listas de sobrevivientes o de reclusos trasladados a otros penales.

“Aquí había como 300 internos; no se cuántos fueron trasladados”, dijo a la AFP un comandante bajo anonimato.

Según la ONG Una Ventana a la Libertad, defensora de los derechos de los presos, la comisaría no debe albergar a más de 40 reclusos que legalmente no deben pasar ahí más de 48 horas, pero duran meses.

“El hacinamiento en los centros de detención preventiva supera el 400%”, indicó a la AFP Carlos Nieto, director de la organización.

Varios internos gritaban el nombre de familiares a través de una pequeña reja por la que sacaban las manos, pero nadie respondía.

“Si no los han llamado para informarles del traslado o para entregarles comida (a sus familiares presos), vengan conmigo”, dijo un delgado agente de la policía científica.

Lo seguían personas con caras largas, pues tendrían que ver cadáveres calcinados para determinar si eran sus parientes.

El fiscal general, Tarek William Saab, confirmó este jueves a la AFP que la cifra de fallecidos se mantiene en 68 -incluidas dos visitantes- y que la causa fue un posible incendio.

La ONG asegura que las llamas fueron iniciadas por un grupo de detenidos que planeaba fugarse.

“Fue una masacre”

Delia logró entrar al recinto, pero no le permitieron ver los seis cadáveres que quedaban.

“Si su familiar no aparece, traigan una foto con su número de cédula (de identidad). Digan cómo era su cara, sus tatuajes. Solo hay dos que se pueden identificar, los otros están irreconocibles”, informaba la mujer a los familiares.

La mayoría denunciaba que los reos seguían en esa comandancia debido al “fuerte retraso procesal”.

“Él tenía seis meses. Iba a juicio y diferían y diferían”, señaló Delia.

Una situación similar afrontaba el hijo de Yisel Mendoza, quien sobrevivió y sería trasladado.

El gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, anunció este jueves la creación de un consejo interinstitucional para “descongestionar” los calabozos policiales.

Mientras pasaba el tiempo, las personas se desesperaban y exigían justicia.

“Hoy fue que supe que mi hijo está bien. Soy una madre desesperada pidiendo justicia, porque esto fue una masacre. Ellos no provocaron el motín”, expresó otra de las familiares, pidiendo resguardar su nombre.

El suceso es uno de los más mortíferos en el largo historial de incidentes carcelarios de Venezuela. Al menos 388 personas han muerto en los reclusorios del país desde 2011, según cifras oficiales y de ONG.

“Pasen y reconózcanlos”

Los cuerpos con quemaduras menores y los de quienes murieron asfixiados fueron entregados a sus familias para que los velaran en funerarias cercanas.

En una de ellas, Luz Díaz lloraba a su nieto.

“No sé por qué si tenían tantos presos ahí no los trasladaron a otras cárceles. A nosotros ellos (los policías) no nos dijeron nada (de lo que pasó), solo ‘pasen y reconózcanlos’ (…). Tenía quemaduras”, relató Díaz a la AFP.

Carmen Varela también recibió el cuerpo de su sobrino, pero no podía sepultarlo porque en la estación policial no encontraban su documento de identidad. La mujer, que esperaba sentada en el piso, aseguró que no murió quemado, sino de un disparo en la cabeza.

“Fue una masacre”, sostuvo.

Tras casi dos días de espera, la cólera y el dolor se apoderaba de los familiares.

“Te quiero, papá”, gritaba una y otra vez un niño de unos tres años mirando hacia el reclusorio. “Yo también te quiero, papi, nos falta poco para estar juntos”, le respondió un hombre desde la prisión.

Rafael Lacava prometió nuevos espacios para presos tras incendio en calabozos de Policarabobo

El gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava, asumió hoy el «compromiso» de crear «nuevos espacios» para presos tras la muerte de 68 personas en un incendio en una comisaria de esa región.

«Asumimos el compromiso de crear un consejo superior de seguridad (…) que permita descongestionar los retenes policiales (comisarias) y crear nuevos espacios para los privados de libertad en el estado Carabobo», se lee en un comunicado firmado por Lacava en la página web de la gobernación.

Aseguró que su Gobierno es «ante todo (…) garante de los derechos humanos» y que por este motivo apoyarán «contundentemente» las acciones anunciadas por el fiscal general Tarek Saab para dar con los responsables de la tragedia de este miércoles en la comisaria.

«Los responsables (…) deben pagar por los delitos cometidos, tanto por acción como por omisión en este caso que hoy enluta a familiares y amigos de los privados de libertad fallecidos y a quienes hacemos llegar nuestras palabras de condolencias, apoyo y solidaridad», añadió Lacava, siempre según el documento.

Para el gobernador oficialista su «deber» es «trabajar incansablemente para que todos los ciudadanos tengan una vida digna sin distinción alguna de raza, política o religión».

«No politicemos este hecho, más bien sigamos luchando por el bienestar y la seguridad jurídica y social de todos los ciudadanos», finalizó el comunicado.

La oposición parlamentaria ha anunciado que pedirá abrir una investigación para esclarecer un suceso del que, de momento, se desconocen los motivos.

Oficina de DDHH de la ONU pide investigación exhaustiva sobre las muertes en calabozos de Policarabobo

A través de un comunicado, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU manifestó su preocupación por los sucesos acaecidos el miércoles 28 de marzo en los calabozos de Policarabobo, en Valencia.

A continuación, producimos el texto íntegro:

 Estamos consternados por las terribles muertes de al menos 68 personas en Venezuela después de que un incendio arrasara la cárcel de una estación de policía el miércoles a raíz de presuntos enfrentamientos entre detenidos y miembros de las fuerzas de seguridad.

Instamos a las autoridades venezolanas a llevar a cabo una investigación pronta, exhaustiva y efectiva para establecer la causa de estas muertes, proporcionar reparaciones a las familias de las víctimas y, cuando corresponda, identificar y llevar a los responsables ante la justicia.

También estamos preocupados por informes que indican que las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los familiares que se habían congregado frente a la estación de policía en Valencia, estado de Carabobo, para exigir información sobre sus seres queridos. Llamamos a las autoridades a respetar el derecho de las familias a la información y a la reunión pacífica.

En las prisiones y cárceles de la policía en Venezuela, usadas usualmente como centros permanentes de detención, existe hacinamiento generalizado y condiciones terribles de detención. Las malas condiciones, exacerbadas por los retrasos judiciales y el uso excesivo de la detención preventiva, generan reiterados hechos de violencia y motines.

Los Estados son los garantes de la vida e integridad personal de las personas privadas de libertad. Llamamos al Gobierno de Venezuela a que adopte inmediatamente las medidas para mejorar las condiciones de detención en cumplimiento con las normas y los estándares internacionales de derechos humanos, incluida la prohibición de la tortura, así como los tratos y penas crueles, inhumanos y degradantes.

Llamamos a las autoridades a que ratifiquen el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura con el fin de que se habilite un monitoreo independiente de centros de detención por un mecanismo internacional.

Ortega Díaz considera “muy grave” el motín en calabozos de Policarabobo

La exfiscal general la República Luisa Ortega Díaz se pronunció sobre el motín ocurrido en la cárcel de la Policía de Carabobo durante horas de la madrugada, donde murieron al menos 30 personas.

Asimismo criticó al Gobierno que a su parecer “desmontó el Estado para controlar y manipular la información oficial de violaciones de DDHH“, al tiempo que aseveró que “los familiares de las víctimas merecen la verdad”.

Aún se desconocen las causas que generaron el motín en el centro en el que hay 255 detenidos, de los cuales más de 30 habrían fallecido. Sin embargo, de acuerdo con la información a la que tuvo acceso El Pitazo a través de los familiares de los reclusos, se ocasionó un incendio y de este se manejan dos versiones: de acuerdo con la primera hubo una quema de colchones por parte de los privados de libertad; la otra indica que un preso que sería trasladado accionó una granada.