El miércoles 23 de abril tuvo lugar la cuarta audiencia del juicio de Jonathan Bravo, un adolescente de 17 años con TDAH que fue detenido arbitrariamente el pasado 11 de enero en Coro, estado Falcón. Han pasado casi cuatro meses desde la detención de Bravo y su salud física y mental se han visto comprometidas por atravesar este proceso.
“Tengo un dolor como madre de Jonathan, ese niño de 17 años que lleva más de tres meses preso sin pruebas y con una condición de TDAH (…) Este miércoles 23 fue la cuarta audiencia y verlo entrar esposado como un criminal peligroso me partió el alma. ¿Cómo permiten que traten así a un adolescente? Cada vez que lo arrastran ante ese tribunal, tiembla como una hoja, se pone frío de los nervios y apenas puede hablar. ¡Es mi hijo, no un monstruo!“, declaró en entrevista con Runrun.es la señora Francys Palencia, madre del adolescente.
La mamá de Jonathan Bravo dijo sentir una “impotencia que la ahoga”, pues es duro para ella como madre “ver a su hijo consumirse día tras días”. Alertó que lo ve “pálido y demacrado”, cada día está más delgado y que ahora presenta un absceso en la axila que aumenta su preocupación. “Me cuenta que no duerme, que las pesadillas lo persiguen en esa celda. ¿Hasta cuándo permitirán este tormento?”, dijo Palencia.
La señora Palencia condenó que en cada audiencia que hacen siempre se repite lo mismo y se pierde tiempo en el proceso, pues estas no llegan a nada. Añadió que el 8 de mayo será la próxima y apenas fue que solicitaron al tribunal la evacuación de pruebas. “Tachándole a mi hijo sus sueños, soñaba con estudiar odontología”.
“Cada vez que lo esposan para ir a las audiencias y hablamos, me dice y mira con esos ojos que suplican: ‘Mamá, tengo miedo de que me encierren más tiempo’. Y yo… yo solo puedo mentirle, abrazar su fragilidad y decirle que todo mejorará, mientras el sistema lo destroza”, lamentó su madre.
“Lo exhiben esposado como un trofeo”
Francys Palencia recordó cómo se dio la detención de su hijo en su casa en Coro, estado Falcón. “Lo detuvieron encapuchados armados hasta los dientes”, dijo la madre de Jonathan. Asimismo, recordó que su hijo fue trasladado a Caracas sin notificarle a su familia, a pesar de ser un menor de edad y de su condición de TDAH, algo que ella informó a la PNB en Coro.
Todo esto se hizo “violando todo procedimiento” y su madre recalca que ahora “lo exhiben esposado como un trofeo”.
¿Dónde están sus derechos humanos? ¿Dónde está la justicia que prometen? Jonathan no es un número, es mi vida. Si algo le pasa, no podré perdonar jamás. ¡Su salud está colapsando!”, advirtió la señora Palencia.
Las exigencias de la familia de Jonathan Bravo son claras: “Libertad ya, antes de que sea tarde; revisión neurológica y médica (lo ignoran como si fingiera) y una investigación a los responsables de esta farsa y del maltrato policial”.
Niegan acusaciones contra el adolescente
Jonathan Bravo es uno de los cinco adolescentes que contabiliza el Foro Penal Venezolano que aún siguen detenidos. Estos jóvenes fueron apresados arbitrariamente en medio del contexto de la represión poselectoral y el descontento social ante la juramentación de Nicolás Maduro el 10 de enero. Pero Jonathan no estaba participando en ninguna manifestación.
Al adolescente se le vincula con unos supuestos mensajes de un grupo de WhatsApp a los que, según el testimonio de su madre, él no respondió y sobre los que no tiene ninguna responsabilidad. La Fiscalía lo acusa de planear el presunto secuestro del gobernador de Falcón, Víctor Clark, pero su madre negó estas acusaciones.
Jonathan Bravo es futbolista desde pequeño. Además de eso, es cristiano y ha participado como activista activista en un grupo religioso. El año pasado intervino en actividades en un hospital con los niños de bajos recursos. Estaba por inscribirse en la carrera de Odontología, pero dos días antes de hacerlo, su detención se lo impidió.
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