TelegramWhatsAppFacebookX

¿Qué va a pasar con la economía en lo que resta de año?

Las perspectivas apuntan a que el dólar siga en alza hasta un nivel en torno a 60 bolívares y mayor presión inflacionaria. Consultoras y entidades financieras esperan que el año culmine con crecimiento del PIB 

 

 

 

Tras un incipiente crecimiento la economía venezolana comenzó a perder fuerzas y en el primer semestre retrocedió en un escenario en el que el colapso de la moneda disminuyó la capacidad de consumo, impactó las ventas y golpeó la producción.

No obstante firmas como Ecoanalítica y Dinámica proyectan que la economía culminará el año en positivo con un crecimiento de 3,4% y 3,9% respectivamente gracias a un mejor desempeño en el segundo semestre.

La apuesta es que el ingreso proveniente de las ventas de petróleo de Chevron y el mayor gasto del gobierno, por canales como bonos a los trabajadores públicos, beneficiará al consumo de rubros prioritarios.

“En el último cuatrimestre del año esperamos una mejora en el consumo focalizado principalmente en alimentos, cuidado personal y salud sobre todo en la región central del país”, explicó Asdrúbal Oliveros director de Ecoanalítica.

En un informe fechado el 23 de agosto Dinámica señaló que “el sector petrolero venezolano en su nueva etapa de apertura hacia Occidente presenta en agosto el triple impacto de mejora en producción, exportación y precios”.

Agregó que “de mantenerse esta tendencia los flujos de divisas proyectados del segundo semestre del año podrían alcanzar el nivel más elevado de la etapa postpandemia”.

Otras firmas observan un escenario menos optimista y esperan crecimiento mínimo, un resultado adverso para una economía que ha perdido tres cuartas partes de su tamaño.

Focus Economics reporta que la proyección de Oxford Economics y Julius Baer es que la economía avance 0,9% este año mientras que Allianz pronostica 0,8%.

El Banco Central oculta las cifras oficiales pero de acuerdo con el Observatorio Venezolano de Finanzas la economía cayó 7% en el primer semestre un resultado muy similar al de la producción de la industria que se contrajo 7,6%.

Daniel Cadenas, director de Oikos Research, considera que la economía atraviesa un ciclo recesivo típico por baja demanda: la caída en el ingreso conduce a un descenso del consumo que golpea las ventas e impacta a la producción. En este entorno la inversión se contrae y la economía desciende.

“Las recesiones por demanda insuficiente o no remiten solas o si lo hacen es de una forma lenta y dolorosa.” explica Daniel Cadenas.

Por ahora el gobierno mantiene políticas que refuerzan el clima recesivo. Para contener la cantidad de bolívares que podría dirigirse a la compra de dólares obliga a la banca a congelar 73% del dinero que gestiona lo que se traduce en muy poco crédito.

Al mismo tiempo el gobierno mantiene altas tasas de impuestos y existen factores que limitan la producción como las fallas de energía eléctrica y combustible.

“La probabilidad de que la economía crezca es baja si no hay cambios en la política del gobierno. Para que la economía cierre en cero, sin aumento ni caída, tendría que crecer 7% en el segundo semestre si tomamos en cuenta la caída que reportó el Observatorio Venezolano de Finanzas en el primer semestre. Crecer parece muy poco probable”, dice Daniel Cadenas.

Dólar al alza

El mayor gasto del gobierno a través del pago de bonos y facturas a contratistas pondrá en marcha una cadena que los venezolanos ya conocen: los bolívares que ingresarán en la caja de comercios y empresas rápidamente se desplazarán a la compra de dólares.

La confianza en el bolívar está rota tras años de devaluación y alta inflación, por lo tanto, la inyección de dinero se traduce en mayor demanda de dólares.

“A partir de octubre veremos la fuerte aceleración estacional del gasto público que es usual en el cuarto trimestre. El incremento de los desembolsos será menos intenso que en 2022, pero habrá presión alcista sobre el tipo de cambio a lo largo del trimestre” dice el último reporte de Síntesis Financiera.

Para evitar que la cotización del dólar se salga de control, como ocurrió a finales del año pasado, el Banco Central está obligado a aumentar la oferta de dólares de manera considerable.

“En el cuarto trimestre de este año será fundamental el rol del Banco Central conteniendo el tipo de cambio a través de una agresiva venta de divisas. Pensamos que en septiembre la intervención del Banco Central será algo menor que 200 millones de dólares y a lo largo del cuarto trimestre se requerirán mil millones de dólares” añade Síntesis Financiera.

Un punto a favor es que el precio del petróleo ha comenzado a elevarse, algo que se traducirá en un aumento en la cantidad de dólares que tendrá a mano el Banco Central para contener la devaluación.

“El alza de los precios del petróleo que comenzó en agosto parece haber dejado atrás precios del crudo Brent inferiores a 80 dólares y augura un cuarto trimestre con un promedio de 85 dólares por barril. Este desempeño será crucial para la defensa del bolívar que desea realizar el Banco Central” explica Síntesis Financiera.

Pero todo apunta a una devaluación importante. La proyección de Ecoanalítica es que el tipo de cambio oficial culmine el año en 61 bolívares por dólar mientras que Dinámica contempla que culmine en 62,4 bolívares.

La inflación

Venezuela es una economía donde conviven el bolívar y el dólar. El bolívar conserva espacio como medio de pago pero los precios se fijan en dólares. Un aspecto importante es que en medio de la caída de las ventas los comercios y las empresas han frenado el aumento de los precios en dólares.

Ecoanalítica indica que este año los precios dólares aumentarán en torno a 25% mientras que el año pasado el salto fue de 52%. Esto implica que las empresas y los comercios están operando con menores márgenes de ganancia.

No todas las empresas y los comercios pueden operar por largo tiempo con menores márgenes sobre todo los que son menos competitivos y eficientes.

Daniel Cadenas indica que “como consecuencia de que se busca mantener las ventas hay una especie de guerra de descuentos y promociones pero esas son medidas que se aplican mientras se instrumenta un plan para salir de la recesión pero eso no es lo que está ocurriendo, por ahora no hay plan”.

“Cada disminución de precios es una reducción del margen del beneficio y llega un momento en que el negocio no es viable. Eso es lo que pasa cuando los gobiernos no hacen nada y dejan que la recesión por demanda insuficiente se resuelva sola: el mercado destruye el exceso de oferta, es decir, cierran negocios”, agrega Daniel Cadenas.

La devaluación aumenta la cantidad de bolívares que se paga por los productos, que en su gran mayoría tienen precios en dólares. Además, está presente la fata de competitividad de las empresas y un entorno hostil.

El Observatorio Venezolano de Finanzas indica que en los primeros ocho meses del año la inflación acumula un salto de 144%. Ecoanalítica proyecta que culmine 2023 con un salto de 228% mientras que Dinámica es más pesimista y contempla 343%.

La opinión mayoritaria de quienes están al frente de las empresas es que los factores que más impactan a la producción son la baja demanda, falta de financiamiento, competencia de productos importados, comercio ilícito y elevada carga tributaria.

Asdrúbal Oliveros resume que los tres elementos clave en este momento es el triángulo conformado por costos crecientes en las empresas, una competencia feroz que incluye importaciones con precios más competitivos y un consumidor con poca capacidad de compra, muy sensible al precio.

Por ahora nada hace pensar que en el corto o mediano plazo se produzca un cambio importante en este triángulo.

La economía ilícita se expande e infecta al mercado

La economía ilícita se expande e infecta al mercado

Las perspectivas apuntan a que el dólar siga en alza hasta un nivel en torno…

TelegramWhatsAppFacebookX
Las perspectivas apuntan a que el dólar siga en alza hasta un nivel en torno a 60 bolívares y mayor presión inflacionaria. Consultoras y entidades financieras esperan que el año culmine con crecimiento del PIB 

 

 

 

Tras un incipiente crecimiento la economía venezolana comenzó a perder fuerzas y en el primer semestre retrocedió en un escenario en el que el colapso de la moneda disminuyó la capacidad de consumo, impactó las ventas y golpeó la producción.

No obstante firmas como Ecoanalítica y Dinámica proyectan que la economía culminará el año en positivo con un crecimiento de 3,4% y 3,9% respectivamente gracias a un mejor desempeño en el segundo semestre.

La apuesta es que el ingreso proveniente de las ventas de petróleo de Chevron y el mayor gasto del gobierno, por canales como bonos a los trabajadores públicos, beneficiará al consumo de rubros prioritarios.

“En el último cuatrimestre del año esperamos una mejora en el consumo focalizado principalmente en alimentos, cuidado personal y salud sobre todo en la región central del país”, explicó Asdrúbal Oliveros director de Ecoanalítica.

En un informe fechado el 23 de agosto Dinámica señaló que “el sector petrolero venezolano en su nueva etapa de apertura hacia Occidente presenta en agosto el triple impacto de mejora en producción, exportación y precios”.

Agregó que “de mantenerse esta tendencia los flujos de divisas proyectados del segundo semestre del año podrían alcanzar el nivel más elevado de la etapa postpandemia”.

Otras firmas observan un escenario menos optimista y esperan crecimiento mínimo, un resultado adverso para una economía que ha perdido tres cuartas partes de su tamaño.

Focus Economics reporta que la proyección de Oxford Economics y Julius Baer es que la economía avance 0,9% este año mientras que Allianz pronostica 0,8%.

El Banco Central oculta las cifras oficiales pero de acuerdo con el Observatorio Venezolano de Finanzas la economía cayó 7% en el primer semestre un resultado muy similar al de la producción de la industria que se contrajo 7,6%.

Daniel Cadenas, director de Oikos Research, considera que la economía atraviesa un ciclo recesivo típico por baja demanda: la caída en el ingreso conduce a un descenso del consumo que golpea las ventas e impacta a la producción. En este entorno la inversión se contrae y la economía desciende.

“Las recesiones por demanda insuficiente o no remiten solas o si lo hacen es de una forma lenta y dolorosa.” explica Daniel Cadenas.

Por ahora el gobierno mantiene políticas que refuerzan el clima recesivo. Para contener la cantidad de bolívares que podría dirigirse a la compra de dólares obliga a la banca a congelar 73% del dinero que gestiona lo que se traduce en muy poco crédito.

Al mismo tiempo el gobierno mantiene altas tasas de impuestos y existen factores que limitan la producción como las fallas de energía eléctrica y combustible.

“La probabilidad de que la economía crezca es baja si no hay cambios en la política del gobierno. Para que la economía cierre en cero, sin aumento ni caída, tendría que crecer 7% en el segundo semestre si tomamos en cuenta la caída que reportó el Observatorio Venezolano de Finanzas en el primer semestre. Crecer parece muy poco probable”, dice Daniel Cadenas.

Dólar al alza

El mayor gasto del gobierno a través del pago de bonos y facturas a contratistas pondrá en marcha una cadena que los venezolanos ya conocen: los bolívares que ingresarán en la caja de comercios y empresas rápidamente se desplazarán a la compra de dólares.

La confianza en el bolívar está rota tras años de devaluación y alta inflación, por lo tanto, la inyección de dinero se traduce en mayor demanda de dólares.

“A partir de octubre veremos la fuerte aceleración estacional del gasto público que es usual en el cuarto trimestre. El incremento de los desembolsos será menos intenso que en 2022, pero habrá presión alcista sobre el tipo de cambio a lo largo del trimestre” dice el último reporte de Síntesis Financiera.

Para evitar que la cotización del dólar se salga de control, como ocurrió a finales del año pasado, el Banco Central está obligado a aumentar la oferta de dólares de manera considerable.

“En el cuarto trimestre de este año será fundamental el rol del Banco Central conteniendo el tipo de cambio a través de una agresiva venta de divisas. Pensamos que en septiembre la intervención del Banco Central será algo menor que 200 millones de dólares y a lo largo del cuarto trimestre se requerirán mil millones de dólares” añade Síntesis Financiera.

Un punto a favor es que el precio del petróleo ha comenzado a elevarse, algo que se traducirá en un aumento en la cantidad de dólares que tendrá a mano el Banco Central para contener la devaluación.

“El alza de los precios del petróleo que comenzó en agosto parece haber dejado atrás precios del crudo Brent inferiores a 80 dólares y augura un cuarto trimestre con un promedio de 85 dólares por barril. Este desempeño será crucial para la defensa del bolívar que desea realizar el Banco Central” explica Síntesis Financiera.

Pero todo apunta a una devaluación importante. La proyección de Ecoanalítica es que el tipo de cambio oficial culmine el año en 61 bolívares por dólar mientras que Dinámica contempla que culmine en 62,4 bolívares.

La inflación

Venezuela es una economía donde conviven el bolívar y el dólar. El bolívar conserva espacio como medio de pago pero los precios se fijan en dólares. Un aspecto importante es que en medio de la caída de las ventas los comercios y las empresas han frenado el aumento de los precios en dólares.

Ecoanalítica indica que este año los precios dólares aumentarán en torno a 25% mientras que el año pasado el salto fue de 52%. Esto implica que las empresas y los comercios están operando con menores márgenes de ganancia.

No todas las empresas y los comercios pueden operar por largo tiempo con menores márgenes sobre todo los que son menos competitivos y eficientes.

Daniel Cadenas indica que “como consecuencia de que se busca mantener las ventas hay una especie de guerra de descuentos y promociones pero esas son medidas que se aplican mientras se instrumenta un plan para salir de la recesión pero eso no es lo que está ocurriendo, por ahora no hay plan”.

“Cada disminución de precios es una reducción del margen del beneficio y llega un momento en que el negocio no es viable. Eso es lo que pasa cuando los gobiernos no hacen nada y dejan que la recesión por demanda insuficiente se resuelva sola: el mercado destruye el exceso de oferta, es decir, cierran negocios”, agrega Daniel Cadenas.

La devaluación aumenta la cantidad de bolívares que se paga por los productos, que en su gran mayoría tienen precios en dólares. Además, está presente la fata de competitividad de las empresas y un entorno hostil.

El Observatorio Venezolano de Finanzas indica que en los primeros ocho meses del año la inflación acumula un salto de 144%. Ecoanalítica proyecta que culmine 2023 con un salto de 228% mientras que Dinámica es más pesimista y contempla 343%.

La opinión mayoritaria de quienes están al frente de las empresas es que los factores que más impactan a la producción son la baja demanda, falta de financiamiento, competencia de productos importados, comercio ilícito y elevada carga tributaria.

Asdrúbal Oliveros resume que los tres elementos clave en este momento es el triángulo conformado por costos crecientes en las empresas, una competencia feroz que incluye importaciones con precios más competitivos y un consumidor con poca capacidad de compra, muy sensible al precio.

Por ahora nada hace pensar que en el corto o mediano plazo se produzca un cambio importante en este triángulo.

La economía ilícita se expande e infecta al mercado

La economía ilícita se expande e infecta al mercado

Las perspectivas apuntan a que el dólar siga en alza hasta un nivel en torno…

Todavia hay más
Una base de datos de mujeres y personas no binarias con la que buscamos reolver el problema: la falta de diversidad de género en la vocería y fuentes autorizadas en los contenidos periodísticos.