Leopoldo López podría ser más útil trabajando a distancia

Analistas consideran que Leopoldo López tendrá más libertad de actuación desde el exterior y que puede ser un beneficio, aunque también dependerá de cómo sea aprovechada la oportunidad y su liderazgo
@saracosco
Después de un año y siete meses en la residencia del embajador de España, en Caracas, Leopoldo López abandonó el que se convirtiera en su “hogar” y también el país. Desde el pasado 24 de octubre llegó a Madrid, España, donde ya se encuentra con su familia.
Días después ofreció una rueda de prensa donde aseguró que no hubo negociación para su salida y que a partir de ese momento aportaría “mucho” desde afuera para lograr un cambio político en Venezuela.
“Me voy a dedicar a promover e impulsar una elección presidencial. Lo segundo es hacer lo que corresponda para que los responsables de violaciones de DDHH. Tercero nos dedicaremos a buscar todos los mecanismos para poder aliviar el sufrimiento de nuestro pueblo, para poder garantizar la ayuda humanitaria y económica a una de las crisis más profundas de América Latina”, expresó López.
Lo mismo cree el gobierno interino de Juan Guaidó. En un comunicado aseguraron que López podrá asumir e impulsar medidas y acciones necesarias para alcanzar “nuestra libertad, sin las restricciones políticas, comunicacionales, legales y diplomáticas, que su antigua condición le obligaban”.
Leopoldo López, coordinador nacional de Voluntad Popular, está preso desde el 18 de febrero de 2014, cuando se entregó luego de ser culpado por el gobierno de Nicolás Maduro de las muertes por las protestas de ese año. Luego en 2015 fue condenado a casi 14 años de cárcel y su centro de reclusión era Ramo Verde, una cárcel militar. Dos años después pasó a arresto domiciliario y el 30 de abril, con un intento de alzamiento militar en contra de Maduro fracasado, se resguardó en la casa del embajador de España.
La analista política Carmen Beatriz Fernández, cree que en condiciones normales la salida de un dirigente político de su país, lo perjudicaría, porque hacer política siempre es más efectivo desde adentro. “Pero en el caso de Leopoldo López, que estaba sometido a restricciones severas, pienso que puede hacer más desde afuera”.
Para Fernández el salir de Venezuela tiene un costo reputacional, pero desde el punto de vista de su efectividad como político, “va a salir ganando estando afuera”.
“Leopoldo dentro del país estaba muy atado de manos, siendo huésped de la embajada hay muchísimas cosas que no puedes hacer solo. De alguna forma quizás estaba más cómodo, pero seguía preso. Ahora él podrá llevar algunas acciones de corte internacional que no estaba capacitado para hacer”, agrega.
Una de las tareas a las que se puede abocar López es trabajar en que no se disminuya el apoyo internacional que logró Juan Guaidó desde que se juramentó como presidente encargado de Venezuela, el pasado 23 de enero de 2019. Hasta la fecha alrededor de 60 países lo reconocen.
Liderazgo en observación
El politólogo Piero Trepiccione, concuerda con Fernández, en que la salida de Leopoldo López lo debería beneficiar porque ahora tendrá mayores oportunidades de declarar con libertad y tendrá la posibilidad de operar políticamente en el exterior. “Podrá establecer contacto con otros dirigentes en el exilio y con otros gobiernos que representan la coalición que respalda a la oposición en estos momentos”.
Sin embargo, Trepiccione señala que todo dependerá de cómo sea aprovechada la oportunidad para promover un cambio político en Venezuela y alinear a toda la oposición. “Porque el grave problema del país en este momento es la fragmentación del liderazgo. Eso hace que el respaldo internacional, que ha sido muy efectivo y que logró amalgamar a 60 países, tenga sus dudas ahora por los inconvenientes que ha generado esa fragmentación”.
Por eso considera que el trabajo de López puede ser la de seguir mostrando la situación venezolana a nivel internacional y así favorecer el proceso político. “No obstante dependerá de su forma de actuación, de su estrategia y liderazgo, si será un factor de aglutinación y de articulación y no de perturbación, que genere más división y más dificultades en el liderazgo opositor”.
Carmen Beatriz Fernández añade que tendrá que resolver el “conflicto” de competencia que puede establecerse con Julio Borges, actual Comisionado presidencial para la Relaciones Exteriores de Venezuela, una especie de Canciller.
“En lo inmediato, creo que Leopoldo López podrá o estará pensando, esto es especulativo, en hacer lobby con el nuevo gobierno norteamericano por la causa venezolana”, indica Fernández.
Igualmente, la analista agrega que también querrá impulsar la consulta popular desde la diáspora y puede tener un rol en el corto plazo. “Creo que esa iniciativa tiene un riesgo importante, pero puede ser útil a efectos de construir padrón electoral en el exilio. Es decir, ir trabajando por la construcción de ese padrón en el exilio, porque cuando la situación venezolana llegue a una solución electoral, que llegará tarde o temprano, la oposición debe tener unas estructuras creadas y parte de eso puede estar apoyado en esta consulta”.
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