[ENTREVISTA] Freddy Guevara: Da igual un fraude ahora o en marzo - Runrun
[ENTREVISTA] Freddy Guevara: Da igual un fraude ahora o en marzo
Tras salir de la embajada de Chile, el diputado Freddy Guevara asegura que la presión interna es lo que podrá lograr una salida de Maduro del poder
Insiste en que la participación en unas elecciones está sujeto es a las condiciones electorales y no al tiempo o la pandemia por la COVID-19

El diputado de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara (VP-Miranda) dice que todavía se está acostumbrando a la calle, a ubicarse mentalmente, después de tres años de estar refugiado en la Embajada de Chile. 

En entrevista con Runrunes, Guevara defendió la propuesta del presidente Juan Guaidó de hacer una consulta popular y que la falta de condiciones es lo que provoca la no participación en las próximas elecciones legislativas del 6 de diciembre y considera que el exgobernador, Henrique Capriles “se rindió”. 

Aseguró que si las elecciones fueran presidenciales y con condiciones todos participarían y no hubiera un debate sobre suspender el proceso. “Más bien todos pedirían que se acelere porque queremos salir de Maduro”, agregó.

Si se llegaran a suspender las elecciones, que es lo que está pidiendo la Unión Europea, ¿Se plantearían la opción de exigir mejores condiciones y participar? 

La participación no está condicionada al tiempo. Es decir, da igual un fraude ahora o en marzo. Está condicionado a las condiciones electorales. Si hubiesen condiciones electorales, cómo no vamos a participar, si somos nosotros los que siempre exigimos elecciones. 

Por supuesto que nuestra lucha implica tener condiciones electorales, porque creemos que siempre hay que buscar mecanismos para que la voluntad del pueblo se exprese.

¿Se está planteando de manera más seria extender el mandato de la actual Asamblea Nacional? 

Ese no es un tema de que se plantee o no. Es que constitucionalmente es lo que toca. Podrá haber gente que no esté de acuerdo. Yo vi una posición de Provea que no estaban de acuerdo, Capriles dijo que no estaba de acuerdo, pero hay posiciones jurídicas. La Cátedra de Derecho Constitucional, los magistrados en el exilio. Todos los juristas dicen eso y nuestra jurisprudencia deja muy claro que cuando a una autoridad electa se le vence el período y no hay elecciones, el mandato sigue hasta que se dé. 

Es decir, alguien podrá creer que es conveniente o no, como con el artículo 233, pero es lo que dice la Constitución. Y en este caso queda muy claro que de no haber elecciones, el país no se puede quedar sin autoridad electa. Esto pasó miles de veces, todos los concejales, todos los alcaldes y algunos gobernadores hicieron algo similar, no por decisión propia, sino porque no se convocó una elección.

Entonces el 5 de enero de 2021, Juan Guaidó se juramentará nuevamente como presidente, aunque el 6 de diciembre se hagan elecciones y no participen…

Si, muy probablemente sí.

¿Cuáles serían las diferencias entre las visiones de Henrique Capriles y la de María Corina a las de Guaidó?

Con Henrique creo que es la más obvia, porque no está de acuerdo con nada de lo planteado. Es decir,  si comparas a María Corina con Capriles, ella puede tener diferencias hacia adelante, pero al menos María Corina reconoce al gobierno interino, reconoce que estamos frente a una dictadura y asume que no hay que participar en el fraude. 

Henrique cuestiona y dice que no existe el gobierno interino, lo llama un Gobierno de Internet. Cree que hay que participar en el fraude y básicamente yo creo que ya se rindió. Capriles plantea que no hay que sacar a Maduro, sino más bien buscar sobrevivir y mejoremos las condiciones de vida aquí adentro y  seremos una oposición más cómoda, entonces no tendremos toda la Asamblea, pero tendremos 40 diputados y un camino que al final lo que busca es mejorar las condiciones de vida, y no salir de la dictadura para que todos podamos vivir de verdad.

¿No cree que se corre ese riesgo, en miras al año que viene, que el Gobierno interino y la Asamblea Nacional sean más virtuales que ahora?

Creo que hay que preguntarle a todos los médicos si esto es un gobierno virtual. Obviamente no está en ejercicio del control del territorio. Pero preguntarse si todos nuestros médicos están recibiendo hoy este bono, si eso es algo virtual. Si todos los venezolanos que han podido tener el reconocimiento de sus pasaporte aun vencidos, si eso eso es algo virtual. 

Si los juicios que hemos ganado del exterior, en los cuales les hemos quitado los activos a Maduro para protegerlo a la gente de la corrupción, si eso es virtual. El convenio con la DEA, el TIAR. La respuesta es que no, al final de cuentas toda la comunidad internacional reconoce lo que hacemos nosotros. No tenemos el control del territorio, sin lugar a dudas eso es un gran reto. No tenemos el control del Palacio Federal y de la burocracia del Estado, ese es el gran reto que falta.  

A veces creo que Maduro está más claro de las cosas que nosotros mismos, de la gente de nuestro lado. Para Maduro no es un gobierno virtual, porque dijo muy claramente que hay que recuperar el Parlamento, que es lo que quiere para recuperar Citgo, el oro fuera y los recursos que están en el exterior. Maduro sí tiene muy claro que esto no es un tema virtual, sino que es de realidad. Si no, no estaría tan interesado en tratar de destruir el gobierno interino.

Maduro sí tiene muy claro que esto no es un tema virtual, sino que es de realidad. Si no, no estaría tan interesado en tratar de destruir el gobierno interino.

¿Se corre ese riesgo de que si ellos retoman la mayoría en la Asamblea Nacional puedan recuperar algunos activos? ¿Han estado en contacto con los presidentes de los países que los reconocen sobre este tema?

Claro, porque a ver si la comunidad internacional nos ve divididos…lamentablemente el sector que cree que hay que participar, movilizar a parte de la población y la población participa, la deslegitimación de ese proceso ya no ocurriría y al no ocurrir la deslegitimación se pierde todo el control de los activos externos y los recupera Maduro, lo que quería. Sacan a todos los embajadores… todo eso se pierde, se pierde el voto en la OEA, se pierde el voto en el BID.

La consulta popular y la pandemia

El presidente Guaidó planteó dentro del pacto unitario hacer una consulta popular. ¿Hay alguna posibilidad real de implementación dentro del país? ¿Cuál sería la diferencia con la que se hizo en 2017?

La implementación está muy condicionada a todo lo que esté pasando en el país. Sin dudas, todo el tema de la gasolina, de la pandemia, afecta mucho, pero nosotros tenemos que buscar la mayor cantidad de mecanismos para que la expresión del pueblo se manifieste y para que esa mayoría que tenemos se pueda manifestar.

Como no se puede manifestar en las elecciones de Maduro, porque no va a contar y por el contrario, lo va a ayudar, la consulta popular tiene el objetivo fundamental de facilitar que la mayoría se pueda ejercer y se pueda evidenciar, como mecanismo de presión contra la dictadura, pero también como un mecanismo de legitimación popular de las acciones que hay que tomar para lograr elecciones presidenciales libres.

En este caso es lo mismo que el 16 de julio, en tanto que es un mecanismo de participación popular electoral, sin que medie la dictadura. Se diferencia en los temas que lleguen a ser planteados. Obviamente ya no se habla de la Constituyente, el tema del gobierno de emergencia ya se constituyó ahorita, entonces no tendría sentido consultar a esos mismos elementos y muy probablemente haya mucha más participación de la comunidad internacional de manera formal.

El Gobierno interino y la Asamblea Nacional han criticado la forma en la que Maduro ha gestionado la pandemia y bueno, hay algunos sectores que también critican que se haga elecciones cuando los casos siguen en aumento. ¿No le parece que hacer una consulta presencial, que es lo que propuso también Guaidó y movilizaciones, aumentaría el riesgo de contagio?

La gran pregunta aquí es si entonces estamos dispuestos a no hacer nada o al menos nada físico mientras haya pandemia. El debate de fondo es ese. En otros países ya han resuelto y han respondido que no. Otros países se han movilizado, ha habido elecciones, ha habido marchas. Yo quiero reiterar que nuestro planteamiento no es por la COVID-19, nuestro planteamiento es porque no hay condiciones electorales. 

Los que están utilizando el argumento de que se suspenda por la COVID-19, es porque no quieren entrar en la discusión de las condiciones electorales. Yo lo pongo al revés, si hubiesen elecciones presidenciales en diciembre y todas las condiciones, ¿estaríamos participando o no? Todo el mundo estaría participando y nadie diría que se suspenda, más bien todos pedirían que se acelere porque queremos salir de Maduro.  

si hubiesen elecciones presidenciales en diciembre y todas las condiciones, ¿estaríamos participando o no? Todo el mundo estaría participando y nadie diría que se suspenda, más bien todos pedirían que se acelere porque queremos salir de Maduro.  

La pandemia es un problema, pero un problema mucho mayor es la dictadura. Entonces el debate es si creemos conveniente no movilizar ni hacer nada mientras dure la COVID-19. Si la respuesta es sí, entonces la conclusión será que nos quedaremos tuiteando, haciendo Zoom, aprobando cosas y habrá que esperar hasta que algún día se solucione esto. Si la respuesta es no, tenemos que buscar mecanismos de participación con los cuidados necesarios, para que la movilización genere el menor peligro para la gente.

Cree que en las condiciones en las que está el país, con la pandemia y la crisis ¿Puede haber una respuesta positiva por parte de la gente para movilizarse a una marcha o a la consulta?

Sí, pero va a depender de todo. De nosotros mismos como dirigencia, que comuniquemos con claridad, que informemos,  el tema de la censura, el temor de la represión. Hay muchas variables en juego, pero tenemos que hacerlo.

Cualquier salida política a esta crisis, pasa por la removilización del pueblo, por la presión interna, nosotros tenemos el deber de hacer lo que tengamos que hacer para que esa mayoría se pueda manifestar.

¿No cree que la política del todo o nada ha dejado la oposición sin nada o con muy poco? 

Primero no estamos en una política de todo o nada, creo que es una premisa falsa. Tan es así que nosotros planteamos en Oslo, que Guaidó se separaba del cargo. No es cierto que estamos en todo o nada. Antes de eso fuimos a las parlamentarias, pasamos un proceso en el que buscamos un revocatorio. Después de eso se fue a las regionales. Se han intentado dos diálogos.

El todo o nada es un discurso maniqueísta y populista, que están tratando (de imponer) quienes quieren legitimar, al final de cuentas la supervivencia con la dictadura. Pero tenemos el reconocimiento internacional, el control de activos en el exterior, el informe de Bachelet, la condena mundial de esto como una dictadura.

Tenemos un régimen cada día más impopular, recuperamos la Asamblea Nacional, magistrados en el exilio, una Fiscal General que también denuncia. Tenemos una política fuerte de presión contra la dictadura. Por el contrario, hoy hemos conquistado muchas cosas. Sin dudas nos falta lograr lo más importante, pero yo no tengo ni un ápice de duda que estamos mucho más cerca de lograr un cambio que antes del 23 de enero del 2019.

Sin embargo, para la conformación del gobierno emergencia nacional, se propone que Guaidó se separe del cargo, pero que también lo haga Maduro. ¿Cómo lograr realmente que Maduro dé este paso?

A esta altura es forzándolo, es decir, ya ha demostrado que no está dispuesto bajo ninguna condición aceptarlo. Entonces la única estrategia que nos queda, es generar tal nivel de presión interna y externa que haga que su entorno le diga ´amigo, se acabó el tiempo hasta aquí te acompañamos´, y una vez que quienes lo sostienen le quiten el respaldo, ya no hay nada que hacer. Eso en el corto plazo.

En el mediano plazo pueden cambiar las cosas. Él puede estar dispuesto a negociar después, o la comunidad internacional estar dispuesta a tomar acciones más contundentes, pero en el corto plazo, la apuesta real, factible y que además acompañe la comunidad internacional es esa.

¿Y cree que en el corto plazo están cerca de lograr eso, que quienes lo sostienen puedan presionarlo para que abandone el cargo o se haga a un lado?

No te podría hablar de tiempo. Creo que es más un asunto de distancia que de tiempo. Yo sí creo que estamos más cerca, lo cual no quiero decir que vaya a ser ya, porque los tiempos son muy volátiles aquí y de repente un día puede ser que estés a una semana de lograrlo y después pueda estar a seis meses de nuevo. 

De repente puede tardar un año y pasa una acción te dice que estás a dos días de lograrlo. Entonces yo sí creo que hemos venido avanzando, creando condiciones para lograrlo, pero no creo que sea realista hablar de tiempo, ni para bien ni para mal.

¿Cuáles considera que han sido los errores de la oposición desde 2019?

Primero que no supimos explicar claramente, y creo que porque nosotros también lo pensamos, el tema del tiempo, no se asumió como era. Todos, incluyendo a la comunidad internacional,  apostamos a una resolución mucho más rápida al conflicto. También en el diseño estratégico se subestimó la penetración de grupos irregulares y de crimen organizado en las instituciones del Estado y en la Fuerza Armada, lo cual hace mucho más difícil un proceso de transición y de acuerdos políticos para buscar estabilidad.

También que tal vez cuando estuvimos en el proceso de Oslo se abandonó la presión dentro de Venezuela y todo se enfocó allá y no explicamos con claridad ese tema. La desunión, obviamente también es un asunto de cada quien, esto de Henrique, la posición de María Corina tampoco ayuda.

El tema de ampliar más la conducción, al principio era solamente la cúpula de la Asamblea, la directiva y nosotros los partidos del G4. Ese proceso ya se ha venido corrigiendo. Diría que por ahí, el manejo de expectativas y del inmediatismo tal vez en la narrativa.

Tres años después

Después de tres años de estar refugiado dentro de la Embajada de Chile, ¿cómo ha visto el país? ¿Qué ha visto de diferente?

Son como pequeñas señales, pero que son muy reveladoras, el tráfico, por ejemplo, no hay. Me impresiona eso en Caracas, no hay en ningún momento. Hoy es lo mismo que ayer y el domingo, fue lo mismo que el miércoles. Es increíble que pude llegar desde La Unión a Chacao en 15 minutos, una cosa absurda, al menos para mi, antes de que saliera. 

Obviamente las colas de la gasolina. Otra cosa que quizás es muy superficial, pero que tal vez la notan personas como yo que pasan mucho tiempo sin verla, el tema de la maleza, hay mucho monte, mucha mata en la calle, en las paredes, en las aceras, que te demuestra que no es trivial el tema del mantenimiento y cómo incluso los propios hogares, organizaciones particulares tienen serias dificultades para poder pagar ese tipo de servicio. 

Me impresionó también el tema del tapabocas, todo el mundo con mascarillas. También el tema de los dólares, es increíble que ahora todo es en dólares. No he visto un solo bolívar en la calle. 

¿Qué fue lo primero que hizo al salir y qué es lo que más le hacía falta?

Lo primero que hice fue ir a una reunión del partido (Voluntad Popular) y de ahí me fui para mi casa con mi papá. Toqué el piano que tenía tres años sin practicar. Todavía me falta el cine, yo soy muy cinéfilo, pero está vetado por ahora.

¿Teme ahora que está libre que venga una arremetida?

Sí, claro, yo lo dije cuando salí, aquí todos estamos en libertad condicional y estoy muy consciente de que así como me metieron en esa lista que me permitió salir a la calle, ellos lo pueden quitar en cualquier momento, porque aquí no hay Estado de derecho. 

Pero salgo a la calle consciente de eso, consciente de que tal vez no podré decir ni hacer todo lo que quiera. Pero también consciente de que si no damos testimonio en los liderazgos que evidencian que estamos dispuestos a asumir los riesgos, nadie los va asumir. Quiero dejar claro que nadie le está pidiendo a nadie que se inmole, pero sí que luchemos a pesar de que tenga riesgos, porque estamos hablando de todo un país. 

Pero salgo a la calle consciente de eso, consciente de que tal vez no podré decir ni hacer todo lo que quiera.

Cuando se enteró de esta medida, ¿alguien habló con usted sobre su garantía de libertad, quizás con Henrique Capriles y Stalin González? 

No, la verdad que no, nadie me planteó algo previo. Me enteré, al igual que se enteraron todos los venezolanos. Hablé con Stalin después, me preguntó si iba a salir, yo le dije que sí y le comenté que lamentaba mucho las circunstancias en las que se estaba dando esto. Obviamente una cosa es lo personal y otro lo político, pero no podía dejar de manifestarle que no entendía las razones por las cuales estaban en esa situación. 

Ahora que está nuevamente en la calle, ¿Cuál cree usted que debe ser su rol en este momento?

Todavía estoy trabajándolo, tengo pocos días en la calle y estoy en eso. Los primeros días, sobre todo, han sido mucho de ubicarme mentalmente donde estoy. También las cosas físicas, sobre dónde voy a dormir. 

Pero sin lugar a dudas mi rol como tal, estoy en ello, pero va a estar al lado del presidente de la Asamblea y de toda la ruta unitaria que se ha definido. Donde mejor se crea y yo crea que puedo contribuir, ahí estaré.

De no haberse refugiado en la Embajada de Chile, usted estaría en el rol de Guaidó, ¿Qué hubiese hecho diferente?

Primero no sé si hubiese estado en el rol de Guaidó, porque de no haberme refugiado en la Embajada probablemente estuviera preso. Pero no tengo claro si hubiera hecho algo diferente o no. 

Las circunstancias son en gran medida las que hacen que la gente actúe. Entonces no te podría decir. Lo que sí es que más allá de lo diferente, al menos hubiera querido tener la misma valentía y determinación que él ha logrado tener, así como la mano zurda para poder conciliar tantas visiones durante tanto tiempo.