Presuntos implicados: Los 79 presos de Maduro por la Operación Gedeón - Runrun
Presuntos implicados: Los 79 presos de Maduro por la Operación Gedeón
Durante todo mayo, la administración de Maduro desplegó a cientos de militares y policiales por distintos estados del país para dar con el paradero de quienes participaron, directa o indirectamente, en un nuevo intento para derrocarlo
56% de los capturados a raíz de las incursiones armadas con lanchas rápidas que llegaron a las costas centrales del país son ex funcionarios de seguridad del Estado

@loremelendez

 

Aquella mañana del 3 de mayo de 2020, Néstor Reverol, ministro de Interior, Justicia y Paz de Nicolás Maduro, ofreció una de las declaraciones televisadas más breves de su paso por la administración pública. Pasadas las 7:00 de la mañana, confirmaba lo que desde la madrugada rodaba por redes sociales y mensajería de texto: en las costa de Macuto, en el estado Vargas, se habían escuchado explosiones en la madrugada, visto helicópteros que sobrevolaban la playa y observado cómo soldados y funcionarios encapuchados tomaban las calles. Aunque con desconfianza, se hablaba nuevamente del ruido de sables.

En poco más de dos minutos, Reverol, vestido con saco gris y corbata y no con su acostumbrado traje verde militar, anunciaba que el alboroto había sido causado por una “invasión por vía marítima” que había emprendido “un grupo de mercenarios” a bordo no de buques ni submarino sino de tres lanchas rápidas con motores fuera de borda. Según el titular de Interior, venían desde Colombia para cometer “actos terroristas” en el país, asesinar a líderes del clan de Maduro y asestar un golpe de Estado. 

Sin dar un parte oficial de los hechos, el ministro aseguraba que todo había sido repelido por las acciones conjuntas de la Fuerza Armada Nacional (FAN) y las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Bolivariana (PNB) y que los rebeldes habían resultado “abatidos unos y detenidos otros”. Así había sucumbido lo que horas más tarde se conocería como la “Operación Gedeón”.

Antes de finalizar aquellas cortas palabras, Reverol advirtió que el operativo por desmantelar el plan golpista continuaba, que no se descartaban nuevas detenciones y que se había desplegado un “rastreo minucioso por tierra, mar y aire” para dar con los culpables. Esa maniobra duraría casi todo el mes de mayo y se extendería desde Vargas hasta el Área Metropolitana de Caracas, Miranda, Nueva Esparta, Anzoátegui, Falcón y Delta Amacuro, donde los allanamientos decantaron en detenciones y hallazgos de armas, uniformes militares y municiones.

Hasta el 29 de mayo, Runrun.es pudo confirmar la ejecución de 34 operativos en los que fueron capturadas 79 personas, mientras que otras cinco resultaron muertas en presuntos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del Estado. 

La mayoría de los detenidos (44, que representan 56% del total) son militares de bajo rango (17 sargentos) y rango medio (14 entre capitanes, tenientes y coroneles). También se cuentan nueve policías de diversos cuerpos y al menos 14 civiles. Hay 17 arrestados de los cuales hasta ahora se desconoce si son civiles o uniformados.

 

El génesis de Gedeón

Las historias de las detenciones de la Operación Gedeón no comenzaron aquel 3 de mayo, sino unas seis semanas antes, cuando se anunció el arresto de Rubén Darío Fernández Figuera, apodado “Búho”, un primer teniente de la Guardia Nacional que fue capturado en el fronterizo estado Táchira, en el momento en el que llegaba al país a través de una trocha en una camioneta Hilux. 

Quien reveló su encarcelamiento fue Jorge Rodríguez, el vicepresidente de Comunicación, Turismo y Cultura de Maduro, en una rueda de prensa el 25 de marzo de 2020 en la que aseguró que el militar había confesado pertenecer a uno de los tres grupos comandos entrenados en Colombia que planeaba ejecutar asesinatos selectivos contra figuras del Ejecutivo. La operación estaba al mando del mayor general retirado y antiguo aliado de Hugo Chávez, Cliver Alcalá Cordones.  

Un mes después, el 25 de abril, las FAES detuvieron al coronel retirado Óscar Pérez Romero, de 65 años, quien estuvo junto a los uniformados que se sublevaron el 30 de abril de 2019 en el Distribuidor Altamira, en Caracas. Con él también arrestaron al sargento Leonardo Carrillo Primera, así como a su esposa, una amiga de su familia y los propietarios de su residencia. No fue hasta el 16 de mayo que se supo oficialmente que lo implicaban en la Operación Gedeón.

 

Las detenciones siguientes sí ocurrieron durante y después del “Macutazo”, a través de al menos una docena de arrestos grupales y no menos de una decena de procedimientos individuales.  De las cinco víctimas fatales, la administración de Maduro solo ha reconocido el nombre de una: el capitán de la Guardia Nacional Robert Levid Colina Ibarra, apodado como «Pantera». Diosdado Cabello fue quien confirmó su identidad el mismo 3 de mayo.

“Pantera” ya había sido mencionado como uno de los comandantes de la operación que se fraguaba en Colombia, según la confesión de Fernández Figuera que divulgó Jorge Rodríguez. Mientras estuvo activo, sirvió como escolta a Andrés Izarra cuando era titular de la cartera de Turismo. Supuestamente era el enlace de los rebeldes con Antonio José Sequea, un capitán que también estuvo envuelto en los hechos del 30 de abril de 2019, a quien apresaron el 4 de mayo en las costas de Chuao, en Aragua. Una semana después, los familiares del capitán “Pantera” exigían al chavismo que les entregara el cadáver. La petición consiguió respuesta el pasado 22 de mayo, según el usuario en Twitter “CARIVE” (@carive15), que se declara como la cuenta oficial de todo el movimiento.

Esa misma cuenta fue la que confirmó las identidades de otras víctimas fatales: Jeancarlo José Castro Gutiérrez, supervisor jefe de la PNB de 41 años, muerto el 3 de mayo, y José Roberto Abreu Fagúndez, oficial agregado de la Unidad de Operaciones y Tácticas Especiales (UOTE FAES) de la Policía Nacional de 29 años, muerto el día 4. También señala el deceso de Anderson Smith Araque Portilla, oficial de la PNB de 34 años, presuntamente “asesinado en circunstancias desconocidas”. No se tiene certeza de la fecha en la que cayó.>

 

“CARIVE” también ha pedido información sobre César Andrés Perales Sequea, un militar que supuestamente fue capturado en Chuao y que nunca fue presentado ante las autoridades ni imputado. Presumen que también fue asesinado.

El 26 de mayo, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) mató a Ramón Enrique Lara Méndez en una vivienda de la urbanización Cristóbal Rojas de Ocumare del Tuy, en Miranda. Aunque no se aportaron detalles sobre el hecho, lo vincularon a la Operación Gedeón sin referirse al rol que tuvo en esta. Sobre esta víctima, “CARIVE” no ha hecho ningún pronunciamiento.

La cuenta en Twitter también divulgó la identidad de “44 guerreros gedeones” que sí reconoce como parte del movimiento. “Con esta publicación, se alerta públicamente que fueron capturados con vida y evitar que el régimen juegue con sus vidas”, dice un tuit enlazado al mensaje que subió la imagen a la red social.

 

En la lista de “CARIVE” están varios de los nombres más mencionados entre los capturados. Allí se ve, por ejemplo, el rostro de los dos estadounidenses que fueron arrestados en Chuao: los ex militares Luke Alexander Denman y Airan Berry, a quienes se les imputaron los cargos de terrorismo, conspiración, tráfico ilícito de armas de guerra y asociación para delinquir en perjuicio del Estado venezolano. Su presencia alimentó la tesis madurista de que “el imperio” había estado a la cabeza de la nueva intentona.

Están también en esa lista Josnars Adolfo Baduel Oyoque, hijo del general encarcelado y ex ministro de la Defensa de Chávez, Raúl Isaías Baduel, a quien apresaron en Chuao junto con los dos norteamericanos; José Ángel Barreno Cordones, sobrino de Alcalá Cordones y primer teniente del Ejército que detuvieron en Carayaca, estado Vargas, el 10 de mayo; y Antonio Sequea, el capitán que supuestamente fungía como uno de los responsables de la operación, quien también fue señalado por la esposa del general retirado Ángel Vivas Perdomo, como uno de los funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) que dirigió la tortura contra su marido y le fracturó la columna. 

 

Bajo sospecha

La lista de “CARIVE” no incluye a algunos de los que fueron detenidos en varios de los operativos más relevantes para capturar a los rebeldes. Falta, por ejemplo, el nombre de Martín Eduardo Álvarez García quien supuestamente fue arrestado durante el “Macutazo”. Álvarez es ex funcionario del gobierno chavista entre los años 2012 y 2014, cuando formó parte de las juntas directivas de empresas del Estado como la Corporación Socialista del Cemento, S.A. (CSC), Venezolana de Vidrio, C.A (VENVIDRIO), Empresa de Distribución de Productos e Insumos «Venezuela Productiva», C.A, Corporación de Industrias Intermedias de Venezuela S.A (CORPIVENSA), Compañía Nacional de las Industrias Básicas, C.A. (CONIBA).

Además, junto a su hermano Luis Álvarez García, fue socio de Atahualpa Fernández Alburu, un empresario peruano y contratista del Estado al frente del Grupo Atahualpa y de Agua Tiuna. Según la abogada y defensora de derechos humanos, Tamara Suju, era amigo de los hijos de Hugo Chávez.

 

El otro empresario del chavismo relacionado con Gedeón es el accionista de Venoco, Franklin Durán, detenido el 25 de mayo y recluido en el Helicoide por aparentemente haber financiado la operación y prestar su avión para el traslado de Jordan Goudreau, propietario de la compañía de seguridad SilverCorp que, según la versión oficial, ejecutó el plan en alianza con los asesores del presidente encargado de Venezuela y la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, señalamiento que ha sido desmentido en reiteradas oportunidades por su equipo.

Durán es conocido por haber estado envuelto en el caso del maletín con 800.000 dólares americanos en efectivo, que fue incautado en 2007 al venezolano-estadounidense Guido Antonini Wilson en el aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires, Argentina, suma que estaba dirigida a la campaña de la entonces candidata a la presidencia Cristina Fernández de Kirchner. 

Por ese escándalo, Durán fue condenado a prisión en Estados Unidos por ser un “agente de inteligencia” del gobierno venezolano, sin haberse registrado en ese país, y presionar a Antonini Wilson para que guardara silencio sobre el origen y el destino del dinero del maletín. Estuvo hasta 2011 tras las rejas.

Hay más nombres que la administración de Maduro ha difundido y que, según “CARIVE”, no están entre sus “guerreros gedeones”. Uno de ellos es José Alberto Socorro Hernández, apodado «Pepero», a quien Jorge Rodríguez identificó como un agente de la DEA que a su vez sería el contacto que esperaría en Macuto a los rebeldes y conseguiría los vehículos y las armas que fueron incautadas ese día: 10 fusiles, una pistola Glock 9 milímetros, dos ametralladoras AFAG, seis camionetas y cartuchos de distintos calibres.

En un testimonio grabado, “Pepero” confiesa que una de sus misiones era “armar caos” en varias zonas de Caracas, razón por la que contactó al traficante de drogas Richard Cammarano, enlace con Wylexis, el líder de la banda más poderosa del barrio José Félix Ribas de Petare. La idea, según su confesión era “crear un supuesto enfrentamiento entre bandas, con armas de guerra, sin ninguna baja, para sostener la distracción de todos los cuerpos policiales del Estado y así mostrar su ineficiencia”, mientras que él recibía a los grupos armados en Vargas.

 

 

Tampoco estaban entre los “guerreros gedeones” los capitanes de la GNB Dimas Omar Morillo y Ronnie Adelso Olivares (retirado) y el teniente Richard Rafael Alemán (retirado), quienes presuntamente fueron capturados el 6 de mayo en Carayaca, Vargas, en un operativo liderado por la DGCIM. Junto a ellos fueron apresados otros militares: capitán Franklin Antonio Leal, los sargentos primeros Víctor Alfonso Perozo y Junior José Ojeda, además de Angelo Moisés Rosales y Gerardo José Coticcha. Ninguno en la lista de “CARIVE”.

Pero la versión oficial no coincide con información previa sobre Morillo, Olivares y Alemán. Dos semanas antes de su captura, el 21 de abril, se supo que estos efectivos habían sido encarcelados y presentados ante tribunales militares tras ser acusados de un supuesto robo de armas en el destacamento 441 de la GNB en Puerta Morocha, estado Miranda, ocurrido el domingo 19 de ese mes. La propia madre de Morillo, Betty Morillo, pidió en un video la fe de vida de su hijo luego de que fuese arrestado porque estaba incomunicado desde entonces.

 

Aunque en el grupo de los “gedeones” están José Ruiz Delgado, Gustavo Álvarez Granadillo y Douglas Contreras Arellano, un ex comisario que estuvo involucrado en el asesinato de otro policía, no se hizo público cuándo sucedieron sus detenciones, pero sí que habían sido señalados por los delitos de traición a la patria, rebelión y conspiración con gobierno extranjero, tráfico ilícito de armas de guerra y asociación.

Después de 79 detenciones y cinco muertes, todavía quedan pendiente por ejecutarse una serie de órdenes de captura anunciadas por el fiscal general designado por la asamblea nacional constituyente, Tarek William Saab. El último en ser atrapado fue Jesús Manuel Ramos López, un capitán de la GNB que fue arrestado por las FAES el 29 de mayo en Catia La Mar, estado Vargas. Las aprehensiones contra los gedeones no han finalizado.