Geografía y política del siglo XXI - Runrun
Antonio José Monagas Mar 25, 2023 | Actualizado hace 3 semanas
Geografía y política del siglo XXI
Si bien se reconoce la geografía como una ciencia antigua, su visión actual estudia a profundidad la relación sociedad-espacio, y ahí está la política

 

@ajmonagas

A instancia de lo que esta disertación pretende, en la onda de renovar los conceptos de geografía y política como premisa para hurgar las realidades propias del siglo XXI, se comenzará ensayando el concepto de “Geografía”. Deberá cuidarse que los conceptos que intentan plantearse sean confundidos con definiciones.

En principio, debe reconocerse que la geografía trasciende fronteras que las ciencias blandas y duras, como llaman las ciencias sociales y ciencias naturales, en sus dinámicas operacionales, muchas veces no terminan de precisar el objetivo central de sus investigaciones. Ello sucede por el carácter presumido (aludido en un sentido especulativo) de sus metodologías de investigación.

Si bien se reconoce la geografía como una ciencia antigua, su visión actual ha logrado rebasar consideraciones obvias pues estudia a profundidad la relación sociedad-espacio haciendo que su capacidad de interpretación la convierta en una ciencia comprometida con sumas situaciones. O realidades distintas sobre las cuales siguen trazándose horizontes superfluos, prometiendo condiciones que aluden a meras utopías. 

La geografía actual trasciende mediciones, categorizaciones y deducciones, cuyos resultados comprometían el ambiente fundamentalmente. Hoy compromete al desarrollo humano en términos de su imbricación con exigencias que cruzan problemas de toda índole.

De la geografía del siglo XXI

Tanto es así que, en su alcance con las ciencias sociales y las ciencias naturales, la geografía se concibe como el ámbito en el cual dichas ciencias se articulan en aras de validar la inter y transdisciplinariedad. De forma que valiéndose del sentido indagatorio de la geografía para allanar los vacíos que el inmediatismo y la incertidumbre causan ante los análisis de ciencias fácticas, dado los ocluidos procedimientos investigativos que generalmente siguen, surge esta como la ciencia que precede y preside todo cuanto del hombre deviene en pos de su desarrollo.

Es ahí cuando debe reconocerse que la geografía resulta de los preceptos que ordena la naturaleza. Específicamente, en su relación con el ser humano, quien llevado por decisiones y acuciado por las singularidades que vive, elige entre lo que puede servir a las necesidades del desarrollo, y lo que puede perjudicar el progreso y crecimiento.

De la susodicha dinámica, deriva la necesidad de la geografía de mezclarse con otras dinámicas científicas. Así nace la geografía física. Igualmente, la geografía económica, la humana, la geografía política, la urbana, la regional, la turística, la social, la geografía cultural. Y más aun, la geografía del delito, la geomorfología, la musical, la geografía del deporte, entre otras, lo cual da una idea del rango de su campo de aplicación.

De la política del siglo XXI

Aunque de tan empírica manera ha sido posible construir un concepto de geografía, igual vale ensayar el de política. Sobre todo, luego de advertir que, en la manoseada comprensión de la política, abundan pronunciamientos que revelan una improvisación atroz.

La política y la geografía han sido conceptos lastimados por la presunción de muchos al arrogarse la capacidad de discernir más allá de lo que las correspondientes historias han referido.

Sus construcciones como conceptos no han sido totalmente superadas. Sus procedimientos se han topado con un problema de ingeniería estructural. No cabe validar un concepto contentivo de alguna prédica que lo constriña a un contorno de aclaración. Un concepto se corresponde con la parte mínima de una idea.

Respecto de lo que podría conceptuarse como política, y considerando los riesgos de sintaxis que comprometen su interpretación, cabría decir que, más que el conjunto de decisiones aplicadas con un objetivo determinado por quienes detentan el poder, la política es el ámbito que ocupa la vida del ser humano para llevar a buen término sus proyectos de vida.

Aunque la política no posee la amplitud descriptiva que compromete a la geografía, ambas son análogas en el sentido de que sus implicaciones transversales atraviesan el mundo en virtud de sus espacios naturales, organizacionales y funcionales. 

De ahí surge la razón para argumentar que los conceptos tratados se constituyen en ventajas comparativas y competitivas a la hora de acudir a dichas ciencias como estamentos metodológicos capaces de solucionar los conflictos que abaten el discurrir del confundido mundo presente. Aun cuando esta disertación, recortada por la brevedad, se haya aventurado a trazar sendos conceptos sobre geografía y política del siglo XXI.

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