El tenis y la política - Runrun
Eddie A. Ramírez S. Sep 14, 2021 | Actualizado hace 1 mes
El tenis y la política
Al igual que en el tenis, hoy la política no es exclusiva de un pequeño grupo de personas conocidas. Es decir, dejó de ser un campo solo para los políticos                                                                                                                                                                                                                           

Todo cambia, nada es, decía Heráclito en el siglo VI a. C. Sin embargo, muchos piensan que nada ha cambiado y permanecen confiados en su parcela. El fin de semana pasado finalizó el torneo Abierto de tenis femenino de Estados Unidos y del mismo se pueden hacer tres observaciones: 1) siempre hay espacios para nuevos actores y no hay que rendirse, aunque el adversario se perciba como más fuerte; 2) la juventud, si se prepara, puede llegar a la cima; y 3) los emigrantes enriquecen al país que los recibe.

 Nuevos actores

Las jóvenes que llegaron a la final, Emma Raducanu, que fue la ganadora, y Leyla Fernández, estaban en los puestos 150 y 73, respectivamente, de la clasificación mundial. No deberían estar presentes en ese partido decisivo. Había otras con más experiencia y reconocimiento. Sin embargo, no se amilanaron.

Al igual que en el tenis, hoy la política no es exclusiva de un pequeño grupo de personas conocidas. Es decir, dejó de ser un campo solo para los políticos. Al juego ingresaron actores que antes no tenían voz y que un simple celular para enviar y recibir mensajes los hizo visibles.

Considerando lo crítico que son los mensajes que se envían, muchos de ellos por parte de jóvenes, algunos dirán que eso es la antipolítica o que los ciudadanos ya no se interesan por la política. Al respecto, el francés Pierre Rosanvallon sostiene en su libro La contre-démocratie: la politique a l’age de la défiance, que en estos tiempos los ciudadanos intervienen sin inscribirse en los partidos políticos, pero están vigilantes de la actuación de los políticos, evaluando su gestión y oponiéndose a decisiones que no les agradan. Como comprobamos los venezolanos, en nuestras redes sociales abundan las críticas por incumplimiento de ofertas, electorales o no.

Sin duda, el contenido de las redes influye en la percepción que algunos se forman sobre los políticos, artistas y en general sobre cualquier persona más o menos relevante. Esto tiene el peligro de hundir o elevar indebidamente el prestigio de una persona. A veces se cae en el error, bien o mal intencionado, de no investigar determinado hecho, sino que se emiten juicios basados en mensajes recibidos. Ojalá los nuevos actores tomen conciencia de su responsabilidad y, por otra parte, todos nos percatemos de que con voluntad es posible derrotar a los poderosos. Lo importante es persistir, trabajar en equipo y no enviar mensajes derrotistas o sin fundamento.

 Los roles de la juventud

El que las dos finalistas sea tan jóvenes indica que la juventud está asumiendo roles importantes. Esto no significa que los no tan jóvenes deben ser tirados al cuarto de los corotos viejos, sino que no les será posible cerrar el paso a los más jóvenes. En Venezuela, la juventud estuvo presente en la lucha  contra la dictadura de Juan Vicente Gómez y al final de la dictadura de Pérez Jiménez. Equivocadamente, participó en la guerrilla castro-comunista de los años 60 del siglo pasado. Permaneció dormida al inicio de la dictadura de Hugo Chávez, despertando después del 2007, participando en protestas, creando partidos políticos y organizaciones no gubernamentales.  

En esta juventud tenemos puestas la esperanza quienes estamos en nuestra última etapa. Ella es la llamada a recuperar la democracia y a reconstruir el país, hoy devastado por la marabunta roja.

Ojalá estos jóvenes se percaten de que Emma, de dieciocho años, y Leyla, quien durante el torneo cumplió diecinueve, llegaron a la final por su perseverancia, entrenando muchas horas y sacrificando tiempo de disfrute. Si quieren cambiar el rumbo del país, nuestros jóvenes deben dedicar mucho tiempo a la lectura de diferentes tópicos, a intercambiar ideas con quienes piensan diferente y con quienes tienen experiencia. Así mismo, no deben caer en la tentación de la prepotencia.

 Riqueza migrante

El origen de las bellas jóvenes finalistas indica la importancia de las migraciones. Emma Raducanu nació en Canadá, hija de un rumano y una china que se trasladaron al Reino Unido. Leyla Fernández es hija de un ecuatoriano y una filipina que se radicaron en Canadá. Los países que acogieron a sus padres se beneficiaron.

Todos los que han tenido una política de apertura a la inmigración han progresado. El caso de Venezuela es evidente.

Sin los inmigrantes que llegaron, en los siglos XIX y XX, no hubiésemos alcanzado el crecimiento y desarrollo acelerado que tuvimos hasta que se revirtió ese movimiento. Incluso, en pueblos aislados como Montecarmelo, en el estado Trujillo, a principios del siglo XX existía una excelente comunidad de origen italiano que contribuyó al auge del pueblo, el cual llegó a contar con una filarmónica de 63 músicos, un beneficio de café y varios trapiches para moler caña de azúcar.

Uno de los aspectos que llamó la atención fue el comportamiento alegre de Emma y de Leyla en momentos difíciles ¿Sería aventurado afirmar que se debe a que viven en países democráticos? Ello contrastó con la amargura y rabia que expresaba la bielorrusa Sabalenka cuando perdía un punto. Quizá pequemos de injustos con ella, ya que todos tenemos malos momentos, pero es tentador especular que su comportamiento es producto del mal ejemplo del dictador Lukashenko. 

Como (había) en botica

Algunos no quieren votar porque no hay condiciones transparentes, porque el CNE es ilegítimo, porque a unos partidos les robaron la tarjeta para darla a representantes del régimen, porque hay candidatos inhabilitados, porque, cuando ganamos, el régimen arrebata el triunfo o quita atribuciones. Tienen argumentos para abstenerse y podría tener algún efecto si hubiese consenso al respecto, pero otros postulan la necesidad de votar a falta de una mejor opción. 

Cabe preguntarnos: ¿Es preferible ganar algunas gobernaciones y alcaldías o que la dictadura se las lleve todas? ¿La gente prefiere tener un gobernador o alcalde rojo o uno democrático? ¿Con la abstención se desconocería a Maduro y al CNE o ellos seguirían ejerciendo, aunque sean usurpadores? ¿Cómo puede seguir la lucha? ¿Sería válido abstenerse ante un posible revocatorio presidencial?

Lamentamos el fallecimiento de Germán Marín y Jesús Andrade, compañeros de Gente del Petróleo y de Unapetrol.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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