Yo quiero votar - Runrun
Jose A. Guerra Jul 06, 2020 | Actualizado hace 4 semanas
Yo quiero votar

@JoseAGuerra 

Hay básicamente tres formas de salir de un gobierno o de un régimen. El primero es mediante el voto popular, cuando este elige y expresa la decisión de la mayoría del pueblo; el segundo es con una revolución social, que depone al gobierno en funciones e instaura uno nuevo o abre paso mediante una transición; y el tercero es a través de un golpe de Estado. Lo ideal es que el pueblo vote y que su voto sea la manifestación de cambio.

Después de que perdieron las elecciones parlamentarias de 2015, el régimen de Maduro optó por la política de eliminar de facto el voto como instrumento de cambio, en una clara deriva dictatorial.

No se había todavía asimilado la victoria, cuando una maniobra de Jorge Rodríguez a finales de diciembre de 2015, usando a la magistrada del TSJ Indira Alfonzo y hoy presidenta ilegítima del CNE, con una medida cautelar que se ha extendido por cuatro años, desconoció a tres diputados indígenas y del estado Amazonas. Con esta confabulación nos quitaron la mayoría calificada de tres cuartas partes del parlamento que ganamos con votos

Luego, la también magistrada y presidenta entonces del TSJ, Gladys Gutiérrez, actualmente también miembro del CNE, dictó en enero de 2016 una sentencia absurdamente increíble, mediante la cual se dictaminó que la Asamblea Nacional estaba en desacato y que por tanto todos sus actos serían nulos.

En 2016, cuando se podía invocar la activación del referendo revocatorio contra Maduro, la misma magistrada Indira Alfonzo, usando una sentencia, liquidó ese proceso. Todo ello constituía una política para ir secando el voto como expresión popular y llevarnos a tomar derroteros no electorales.

Otra figura muy usada por Chávez y Maduro es la de los protectores. Cada vez que perdían una elección de gobernador, seguidamente colocaban a un títere suyo con más poder y recursos que el gobernador electo. Posteriormente, llamaron a una Asamblea Nacional Constituyente en mayo de 2017, violando las reglas elementales previstas en la Constitución.

El objetivo era terminar de anular a la Asamblea Nacional y ayudar a Maduro a gobernar de facto, pero con apariencia de legalidad.

Las dictaduras de este tiempo no son las mismas que las del pasado, pero son dictaduras igualmente y eso es lo que rige en Venezuela.

El de Maduro, es un régimen donde confluyen los elementos más atrasados y prehistóricos de la izquierda venezolana, con una derecha de vocación militarista y totalitaria para conformar una indigesta formación política pocas veces vista en el mundo.

La manera más eficaz de luchar contra ella es apelando a la voluntad del pueblo y haciendo todo el esfuerzo por rescatar el derecho al voto y que este permita elegir. Intentos de golpes lo que hacen y han hecho es fortalecer a la crápula en el poder y darle los argumentos para que repriman.

Por ello, en esta coyuntura dramática que vive Venezuela, la política correcta es levantar un movimiento nacional fuerte, con apoyo internacional por el rescate de la soberanía popular usurpada, para que el pueblo pueda votar libremente. Sin embargo, cualquier medio para restituir el orden constitucional y esa soberanía popular es moralmente válido.

5 de julio de 2020.

 

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es