¿Puede Venezuela afrontar lo que viene? - Runrun
Luis Oliveros Abr 02, 2020 | Actualizado hace 3 semanas
¿Puede Venezuela afrontar lo que viene?

@luisoliveros13 

Hace 100 años (entre la primavera de 1918 y junio de 1920) el mundo vivió una pandemia. La “Gripe española” causó la muerte al 2% de la población mundial (hoy serían 150 millones de personas) y los daños en términos económicos fueron muy graves. Si bien es cierto que es difícil que el COVID-19 pueda generar ese número de muertes, el impacto que está teniendo en la economía mundial puede llegar a ser devastador para muchas economías. Según Goldman Sachs, América Latina tendría la mayor recesión de su historia. España pudiera tener una caída de 4 % del PIB en un escenario optimista (si no se toman medidas paliativas) y hasta 7,5 % en un escenario pesimista. La OIT espera que se pierdan casi 25 millones de empleos en el mundo (en su escenario más pesimista). La industria del turismo sufre un tsunami.

Desde hace tiempo, los países de la región y en general del mundo, han estado tomando medidas para contrarrestar los efectos negativos que sobre sus economías ha estado generando el COVID-19. Perú prepara un paquete de estímulos para su economía de unos 12 puntos del PIB. Chile también contempla una acción parecida. El banco central de Colombia avisa que tiene suficiente espacio para ayudar a la economía. Panamá se prepara para salir con una emisión de deuda (a pesar del panorama actual) y Paraguay anuncia la posibilidad de también acudir a los mercados financieros.

¿Y qué está haciendo la economía con los peores resultados macroeconómicos de los últimos años en el mundo (único país con hiperinflación, con seis años seguidos de contracción del PIB)?

Congelarán las tarifas de los servicios públicos, de telecomunicaciones, de los alquileres y se obligará a la banca a que, por seis meses, sea comprensiva si empresas y personas naturales no quieren / o no pueden pagan los créditos (aplica también para los clientes de las telecomunicaciones y servicios públicos). Importante tener en cuenta que no se le informó nada a estos sectores sobre cómo los iban a compensar (por lo que el mensaje parece claro: resuelvan ustedes mismos, no importa si tienen problemas de flujo de caja, nosotros anunciamos medidas pero no ayudamos).

En resumen: no hay una sola medida para reactivar la ya muy deteriorada economía venezolana ni un plan de acción para ayudar a los miles de venezolanos que trabajan en el sector informal y que tienen semanas que no generan ingresos para poder adquirir lo mínimo para sobrevivir a la cuarentena (se les prometen cajas CLAP más pequeñas y con menos peso).

Bueno, sí hubo un plan: pedirle cacao al Fondo Monetario Internacional, el cual como por los momentos no reconoce a nadie como presidente del país, no puede aprobar ningún financiamiento.

La actualidad venezolana es muy dura, la situación tiende a complicarse. Este año se registrará el ingreso petrolero más bajo en los últimos 80-90 años (términos reales) y las consecuencias las padeceremos en más inflación-devaluación-contracción económica.

El 2020, que se suponía sería mejor en el tema económico, ahora parece que nos hará recordar con nostalgia al horrible 2019. No hay herramientas fiscales-cambiarias, no hay reservas internacionales, no hay fondos de emergencia ni de estabilización, no hay ingresos en divisas, no hay la mínima oportunidad de ofrecer transferencias directas que sean de alguna ayuda… hay bastantes sanciones económicas y un conflicto político que los extremos no quieren que se resuelva (ni siquiera ponerle una pausa mientras dure la pandemia), en fin, el caldo de cultivo perfecto para que tengamos un horizonte bastante oscuro, con mucha inestabilidad, pero una certeza: la calidad de vida de la gran mayoría de los venezolanos seguirá deteriorándose.