Crímenes sin castigo | La FAN contra el mundo
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FANB

 

 

Los ejercicios Soberanía Bolivariana 2017 perfilan la situación de una FAN rechazada por la población, que tendría que defender al régimen contando con la oposición de sus vecinos

Javier Ignacio Mayorca

@javiermayorca

 

El 14 de agosto, en una alocución el presidente Nicolás Maduro ordenó a la Fuerza Armada la realización de ejercicios militares, en respuesta al comentario del presidente estadounidense Donald Trump, en el sentido de que no descartaba una intervención militar en Venezuela.

El simulacro de respuesta ante una eventual invasión fue bautizado Soberanía Bolivariana 2017, y se ejecutará durante el último fin de semana del mes (sábado 26 y domingo 27). Contrario a lo sucedido en los ejercicios anteriores, éstos se llevarán a cabo en un contexto de amenaza real, que trae a las mentes de los más veteranos las incursiones de unidades del Comando Sur en Grenada (1983) y en Panamá (1989).

En este caso, tal y como sucedió durante los días previos a la captura de Manuel Cara de Pina Noriega, el régimen aparece como impuesto a sangre y fuego sobre la mayoría de la población. La FAN, entonces, se verá desprovista de todo apoyo popular. Las encuestas lo revelan con claridad, pues figura entre las tres instituciones más aborrecidas por la ciudadanía. Es más, según el coronel retirado Antonio Guevara, la ciudadanía opositora (es decir, la gran mayoría del país) ya figura en la lista de “fuerzas enemigas”.

La jerarquía castrense solamente contará con su soldadesca, desmoralizada y peor alimentada para realizar estos ejercicios, y cualquier escenario que se presente con posterioridad.

Una semana después de la orden presidencial, el Comando Estratégico Operacional de la FANB inició la distribución de los instructivos que regirán las actividades de cada unidad. Estos documentos, indican fuentes militares, tienen en sus primeras páginas la descripción de una situación bélica. Para este caso, se plantea que buques de fuerzas enemigas anclaron frente a las costas del país, y han bloqueado todos los accesos marítimos. Mientras tanto, se han producido infiltraciones de avanzada para ubicar blancos específicos, que luego serán destruidos mediante el poder misilístico. Estas incursiones, por cierto, se adelantarían a través de la frontera suroeste. En ciudades como Cúcuta se producirían agrupamientos de tropas, que solo esperan la orden de entrar en territorio nacional, una vez cumplida la misión de ablandamiento.

Según el planteamiento general de la FAN, el propósito de la intervención militar estadounidense no sería la ocupación del territorio nacional sino “derrocar el gobierno venezolano e instalar un régimen títere”.

En este caso, los ejercicios perfilan la plena fusión entre las estructuras militares y las del Ejecutivo, no solo en el gobierno central sino también en las gobernaciones, alcaldías y entes descentralizados, que serían importantes fuentes de “apoyo logístico” en una situación bélica.

Para el momento en que salga esta columna, ya han comenzado las actividades preparatorias para los ejercicios: retoma de embarcaderos, uso de francotiradores, etc. Y el sábado 26 habrá una “marcha administrativa” y una gran concentración, a la que debe acudir hasta el personal de limpieza de los cuarteles. Maduro también quiere ensayar su discurso de victoria.

Breves

*En el ministerio de la Defensa hay preocupación por la incapacidad de la FANB para manejarse en el terreno de las redes sociales. Ese campo de batalla caótico y desregulado no ha sido lo mejor para los mandos castrenses venezolanos. Cuando twitter, facebook y los sistemas de mensajería directa comenzaron a transmitir información comprometedora, como por ejemplo el involucramiento directo de oficiales y tropas en el traslado de alijos de drogas, el ministro Padrino ordenó total blackout. Aunque realmente no le hicieron mucho caso. Ahora, vienen en retroceso. Esta semana se filtró una nueva directriz: todas las unidades deben crear sus cuentas twitter, y divulgar por lo menos diez mensajes diarios para enaltecer los particulares conceptos de patria, revolución, etc. Igualmente, deberán hacerse eco (retuitear) de todo lo que salga a través de las cuentas del presidente Nicolás Maduro, el ministro Padrino y el almirante Ceballos Ichaso, jefe del Ceofanb. El problema, sin embargo, es que la gente termina fastidiada de tanta propaganda. Una nueva batalla perdida.

*Comienza a sentirse un claro repunte en la criminalidad. Lo dicen las percepciones de la ciudadanía, y también las estadísticas. El ministro Reverol intentó aprovechar para su causa la disminución puntual de 50% en los secuestros en el municipio Libertador durante este año, con respecto a 2016 (en Miranda, por cierto, también hubo una baja, aunque no tan pronunciada). En la semana en que el titular del MRI divulgaba esta cuña, el delito se disparó 100%. Es claro que hay una relación entre las manifestaciones que hubo hasta julio en todo Distrito Capital y la disminución de los plagios. Las calles bloqueadas y la gente movilizada hacían más difícil los secuestros, e igualmente los robos de vehículos. Al cambiar esta situación, el delito repunta nuevamente. Ya lo veremos culpando al imperio o a la derecha fascista por esta situación.

*La fractura interna en la FAN se ve en pequeños detalles como el incremento de las deserciones. Hay unidades en las que el pie de fuerza se ver mermado en más de 30% debido a esta razón. Inicialmente, lo registran como “permanencia arbitraria” fuera del cuartel. Esto se presta para muchas cosas, por ejemplo, que los militares aprovechen su condición para robar o extorsionar cuando supuestamente están en servicio. En la segunda semana de agosto, se ordenó a las unidades de la FAN enviar a la Fiscalía Militar las correspondientes denuncias para iniciar averiguaciones penales contra los que pasen seis días fuera de sus unidades. Con los manifestantes y los desertores, estos fiscales van a tener mucho trabajo.