El costo de la corrupción por Francisco J. Quevedo
El Banco Mundial identifica a la corrupción como el mayor obstáculo al desarrollo social y económico de cualquier país. En efecto, indica un reporte publicado por America’s Market Intelligence, los niveles de corruptela se correlacionan negativamente con la competitividad de cada economía y vienen amarrados al autoritarismo y la debilidad de las instituciones democráticas. La revista Insight Crime, por su parte, reporta que a mayor corrupción, mayor criminalidad (¿Les suena familiar todo esto?). Y el Foro Económico Mundial, por último, estima que los pagos de “coimas”, “comisión” o “matraca” superan US$1 billón cada año (eso es el ingreso petrolero y endeudamiento de Venezuela en 17 años), con Latinoamérica a la cabeza de los países más corruptos del mundo.
Según el indicador de Transparencia Internacional, Venezuela ocupa el lugar número 172º en el “ranking” de Percepción de Corrupción, uno de los peores del mundo, cuando vemos que monitorea 175 naciones (ver cuadro). Esa “vil matraca” afecta el bienestar social, porque de cada compra, en cada contrato, se debe restar el porcentaje que se come el burócrata, lo cual puede llegar a ser hasta de un 300% escondido tras algún sobreprecio o fallas en entregas. Un ejemplo de ello podría ser el costo de las viviendas construidas por la Gran Misión que el Presidente reportó como US$ 91,250 en promedio, cuando en Nicaragua, Panamá y países del ALBA cuestan solo US$ 30,000 cada una, según cifras oficiales de cada país. ¿A qué se debe eso? Más aún, la corrupción afecta la calidad porque lo que importa es la cantidad que se construye, se contrata o se compra, porque ahí es donde está el guiso, razón por la cual escuchamos tantas veces hablar de importaciones vencidas, contaminadas o podridas, pero siempre pagadas, y con dólares oficiales.
Con pena de país leemos un reporte de Bloomberg que habla en el mismo párrafo de los carteles de la droga de Sinaloa y los Zetas en México, las FARC de Colombia, Barrio 18 de Guatemala y ¡El Cartel de los Soles en Venezuela! Este informe conjuga la criminalidad y el secuestro como factores que obstaculizan el desarrollo de países como el nuestro, donde pareciera que quienes nos gobiernan, quienes deberían producir petróleo u otros bienes y servicios, y quienes se supone que deben protegernos, “andan en otra cosa”, en cosas muy feas, por cierto, vale decir. Mucho se escucha de miembros de la PNB, la GNB y otros cuerpos de seguridad del Estado involucrados en secuestros y asesinatos, y familiares del entorno gubernamental metidos en droga, y así recordamos los sonados casos del CAAEZ, el Plan Bolívar 2000 que llegó hasta #PanamaPapers, Pdvsa, Andorra, Banco Peravia, los US$ 25 millardos que Giordani dijo se robaron de Cadivi, y tantos otros guisos revolucionarios. “¡Eso es Venezuela, Venezuela de verdad!” como decían las cuñas de Izarrita: “Un país chévere”.
Un reporte de Latin Trade, basado en Brasil, estima que la corrupción se traga casi el 2%del PIB anualmente. Extrapolando a Venezuela, esto representaría unos US$ 5,5 millardos por año que en 17 años remontarían cerca de US$ 94 millardos. Si consideramos que al país ha ingresado más de un billón de dólares entre riqueza petrolera y endeudamiento en revolución, la burocracia se habría quedado entonces casi con el 10% de esa fortuna.
Mientras el pueblo empobrece, se destruye la economía y se hipoteca al país, unos pocos se enriquecen bajo el pretexto de una revolución que podría resultar siendo la estafa política más grande y costosa en la historia de Venezuela.