París un viernes 13: El día que apagaron la Ciudad Luz
Andreína Mujica
@andreinamujica
Algunos pensaron que eran fuegos artificiales para celebrar el otoño, el buen tiempo o la cercanía de las fechas navideñas. En el estadio más importante de la ciudad de París, 40 mil espectadores buscaban en el cielo alguna respuesta a las detonaciones, aunque con la segunda, la alarma se apoderó del lugar. Ya cientos de policías tenían rodeado el centro deportivo entre otras cosas porque el presidente François Hollande asistían al juego amistoso de Alemania-Francia. Se dijo que querían volar el estadio en pleno y que los kamikaze, al saber que habían desactivado las bombas, se ejecutaron para crear pánico y matar a los que alcanzara. Simultáneamente, y muy bien coordinados, entrarían a una mítica sala de conciertos, la Bataclan, donde en menos de tres horas se cobrarían las almas de más de 100 asistentes.
Pasa que París es una ciudad pequeña donde acontecen diariamente 1.000 cosas. Pasa también que los franceses celebran con gran júbilo el buen clima. Tal vez por eso había tanta gente afuera y, como era viernes, más los sitios, los bares y las calles que seleccionaron para fusilarla. Los objetivos no fueron ni medios de comunicación, ni políticos, sino gente sencilla, jóvenes en su mayoría que acostumbran a sentarse en las terrazas a ver pasar la noche, entre risas y cuentos. Trabajadores que al salir de la jornada de toda la semana se reencuentras con amigos para ir a un concierto o caminar por las callecitas del barrio diez o el once, llenas de pequeños bares. Ya para un juego de fútbol lo preparan con bastante antelación, por lo general van en familia, con sus hijos, grandes o hasta pequeños, el fútbol es tradición.
Estuve muy cerca de irme a pasear con un amigo por las calles de París, seguramente hubiésemos parado en el Petit Cambodge. Es barato y está frente al Canal de San Martín, el famoso de la película Amelie. O bien me iba de visita sorpresa donde una chica que vive en el bulevard Voltaire, cerca de Charonne. Días antes estuve por allí y a esa misma hora. Porque París es pequeña y pasan muchas cosas, pero al final, cuando eres parte de la ciudad te haces de una rutina, de amigos, de sitios, de risas.
¿Qué es lo que el yihadismo quiere hacer pagar a los habitantes de Francia ? Hasta cuándo París una y otra vez. Una ciudad que recibe más de 30 millones de turistas anualmente, tiene la población musulmana más extensa de toda Europa, se hablan más lenguas y dialectos que en cualquier parte del mundo, pero han decidido exterminarnos. Hay testimonios que señalan que uno de los kamikaze del Stade de France gritó : « Alá es el más grande ». Aunque no se puede afirmar a qué grupo de fanáticos religiosos pertenece, algo sí podemos dar por seguro: comenzó la guerra y no sabemos cómo va a ser ni cuándo irá a terminar.