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Advierten que aranceles de Trump atentan contra la estabilidad del mercado global

La política arancelaria impulsada por la administración de Donald Trump ha generado alerta entre economistas y analistas, quienes advierten sobre sus potenciales efectos recesivos, no solo para Estados Unidos, sino para gran parte del mundo. Jean Paul Faguet, economista y profesor de Economía Política del Desarrollo en la London School of Economics , explicó este 7 de abril en entrevista con Onda por qué estas medidas, lejos de impulsar el crecimiento industrial como promete el presidente estadounidense, podrían desencadenar una crisis económica global, inflación, desempleo y un aumento de la inestabilidad política.

El anuncio arancelario de Donald Trump el pasado 2 de abril ha sacudido las economías mundiales, reseñaron medios internacionales. Este lunes 7 de abril se reportó un desplome en las bolsas de Asia. La de Tokio se desplomó un 7,8 %, Seúl perdió 5,6% y Sídney 4,2 %. La de Hong Kong llegó a experimentar cerca de un 13 % durante la sesión, cifra récord desde octubre de 2008, en el marco de una crisis financiera mundial.

Lo mismo ocurrió con los mercados bursátiles de Europa, que también registraron caídas en las primeras operaciones de este lunes. Se reportaron caídas de hasta 10% en Fráncfort, 6,19% en París, 5,83 en Londres, 3.6% en Madrid y 2,32% en Milán.

En el caso de Venezuela, a la que Washington atribuye “falta de cooperación democrática y una manifiesta hostilidad hacia EE.UU”, enfrenta una tasa del 15 %. Pero también el gobierno de Trump anunció en semanas pasadas  la decisión de imponer aranceles del 25 % a los compradores de crudo o gas venezolano y el fin de licencias a petroleras para operar en suelo nacional a empresas estadounidense como Chevron y la española Repsol.

Los casos de éxito han sido muy cuidadosos

Jean Paul Faguet señala que, históricamente, muy pocos países han logrado industrializarse exitosamente mediante aranceles. Los casos más destacados —Corea del Sur y Taiwán en los años 60 y 70— lo hicieron con políticas “quirúrgicas y cuidadosas”, a diferencia del enfoque “errático” de Trump, que anuncia impuestos a las importaciones y luego los revierte en cuestión de horas.

“Europa, Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda también crecieron con aranceles, pero lo hicieron con consistencia durante décadas”, explica Faguet. “Trump actúa de manera espasmódica, cambiando políticas de un día para otro, ha anunciado aranceles enorme que luego reversa al día siguiente, o al menos al mismo día. Esto lo que hace es reducir la estabilidad de los cálculos para la empresa privada cuando están pensando en sus inversiones, como poner una nueva fábrica, contratar a más empleados para expandir el producto. Están paralizados, y de alguna manera, la economía mundial y estadounidense se paralizará, porque nadie sabe lo que viene después”, argumentó el experto.

El fantasma de los años 30 y el riesgo de una guerra comercial

El economista advierte que la imposición masiva de aranceles recuerda a las medidas proteccionistas de la década de 1930, que agravaron la Gran Depresión y alimentaron el auge del fascismo. Advierte que si se desata una guerra comercial global, veremos una contracción “brutal” del comercio internacional, cadenas de suministro rotas y fábricas paralizadas.

“Si los aranceles se mantienen los mercados seguirán cayendo de manera brutal, en Asia los mercados estaban registrando caídas brutales y esto seguiría si los aranceles siguen, habrá una contracción brutal del comercio internacional. Hay una referencia con los aranceles de los años 30 que desataron una guerra arancelaria mundial que llevó a la Gran Depresión. Estamos en el final de un ciclo de globalización de 75 años que comienza en la posguerra, que fue una construcción de reglas y organizaciones lideradas por los EEUU justamente para fomentar interdependencia económica y para que no hubiese guerras mundiales (…) Venezuela en los años
50 y 60 participó en esas construcciones exitosas y a partir de eso las cadenas de valor son muy extendidas, complejas y abarcan otros países. Cuando Chevrolet produce un carro en EEUU las partes cruzan fronteras varias veces. Si estamos imponiendo aranceles distintos a distintos países sin criterio económico, la producción de autos subirá en precio por cantidad de acero y otros materiales que vienen de otros países“, ejemplificó el economista.

Además de la afectación interna para las empresas de Estados Unidos, el consumidor más afectado será el de otros países, las economías más pequeñas que han sufrido la “terrible suerte” de que se les impusieran aranceles más altos.

Un ejemplo dramático que mencionó Faguet es el de Lesoto, un pequeño país africano al que Trump impuso aranceles del 50% por su exportación de diamantes.

“Son muy pobres, pero tienen un superávit comercial muy fuerte porque no importan casi nada pero exportan diamantes. Trump vio eso y le puso aranceles de 50%, esa gente va a sufrir mucho, se va a profundizar su pobreza”, advirtió.

EEUU: ¿víctima o beneficiario de la globalización?

Trump argumenta que Estados Unidos ha sido tratado injustamente en el comercio global, pero Faguet rechaza esa idea: “EEUU es el país más beneficiado por el sistema actual. El dólar es la moneda global, lo que le permite financiar déficits año tras año”.

Sin embargo, dentro del país hay ganadores y perdedores: mientras las élites se enriquecen, millones de trabajadores en zonas industriales ven desaparecer sus empleos.

“Dentro de EEUU HAY gente que se ha favorecido de manera espectacular, y ahí está la división política, y otros en las zonas que antes eran industriales y productivas Y donde esas industrias se exportaron a otros países. El evento antipobreza mayor que ha visto la historia de la humanidad es China en los últimos 40 años y
es imposible que China se hubiese levantado y sacado a 1000 millones de personas de la pobreza sin globalización. Pero EEUU es el que ha liderado todo esto Y SE beneficia de la globalización. Entonces, cuando se socava la globalización de manera abrupta, Trump está jugando directamente contra los intereses de su propio
país, pero no entiende esto”, OPINÓ.

A juicio de Faguet, la gente que vota por Trump son personas desfavorecidas por esta globalización, gente que ha perdido sus empleos en fábricas, en trabajos que se han desaparecido y que ahora subsisten con trabajos precarios.

“La posibilidad del sueño americano con un trabajo que te permita ser clase media ha desaparecido, y Trump piensa que esto les va a favorecer, pero no lo va a hacer por la manera en la que lo está haciendo, de la manera en la que lo está desarrollando no hay forma de que funcione”, sostuvo.

Efectos económicos, pero también políticos

Faguet plantea que la única solución es que otras economías —como la UE, China y Japón— eviten caer en la retaliación masiva y mantengan el libre comercio entre sí, aislando a EEUU si es necesario. De esta forma, se podría también prevenir una recesión global y un auge de la ultraderecha.

“La única solución factible que veo es que el resto de los países, las grandes potencias económicas como la Unión Europea, China, Japón no permitan que esto desate una guerra de todos contra todos como la que ocurrió en los años 30 y que llevó a la Segunda Guerra Mundial, la inestabilidad económica que alimentó al fascismo, sino tratar de aislar a la economía norteamericana de sus economías y seguir en un perfil más abierto y de libre comercio (…) Todo esto no viene desde los análisis económicos, es un movimiento estrictamente político. Y los peores efectos también lo serán. Si desatamos una guerra de todos contra todos y todos los países suben aranceles contra otros
países habrá una contracción brutal del comercio, habrá fábricas paralizadas por no poder conseguir insumos y esto aumentará el auge de la derecha, o el nuevo ‘fachismo'”, alertó.

Conclusión: Inestabilidad, el peor enemigo

De acuerdo con Jean Paul Faguet, economista y profesor, la ruta más “salomónica” a seguir es un mundo “con aranceles
relativamente bajos y positivos, de todos los países,
pero con más proteccionismo, favoreciendo a países más pobres para que puedan industrializarse y acceder al comercio mundial de forma favorable”.

Sin embargo, a su juicio, la palabra clave es la estabilidad, pues más que el nivel de los aranceles, lo más peligroso es la imprevisibilidad de las políticas del mandatario estadounidense.

“Lo peor de todo esto no es el número alto de aranceles contra todos esos países de forma ilógica e inmerecida, sino la inestabilidad y lo cambiante. Muchos se preguntan si el arancel será verdadero, no verdadero, si cambiará mañana o será una táctica, lo que resta estabilidad en un mercado mundial que se ha construido muy cuidadosamente a lo largo de 75 años para ser estable y no tener los tremendos cracks económicos y financieros que sufrimos en el siglo XIX y principios de XX y que llevaron a dos guerras mundiales, y él -Trump- está destrozando esto”, concluyó.

*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa, con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes “contra el odio”, “contra el fascismo” y “contra el bloqueo”. Este contenido está siendo publicado teniendo en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país

En entrevista radial Jean Paul Faguet, economista y profesor de Economía Política del Desarrollo en la London School of Economics, consideró que el mandatario estadounidense está socavando la globalización y afectando directamente los intereses de su país
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La política arancelaria impulsada por la administración de Donald Trump ha generado alerta entre economistas y analistas, quienes advierten sobre sus potenciales efectos recesivos, no solo para Estados Unidos, sino para gran parte del mundo. Jean Paul Faguet, economista y profesor de Economía Política del Desarrollo en la London School of Economics , explicó este 7 de abril en entrevista con Onda por qué estas medidas, lejos de impulsar el crecimiento industrial como promete el presidente estadounidense, podrían desencadenar una crisis económica global, inflación, desempleo y un aumento de la inestabilidad política.

El anuncio arancelario de Donald Trump el pasado 2 de abril ha sacudido las economías mundiales, reseñaron medios internacionales. Este lunes 7 de abril se reportó un desplome en las bolsas de Asia. La de Tokio se desplomó un 7,8 %, Seúl perdió 5,6% y Sídney 4,2 %. La de Hong Kong llegó a experimentar cerca de un 13 % durante la sesión, cifra récord desde octubre de 2008, en el marco de una crisis financiera mundial.

Lo mismo ocurrió con los mercados bursátiles de Europa, que también registraron caídas en las primeras operaciones de este lunes. Se reportaron caídas de hasta 10% en Fráncfort, 6,19% en París, 5,83 en Londres, 3.6% en Madrid y 2,32% en Milán.

En el caso de Venezuela, a la que Washington atribuye “falta de cooperación democrática y una manifiesta hostilidad hacia EE.UU”, enfrenta una tasa del 15 %. Pero también el gobierno de Trump anunció en semanas pasadas  la decisión de imponer aranceles del 25 % a los compradores de crudo o gas venezolano y el fin de licencias a petroleras para operar en suelo nacional a empresas estadounidense como Chevron y la española Repsol.

Los casos de éxito han sido muy cuidadosos

Jean Paul Faguet señala que, históricamente, muy pocos países han logrado industrializarse exitosamente mediante aranceles. Los casos más destacados —Corea del Sur y Taiwán en los años 60 y 70— lo hicieron con políticas “quirúrgicas y cuidadosas”, a diferencia del enfoque “errático” de Trump, que anuncia impuestos a las importaciones y luego los revierte en cuestión de horas.

“Europa, Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda también crecieron con aranceles, pero lo hicieron con consistencia durante décadas”, explica Faguet. “Trump actúa de manera espasmódica, cambiando políticas de un día para otro, ha anunciado aranceles enorme que luego reversa al día siguiente, o al menos al mismo día. Esto lo que hace es reducir la estabilidad de los cálculos para la empresa privada cuando están pensando en sus inversiones, como poner una nueva fábrica, contratar a más empleados para expandir el producto. Están paralizados, y de alguna manera, la economía mundial y estadounidense se paralizará, porque nadie sabe lo que viene después”, argumentó el experto.

El fantasma de los años 30 y el riesgo de una guerra comercial

El economista advierte que la imposición masiva de aranceles recuerda a las medidas proteccionistas de la década de 1930, que agravaron la Gran Depresión y alimentaron el auge del fascismo. Advierte que si se desata una guerra comercial global, veremos una contracción “brutal” del comercio internacional, cadenas de suministro rotas y fábricas paralizadas.

“Si los aranceles se mantienen los mercados seguirán cayendo de manera brutal, en Asia los mercados estaban registrando caídas brutales y esto seguiría si los aranceles siguen, habrá una contracción brutal del comercio internacional. Hay una referencia con los aranceles de los años 30 que desataron una guerra arancelaria mundial que llevó a la Gran Depresión. Estamos en el final de un ciclo de globalización de 75 años que comienza en la posguerra, que fue una construcción de reglas y organizaciones lideradas por los EEUU justamente para fomentar interdependencia económica y para que no hubiese guerras mundiales (…) Venezuela en los años
50 y 60 participó en esas construcciones exitosas y a partir de eso las cadenas de valor son muy extendidas, complejas y abarcan otros países. Cuando Chevrolet produce un carro en EEUU las partes cruzan fronteras varias veces. Si estamos imponiendo aranceles distintos a distintos países sin criterio económico, la producción de autos subirá en precio por cantidad de acero y otros materiales que vienen de otros países“, ejemplificó el economista.

Además de la afectación interna para las empresas de Estados Unidos, el consumidor más afectado será el de otros países, las economías más pequeñas que han sufrido la “terrible suerte” de que se les impusieran aranceles más altos.

Un ejemplo dramático que mencionó Faguet es el de Lesoto, un pequeño país africano al que Trump impuso aranceles del 50% por su exportación de diamantes.

“Son muy pobres, pero tienen un superávit comercial muy fuerte porque no importan casi nada pero exportan diamantes. Trump vio eso y le puso aranceles de 50%, esa gente va a sufrir mucho, se va a profundizar su pobreza”, advirtió.

EEUU: ¿víctima o beneficiario de la globalización?

Trump argumenta que Estados Unidos ha sido tratado injustamente en el comercio global, pero Faguet rechaza esa idea: “EEUU es el país más beneficiado por el sistema actual. El dólar es la moneda global, lo que le permite financiar déficits año tras año”.

Sin embargo, dentro del país hay ganadores y perdedores: mientras las élites se enriquecen, millones de trabajadores en zonas industriales ven desaparecer sus empleos.

“Dentro de EEUU HAY gente que se ha favorecido de manera espectacular, y ahí está la división política, y otros en las zonas que antes eran industriales y productivas Y donde esas industrias se exportaron a otros países. El evento antipobreza mayor que ha visto la historia de la humanidad es China en los últimos 40 años y
es imposible que China se hubiese levantado y sacado a 1000 millones de personas de la pobreza sin globalización. Pero EEUU es el que ha liderado todo esto Y SE beneficia de la globalización. Entonces, cuando se socava la globalización de manera abrupta, Trump está jugando directamente contra los intereses de su propio
país, pero no entiende esto”, OPINÓ.

A juicio de Faguet, la gente que vota por Trump son personas desfavorecidas por esta globalización, gente que ha perdido sus empleos en fábricas, en trabajos que se han desaparecido y que ahora subsisten con trabajos precarios.

“La posibilidad del sueño americano con un trabajo que te permita ser clase media ha desaparecido, y Trump piensa que esto les va a favorecer, pero no lo va a hacer por la manera en la que lo está haciendo, de la manera en la que lo está desarrollando no hay forma de que funcione”, sostuvo.

Efectos económicos, pero también políticos

Faguet plantea que la única solución es que otras economías —como la UE, China y Japón— eviten caer en la retaliación masiva y mantengan el libre comercio entre sí, aislando a EEUU si es necesario. De esta forma, se podría también prevenir una recesión global y un auge de la ultraderecha.

“La única solución factible que veo es que el resto de los países, las grandes potencias económicas como la Unión Europea, China, Japón no permitan que esto desate una guerra de todos contra todos como la que ocurrió en los años 30 y que llevó a la Segunda Guerra Mundial, la inestabilidad económica que alimentó al fascismo, sino tratar de aislar a la economía norteamericana de sus economías y seguir en un perfil más abierto y de libre comercio (…) Todo esto no viene desde los análisis económicos, es un movimiento estrictamente político. Y los peores efectos también lo serán. Si desatamos una guerra de todos contra todos y todos los países suben aranceles contra otros
países habrá una contracción brutal del comercio, habrá fábricas paralizadas por no poder conseguir insumos y esto aumentará el auge de la derecha, o el nuevo ‘fachismo'”, alertó.

Conclusión: Inestabilidad, el peor enemigo

De acuerdo con Jean Paul Faguet, economista y profesor, la ruta más “salomónica” a seguir es un mundo “con aranceles
relativamente bajos y positivos, de todos los países,
pero con más proteccionismo, favoreciendo a países más pobres para que puedan industrializarse y acceder al comercio mundial de forma favorable”.

Sin embargo, a su juicio, la palabra clave es la estabilidad, pues más que el nivel de los aranceles, lo más peligroso es la imprevisibilidad de las políticas del mandatario estadounidense.

“Lo peor de todo esto no es el número alto de aranceles contra todos esos países de forma ilógica e inmerecida, sino la inestabilidad y lo cambiante. Muchos se preguntan si el arancel será verdadero, no verdadero, si cambiará mañana o será una táctica, lo que resta estabilidad en un mercado mundial que se ha construido muy cuidadosamente a lo largo de 75 años para ser estable y no tener los tremendos cracks económicos y financieros que sufrimos en el siglo XIX y principios de XX y que llevaron a dos guerras mundiales, y él -Trump- está destrozando esto”, concluyó.

*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa, con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes “contra el odio”, “contra el fascismo” y “contra el bloqueo”. Este contenido está siendo publicado teniendo en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país

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