Twitter Spaces | La muerte de "El Koki" no hará que la violencia y la criminalidad desaparezcan de la Cota 905 - Runrun
Twitter Spaces | La muerte de «El Koki» no hará que la violencia y la criminalidad desaparezcan de la Cota 905
La periodista de investigación, Ronna Rísquez, experta en la fuente de sucesos y crimen organizado y coordinadora de Monitor de Víctimas, explicó los escenarios probables tras la muerte de Carlos Luis Revete, uno de los líderes de la megabanda de la Cota 905
La periodista comentó que, tras la muerte de otros líderes criminales como “El Picure”, “Wilmito” o “El Malony”, las zonas quedan en manos de otros grupos o bandas. Recalcó que no hay políticas del Estado que ayuden a cortar de raíz el crimen en estos sectores donde los delincuentes levantaron su «imperio»
A juicio de Rísquez, el Tren de Aragua –una de las megabandas más poderosas, que opera en siete países y en 11 estados del país- podría salir beneficiado tras la muerte de «El Koki», al igual que los colectivos en zonas de Caracas como El Cementerio y la Cota 905
Que «El Koki» muera sin haber sido llevado ante la justicia deja muchas interrogabas:  quién lo financiaba, quién lo protegía, de dónde sacaba las armas, por qué tenía fusiles, por qué tenía armas K103 que es el arma oficial de la FANB, por qué pudo operar durante ocho años en la Cota 905 sin que le pasara nada, entre otras
“Lo más importante que podemos rescatar del operativo es que sí hay capacidad de respuesta de los organismos policiales ante estas bandas criminales, sobre todo de la Brigada de Acciones Especiales del CICPC”, explicó Luis Godoy, exjefe de homicidios de la antigua Policía Técnica Judicial (PTJ)

 

Carlos Luis Revete, mejor conocido con el alias de “El Koki”, murió durante un presunto enfrentamiento con cuerpos de seguridad del Estado en el sector de La Arenera de Las Tejerías.

Tras varios meses de persecución, uno de los líderes de la megabanda criminal que azotaba varias zonas de Caracas, entre ellas el sector de la Cota 905, falleció tras un operativo de comisiones mixtas que duró tres días en el estado Aragua, según informó el ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos. 

¿Pero qué implica la muerte de “El Koki”? ¿Cómo llegó a convertirse en uno de los líderes criminales con más poder en Venezuela? ¿Cuáles otras bandas criminales se van a beneficiar de su fallecimiento? ¿Pudo haber dejado algún legado?

Ronna Rísquez, periodista especializada en temas de sucesos y crimen organizado, coordinadora de Monitor de Víctimas y miembro del departamento de investigación de Runrun.es y el comisario Luis Godoy conversaron con el editor de Runrunes, Luis Ernesto Blanco, para analizar las posibles repercusiones de la muerte de “El Koki”, a través del formato «Twitter Spaces» de la red social. 


Usted puede escuchar acá la grabación completa del Twitter Spaces . Estará disponible durante 30 días


 

“No es solamente un delincuente que afectó a Caracas y al país, sino que además su existencia está relacionada con una serie de acciones que fueron dictadas por el Gobierno y que, de alguna manera, incidieron en la violencia de esta megabanda”, dijo la periodista venezolana. 

El ascenso de un criminal 

Rísquez explicó que para entender cómo “El Koki” consiguió tanta notoriedad y fuerza criminal en un lapso de tiempo tan corto hay una serie de hitos claves que marcan su trayectoria: la creación de las zonas de paz y la Operación de Liberación del Pueblo (OLP). 

Con las zonas de paz, una iniciativa del Movimiento por la Paz y la Vida que lideró el viceministro de Seguridad Ciudadana, José Vicente Rangel Avalos, se planteó la posibilidad de acabar con la violencia de las bandas delictivas que operaban en Venezuela. Pero el plan salió mal. 

“Se convirtió en algo que fue totalmente contraproducente. En lugar de lograr la pacificación de estas bandas delincuenciales, lo que ocurrió fue que se fortalecieron, recibieron algunos recursos y los usaron para mejorar y perfeccionar las armas que ya poseían”, señaló Rísquez. 

Además, explicó que las bandas criminales tuvieron la posibilidad de quedarse con el control de algunos territorios a los que la policía no podía entrar por estos acuerdos. La Cota 905, zona donde operaba “El Koki”, se convirtió en una zona libre de cuerpos de seguridad en 2017. Por tanto, un sitio donde el crimen pudo crecer a sus anchas y las bandas operar sin restricciones. Y con total impunidad. 

Con el argumento de desarticular la megabanda de “El Koki” fue que nacieron las OLP. El primero de estos operativos fue en la Cota 905. Y su intención en la teoría, que era combatir el crimen, en la práctica se desvirtuó y se convirtió en una serie de ejecuciones extrajudiciales que dejaron más de 600 muertos entre 2015 y 2017, indicó Rísquez. 

 

Puntos de inflexión 

“El Koki” dominaba parte de Caracas desde lo alto de la Cota 905. Pero la situación se complicó y tuvo su punto más álgido en el 2021, cuando el líder criminal quiso expandir sus dominios hasta La Vega. Y al Gobierno no le gustó. 

Rísquez explicó que los enfrentamientos entre los miembros de la banda y cuerpos de seguridad se registraron constantes desde enero  del año pasado (con la llamada “Masacre de La Vega”) hasta el mes de julio. 

“Todos vimos cómo durante tres días los habitantes de la Cota 905 y de siete parroquias de Caracas fueron afectados por las balaceras”. En ese operativo murieron 37 personas, incluyendo víctimas colaterales, y marca la huida de ‘El Koki’ de la Cota 905. 

Por un tiempo, se le perdió el rastro. La periodista señaló que se habían manejado diferentes versiones no oficiales sobre el paradero de “El Koki”. Una de ellas indicaba que estaba en Cúcuta, en Colombia. “Confirmar eso en un país donde no tenemos información oficial, fue imposible. Pero obviamente, estaba resguardado”, dijo Rísquez. 

En la persecución que impulsó el Gobierno desde el pasado viernes en Tejerías dieron con “El Koki” en el estado Aragua, donde estaba con Carlos Gómez Rodríguez, alias “El Conejo”.

¿Qué se puede rescatar del operativo?

Luis Godoy, exjefe de homicidios de la antigua Policía Técnica Judicial (PTJ), ahora el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), consideró el operativo llevado a cabo por cuerpos de seguridad puede considerarse un triunfo de la investigación criminal.

“Lo más importante que podemos rescatar del operativo es que sí hay capacidad de respuesta de los organismos policiales ante estas bandas criminales, sobre todo de la Brigada de Acciones Especiales del CICPC”, dijo. 

Godoy manifiesta la interrogante de que si había manera de neutralizar a “El Koki”, cuál fue la razón para que pasara tanto tiempo desde que se hizo famoso en la Cota 905 por sus actividades criminales hasta que finalmente cayera en manos del gobierno. 

Por su parte, Rísquez considera que fue positivo que fuera precisamente esta brigada y no las FAES, quienes fueran detrás de la pista y del presunto enfrentamiento con “El Koki,” porque para eso fueron creadas. 

Sin embargo, plantea la duda de por qué el líder criminal terminó muerto y no fue detenido para haber sido entregado ante la justicia. “La experiencia nos dice que en Venezuela lo que ha prevalecido en los últimos cinco años son las ejecuciones extrajudiciales”. 

Detalla que en los casos de los criminales pertenecientes a bandas delictivas como “El Picure”, “Wilmito” o “El Malony” del Tren del Llano fueron ejecutados por cuerpos de seguridad del Estado. 

“Que ‘El Koki’ muera ahora es algo que también deja un sinsabor del verdadero efecto de la justicia. ¿Por qué El Koki’ no fue detenido y sometido a un procedimiento judicial como debe ser? Así hubiera podido explicar muchas preguntas: quién lo financiaba, quién lo protegía, de dónde sacaba las armas, por qué tenía fusiles, por qué tenía armas K103 que es el arma oficial de la FANB, por qué pudo operar durante ocho años en la Cota 905 sin que le pasara nada. Son cosas que a lo mejor no vamos a poder saber nunca”, expresa Rísquez. 

Pero para Godoy, que el “El Koki” se entregara ante la justicia era casi un imposible. Por su experiencia de más de 30 años observando el comportamiento de otros delincuentes, “yo tenía la teoría de que él no se iba a entregar tan fácil. Ellos (los criminales) una vez que se ven famosos y poderosos, no se ven dentro de una cárcel, entregados a la justicia venezolana. No es la vida que quieren”. 

Respeto a los DDHH

La periodista Ronna Rísquez afirma que aunque es importante que se combata el crimen y que debe haber justicia, los derechos humanos no deben ser olvidados en el proceso. 

“Ambas acciones no son contradictorias ni chocan. Si bien es importante combatir el crimen, que no haya grupos de delincuencia y que la comunidad viva con tranquilidad y no azotada por bandas como las de “El Koki”, también es importante que se respeten los derechos humanos de todas las personas, incluso de los delincuentes”, dijo. 

Señala que es un elemento que se debe tener en cuenta al momento de analizar lo ocurrido en el presunto enfrentamiento en el que falleció “El Koki”, sobre todo, al pensar en las comunidades que durante años tuvieron que vivir con una banda criminal como vecinos y donde muchos vecinos murieron por ejecuciones extrajudiciales. 

Lo que ha habido en la Cota 905, El Valle, Coche, en los últimos cinco años, es una matanza o masacre por goteo, como la ha denominado el experto Keymer Ávila. En estas zonas ha habido muertes permanentes de civiles y personas inocentes que han sido ejecutadas por funcionarios de los cuerpos de seguridad con el argumento de que están buscando a los miembros de la banda de ‘El Koki’. Entonces, eso ha sido una constante desde 2015 hasta ahora.

¿Sin “El Koki” se acaba el crimen en la Cota 905?

Así como la muerte de otros líderes criminales venezolanos como “El Picure”, “Wilmito” o “El Malony” no significó el fin de la actividad delictiva ahí donde tenían control, en el caso de “El Koki” sucede lo mismo. 

Sin importar la desaparición y muerte de “El Koki”, la estructura criminal se mantiene. Además que, en el caso de la megabanda que opera en la Cota 905 hay dos líderes más: Garbis Ochoa Ruiz, alias “Garbis” y Carlos Calderón,  conocido como “Vampi”. 

En estas situaciones donde un líder criminal es ejecutado o haya resultado muerto durante un enfrentamiento, explica Rísquez, las zonas quedan en manos de otros grupos o bandas. Tampoco existe una acción del Estado que ayude a cortar de raíz el crimen en estos sectores donde los delincuentes levantaron su imperio criminal. 

“No hemos visto que se haya dado una política efectiva o eficiente de combate al crimen, sino que estos delincuentes han sido ejecutados o muertos en enfrentamientos, pero no ha habido políticas de reinserción social, de atención a los jóvenes, de educación para esas comunidades. Y lo que vemos es que el delito sigue presente y se hace una especie de reciclaje de jóvenes que quedan sin opciones, sin oportunidades y que vuelven a caer en las mismas bandas o en otras bandas”, asegura la experta en crimen organizado. 

Para ella, la clave para, de alguna forma, reducir la delincuencia o la criminalidad implica adoptar políticas integrales que incorporen a los jóvenes y que se ofrezcan oportunidades para que la gente sienta que tiene futuro, sobre todo en las zonas populares. Y eso no ha pasado en Venezuela”. 

“Es importante que tengamos en cuenta que esto no significa que va a desaparecer la violencia ni la criminalidad. Incluso ni siquiera significa que la banda de ‘El Koki’ se acabó, porque tenemos que considerar que el líder de la banda era ‘Vampi’ y él aún no ha sido detenido, ni tampoco se sabe qué pasó con él. No podemos pensar que los problemas que tenemos de violencia, de criminalidad o problemas que tenemos en las comunidades se resuelven con las muertes. No es porque mataron a ‘El Koki’ se acababa la violencia en la Cota 905. Lo que la resuelva serñan acciones en función de la vida y de proteger a los que están vivos en esas comunidades que lo necesitan”, asegura Rísquez. 

¿En cuáles economías ilícitas participa la banda de “El Koki”?

La periodista Ronna Rísquez contó que en 2015 tuvo la oportunidad de entrevistar a uno de los líderes de la megabanda de “El Koki” y que hablaba de lo que era “El negocio” como la principal economía: el tráfico de droga. 

Tenían jerarquías copiadas de las prisiones y tenían una estrategia para operar sus actividades ilícitas. “En ese momento ,manejaban los tráficos a través de turnos. El monto se repartía según al grupo que le tocaba dependiendo del día”. 

Las extorsiones a los comerciantes de las zonas que controlaban (como la Cota 905, El Valle, El Cementerio, parte de El Paraíso) era otra de las formas de mantenerse. “Eran cobradas semanalmente y había un gran pote que se repartían entre todos los miembros de la banda”. 

Una de las actividades más llamativas y recientes, explica Rísquez, tiene que ver con la distribución de las bolsas o cajas de los Comités Local de Abastecimiento y Producción (CLAP). “No se sabe si era asignado o porque ellos se la quitaban al Consejo Comunal y lo repartían. El hecho es que  comercializaban la comida de los CLAP. Incluso en algunos casos exigían una cantidad mínima de bolsas para miembros de la banda. No se sabe si las vendían o era para consumo personal”. 

Además de los sicariatos y homicidios, la banda de “El Koki” también se ha involucrado en el contrabando de chatarra y la minería ilegal, ejecutadas en  alianzas con miembros de otras bandas fuera de Caracas. Y en algún momento, fueron un grupo emblemático y muy poderoso en materia de secuestros en todo el país. “La banda de ‘El Koki’ fue de las primeras que cobraron secuestros en dólares en Venezuela. 

¿Quiénes sonríen con la muerte de “El Koki”?

Con la muerte de “El Koki”, uno de los principales beneficiados es el Tren de Aragua, una de las megabandas venezolanas más poderosas que opera en siete países y en 11 estados de Venezuela, explicó Rísquez. 

Recordó que cuando alias “Wilmito” murió en la cárcel de Tocorón, “El Picure” en la frontera entre Guárico y Aragua, y “El Malony” en una zona del estado Sucre, fue precisamente el Tren de Aragua el grupo que más sacó provecho a la situación. 

“Entonces, no me sorprendería que en este momento esto también pudiera de alguna manera ayudar al fortalecimiento del Tren de Aragua, que lo vemos cada vez más fuerte”, dijo. 

Rísquez también manifestó que otros grupos que pudieran salir beneficiados son los colectivos. Contó que debido a un conflicto entre ellos y la banda que operaba en la Cota 905 entre 2014 y 2015, donde ya estaba “El Koki”, los colectivos quedaron sin la posibilidad de controlar la zona. 

“Desde ese momento los colectivos han buscado la manera de entrar a la zona de la Cota 905 y de El Cementerio. Entonces pudieran ser también otros posibles ganadores”, agregó. 

Información e investigación

En redes sociales se abrió el debate si las imágenes y videos que se difundieron del cuerpo sin vida de “El Koki” pertenecían realmente al líder criminal de la Cota 905. La incredulidad reinó durante gran parte de la jornada en la que se conoció que este delincuente había fallecido. 

Es difícil que la gente crea o confíe de lo que dicen las autoridades porque generalmente todos estos hechos están marcados por una gran opacidad. O no se informa, o se oculta o se miente”, dijo Rísquez. 

Asimismo, aseguró que varios periodistas de la fuente de sucesos que pudieron conversar con funcionarios policiales que participaron en la operación en Tejerías, sobre todo del CICPC, confirmaron que sí se trataba de “El Koki”. 

La periodista afirma que todavía falta mucho por conocer sobre el operativo policial y que la siguiente etapa debe ser la investigación y los pronunciamientos de las autoridades. 

“Hay cosas que todavía falta por investigar: dónde están los otros miembros de las bandas, si alias ‘El Conejo’ está muerto, otros detalles de la operación, cuáles serán las acciones que continúan de parte del Poder Judicial. En las próximas horas es importante que haya una información oficial, completa, amplia, detallada por parte de las autoridades.