“Ya no es por lo político”: Briceño León advierte que microdesigualdades están fragmentando socialmente al país - Runrun
“Ya no es por lo político”: Briceño León advierte que microdesigualdades están fragmentando socialmente al país
En el foro Prospectiva Venezuela 2021 advirtió que estas microdesigualdades están teniendo un impacto en la solidaridad social y en el comportamiento político
El sociólogo advierte que la situación podría propiciar un interesante cambio en las expectativas respecto al rol del Estado-Gobierno

@mrs_yaky

 

El sociólogo Roberto Briceño León, miembro del Observatorio Venezolano de Violencia, alertó que las “microdesigualdades” que ha planteado la crisis económica en Venezuela están fragmentando socialmente al país.

“Hay fragmentación social por las microdesigualdades, ya no por temas políticos o ideológicos. Hay sentimientos encontrados en la población, sensación de culpa, expresiones de egoísmo, pero también, de solidaridad”, alertó Briceño León en el marco del foro Prospectiva Venezuela 2021, una iniciativa del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello llevada a cabo el pasado 21 de julio.

En su intervención, destacó que se ha producido un incremento de la desigualdad en general y entre los sectores de mayor ingreso y menor ingreso, pero también a lo interno, entre grupos de altos ingresos,  entre la clase media y los pobres, que es a lo que él llama «microdesigualdades».

“Y esas microdesigualdades entre cada sector afectan fuertemente las vidas cotidianas de todos los sectores sociales y están teniendo un impacto en la solidaridad social y en el comportamiento político. Los ricos se han hecho más ricos y los pobres más pobres (…) Y hay una diferencia importante entre los sectores: las microdesigualdades llevan a las personas a situaciones de problema coyunturales muy marcadas, por ejemplo, algunos no tienen alimentos o bienes, aunque vivan en el mismo edificio de otros que sí”, explicó Briceño León. 

 

 

Origen de las microdesigualdades en Venezuela

Como posibles causa de este fenómeno, el experto explicó que hay muchas diferencias en cuanto al ingreso o la cantidad de dinero mensual que manejan las familias.

Y esto depende principalmente de si una persona es empleada del sector público o privado. En el primer caso, la remuneración cayó 82,7% entre 2020 y 2021; mientras que en el segundo, aumentó 41,5%.

También, tiene que ver con el tipo de relación laboral o si una persona es empleada o trabajadora dependiente. Un hecho que recalca es que el porcentaje de asalariados en el país pasó de 62% en 2014 a 42% en 2020 y que el número de trabajadores por cuenta propia se incrementó a 45% en el mismo periodo.

Otros factores que crean microdesigualdades es la capacidad o no de los trabajadores para indexar y dolarizar su ingreso o salario, así como también la recepción o no de remesas por parte de familiares que vivan fuera.

El acceso o no a servicios públicos de forma constante y a recibir apoyo alimentario a través de programas como el CLAP también se citan como factores que explicarían el origen de las desigualdades.

Briceño León recalca que, respecto al primer punto, sectores con ingresos más elevados en Caracas han construido pozos para procurarse el acceso al agua, uno de los servicios más críticos en la ciudad capital, pero estos pueden costar como mínimo $20.000.

Mientras que en los sectores populares la situación llega a ser muy dispar: “En edificios de El Valle, por ejemplo, el agua llega a los primeros pisos, no a los últimos. En las casas de Petare llega el agua con baja presión a las casas que están en la parte baja, pero deben comprar bombas para llenar sus tanques y, en la mayoría de los casos, quienes viven en la parte alta del barrio deben caminar con los baldes de agua”, ejemplificó.

En el mismo sentido, reportó diferencias abismales en la población en lo que respecta al acceso al gas:14% a 18% tiene acceso a gas directo. El otro 80% debe comprar bombonas de gas. Algunas personas deben comprar leña en dólares”.

La posibilidad de tener o no servicio eléctrico es otra condición que crea desigualdad en la sociedad venezolana actual. A los ciudadanos con capacidad para acometer tales gastos les ha tocado asumir las reparaciones que el Estado no garantiza para poder disfrutar del servicio en sus hogares.

“Algunas familias de clase media se han podido comprar plantas eléctricas. Todas las reparaciones se están pagando ahorita con la colaboración de los usuarios. Sectores de la clase media han tenido que pagar miles de dólares para comprar un transformador, o en zonas como Guarenas, tienen que pagarle a los trabajadores hasta el transporte para llegar”, explica Briceño León.

La situación con relación al acceso a la salud y la adquisición de medicinas no es muy distinta.

“Una operación de apendicitis, por mencionar algo básico, puede costar entre $10.000. Los seguros de los empleados públicos desaparecieron. La desigualdad se da entre quienes pueden pagar un seguro internacional en $ o quienes no pueden. Los que tienen que pagar la salud desde su bolsillo, en un CDI u hospital, deben disponer recursos para cancelar desde los más sencillos exámenes de laboratorio. Las farmacias cobran en dólares, incluso en las Farmacias Caribe aunque los precios sean más bajos, cobran en dólares”, apuntó el especialista.

Escenario actual y futuro

Briceño León resumió que esta fragmentación social a raíz de las microdesigualdades ha generado distintas conductas: por una parte, un “sálvese quien pueda”; por otra, expresiones de solidaridad a través de organizaciones no gubernamentales y campañas de donaciones, pero también, ha hecho que los que están un poco “mejor” en la pobreza se sientan “privilegiados”.

“Entonces, si reciben beneficios como el CLAP, temen protestar para que no les quitan ese beneficio”, comentó.

Considera que la situación podría propiciar un interesante cambio en las expectativas respecto al rol del Estado-Gobierno.

“Las personas mueven la responsabilidad hacia sí mismos, hacia sus familias en el exterior o dentro, hacia las empresas o comunidades. Puede darse o vislumbrarse un proceso de fortalecimiento del rol de la sociedad civil. Eso puede abrir caminos para que nuestra sociedad sea más participativa, y a conferirle un papel menos paternalista al Estado del que ha tenido hasta ahora”, concluyó.