Le vio el "rostro a la muerte", contagió a El Aissami y otras perlas que soltó Cabello el #6Sep - Runrun
Cabello reveló que estuvo intubado durante 11 días, lo que afectó su voz al momento de dar el contacto telefónico con Nicolás Maduro el 3 de agosto

Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), concedió una entrevista este domingo, 6 de septiembre, a Ernesto Villegas, ministro de Cultura, donde soltó varias perlas.

Durante el programa «Aquí con Ernesto Villegas», Cabello habló sobre su contagio de COVID-19, el proceso electoral parlamentario que se realizará en diciembre, entre otros temas.

Con el cabello rapado y 15 kilos perdidos a causa de este virus, Cabello contó sobre los momentos más críticos de esta enfermedad, confesando incluso que llegó a pensar en retirarse de la política.

A continuación, se presentan las perlas más destacadas de la entrevista de Cabello.

Sobre haber padecido este virus, indicó: «Estar ahí no es sencillo. Creo que lo que más pega a los pacientes de COVID-19 es el aislamiento, no se conoce casi sobre la enfermedad. La gente que está ahí se siente sola y no sabe cuál será el resultado. Es una incertidumbre. Perdí 15 kilos rápidos, porque mientras uno está allí uno no recibe alimento y es puro suero. A mí me daban comida líquida por la nariz. Estoy al 75% de mi capacidad». Villegas le preguntó si sintió de cerca la muerte y él dijo que sí y que le vio el rostro. «No me gustó para nada».

«La enfermedad tiene varios niveles: ojalá todos fueran asintomáticos, pero tiene variantes y depende de la condición del enfermo. Afortunadamente el tiempo que estuve delicado mis órganos respondieron todos de manera adecuada y eso ayudó a la recuperación. Pero quien tiene una enfermedad de base, el virus es perverso, ahí se mete. El primero que ataca es el cerebro. La persona siente que se siente mal y cree que no va avanzar. Si nos dejamos superar por ese temor, la recuperación es más complicada».

Indicó que recibió atención de un equipo de médicos cubanos y venezolanos. Durante 11 días estuvo en un estado delicado, sobre lo que comentó: «Me dibujaron qué podía ocurrir con el avance de la enfermedad. Yo le dije, bueno, vamos a aplicarle delante a la crisis y el 18 de agosto pasaron a una fase avanzada del tratamiento. Muy complicado, porque uno está allí pero tiene una cantidad de aparatos allí puestos. Fueron 11 días donde no tuve contacto con el mundo exterior».

Sobre su conversación telefónica con Nicolás Maduro, el pasado 3 de agosto, que causó polémica por el tono de voz, Cabello dijo: «Esta enfermedad ataca al sistema respiratorio. En el tratamiento cuando a uno le hacen el procedimiento de intubar, eso pasa a través de las cuerdas vocales y se corre el peligro de dañarlas inclusive. Cuando a una persona la van a operar que la intuban, pasa cuatro días que no puede hablar bien, imagínate 11 días. Ese día yo no había dormido, pasé cinco días que nunca pude conciliar el sueño».

«Yo me desconecté del teléfono y la televisión. Eso lo hizo el comandante (Hugo Chávez) y lo entendí. Cuando yo desperté, lo primero que vi fue a Chávez hablando del Mar del Plata, en la Cumbre de las Américas. Lo vi y te juro que fue una carga de energía y lo mandé a repetir como 10 veces. 

Sobre Darío vivas dijo: «Yo estaba ahí y llevaron a Darío y luego lo trasladaron a otro sitio. Estaban cubiertas lo que es terapia. El mismo equipo que atendió a Darío, me atendió a mí. Ahí llegó Tareck (El Aissami), estuvo Numa (Molina) y otros compañeros que llegaron a ese sitio. Lo de Darío me entero una vez que me habían dado de alta. Yo había hablado con los médicos, pero Darío venía de una situación complicada. Así como Darío, otros compañeros, luego llevaron al doctor Rangel (…) La gente empieza a especular ‘no, Diosdado debe estar en una clínica’. A mí me pusieron exactamente las mismas medicinas que le pueden dar a cualquier persona».

«Cuando me despierto yo dije ‘voy a llamar al presidente’. Pensé hasta en retirarme de la política porque yo no sabía cómo iba a quedar. Yo no tenía fuerzas para ponerme de pie, tenían que ayudarme. Era muscular y quizás un poco de coordinación, porque los músculos están en reposo absoluto. Yo no sabía cómo iba a quedar (…) Al día siguiente la vida me dio otra oportunidad y sentí que era para seguir haciendo lo que estoy haciendo, pero con más amor. Fue un instante, una ráfaga, porque cuando hablé con Marlenys, que Marlenys siempre me da una ráfaga de energía, hablé con ella por teléfono. No tenía ni idea de los días que estuve allí, pero no fueron agradables y luego, la incomodidad de no poder dormir, de recordar unas cosas y otras no. No podía ni comer. Es sencillo verlo del otro lado, pero yo le digo a la gente que se cuide. Si la enfermedad encuentra donde darle a uno, toma control y comienza a disparar a todos los órganos. Cosa que uno no controla. Eso fue una ráfaga».

«Estoy revisándome, pero la misma enfermedad te obliga a cambiar. Yo antes era de acostarme tarde, ahora me siento fatigado. Errores, claro que he cometido, una de las cosas es no preocuparme por uno mismo. Cuando tomo la decisión de ir a otra fase del tratamiento yo dije, que me dé todo a mí y que no le dé a mi familia. Eso se transformó en donde yo pase´, pasó el pueblo de Venezuela».

«Unos sobrinos, un niño de ocho meses y me decían que estaban bien, pero que estaban asintomáticos, pero no me decían que tenían el COVID-19. Están los hijos de Tareck y yo los abracé. Tareck salió, pero estuvo complicado». En este punto, Villegas le preguntó si contagió a El Aissami y dijo «estoy seguro». En ese momento, le preguntó también quién lo contagió a él, a lo que respondió: «Nosotros tenemos personas que nos vigilan. Ellos salen de permiso y basta uno y eso se dispara. Ya hace 15 días que no hay ni uno solo. Se logró cerrar el foco. Es muy complicado, uno se exponía a veces sin necesidad, el programa, el contacto con la gente».

Villegas le preguntó si el distanciamiento no es «antichavista», considerando que el chavismo es cercanía. Ante eso, Cabello respondió: «Esa es la normalidad de la que habló el compañero Nicolás. No va a ser la misma de hace un tiempo. Tú saludas gente con el codo y te dicen ‘no saludes con el codo’. Son argumentos que tiene la gente para cuidarse. Es fácil enfermarse, difícil a veces es curarse».

«Si tú flaqueas y te abandonas, le estás dando espacio a la enfermedad. No sé cuánto tiempo pudiera estar uno y pasado un mes de alta, hemos avanzado muchísimo en la recuperación. Los mismos médicos están sorprendidos».

Sobre la campaña electoral del PSUV para las parlamentarias, señaló: «Los actos de calle no pueden tener lugar a menos que se desee correr un riesgo necesario. Hay que ser más creativos, usar las redes sociales, la radio. Si algo ahorita ha subido en uso es la radio. La campaña tiene que ser distinta a las épocas anteriores. Va a impactar dependiendo del segmento al cual tú quieras dirigir el mensaje».

Sobre la derrota del PSUV en el 2015, dijo «La derecha tiene sus mecanismos, hicieron una campaña muy inteligente en el 2015. Sus candidatos eran impresentables. Sus términos eran bien pensados, organizados y lo enviaron. Pero ellos son impresentables como para pensar hacer campañas. Ellos mandaban era su mensaje y nunca dieron la cara, y les funcionó. Si yo tengo algo que decir que no me gusta, tengo la confianza de decirlo y él verá, él es el presidente. Yo no sé por qué atacan al PSUV. El PSUV es una estructura política extraordinaria. Llegamos a 274.000 calles, comunidades, con nombre y apellido de jefe de calle y son los que enfrentan los problemas diarios. Tenemos más de 74.000 brigadas con la militancia del partido. Es una gran militancia, no solo para ganar elecciones, sino para lo social».

Sobre una situación de agua en el hospital donde dice haber estado, comentó: «Estaba en un hospital. Un día, en la mañana, yo tratando de hacer esfuerzo para levantarme e ir al baño. No hay agua. Se dañó una bomba y dije ‘¿cómo es posible que no la hayan reparado?’ y armé un rollo. Dije, yo me quedo aquí hasta que arreglen el agua. Un médico me dijo que en la Maternidad no había agua. Yo dije, no hay agua allí y yo llamé y mandaron cuatro cisternas de esas enormes. Esos son los problemas cotidianos que la gente reclama. Yo dije, yo estoy pensando en el que está en un hospital y tiene que ir al baño y no hay agua. ¿A quién le reclama él?».

En cuanto a una supuesta oposición de izquierda, que se deslindó del PSUV, que presentaron sus candidatos, dijo: «Eso tiene que ver con el tema electoral. Ese problema pudo haberse presentado hace dos años. Nosotros tenemos dos años bloqueados, con problemas en la calle. Es un tema que yo lo vinculo con el tema electoral. Que les vaya bien, pero la unidad en momentos en que el país está siendo bloqueado, no es ni siquiera necesaria, es indispensable. Tenemos que ser capaces de apartar cualquier miseria por el interés del país. Al final el pueblo es el que sabe que el presidente Nicolás Maduro no la ha tenido fácil».

«Nosotros no recibimos ni un céntimo de ingreso por concepto de petróleo desde el mes de octubre. Se robaron esa plata. Andan por lugares del mundo disfrutándola. Y protegidos. Hasta 40 mil millones. Cero, Ernesto. Ah, pero cuidado que falta la gasolina porque es culpa del gobierno. No perdamos el contexto por el cual nos estamos moviendo. Fíjate el presidente Duque, con los tipos que ha mantenido allá, ahora son agentes nuestros. Qué cosa tan estúpida. Eso es parte de un plan, pero él lo dice para alejarse de las masacres en Colombia. No, resulta que son funcionarios del gobierno. ¿Funcionarios? Nosotros los estamos solicitando por la Interpol. Es brutal lo que le están haciendo a Venezuela, a veces hasta sin medir las consecuencias».

En referencia a los indultos de 110 opositores, los anuncios de Henrique Capriles de participar en elecciones y los intentos de Juan Guaidó por mantener una unidad, dijo. «Nuestro pueblo es impulsivo. Entonces cuando ve estas cosas, lo primero es el análisis frío y luego se da cuenta. El tema de los indultos, eso está facultado aquí, el presidente tiene la facultad para otorgar los indultos. El indulto, históricamente, más que un acto legal, es un acto político, con las consecuencias que pueda tener. Estuve dos años presos. Ellos tomaron la decisión y nosotros salimos y ¿tú crees que Caldera lo hizo porque tenía buen corazón?, eso era un tema político. Chávez lo hizo (con Leopoldo López), porque tenía ese mecanismo y algunos nos molestamos en ese momento, pero al final nos dimos cuenta que esa fue la mejor decisión y ahora yo confío en la decisión que tomó el presidente. Ya ha dejado de ser interno, es cómo nos ven afuera. Me importa lo que diga Borrell, pero es lo que replican en el mundo, pero los pueblos de esos países pueden llegar a pensar que en Venezuela hay una dictadura. Se está invitando a la ONU, hasta a la Unión Europea a ver un pueblo manifestar su voluntad política».

Aseguró que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que en las próximas elecciones de ese país habrá «fraude». «Todo el mundo sabe que el sistema electoral de EEUU es un desastre. Ahora, en Venezuela se sabe que el sistema electoral es uno de los mejores del mundo. Ah, pero las dudas están en Venezuela. Eso pasa cuando no se tiene los votos. Nosotros perdimos en 2015 y pasamos tres meses engatillados, hasta que ellos empezaron con su devuelta».

“La ANC no presentará una nueva Constitución. Nos queda el tema del poder popular, las leyes constitucionales, esas leyes no van a referéndum; para cambiarlas tienes que convocar a una nueva Constituyente, porque están por encima de las leyes orgánicas porque las dicto una Constituyente. Antes del 31 de diciembre la ANC va a aprobar leyes para el pueblo”.

Sobre una presunta agresión desde Colombia, dijo: «La FANB es una institución que ha entendido el proceso que está viviendo Venezuela. Ah, ahora necesitan de la FANB para volver al poder. ¿En qué sentido? Con un golpe de Estado. Los que han caído en eso son mercenarios. Y eso se va a saber».

Diosdado aseguró que hay sectores democráticos que no van a apoyar a Juan Guaidó, que plantea un referéndum para quedarse más allá del 5 de enero. «Eso creó resistencia en los sectores democráticos». Allí mismo, Villegas le preguntó si Capriles pertenece a uno de esos sectores, a lo que contestó. «Yo no voy a defender a Henrique Capriles. Él tiene que tomar sus decisiones, pero eso es parte de esa fauna que vive en la oposición. Hay cada uno de ellos representa un grupo de poder y eso es lo que están peleando. Y ellos pelean porque ahora todo lo administra ese señor que dice ser el presidente interino».

En cuanto a la reunión que supuestamente tuvo Cabello con Guaidó en el Hotel Lido en octubre del año pasado, el chavista dijo: «Es un coco seco. El tipo trató de convencerme de que, si yo cambiaba de posición. Y yo le decía, quítate la capucha, si aquí alguien lo raya, eres tú a mí, cuando la gente se entere que yo me reuní contigo, me van a guindar. Yo salí de esa reunión y llamé al presidente, le dije que es un coco seco. Es un tipo que sus ideas se las dan. Pero cuando tú lo ves a él, que no tiene esa línea directa y comete los errores que se han ido cometiendo. Deja mucho que desear. Yo saqué dos cositas de esa reunión solo para refutar cuando dijo que no nos habíamos reunido, porque no tiene ni siquiera el coraje de admitirlo». También dijo que es habitual que se reúna con factores de la oposición. «Cuando yo estaba en la Asamblea, que terminaba la sesión, yo atendía a tres y a cuatro en el despacho. Ellos lo saben. Lo que es, que nosotros desde nuestra posición, podemos hablar con quien sea, pero la forma de pensar y en lo que yo creo, no lo van a cambiar. Bajo esos términos hablamos con quien sea».