Volver a Venezuela en un vuelo de repatriación en medio de la pandemia - Runrun
Volver a Venezuela en un vuelo de repatriación en medio de la pandemia
Retornar al país en un vuelo humanitario organizado por las autoridades de Venezuela cuesta al menos 1.000 dólares. 

@gchenriquez1

Andrés*, un venezolano que llegó el 21 de julio a Venezuela en un vuelo de repatriación organizado por la aerolínea Plus Ultra, cuenta a RunRun.es el costo y la logística del viaje que realizó para llegar al país en medio de la pandemia por coronavirus. 

En Madrid, España, país en el que se encontraba, debió pagar un pasaje de €550 y tuvo que realizarse una prueba PCR con un costo de €90 para poder abordar el avión. A un grupo de pasajeros se le hizo una exoneración del pago del boleto. 

El venezolano debió firmar -como todos- una carta en la que se comprometían a guardar la cuarentena en donde la administración de Nicolás Maduro les indicara. Confiesa que todos estaban asustados por tener que cumplir la cuarentena en Los Caracas, instalaciones que han fungido como centro de cumplimiento de cuarentena de los retornados. 

«La noche anterior nos dieron la alternativa de hospedarnos en el Eurobuilding de Maiquetía por $100 en una habitación doble o en una sencilla por $87, ambas con comidas incluídas. También estaba la opción de quedarnos en el Hotel Alto Mar en Catia la Mar, por $40 la habitación, más $32 las comidas. La tercera opción era quedarnos en Los Caracas», contó Andrés. 

Al llegar a Maiquetía, cuenta el venezolano, nombraron en el avión a 12 personas que se irían directo a Caracas, sin hacer cuarentena.

Luego de eso, los pasajeros del avión se bajaron para encontrase con un despliegue de personal «inmeso», como lo califica el venezolano. 

«Nos pusieron en dos filas para hacernos entrar de 15 en 15 para inmigración. Alguien gritaba distanciamiento social, pero ni el personal trabajando ni los pasajeros lo cumplían», dijo. 

Luego de pasar por el proceso de inmigración, los pasajeros fueron divididos en tres filas, separándolos de acuerdo a los lugares en donde cumplirían la cuarentena. Bajaron a la pista a buscar los equipajes que estaban también en filas y siendo desinfectados en ese momento. 

«Sin ningún distanciamiento social había que recoger las maletas y llevarlas a los 30 autobuses parados en la pista , donde las montaban en la parte de los asientos. Nos hicieron pasar a cada autobús, con gente muy cerca de cada uno», aseveró. Hasta que no se llenaron los autobuses no salieron, ya que debían estar escoltados. 

Al llegar al hotel en el que Andrés decidió cumplir su cuarentena, el chequeo fue muy lento. «Desde que me bajé del avión hasta llegar al cuarto fueron 6 horas», enfatizó. 

Aunado a esto, al día siguiente, el 22 de julio, a todos les hicieron pruebas rápidas, a pesar de tener pruebas PCR realizadas en España. «A algunos también les hicieron pruebas PCR y luego cambiaron la orden. Como todos estábamos negativo, a algunos les dieron permiso de irse y a otros no», contó Andrés a RunRun.es. 

El venezolano repatriado asegura que vio la logística como poco funcional. Considera que el despliegue de personal es excesivo y que la cuarentena puede ser cumplida por los pasajeros desde sus casas con monitoreos diarios. Señala además que después de cuidarse tanto, con los protocolos que debieron seguir ponen en riesgo que los repatriados se contagien en el aeropuerto, en el autobús o incluso en el hotel. 

«Agradezco a Dios poder volver a mi país, es un derecho que los gobernantes de los países repatríen a sus connacionales en periodos como este. Me mantengo cuidadoso y cumplo mi cuarentena», sentenció. 

*Andrés, nombre utilizado para resguardar la identidad de la persona por miedo a represalias.