Encovi 2019-2020: 80 % de los venezolanos no puede cubrir la canasta de alimentos - Runrun
Para los investigadores,  Venezuela se ha alejado de sus pares suramericanos para acercarse a la situación de países del continente africano

 

Venezuela es el país más pobre de América Latina. En tan solo un año, los hogares pobres de ingreso –aquellos con un ingreso per cápita insuficiente para cubrir todas sus necesidades- pasaron de 91 a 96 %. Además, 65 % son hoy parte de una “pobreza multidimensional” que, además de la entrada de dinero al grupo considera otras variables relacionadas con el empleo, la educación, la vivienda y los servicios públicos. En 2018, este indicador se situaba en 51 %.

Así lo establece la más reciente Encuesta de Condiciones de Vida 2019-2020, que fue presentada este martes, 7 de julio, por investigadores de la Universidad Católica Andrés Bello y que se considera el más importante instrumento de medición del estándar de vida de los habitantes de la nación ante el silencio gubernamental que desde hace más de un lustro existe sobre estas cifras.

El estudio, hecho entre noviembre de 2019 y marzo de 2020 en casi 10.000 hogares, indica además de 41 % de la población está en situación de pobreza crónica. “Los niveles de pobreza y desigualdad nos han ubicado en posiciones inimaginables en otro tiempo en el contexto de América Latina y del mundo. Venezuela se ha alejado considerablemente de sus pares suramericanos, acercándose a la situación que ostentan algunos países del continente africano”, apunta la investigación.

La Encovi también revela que 79,3 % de los venezolanos no tienen como cubrir la canasta de alimentos. La cifra preocupa más cuando se compara con los resultados vinculados a la ingesta: hasta marzo, apenas 7% de los hogares no sufría de inseguridad alimentaria, un número que llegó a 3 % en medio de la coyuntura por la COVID-19. La inseguridad alimentaria severa afecta hoy a 33 % de la población.

88 % de los encuestados afirmó que se preocupó porque los alimentos se acabaran en su hogar, mientras que 57 % dijo que se había quedado totalmente desabastecido en algún momento. 79 % dijo que en casa dejó de tener una alimentación saludable y 79 % confesó que esta era poco variada.

Todo el cuadro reveló también las enormes brechas que existen en la población en cuanto al consumo de proteínas. Aunque no hay mucha diferencia entre la cantidad de carbohidratos que se ingieren en todos los estratos, los más ricos comen carne cinco veces más que los más pobres.

El estudio establece que la desnutrición crónica o talla baja alcanzó a 30 % de los niños (639.000 aproximadamente) menores de 5 años, un porcentaje que en la región está solo por encima de Guatemala (46,7 %). Nuevamente, los investigadores señalan que esta cifra está más cercana a las del continente africano, donde Nigeria y Camerún presentan porcentaje similares: 33 % y 31,7 %, respectivamente.

Más viejos y con menos esperanza de vida

La Encovi 2019-2020 incluyó preguntas vinculadas al fenómeno de la migración y determinó que el carácter forzado de estos movimientos masivos trastocó la transición demográfica e impactó en el volumen y la composición de la población. Así, en lugar de los 32 millones de habitantes que para este momento debía tener Venezuela, de acuerdo con las estimaciones hechas por el Instituto Nacional de Estadísticas en el censo 2011, en el país solo viven alrededor de 28 millones de personas. “Son 4 millones menos como resultado de la combinación de una intensa emigración de 15 a 39 años, menor producción de nacimientos e incremento de la mortalidad”, indica la encuesta.

Este proceso aceleró el envejecimiento de la población, ya que entre 2015 y 2020, la cantidad de mayores de 60 años subió de 10 a 12 %. Al mismo tiempo, se detectó que hay una mayor cantidad de hogares unipersonales así como también una feminización de la jefatura de las viviendas.

Mientras, el empeoramiento de las condiciones de vida afectó tanto en niños como en mayores: la tasa de mortalidad infantil es de 26 por 1.000 en lugar de 12, lo que sitúa al país en el mismo panorama por el que atravesaba entre 1985 y 1990. Además, quienes nacieron en el último quinquenio, vivirán 3,7 años menos a lo pronosticado en las proyecciones oficiales, revela la investigación.

En el ámbito educativo, el estudio alerta que no hay progreso alguno en la cobertura y estima que hay al menos 1,7 millones de personas (entre los 3 y 24 años) menos en todo el sistema educativo. El grupo etario más afectado por este fenómeno es el de 18 a 24 años, correspondiente a la educación universitaria, cuya demanda bajó a la mitad en los últimos cinco años. Todo conduce al crecimiento del riesgo de inclusión entre quienes no asisten regularmente a clases y registran un severo rezago escolar.

La encuesta apunta que la pérdida del poder adquisitivo ha provocado que cada vez menos personas puedan costearse la educación privada. Apenas 15% de la población estudia en instituciones pagas.

En cuanto al empleo, la Encovi señala que la población en Venezuela tiene el nivel de participación en la actividad económica más bajo de la región. Subraya también la amplitud de la brecha (más de 30 puntos porcentuales en todos los grupos etarios) entre hombres y mujeres que están integrados al mercado de trabajo.

La intensidad del trabajo también fue considerada: 70% trabaja más de 35 horas a la semana, mientras que 24 % labora más de 46 horas en siete días. Quienes están fuera de estos grupos, 23% de la población, respondieron que preferirían trabajar más horas (65 %) y ha hecho diligencias para lograr este cometido (54 %).

El amplio estudio de la Encovi 2019-2020 puede consultarse en su propia web: https://www.proyectoencovi.com/encovi-2019