Comunidad científica cuestiona efectividad del interferón - Runrun
Comunidad científica cuestiona efectividad del interferón
El presidente de la Academia Nacional de Medicina, Leopoldo Briceño-Iragorry, destacó que los interferones no actúan solos, por lo que su función debe ser vigilada por los médico

Cerca de cumplir tres meses, pocos aspectos son concluyentes respecto de la epidemia por el nuevo coronavirus. El brote, que se inició en la central provincia china de Hubei, se declaró pandemia el pasado 11 de marzo. Con esta medida la Organización Mundial de la Salud (OMS) buscó concentrar y articular los esfuerzos para la contención del virus. No obstante, aún muchos gobiernos actúan por su cuenta sin el aval del organismo.

Al confirmarse los primeros casos en Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro incorporó cada vez más elementos del sistema de salud de Cuba. Esto incluyó una posible cura; el interferón alfa 2 de fabricación cubana. El lote llegó junto a una delegación técnica que asesoría la aplicación del tratamiento. Aunque se desconoce en cuáles de los 98 casos confirmados hasta el martes 24 de marzo de indicaría.

El medicamento funciona con éxito en el tratamiento de distintas enfermedades desde que se descubrió en 1957. Es descrito como un inhibidor del proceso reproductivo de varios virus en el organismo. Así lo explicó a El Pitazo Leopoldo Briceño-Iragorry, presidente de la Academia Nacional de Medicina (ANM), quien rechazó que el fármaco se promocione como cura para la enfermedad.

Briceño-Iragorry destacó que los interferones no actúan solos, por lo que su función debe ser vigilada por médicos. Añadió que los países que notificaron mayor número de casos, como España e Italia, el fármaco se aplica bajo estricta vigilancia médica.

Bioética

El médico recalcó que aunque se usó para tratar otras cepas de coronavirus, como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo de 2002 (Sars, por sus siglas en inglés), también de origen chino, nunca se le consideró una cura definitiva, menos para su aplicación masiva. El médico explicó que su administración y efectos variarían de acuerdo con las condiciones de cada organismo.

Debido a que para el caso del nuevo coronavirus la aplicación del interferón se considera experimental. Es decir, aún no hay evidencia científica suficientemente sustentada que avale su empleo masivo en cualquiera de las fases de la infección respiratoria aguda causada por el virus, la ANM indicó que los productos deben ser examinados por una comisión de bioética independiente. La revisión serviría para conocer sus componentes. Esta sería adicional a la que por ley el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel está obligado a ejecutar, por tratarse de un producto importado.

“Debe considerarse como un tratamiento experimental y como tal requiere del cumplimiento de requisitos bioéticos establecidos, tales como la opinión de una Comisión de Bioética autónoma o de un grupo de expertos independientes. Igualmente, solo debería ser considerada en ausencia de otras alternativas de tratamiento de eficacia y seguridad comprobadas y previo consentimiento, informado por escrito, del paciente”, enfatizó la ANM en un comunicado.

Escasez

La Sociedad Venezolana de Infectología (SVI) coincidió con la posición de la ANM. La presidenta de la SVI, María Graciela López, señaló que el fomento de su indicación para pacientes con COVID-19, además, contribuiría a incrementar el desabastecimiento del producto para la atención de otros cuadros clínicos. Recordó que desde el año 2014 esta medicina escasea.

Un familiar del interferón alfa 2, el conocido beta 2, es el más utilizado para mitigar los efectos de la esclerosis múltiple en el esquema de tratamiento venezolano. Su importación, a cargo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales es irregular desde el año 2012. En 2014 se agudizó la carencia del producto.

López cuestionó el manejo, que calificó de “poco claro», del medicamento. Pues, hasta la fecha de esta publicación, el Ministerio de Salud no ha divulgado el protocolo de uso. En China, el interferón alfa 2 se recetó inhalado como tratamiento para pacientes con neumonía, una de las consecuencias más graves del COVID-19 en el cuerpo humano.

Sin embargo, se administró combinado con antirretrovirales que se suministran a personas con VIH. El opinavir, ritonavir o hidroxicloroquina fueron los más usados, previo consentimiento del paciente, como consta en documentos publicados por la Comisión de Salud de China al recomendarlo al Ministerio de Sanidad de España.