Los #Runrunes de Bocaranda de hoy 09.10.2019: ALTO: “A CONFESIÓN DE PARTE”

ALTO
“A CONFESIÓN DE PARTE”:
Me entero que el gobierno se acercó a los dueños del Centro Sambil en La Candelaria, expropiado sin ningún pago tras una orden “testicular” de Chávez en 2008, quien al pasar por el frente de la estructura dijo iracundo “exprópiese y entréguese al pueblo”. Fue así que la obra, lista para ser terminada y entregada no solo a su constructor y financista, Salomón Cohen, sino a todos los comerciantes de la zona que habían invertido sus ahorros en comprar locales para trasladar sus tiendas, con años en la zona, a un moderno recinto considerado uno de los mejores de Latinoamérica en el proyecto. La invasión chavista acabó con todo. Guión repetido en estos 20 años. Destruyeron las instalaciones, se robaron los acabados, puertas y ventanas, escaleras automáticas y ascensores. Convirtieron lo que iba a ser fuente de trabajo para miles de honestos trabajadores, la mayoría descendiente de españoles de segunda y tercera generación, ubicados por años en los aledaños del sitio donde se levantó la edificación. Muchos hipotecaron sus casas pare emprender un pequeño negocio y ni ellos ni los constructores han recibido un bolívar hasta hoy. Pues bien, reconociendo el daño hecho, la barbaridad cometida (en forma similar al reconocimiento que hicieron de la Asamblea Nacional en días pasados demostrando la inutilidad e ilegitimidad de su roja Constituyente) llamaron a los constructores para ofrecerles su “devolución”. Entre las conversas surgieron detalles: el inventario de la destrucción llega a cerca de 20 millones de dólares y el régimen les exige que le den varios locales o pisos para montar allí las sedes de diferentes organismos policiales y oficinas públicas. Alegan no tener dinero para alquilar o comprar locales y por lo tanto quieren que se los regalen. Tengo entendido gracias a mi fuente, que esta otra oferta engañosa del gobierno no prosperará. El Sambil Candelaria habría generado 4.000 empleos directos y 9000 indirectos siendo una luz de progreso y crecimiento económico para la parroquia y toda Caracas, pero la realidad actual es un escenario de abandono. Bien lo dice uno de los compradores: “Lo que pudo ser un ejemplo de desarrollo comercial es hoy está convertido por el Gobierno de Maduro en un depósito de colchones y algunos electrodomésticos del plan “Mi Casa Bien Equipada” los cuales solo están a la disposición para ser comprados por enchufados al régimen madurista”. El daño esta hecho. Decenas de comerciantes propietarios perdieron sus actuales negocios al quedarse entrampados en en un “limbo rojo rojito”. Esta es solo una historia de miles en dos décadas de retroceso acelerado y violaciones los derechos de los venezolanos. “Desecho en robolución” deberían colgar un aviso en la entrada…