#Hambrómetro | Menos de un tercio de los niños evaluados por Cáritas consume carnes, leche y vegetales - Runrun

El informe sobre los meses de enero, febrero y marzo de este año revela que la desnutrición aguda global (suma de los tipos severa y moderada) creció de 7,9 a 10,2 % y pasó «de un nivel de alarma a un nivel de crisis»

Durante el primer trimestre de 2019, el consumo de alimentos de los venezolanos se desplomó, mientras que la diversidad de productos que exige una dieta balanceada y saludable se ha deteriorado “masivamente». Así lo advierte el más reciente boletín de Cáritas Venezuela que recopila información sobre la alimentación de los niños menores de 5 años y sus hogares en las parroquias más pobres de 14 estados del país. 

La proporción de hogares que consume rubros como «cereales y harinas» –que siempre se ha ubicado en el primer lugar– cayó entre enero y marzo de 2019, ya que pasó de 91% a 59 %. Lo mismo sucedió con los granos (bajó de 80% a 48 %) y tubérculos (de 63% a 39 %). 

«Sin un aumento compensatorio reportado en el consumo de otros alimentos, estos resultados para estos productos que son la base de la alimentación familiar, significan una destitución alimentaria masiva», sostiene el informe llamado «Monitoreo del estado nutricional y la seguridad alimentaria familiar», hecho por la organización a través de su Sistema de Alerta, Monitoreo y Atención en Nutrición y Salud (SAMAN), que estudia el fenómeno en 48 parroquias de Distrito Capital, Miranda, Vargas, Zulia, Bolívar, Carabobo, Barinas, Lara, Sucre, Trujillo, Apure, Falcón, Yaracuy y Portuguesa.

Rubros clave en la alimentación de los niños como carnes, pescados, huevos, lácteos, vegetales y frutas prácticamente han desaparecido del patrón familiar.
 
El documento afirma que rubros clave en la alimentación de los niños como carnes, pescados, huevos, lácteos, vegetales y frutas prácticamente han desaparecido del patrón familiar, pues son consumidos por menos de 30% de los hogares encuestados por Cáritas Venezuela. Esto incluye «todos los alimentos con nutrientes indispensables para el crecimiento infantil, especialmente hierro, calcio y proteínas de alto valor biológico», dice el boletín.
 

El estudio de Cáritas Venezuela destaca que, en marzo de 2019, Venezuela sufrió dos apagones nacionales de al menos dos semanas que derivaron en la interrupción del suministro de agua potable. «53% de las familias reportó que no le llegó agua en la última semana o que el suministro fue menor de tres  días a la semana El porcentaje de hogares que no da tratamiento al agua es de 93 %», añade el documento.

La crisis eléctrica provocó que tanto la seguridad alimentaria como la prestación de servicios de salud se vieran afectadas y también trajo como consecuencia la suspensión de actividades laborales y escolares y cortó casi por completo las conexiones para pagos electrónicos, lo cual agravó la escasez del dinero en efectivo. «Muchos establecimientos comenzaron a usar el dólar como divisas», recalca el boletín.

Desnutrición severa es el doble que a finales de 2018

El informe revela que la desnutrición aguda severa en infantes se duplicó. La cantidad de niños menores de 5 años de edad afectados por esta situación pasó de 2 % a 4 % entre diciembre de 2018 y marzo de 2019. 

De los catorce estados revisados por Cáritas, el que presentó la mayor cantidad de niños con desnutrición aguda global fue Sucre.
 
El mismo documento apunta que la desnutrición aguda moderada también aumentó un punto porcentual: de 5 % a 6 %.

La investigación arrojó como resultado que en estas parroquias la desnutrición aguda global (suma de los tipos severa y moderada) creció de 7,9 a 10,2 % y pasó «de un nivel de alarma a un nivel de crisis», dice el informe.

De los catorce estados revisados por Cáritas, el que presentó la mayor cantidad de niños con desnutrición aguda global fue Sucre, con 27,5% de la población estudiada, cifra que supera con creces el nivel de «Emergencia» que se establece cuando al menos 15 % sufre esta condición. Entidades como Lara y Portuguesa también alcanzaron este umbral al llegar a 15,1 y 15,2 %, respectivamente.

En las parroquias visitadas en Miranda, Falcón, Apure y Yaracuy, la desnutrición aguda de los niños menores de 5 años está por debajo del nivel de «Emergencia», pero sí sobrepasa el umbral de «Crisis», que se presenta cuando 10 % de la población la padece.

Solo en tres de los 14 estados evaluados (Distrito Capital, Trujillo y Barinas), «la situación nutricional de los niños está en rangos aceptables», apunta el informe.

Junto al aumento de la desnutrición aguda global entre enero y marzo de este año, las estrategias de sobrevivencia utilizadas por las familias para poder alimentarse también sufrieron cambios importantes. En al menos 51 % (comparado con 33 % registrado entre octubre y diciembre de 2018) de los hogares se optó por desincorporar a familiares y enviarlos a otro sitio para que pudieran comer. En 57 % se apeló a liquidar los recursos de la familia para comprar comida. En 60 % de las viviendas, un miembro de la familia dejó de comer en beneficio de otro y en más de la mitad (53 %) pasan el día sin probar bocado.

El informe revela que «59 % de los hogares se ha rebuscado los alimentos en la calle, que 72 % reporta haber deteriorado su alimentación y 67 % de la población estudiada ha incurrido en alguna forma de privación alimentaria».

Cáritas Venezuela analizó los registros de mujeres embarazadas en seis estados del país (Lara, Zulia, Yaracuy, Vargas, Carabobo y Trujillo) y determinó que 43 % de ellas (324) mostraban desnutrición aguda (que se determina cuando la circunferencia media del brazo es menor que 23 cm).