Luis Cotte
LA SELECCIÓN VENEZOLANA igualó en su segunda presentación durante la Copa América 2019 en un estadio repleto de una marea “verdeamarela”, en la ciudad de Salvador de Bahía.
Ante todo pronóstico, la selección vinotinto logró aguantar el embiste local. Pocos partidos han tenido asistencia máxima en las gradas, por no decir ninguno. El Venezuela vs Brasil fue el que más se acercó a ese llenazo total.
Sin embargo, la selección brasileña no respondió al clamor popular de ganar el compromiso. Los dirigidos por Rafael Dudamel hicieron todo lo posible para mantener el arco en cero. Claro, la suerte se tiñó de tricolor. El VAR, por si fuera poco, hizo su cuota una vez más a favor de la selección venezolana ya que anuló dos goles que en principio fueron cobrados. Al igual que previamente lo había hecho en el compromiso contra Perú.
Surge la gran pregunta de si la localía favorece o no a Brasil ¿por qué? Básicamente al no conseguir el resultado deseado desde las tribunas baja el descontento general.
De hecho, en momentos del partido se escuchaba el “ole” cuando Venezuela realizaba una serie de pases mientras que cuando Brasil la tenía, había silbidos. Todo esto al final del compromiso. Aun así, el “color” en las gradas no dejó de estar presente, pues es típico del folklore brasileño: samba, cerveza y alegría.
Post partido y ya con el resultado consumado, las emociones siguieron en las calles con música y hasta largas horas de la madrugada, debido a que el partido terminó a las 12 de la noche. Sin duda alguna los brasileños saben cómo animar una fiesta futbolera. Mientras la “canarinha” siga con vida en la Copa América 2019 la fiesta está asegurada en el país del “pentacampeao”
