Mientras el país sigue girando alrededor de la supuesta quimioterapia que se está realizando el Presidente, de sus visitas médicas a Cuba y de cada acto personalista y megalómano que busca impulsar su campaña a la reelección apelando a la lástima, por debajo de la mesa se siguen impulsando políticas y firmando convenios que no son beneficiosos para los venezolanos.
Recientemente el gobierno nacional llegó a un acuerdo con la República Islámica de Irán para construir en conjunto más de 10.000 viviendas en los estados Lara, Yaracuy y Carabobo. Se estima que en año y medio estén listas y en teoría beneficiaría a más de 40 mil venezolanos. El plan no solo consiste en desarrollar varios complejos habitaciones, sino también en construir algunas escuelas y ambulatorios. Seguramente este convenio no solo será parte del Plan Gran Misión Vivienda, sino que también servirá como cortina para ocultar posiblemente algún tipo de asesoría a los cuerpos de seguridad del Estado. Recordemos que existen convenios entre Venezuela e Irán donde nuestros policías y agentes de inteligencia reciben capacitación por parte de agentes iraníes, solo que ha sido mal ejecutado (afortunadamente) y lo poco que se ha hecho ha sido bajo perfil para evitar críticas en el país y a nivel internacional.
Por si fuera poco, simultáneamente al convenio con Teherán, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, recibió a los secretarios de finanzas y comunicación de Libia. Analizaron los escenarios de “guerra ilegal que promueve la OTAN” y Venezuela reiteró su solidaridad con Muamar Gadafi. Hay versiones que indican que el encuentro fue para buscar el suministro de petróleo de Caracas a Trípoli. El hecho es que mientras distintas naciones y organismos internacionales han condenado lo que ha ocurrido en Libia, el gobierno nacional sigue sirviendo de salvavidas para Gadafi. En los últimos días, las relaciones con Libia e Irán se han estrechado y la influencia de ambos países sigue aumentando. Es necesario atender estos temas y no solo concentrarse en lo electoral o la supuesta enfermedad. Venezuela no debe servir de refugio para gobiernos con vínculos terroristas.
@dsmolansky