Las 10 noticias más importantes del mundo petrolero de hoy 4 de agosto
Pdvsa multiplica sus gastos para “cabildeo” en EEUU (y a favor de Irán, Siria y Corea del Norte)
Los gastos en cabildeo (lobby) en Estados Unidos (EE.UU.) de la estatal petrolera Pdvsa se han “disparado” en esta año 2014, al superar este primer semestre de año cualquier cifra anual en los 16 años precedentes, desde 1998 a 2013.
Según datos de la Oficina del Senado de Registros Públicos de EE.UU. la empresa Pdvsa pagó, a través de su filial estadounidense Citgo Petroleum, la cantidad de 650.000 dólares estadounidenses (USD) hasta el 28 de julio de 2014. Tal cantidad en apenas un semestre, representa un incremento del 62,5% respecto a todo el año 2013, cuando gastó USD 400 mil en firmas de cabildeo ante el senado de EE.UU.
Los USD 650.000 en apenas un semestre representa una cantidad de dinero muy importante, por encima de lo que las grandes firmas con actividad en EEUU gastan en cabildeo. Arroja un promedio de USD 108.000 para cada mes del año 2014.
Cabildeo, ¿en qué?
El Center for Responsive Politics, una ONG estadounidense que hace seguimiento “al dinero en la política (de EEUU)” publica en su portal web que Pdvsa contrató tres firmas especializadas en lobby en el primer semestre del año.
Las gestiones de cabildeo contratadas a las tres firrmas estadounidenses se realizaron ante el Senado de EE.UU., la Casa de Representantes de EE.UU., la Oficina Ejecutiva del Presidente de EE.UU., los Departamentos de Estado y de Justica de EE.UU. y en la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU.
Los USD 650.000 los pagó Pdvsa para hacer cabildeo sobre 6 proyectos de leyes. Resalta que 2 de ellas no tienen relación directa con las actividades de Citgo o con nuestro país. Son la “Nuclear Iran Prevention Act of 2013” y la “Iran, North Korea, and Syria Nonproliferation Accountability Act of 2013“.
Utilizar a Pdvsa y sus recursos para hacer cabildeo a favor de nacionaes independientes como Irán, Corea del Norte y Siria en Estados Unidos es una clara demostración de cómo Pdvsa ha sigo desnaturalizada de sus funciones de producción y comercialización de hidrocarburos, para convertirla en una organización pública que no rinde cuentas y se maneja con total opacidad en sus finanzas y gastos, como por ejemplo, los de cabildeo que acá les mostramos. (La Patilla)
El litro de gasolina costaría no menos de 2,75 bolívares
Así lo estimó el economista José Guerra, al analizar el anuncio hecho por el presidente de la República, Nicolás Maduro, de crear un fondo para las misiones con los recursos que se generarían, que estarían entre los 40 mil millones y 100 mil millones de bolívares, publica La Voz.
A raíz del reciente anuncio por parte del presidente de la República, Nicolás Maduro, del inicio de un debate sobre el ajuste de los combustibles, la mayoría de los encuestados por el diario La Voz ve con buenos ojos la medida del aumento de la gasolina, congelado desde hace 17 años, siendo la más barata del mundo.
“La gasolina en Venezuela es demasiado barata, hace años que debió haber subido de precio”, dijo Alberto Jesús Hernández, conductor de taxi, quien agregó que, en su opinión, el incremento del costo del combustible debería llevarlo a 0,5 bolívares por litro. “Así llenas un tanque con 20 bolívares, que igual no son nada, pero es mucho más de lo que costaba antes”.
Actualmente el costo de producción de las gasolinas de 91 y 95 dejan pérdidas diarias de 38 y 86 millones de bolívares al día, respectivamente, por el diferencial entre el precio de venta (congelado desde hace 17 años en Bs. 0,070 y Bs. 0,097 por litro) y el costo de producción de cada tipo de gasolina, que oscila entre 2,4 y 2,7 bolívares, según el ministro de Petróleo y Minería, y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez. El mismo funcionario dice que las pérdidas que percibe la empresa estatal por el subsidio a los combustibles alcanza los 12 mil millones de dólares al año.
El destino de las ganancias
En el acto de clausura del III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Maduro afirmó que el incremento de combustibles puede generar ganancias de entre 40 mil millones y 100 mil millones de bolívares los cuáles propuso sean utilizados en las misiones.
“Esto indica que el nuevo precio de la gasolina ya se tiene acordado: debe llegar a 2,75 bolívares, y cuidado sí más”, aseguró el economista José Guerra, quien agregó que si bien era necesario un aumento en su precio, este debía ser acompaña con otras medidas, “tales como ir reduciendo los subsidios a Petrocaribe, que le cuestan a Pdvsa 7 mil millones de dólares al año y 250 mil barriles de petróleo diarios”.
Agrega el experto que “la Misión Vivienda no está construyendo casas por falta de fondos, lo que necesita son cabillas y cemento que no se consiguen en el país; así mismo, Patria Segura no resolverá el problema de la delincuencia con más dinero, sino con una buena política de seguridad”. Guerra dice que “lo que Maduro quiere hacer con este anuncio del fondo para las misiones, es ablandar las resistencias que puedan haber para aumentar la gasolina”.
El meollo del asunto, para el economista, se encuentra en quién administrará los recursos percibidos por el nuevo precio del combustible. “Esos dineros tienen que ir a un fondo, Pdvsa se ha convertido en una sucursal de un partido, la corrupción es un peligro latente; desde el Gobierno tienen que idear una manera de que se le devuelva a la ciudadanía de forma directa parte de lo que se les quita por concepto del nuevo costo de la gasolina”, opinó el también profesor de la Universidad Central de Venezuela.
“Todo subirá”
En el pueblo también hay voces en contra del incremento, aunque en apariencia no son la mayoría: La señora Mariana de Flores cree que el ingreso que vendría de la venta de combustible va a ir a parar “a los bolsillos de ellos (altos funcionarios del Gobierno) y no los van a invertir en el pueblo”.
Asimismo, para Victoria Hernández, residente del municipio Sucre, el aumento de la gasolina conllevará irremediablemente a un aumento en la inflación. “Si suben la gasolina, todo subirá: comida, roza, zapatos, medicinas, todo”, dijo.
De la misma manera opina Mauricio de La Hoz, conductor de unidad de transporte público, quien agregó que con dicho incremento, se encarecerán todavía más los repuestos y autopartes, así como el pasaje.
“Todo se va a ver afectado, si siguen subiendo así las cosas, ¿hasta dónde vamos a parar?”, se preguntó.
Según las estimaciones de los economistas, con el incremento de la gasolina se va disparar el índice inflacionario. “Hasta el ahora se estimaba que la inflación rondará el 70%, pero con este anuncio del aumento de los combustibles, fácilmente podría superar el 100% al finalizar el año”, aseveró Guerra.
Devaluación y caída del PIB
Según informaciones extraoficiales suministradas por fuentes dentro del Banco Central, se ha sabido que en el primer trimestre del año se ha caído el Producto Interno Bruto del país en un 5,5 %.
“Esta es una caída brutal de la economía, y más o menos así va a terminar el año, y es peor aun que no se publique, lo más probable es que traten de maquillarla las cifras”, dijo el economista José Guerra. Luís Guillermo Valera (La Patilla)
La Banca pública controla 32% de los depósitos en el sistema
Con la creación del Banco de las Fuerzas Armadas el Gobierno sumó una nueva pieza a su rompecabezas financiero que además incluye los bancos Venezuela, Bicentenario, Tesoro, Industrial y Agrícola, una red que en conjunto al cierre de junio de este año controla 32% de los depósitos del público y 27,8% del crédito en el país.
El tamaño del grupo financiero en manos del Gobierno queda claro al observar que su principal ficha, el Banco de Venezuela, gestiona 18% de las captaciones mientras que Banesco, la entidad financiera privada que le sigue, domina 14,36%.
Una parte importante del crecimiento que ha tenido la banca pública proviene de que el Gobierno ha concentrado en ella el dinero del Estado, de hecho, de cada 100 bolívares que ministerios, gobernaciones o empresas como Pdvsa y Cantv tienen en la banca, 79 están colocados en las torres financieras públicas.
Esta tendencia podría acrecentarse con el Banco de las Fuerzas Armadas que al cierre de junio, de acuerdo con la Superintendencia de Bancos, cuenta con depósitos del Estado por el orden de 3 mil 703 millones de bolívares.
La concentración del dinero del Estado en la banca pública ha profundizado el desbalance en el reparto de la liquidez en el sistema donde unas entidades financieras cuentan con excedentes de bolívares y otras acuden al mercado interbancario para cubrir sus requerimientos.
En julio los bancos se prestaron entre si 119 mil 825 millones de bolívares, una magnitud que supera en 185% a la de junio, mientras que la tasa de interés promedio a la que se realizaron las operaciones saltó desde 4,6% a 12,3%.
El analista financiero Francisco Faraco ha señalado que el Gobierno comenzó a utilizar los bancos públicos como un mecanismo para tratar de frenar el alza de la liquidez, la principal razón detrás de la aceleración de la inflación que en los últimos doce meses registra un salto de 60,9%.
Presta menos
Una de las principales ventajas de que el Estado sea propietario de entidades financieras, es que el Gobierno puede impulsar planes para ampliar el acceso al crédito, pero las cifras oficiales indican que los bancos privados son los que más se enfocan al financiamiento.
Para medir esto la Superintendencia de Bancos utiliza un termómetro conocido como índice de intermediación crediticia, que refleja cuánto de los depósitos se dirige a préstamos.
En promedio, al cierre del primer semestre de este año, los bancos privados destinan al crédito 53,9 de cada 100 bolívares en depósitos mientras que en la banca pública se dirigen 43,9 de cada 100.
En este resultado influye de manera determinante que el Banco Industrial de Venezuela destina al crédito 28 de cada 100 bolívares en depósitos y el Bicentenario 30,58.
Poco crecimiento
Si bien la inyección de crédito barato, a tasas de interés muy por debajo de la inflación, se ha mantenido en aumento la economía pierde fuerza.
En 2013 el total de préstamos concedidos por la banca, pública y privada, registró un salto de 69% y la economía solo creció 1,3% versus 5,6% en 2012.
En el primer semestre de este año el crédito continuó expandiéndose con un alza de 30% al contrastar junio con diciembre y las proyecciones de Ecoanalítica consideran que en el primer trimestre la economía registró una caída de 3%.
El directorio del Banco Central se ha negado a difundir las cifras oficiales sobre el comportamiento del PIB, pero las cámaras que agrupan a las empresas privadas han señalado que las trabas para obtener divisas golpean la producción, algo evidente en el sector automotriz. (El Universal)
Gas vehicular toma protagonismo tras ajuste de la gasolina
Los bajos precios de la gasolina han sido el principal obstáculo para que el plan de gas natural vehicular no se haya convertido en un combustible de uso masivo y de primera elección entre los conductores.
A la luz de un eventual incremento en los importes de los carburantes, ya anunciado por el Ejecutivo Nacional, analistas consultados por El Mundo Economía y Negocios, aseguran que sin duda el gas natural pasaría a tener un protagonismo importante que podría inclusive, con el tiempo, modificar la matriz energética al menos para el uso automotor.
Pero este antiguo plan que data de mediados de los noventa, llamado para ese entonces, GNV (Gas Natural Vehicular) y relanzado en 2006 por el fallecido presidente de la República, Hugo Chávez, bajo el nombre de AutoGas, no ha visto luz al final del túnel. (El Mundo)
¡Así estamos!
A pesar del Fonden, del Fondo Chino y de la reforma fiscal que creó el difunto Chávez, es cada vez más precaria la situación en que nos encontramos los venezolanos.
Es necesario un cambio inmediato en el área económica, entre otras cosas, porque para importar se necesitan dólares y no hay, ya que al bolívar fuerte sólo le queda el nombre, porque actualmente no vale nada; es que ni siquiera en países como Colombia, cuando hace pocos años, nuestra moneda tenía un valor importante sobre el peso colombiano, ahora ni allá nos aceptan los bolívares.
El gobierno no puede seguir pretendiendo correr más la arruga con las decisiones que hay que tomar en materia económica, ahora Maduro busca un sacudón a ver cómo consigue un dinerito para ver si logra estirarlo, y así mantener la política populista que alargue un poco más estas decisiones en cuanto a la crisis económica, tratando de agarrar un respiro para poder llegar a las elecciones parlamentarias de 2015.
El ministro Rafael Ramírez, tratando de conseguir recursos para calmar las aguas, estuvo hace un mes en Londres y en los próximos días va a Nueva York, para eso que Maduro ha denominado “Ronda de conversaciones con la banca internacional en busca de financiación…”
Por otro lado, está el reciente préstamo otorgado por Rusia, la deuda con China que ya suma el doble de lo que tenemos en reservas internacionales y que aunque el primer mandatario diga que nada de esto es endeudamiento, sino financiamiento, todos sabemos que no es así.
Este régimen dice ser enemigo de los “imperios”, y ahora lo vemos cayendo redonditos ante los chinos. Una deuda que sin lugar a duda tendrán que pagar la generación de nuestros nietos.
Urge sincerarse para disminuir la escasez, aunque indudablemente, eso se va a traducir en un aumento inmediato de la inflación al elevar el tipo de cambio, callejón sin salida en el que se encuentra el régimen.
En 1984 también tuvimos cuatro tipos de cambio por corto tiempo e igualmente fue un error, pero estos “socialistas y revolucionarios” volvieron a tropezar con la misma piedra, a pesar de que en aquella oportunidad duró poco y no funcionó.
Cosas como los efectos que pasaron, pasan y pudieran pasar antes, durante y después de la liberación de la tasa de cambio y comparar con lo que ocurrió en el momento con Recadi, OTAC y ahora Cencoex.
De eso va a surgir parte de la explicación, por ejemplo, de que hoy en día alrededor de mil venezolanos a diario pasan a formar parte de la lista de pobres en nuestro país.
Antes con Chávez y desde finales de 2012 con Nicolás, el régimen asfixió al aparato productivo nacional. Confiscaciones, expropiaciones y estatizaciones colocaron en manos del Estado una parte importante de la red de producción y distribución de productos de consumo masivo, el resultado es que ahora la escasez nos come los huesos porque mermó a nivel crítico la producción y el desabastecimiento se agudiza. Entre tanto la absurda política de economía de puertos, con la que se sustituyó la producción nacional con importaciones, acabó con la divisas. Resultado de tal absurdo es que ahora ni hay productos, ni hay divisas. ¡Así estamos! Omar Ávila (Correo del Caroní)
Empresas Mixtas
La izquierda de Costa Rica presiona a Solís para que se una a Petrocaribe
El partido de izquierda Frente Amplio, tercera fuerza política de Costa Rica, ha añadido un elemento más a la espesa agenda de discusión política que rodea al incipiente Gobierno de Luis Guillermo Solís: pedir la adhesión del país a la alianza energética venezolana Petrocaribe. La posibilidad de entrar al grupo dirigido por el Gobierno de Nicolás Maduro ha activado un debate ideológico, económico y hasta ambiental en este país asido al discurso de las energías limpias y, al mismo tiempo, importador creciente de hidrocarburos.
La propuesta la lanzó el diputado Jorge Arguedas, un exdirigente sindical del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), entidad productora del 74% de la energía eléctrica. La idea cayó por sorpresa en manos del presidente Luis Guillermo Solís, quien no tenía la adhesión a Petrocaribe entre sus planes. Anteriormente había descartaba por completo la adhesión a la Iniciativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Su respuesta ha sido fiel a su estilo: abrir un periodo de consulta (y de debate) sobre las ventajas económicas de unirse al grupo al que, en Centroamérica, ya pertenecen Nicaragua, Honduras y El Salvador; Guatemala se abstuvo a última hora.
“No sé si el petróleo de Petrocaribe es más barato, pero sí sé que lo ofrecen en condiciones preferenciales y es la única forma posible de lograr rebajar el precio de los combustibles y de la energía eléctrica en lo inmediato”, ha explicado Arguedas. Se refiere a la promesa de Solís, incumplida a 80 días de gestión, de abaratar el coste de la luz, afectado en buena medida por la necesidad de importar más hidrocarburos para suplir la caída en la producción de hidroelectricidad provocado por la disminución en las lluvias.
Petrocaribe ofrece a sus miembros suministro de petróleo con una tasa de 1% hasta a 25 años, con dos años de gracia y con la posibilidad de pagar la mitad de la factura con bienes producidos en el país, subraya Arguedas. Para un sector, esto no es más que un mecanismo de endeudamiento sin verdaderas ventajas en el coste del crudo, pero las mayores críticas se dirigen a lo ideológico, a las implicaciones de entrar a los círculos creados por el fallecido Hugo Chávez y ahora bajo el control de Nicolás Maduro, en un contexto distinto.
Sabe Solís, un experto en relaciones internacionales, que en Costa Rica es reducida la simpatía y la tolerancia a las ideas y obras chavistas u otras corrientes de izquierda. Esta fue, en gran medida, la causa de la caída electoral que sufrió en los comicios de febrero el candidato José María Villalta, atacado por sus ideas izquierdistas. Las encuestas indicaban que iba bien, pero después se despeñó. Su partido, Frente Amplio, no pudo entrar a la segunda ronda que ganaría Solís contra el oficialismo, pero sí logró quedar como tercera fuerza legislativa, con nueve de 57 legisladores.
El Partido Acción Ciudadana (PAC, centroizquierda) de Solís gobierna en minoría con 13 diputados y ha necesitado acercarse a Frente Amplio, entre otras fuerzas, lo que implica abrir espacios en la Presidencia de la República. Fue en una reunión nocturna en la Casa Presidencial cuando Jorge Arguedas propuso al mandatario lo que cree que es la mejor solución para encarar los apuros energéticos, mientras se plantean reformas de mayor calado en un plazo de 18 meses. “Aquí no se trata de ideología; entrar a Petrocaribe no es entrar al ALBA. Vea que el mismo Óscar Arias quiso hacerlo en el 2008”, recordó el diputado Arguedas.
Es así. El Gobierno anterior, alejado la nueva izquierda latinoamericana presentó la solicitud cuando el precio internacional de petróleo alcanzó el récord de 147 dólares (34 dólares más que en julio de 2014), como recordó su canciller Bruno Stagno Ugarte. En un artículo publicado recientemente en el diario local La Nación, sostiene que la solicitud no se concretó porque su país se negó a ceder en posiciones que no precisó en su texto. Se opone, ahora sí, a hacer la solicitud al Petrocaribe, como también está en contra la mayor asociación de empresarios del país, a pesar de su fuerte reclamo por el coste de la energía.
“Hoy Venezuela tiene poco que ofrecer, sumida en una crisis económica propia y una crisis política que ha debilitado y herido la “revolución bolivariana” (…) Hoy no existe razón alguna de peso para endeudarse, aun en condiciones blandas, con un esquema que tiene poca actualidad y que amenaza con comprometer nuestra soberanía e independencia en materia de política exterior”, ha escrito Stagno en un artículo en La Nación, en cuyos editoriales muestra también su oposición a unirse a Petrocaribe, con el argumento de que la apuesta energética del país debe seguir el cauce de las energías limpias.
Costa Rica, que obtiene el 90% de su energía de fuentes renovables y renunció a explorar petróleo en su territorio hasta el 2021, afronta problemas para sostener el ritmo de consumo. Además, el incremento de los vehículos (presentes en el 60% de las familias), arrastra con fuerza la demanda de carburantes. El país importó en 2013 más de 19 millones de barriles con una factura de 2181 millones de dólares. Del total de hidrocarburos comprados, casi un 90% provino de Estados Unidos.
“No hay a la vista una propuesta energética y de momento tenemos que resolver. Ahora tampoco es tan fácil construir proyectos hidroeléctricos por sus efectos ambientales y la necesidad de respetar los derechos de pueblos indígenas. Y del otro lado está la población reclamando una reducción de las tarifas y eso se puede hacer con Petrocaribe”, concluye Arguedas, crítico de un proyecto de una refinería conjunta entre la estatal Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y una empresa pública de China. La propuesta del congresista tiene el respaldo de su bancada y de otras figuras de izquierda, como el historiador Vladimir de la Cruz, quien fue el embajador de Óscar Arias ante Venezuela en el 2008.
El nuevo embajador de Venezuela en Costa Rica, Jesús Javier Arias Fuenmayor, ha llegado a su función en julio con los brazos abiertos, al ofrecer Petrocaribe como una alianza energética que permite a sus miembros aprovechar la financiación venezolana a cambio de dedicar más dinero a obras sociales o al desarrollo productivo. “La salud de Petrocaribe es la misma salud del potencial energético venezolano; hoy estamos no solamente exportando más de tres millones de barriles de petróleo al día, sino que planteamos llegar al 2019 a seis millones de barriles”, dijo en una entrevista después de reunirse con diputados de Frente Amplio. (El País)
Aumento de la gasolina y la LOPJ
En cuanto al eventual aumento del precio de la gasolina en el mercado interno nacional de Venezuela, entre los mentideros de la política y los intelectuales inorgánicos, hay varios simplismos que rayan en la estupidez, porque ocultan lo de fondo: su finalidad o utilidad.
En el primer grupo de ellos, tal vez, el más común y banal, cual IESA, SE-DICE, Academia de las Ciencias Económicas y Alquimistas, están los que plantean que debe aumentarse la gasolina “porque es más lo que se deja de propina al bombero que lo que se paga por ella”. Otros, con más episteme en este grupo, afirman que “debe internacionalizarse el precio” y los más audaces alegan que en sus estudios de campo, han descubierto que una perolita de agua es más cara que llenar el tanque del automóvil.
En otro tolete están los “irritados” contra el régimen, es decir, los disociados psicóticos, que en su afán de sangre para que salga el Presidente Nicolás Maduro, afirman que “ojalá, aumenten la gasolina, porque vamos a tener otro sacudón como el del 27, 28 y 29 de febrero del año 89”. Por eso su silencio expectante y deseoso, que cuadra con las expectativas de sangre con Robertica Jacobson, para los próximos días, según sus planes.
Ciertamente, la gasolina hoy, en el 2014 y desde hace rato, cuando llegó al poder el Comandante Hugo Chávez, luce tan barata para nosotros, entre otras cosas, porque:
1. Lo primero que emprendió su gobierno ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), fue la adecuación y pago de los barriles de petróleo a precios justos internacionales, elevando su costo en un banda de flotación, entre 90 dólares por barril, hasta unos 120 en situaciones extremas, además de que a lo interno, se salió de ese sector de chupasangre, enquistado en la vieja PDVSA, dados en llamarse “Gente del Petróleo” y su “meritocracia” de buche y plumas;
2. El Comandante Hugo Chávez ha liderado los aumentos salariales más altos de la historia republicana y el Presidente Nicolás Maduro, en poco tiempo, los ha elevado por encima de la inflación acumulada para el momento de las firmas de convenciones colectivas;
3. Durante la revolución chavista hubo una reconversión monetaria en la que se anularon 3 dígitos, derivando en lo que conocemos como el “Bolívar Fuerte”, con su respaldo real en oro puro y rescatado de bancos en el extranjero, en donde pagábamos para que nos esquilmaran en la llamada IV República;
4. Ahora, vivimos en una nueva institucionalidad, es decir, en un Estado bolivariano, socialista y chavista del siglo XXI, lo que hace que algunos no se hayan adecuado y no comprendan aún el porqué del precio de la gasolina y la finalidad de un circunstancial aumento, que no sería bajo los esquemas capitalistas, como el neoliberalismo y la explotación de la clase trabajadora, verbigracia, la diferencia entre “gastos social” e “inversión social”.
En cuanto a la conseja del aumento de la gasolina, relacionado con la salida del Presidente Nicolás Maduro y de todos los chavistas, porque sería el detonante para un estallido social, habría que recordar que con Carlos Andrés Pérez, las causas fueron otras, pues pretendían imponer un aumento de la gasolina a un Pueblo agobiado por el liberalismo económico, estrangulado en todos los sentidos, con un brecha de pobreza extrema que superaba el treinta por ciento de la población (30%), había corrupción galopante y hastío hacia la clase política gobernante, sobre todo, se pretendía aumentar la gasolina hasta dolarizar sus precios, respondiendo a un mandato expreso del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En cambio, en el caso que nos ocupa hoy, el Presidente Nicolás Maduro está partiendo de una motivación: la inversión social, entendida como el beneficio que directamente se revierta en el Pueblo, en viviendas, becas, misiones, que para los capitalistas neoliberales, eso no sería inversión social, sino “gasto”, porque ellos lo entienden así y entienden el crecimiento económico- social, como que el sector privado y la burguesía sean groseramente más ricos.
Pero, pareciera que estamos, obviando, consciente o inconscientemente dos cosas: la primera, el llamado a debatir entre todos los sectores patriotas, un eventual aumento de la gasolina, no para cubrir déficits, sino para inversión social; la segunda y principalísima, tiene que ver con la convocatoria a todas las Unidades de Batalla “Bolívar – Chávez” (UBCH), para que abatamos la especulación y la usura en esta guerra económica, que -según el modesto entender de quien escribe esto- no estamos ganando.
Se trata de no hacer del precio de la gasolina un fetiche de algo que no se puede tocar, ni aumentar, como tampoco, se trata del aquelarre con el que justifican y sueñan los iesaboys, los del SE-DICE y todos los apologistas del neoliberalismo, para hacer el mandado a sus amos del imperio, adecuándose a recetas trasnochadas.
Para nadie es un secreto que la guerra económica la están ganando los sectores parasitarios, con: desabastecimiento programado, hiperinflación que va de artificial a real, especulación y usura desmedidas e impunidad frente a estos delitos, de manera generalizada.
Con este antecedente económico, hemos de entender que no tendría sentido, ningún aumento racional de la gasolina, si no liquidamos primero, el parasitarismo y la impunidad con el que sectores privados disparan la inflación, de manera artificial, porque para ellos la Ley Orgánica de Precios Justos (LOPJ), no es más que un remedo.
Aumentar la gasolina sin hacer efectiva la LOPJ sería una tragedia. Nosotros como ciudadanos estamos llamados, junto con el gobierno, a liquidar los sectores parasitarios y, eso, aún, no está pasando.
Por ahora, gozar de la gasolina más barata del mundo, casi regalada, no nos estorba, ni nos da remordimiento de conciencia, porque es nuestra. Y si se aumenta, que vaya en inversión social, sin que sea un acicate para que se dispare la inflación. Luis Alexander Pino Araque (Aporrea)
A 100 años de historia petrolera, seguimos haciendo lo mismo
-¿Un siglo de la industria petrolera se nos agotó la creatividad para repensar las políticas sobre hidrocarburos?
En esta época de la historia no hay mucho que repensar en cuanto a las Políticas sobre hidrocarburos en Venezuela. Considero que se encontró el camino ideal que por tantos años muchos académicos, gobiernos y gran parte de la población soñó en cuanto a la administración de los recursos energéticos del país. Ahora la política petrolera está cónsona con la política social, para la cual exige que cada acción lleve inmersa una racionalidad estrictamente rentista. Lo social es más importante que lo económico.
Para hablar de política petrolera hay que diferenciar sus dos objetivos fundamentales: la política para la captación del ingreso petrolero y la política para la distribución de ese ingreso. Y en cien años de historia, las estrategias gubernamentales para esos dos ámbitos de acción han variado en el tiempo. En la praxis, se han identificado dos enfoques tradicionales vinculados directamente con la producción petrolera: el enfoque rentista y el de maximización de la producción, que por definición ambos son antagónicos.
Bajo el enfoque rentista, la política petrolera va dirigida a controlar el volumen de producción para incrementar los precios y la renta. Se basa en la comprensión del negocio petrolero como producción de bienes y servicios energéticos, pero defiende la tesis del aprovechamiento de los recursos no renovables y su valor de cambio en el mercado internacional.
Ese enfoque es el embrión del modelo de Estado que se ha desarrollado mayormente en Venezuela en lo últimos 100 años: el modelo de Estado rentista, que es aquel que no se apoya de la renta que aportan los excedentes de producción de la sociedad nacional, sino que es dependiente de los ingresos generados en el exterior por la vía de rentas, en nuestro caso, las generadas por la venta del petróleo en el sistema internacional.
Por su parte, el enfoque de maximización del petróleo o productivista se concentra en el acceso al mercado internacional y el crecimiento del volumen de producción, no importando los niveles de precios. Plantea el desarrollo de la producción de bienes y servicios energéticos desde una perspectiva economicista-materialista, que considera al ser humano como un objeto social, y desarrolla conceptos como eficacia, eficiencia y productividad a partir de la utilidad económica, y donde la actividad política está en función de lo económico
La política petrolera de Hugo Chávez defendió el rentismo como negocio, para financiar el modelo de desarrollo político, económico y social que impulsó en Venezuela. Porque era consciente de utilizar la renta petrolera como apalancamiento del resto de la economía. Sin embargo, se diferencia del rentismo tradicional porque incorporó el humanismo, que considera al ser humano como el centro de todo, y el socialismo, que lo considera como un sujeto social, con un manejo conceptual de los términos eficacia, eficiencia y productividad visto desde la utilidad social, y con la actividad económica estando en función de objetivos políticos.
-¿Cuáles son los desaciertos de la política petrolera en los últimos 15 años?
Son pocos los desaciertos en materia de política petrolera que ha tenido el gobierno revolucionario si se considera que el objetivo de la industria petrolera nacional es generar los mayores beneficios económicos y sociales al país. Este sector aporta el 96% de los ingresos en divisas al país, los demás sectores exportadores son incipientes, viven deprimidos, no son independientes financiera y tecnológicamente y se la pasan rogándole al Ejecutivo que les dé un cupo de dólares para importar y ensamblar sus productos en el país. En Venezuela, no hay una empresa privada que se muestre en el futuro como el sustituto o complemento de Pdvsa como generadora de divisas, con independencia económica y tecnológica.
El desacierto sigue estando en el aprovechamiento de la renta petrolera para estimular otros sectores productivos y ayudarlos a independizarse, que alcancen a producir todos sus insumos, tecnologías, capacitación y con miras a exportar con fines competitivos, es algo que nos diferencia de los países altamente industrializados, que no dependen de un sólo generador de divisas.
En los últimos cuatro años, la economía venezolana se ha mantenido gracias al precio del petróleo, que se ha ubicado relativamente alto y estable, cercano a los 100 dólares por barril.
Otra falla que he visto, es que la planificación de la producción petrolera del futuro contradice a la política de producción del presente. Los directivos de Pdvsa la visualizan produciendo duplicando la producción para el año 2018, es decir, produciendo 6 millones de barriles diarios, y vemos que en el presente se plantea la defensa de las cuotas de la OPEP y la estrategia de recortes de producción para mantener precios a niveles rentables.
Algo que no está aún claro es sobre la estrategia que tiene Pdvsa para aumentar la producción petrolera efectiva actual (2014) de 3 millones de barriles diarios a 6 millones de barriles diarios en el año 2018. Esto contrasta con las cifras oficiales de Pdvsa y la tendencia que indican las cifras. Pdvsa muestra que en los últimos años la capacidad de producción ha venido mermando, pasando de 3,8 millones de BD en el año 2008, a 3,3 millones en el año 2013, en una clara tendencia a la baja; y también, la tendencia a la baja de la producción efectiva en los últimos años que en el año 2008 fue de 3,39 millones de BD y cerró en el 2013 en 3,02 millones de BD.
Cabe preguntarle al Ministro Ramírez si la política petrolera cambiará para el año 2018, y si se aupará la política de maximización de la producción sacrificando precios. Pero sería una producción de pesado y extrapesado que según las propias cifras de Pdvsa, ha venido creciendo a un ritmo promedio de 5,8 por ciento interanual, mientras que el mediano ha venido mermando en un mismo ritmo (5,8 por ciento) y el liviano viene cayendo en promedio en 3,8% interanual. Algo que es contrario al espíritu de la política petrolera de Hugo Chávez Frías.
-¿Cuáles son los aciertos de la política petrolera en los últimos 15 años?
La política petrolera del gobierno de Chávez, que es la misma que viene aplicando el gobierno de Maduro, se basa fundamentalmente en la conservación estratégica de la producción, que tiene como finalidad fortalecer los precios del petróleo y favorecer una política más rentística en un contexto de respeto a los acuerdos emanados del seno de la OPEP. El respeto a esta organización es un punto de honor, algo que en contraposición de la estrategia de “maximización de la producción”, donde era común ver a sus países miembros violando los acuerdos continuamente. A la OPEP la llamaban el “Club de los Pinochos” a finales de los noventa. Una política petrolera que quedó en el pasado.
También, el presidente Chávez acabó con la “tecnocracia” que existía en PDVSA, siendo desplazada por una nueva forma de conducir la política petrolera nacional, las relaciones comercio petroleras nacionales e internacionales, el negocio petrolero y el destino de la renta, en el marco de un proceso estrictamente político-social e ideológico denominado: la revolución bolivariana. Ahora, el diseño de las políticas públicas vinculadas a este sector y a otros sectores relacionados con la energía son abordadas por el gobierno nacional bajo el pensamiento estratégico pero con una “visión política”.
El desarrollo de ese modelo alternativo utiliza como eje central al sector petrolero, por la dependencia de la economía de los ingresos fiscales que éste reporta. Según cifras del Ministerio del Poder Popular de Planificación y Finanzas, en el período 2004-2013, el aporte promedio de este sector al fisco nacional fue de 52,30%, es decir, por cada dos bolívares que ingresaron al fisco, un poco más de uno lo reportó el petróleo, a pesar que representó un promedio del 15,90% del PIB real en el mismo período según el Banco Central de Venezuela; y al mismo tiempo, reportó el 96% del valor de las exportaciones al país (Portal BCV, 2014).
Los ingresos fiscales venezolanos dependen de fluctuaciones en la cotización de la cesta petrolera en el mercado internacional. En la medida que aumentan, este país recibe más dólares por la misma cantidad de petróleo (volumen) exportada en forma cruda o en productos derivados. Es por lo anterior, que la defensa de los precios es una de las estrategias dentro de la política petrolera promovida por el gobierno actual, y no sólo constituye una acción de carácter económico sino también político, porque se defiende en el mercado petrolero internacional.
La política petrolera de Hugo Chávez, fue blindada legalmente desde que fue aprobada la Ley Orgánica de Hidrocarburo en agosto del año 2001, que fue uno de los elementos detonante del Golpe de Estado de Abril de 2002, que lo derrocó por 48 horas. Fue un golpe petrolero, y cuyo Golpe continuó con el Sabotaje de Pdvsa que duró desde diciembre de 2002 hasta febrero de 2003.
Luego de eso, el gobierno revolucionario tomó el control de Pdvsa hasta los momentos. Hoy, se puede decir, que la política petrolera es independiente, algo que contrasta con la historia petrolera contemporánea. Ahora, todas las actuaciones de Pdvsa, como actor fundamental del sector, están subordinadas al Estado venezolano, y actúa bajo los lineamientos trazados en los Planes de Desarrollo Nacional diseñados por el Ministerio de Energía y Petróleo.
Desde el 18 de agosto de 2005, la política petrolera se rige en lo que se denomina “Plan Nacional Siembra petrolera 2005-2030”, y sus líneas estratégicas institucionales están marcadas en el “Plan Estratégico de Pdvsa”.
Evidentemente, que la política petrolera de la revolución hacia la captación de los ingresos es la mejor que hemos tenido en estos cien años.
Antes, la participación de PDVSA estaba limitada solo el 30%, no podía tener mayoría, PDVSA era una empresa que estaba en vías de privatización, entregaron los buques, taladros, la inyección de gas, suministro interno de combustibles, entre otros, y la mayoría de los trabajadores estaban tercerizadas por empresas explotadoras.
Chávez recuperó la soberanía de los recursos peroleros, ahora por cada barril de petróleo que se vende en el mercado internacional al país le queda un 94% y a nuestros socios, valga decir, las compañías transnacionales les queda el 6%. Esto es un cambio radical. En esta política petrolera no hay que repensar nada. Es la más cónsona con los intereses de la nación….
A pesar que la planificación de la producción está chocando con la realidad, PDVSA sigue siendo una empresa altamente rentable para el país. Las cifras oficiales develan que es la compañía más importante del país y que sigue arrojando altos beneficios para seguir financiando el desarrollo económico y social, incluso, para mantener el poder político de la revolución por muchos años más.
Los resultados de la gestión de PDVSA del año 2013, fueron uno de los mejores en muchos años. Sus ingresos totales fueron de 134 mil 326 millones de dólares, con una utilidad neta de 12 mil 907 millones de dólares, un valor en los activos de 231 mil 120 millones de dólares y su patrimonio se ubica en 84 mil 486 millones de dólares. Cuando comparas estas cifras con las de cualquier otra compañía en Latinoamérica te encuentras que PDVSA es una empresa sólida financieramente.
Cifras de PDVSA 2013:
Primera reserva petrolera del mundo con 298.353 millones de barriles, que al ritmo de producción actual, se tendría petróleo para más de 300 años.
Se exportan 2,4 millones de barriles diarios a cuatro continentes.
Fuerza laboral de 140.626 trabajadores.
Aportes a la nación:
Aportes Fiscales petroleros: 111.072 millones de dólares
Aportes al desarrollo social: 23.341 millones de dólares.
Aportes al Fonden: 10.418 millones de dólares.
Quinta mejor empresa petrolera del planeta, por su capacidad instalada, que incluye las reservas (1) y producción petrolera (6), las reservas (6) y producción de gas (16), su capacidad de refinación (6) y sus ventas (14).
Sexta en capacidad de refinación: 2,8 millones de b/d. (Nac: 1.303 y Int: 1.519)
Ingresos Totales: 134.326 millones de dólares.
Ganancias Integrales: 12.907 Millones de dólares
-¿Qué le depara a Venezuela el próximo siglo como país petrolero?
Venezuela seguirá siendo uno de los países más atractivos para las inversiones en el sector petrolero. Los niveles de riesgos son menores en comparación con el resto de los países petroleros. Los inversionistas saben que somos el segundo país más seguro para colocar su dinero y con alta garantía de obtener producción de petróleo en corto plazo. Venezuela sigue y seguirá siendo por muchos años un lomito energético para el resto del mundo.
Muchos países quieren hacer negocios con PDVSA en infraestructura de producción, almacenamientos, oleoductos, gasoductos, buques, sistemas eléctricos, tecnologías petroleras, petroquímica, en diversos conglomerados industriales, incluso en reciclajes ferrosos. En fin, son negocios que hay cuajarlos.
En ese sentido, estoy de acuerdo con lo que dice el ministro Rafael Ramírez, que hay que montarse en el tren de la Faja. Allí está nuestro futuro, allí están los recursos para el desarrollo económico y social de nuestras futuras generaciones. Pero, definitivamente, hay que darle un vuelco al modelo industrial parasitario que tenemos. Allí tenemos la gran debilidad estructural del proceso de industrialización.
Pasa el tiempo, pasan los años y pasan los gobiernos y aún seguimos hablando de lo mismo: ¡Hay que sembrar el petróleo!, un frase utilizada por Uslar Pietri en su breve escrito del Diario Ahora del 14 de julio de 1936, para criticar y llamar a la reflexión a la sociedad venezolana de esos tiempos, sobre la gran parte de la economía destructiva que había en la producción de nuestras riquezas, de cómo se estaba llevando a nuestro país con altos ingresos producto del petróleo a ser un parásito de esos ingresos, improductivo y ocioso, y exhortaba la necesidad de crear riqueza agrícola, reproductiva y progresiva.
100 años de petróleo y aún seguimos haciendo lo mismo: hablando más de lo mismo sobre qué hacer con el dinero que se capta del resto del mundo, diría yo, del dinero fácil que nos da la naturaleza a este hermoso país. Y el meollo del asunto sigue siendo en la política de industrialización y el gasto público improductivo, que dilapida esos recursos.
La Venezuela de ahora, aún tiene ese reto perenne: construir una economía productiva. Donde el Estado tiene que jugar un papel importante, porque es el que genera 96% de las divisas producto de las exportaciones petrolera. Al ser la que genera los dólares es la que debe seguir rigiendo el destino de esos dólares. Pero debe ser una construcción alejada del pensamiento neoliberalismo, donde la empresa privada es la unidad por excelencia de la actividad económica y el mercado es su ente natural que regula la producción y el comercio.
Por el contrario, el Estado debe ser el director general de la reconstrucción de la economía. Donde tiene que hacer un mayor esfuerzo que el que ha hecho hasta la actualidad, para superar el problema de la paridad cambiaria que marcadamente le viene haciendo daño a la industria nacional, al tema de inflación, y la dependencia de las importaciones.
En la actualidad, nuestra economía tiene abundantes divisas disponibles, solo que no tiene capacidad para absorber esa gran cantidad de dinero. Es por ello que hay que revisar profundamente qué cosa se está haciendo con las divisas que le ingresan.
Es por lo anterior, que podemos decir, que los ingresos petroleros de los últimos 15 años, han representado una ilusión para los venezolanos. Cuando hay bonanza petrolera como en la actualidad, nos hace ver que todo está bien, que estamos caminando hacia el progreso, hacia el bienestar material de todos, pero cuando revisas en profundidad el cimiento que estamos construyendo, te encuentras que todo ha sido una ilusión pasajera. Aquí vale ese dicho: Pan para hoy y hambre para mañana.
No se ha sembrado los cimientos de una economía fuerte, diversificada, industrializada, independiente, pero sobre todo, independiente de los recursos petroleros, porque en este sector es donde se sigue prestando mayor atención, las cifras de PDVSA así lo demuestran, relativamente está cada vez más sólida. Sin embargo, la mayoría del parque industrial y comercial venezolano sigue dependiendo de los petrodólares, de atajar una porción de la renta petrolera para seguir importando. Alejándonos cada vez más de la libertad económica que las generaciones de estos últimos cien años han esperado.
Si bien es cierto que la sociedad venezolana como parte del sistema mundial, altamente vinculada a la economía globalizada, miembro activo de la mayoría de organismos internacional regionales y suprarregionales, esencialmente, por sus potencialidades energéticas que mayormente exporta y por su alta dependencia de las importaciones, no se ha quedado atrás en el consumo de bienes y servicios altamente tecnificados, con apertura total a cualquier tipo de moda musical, gastronómica, entre otras expresiones culturales, que nos hace ver como una sociedad en permanente evolución y retroalimentación.
Sin embargo, en lo económico seguimos dependiendo de los ingresos petroleros, y la política petrolera. En ese sentido yo insisto siempre, que hay que elevar el discurso en esos diálogos por la paz política, económica y social de Venezuela. Y que el tema central de discusión debe ser sobre el modelo de Estado rentista que tenemos, por cierto, bien teorizado por muchos intelectuales desde la academia venezolana; y cuál es su relación con las variables determinantes de la realidad económica nacional como la inflación, empleo, sobrevaluación de la moneda, liquidez monetaria, reservas internacionales, niveles de productividad y escasez de bienes y servicios, entre otras. Asi como, determinar el rol de las comunidades, los empresarios, trabajadores, las fuerzas armadas, de los gremios, de la iglesia, de las universidades, etcétera, para superar ese rentismo parasitario a un rentismo productivo. Porque hay que estar consciente, querámoslo o no, que seguiremos siendo una economía que dependerá de los ingresos fiscales petrolero hasta que queramos, lo cual implica que estadísticamente hablando, la proporción de los aportes fiscales de los sectores no petroleros superen, al menos 2 veces, al del sector petrolero.
Imaginémonos, que en vez de dilapidar nuestros ingresos petroleros en importaciones de bienes y servicios de todo tipo, dedicáramos ese capital a multiplicarlo internamente por la vía de la producción de los bienes y servicios que realmente requiere la sociedad venezolana para vivir. ¡Allí seremos un gran país! Amén, de los beneficios en empleos directos e indirectos, de la reactivación del aparato productivo, del comercio nacional, del “hecho en Venezuela”, de la disposición de los bienes y servicios de primera necesidad, mejora en la recaudación fiscal, y de la caída de los niveles promedio de los precios. Andrés Giussepe (Aporrea)
Wills Rangel prefiere que se importen carros chinos a que se hagan en Venezuela
Chávez era experto ubicando a mediocres para colocarlos en altos cargos, gente sin criterio propio y sin capacidad de emitir una opinión personal sobre determinado tema, así llegaban al poder. Muchos sectores del país han sido demolidos por ello, un ejemplo, el sector laboral.
El caso de Wills Rangel, presidente de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST), es uno de ellos. Conocido como el que cargaba el maletín de Carlos Ortega, actual presidente de la CTV, en el exilio. Rangel por ser eso, un carga maletín, nunca pudo llegar a la dirigencia sindical con propuestas propias.
De pronto aparece como candidato a la Federación Unida de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv) y se hace presidente, por orden de Rafael Ramírez y Chávez de votar por este señor, igual en la CBST.
Hoy se ven los resultados. Los trabajadores petroleros en la peor situación de indefensión, nunca visto, en materia de beneficios económicos, sociales, y de seguridad industrial. Mientras Pdvsa se despedaza, Rangel lanza el trapo rojo de la situación en Palestina, como si un trabajador petrolero en Venezuela, comiera con eso.
Rangel no es un representante laboral, ni es un sindicalista a favor de los beneficios de quienes trabajan. En recientes declaraciones en nota de prensa emitida por la CBST, por ejemplo dice: “…no vamos hacer como central es garantizarle dólares a las empresas de ese sector [automotriz]…”. ¿Acaso Rangel es autoridad cambiaria en este país? ¿Es un sindicalista o un ministro del mal llamado “presidente obrero”?
Rangel ha acusado a los trabajadores automotrices de estar divididos, señala a los que hicieron marchas en Caracas, gente que inevitablemente quedará desempleada, gracias a que el hecho que la General Motors, la Ford, la Chrysler se vean obligadas a cerrar sus puertas en el país, ha provocado confusión en este sector, gente que confió en un proyecto “socialista” hoy ven frustradas sus esperanzas. Sin darse cuenta que Rangel es uno de los artífices de acabar con las automotrices norteamericanas instaladas en Venezuela, para dar paso a la importación de carros Chinos a Venezuela, trasladando el empleo a China y dejando a nuestros trabajadores, en la mengua, eso es ser un traidor, no sólo de la clase obrera, sino de la patria.
Rangel critica a los trabajadores de Sidor. Les dice que hacen protestas parecidas a las “guarimbas” ¿Saben los trabajadores venezolanos cuánto es el presupuesto que maneja Wills Rangel en la Futpv, financiada por Pdvsa? ¿Algún trabajador, sea chavista o no tiene idea de la cantidad de recursos que maneja este irresponsable, al frente de una instancia que pone en contra de la clase obrera venezolana? Por eso Rangel no protesta, ni como trabajador, ni como “guarimbero” a él qué le importa que a los de Sidor no les paguen, y que los automotrices queden sin trabajo.
Los trabajadores venezolanos hoy deben reflexionar, mucho, ese modelo de “sindicalismo”, que hace Wills Rangel, no es para defender los derechos laborales, Rangel es un funcionario gubernamental de hecho y está puesto allí para representar al Estado ante la masa laboral, cuando en Alemania y en Estados Unidos, los sindicatos, los más respetados por los capitalistas en el mundo, funcionan al revés. Un trabajador petrolero en Venezuela hoy no tiene atención garantizada en clínicas privadas, vayan a Alemania a ver si eso le ocurre a un obrero de cualquier industria. Alex Vallenilla (Noticias de aquí)
Rafael Ramírez (Economía)
La pelota informativa
La palabra de moda sacudón expresa de manera acertada la convulsionada etapa que vive el país.
Una crítica situación económica lleva a Rafael Ramírez a reunirse con la banca internacional y el Gobierno anuncia que se realizan “operaciones de carácter financiero… para fortalecer las reservas internacionales y la capacidad de inversión”, que dejarán a la derecha “enloquecida” y “en crisis de histeria”.
Los medios privados, abocados a la tarea de desnudar y denunciar la enfermedad terminal que aqueja al país, afirman que Pdvsa evalúa tres propuestas para la venta de Citgo y así reducir su exposición al riesgo por los litigios en el extranjero, aumentar el flujo de caja para proyectos e incrementar los despachos de crudo a China.
Resalta una pobre respuesta en medios públicos y la pelota informativa está en el campo opositor. La detención del mayor general Hugo Carvajal se ofrece en bandeja de plata a una oposición en crisis, debilitada políticamente y huérfana además de elecciones que la unifiquen artificialmente.
Segura del triunfo, juega adelantada y canta victoria antes de tiempo. Desbordados, medios de oposición publican gozosamente trabajos cuidadosamente elaborados, como el caso de El Nacional: “La promoción militar de los dólares Cadivi”; que además, en editorial y mancheta, hace burla del caído: “Al pollo lo guisaron” y “Compraron ese pollo sin hacer cola”.
Los medios públicos lucen aquejados de una suerte de parálisis informativa. Últimas Noticias aclara que “No hay caso firme para la extradición” y Vea destaca que “Detención ilegal de Carvajal pretende convertir a Venezuela en un Estado forajido”.
Cuando Aruba libera al mayor general, la fiesta oposicionista se trunca y le toca el turno de celebrar al Gobierno, quien denuncia expediente falso y montaje. Sin voz propia, los medios privados se escudan en la “profunda decepción” de Washington y en el argumento local de la “diplomacia de látigo”. Cuando se fracturan las legitimidades, se horada la credibilidad y se resquebraja la audiencia militante, el manejo comunicacional de esos dos casos, nos lleva a levantar una serie de interrogantes.
Desde la trinchera mediática, ¿cuáles son los asuntos que comandan la información? ¿Quién lleva la batuta? ¿Es conveniente el silenciar, ignorar o despreciar temas clave que interesan y preocupan a la ciudadanía? Maryclen Stelling (Nueva Prensa de Oriente)
Energía en América Latina y el Mundo
Una refinería de petróleo se incendia en el noroeste de China
Una refinería de petróleo en Lanzhou, capital de la provincia de Gansu, en el noroeste de China, se incendió la mañana del lunes, según informa el portal local ECNS. 75 personas murieron, 185 resultaron heridas.
El siniestro, que se produjo por una fuga en uno de los dispositivos de la refinería, inició a las 8:39 am hora local, y todavía no ha sido extinguido. La planta es propiedad de la filial petroquímica en Lanzhou de la China National Petroleum Corporation (CNPC). (RT)
Tecnologías más limpias prometen una segunda revolución del shale gas
La fracturación hidráulica o fracking fue una revolución en el mercado energético. La técnica, que posibilita la extracción de gas o petróleo del subsuelo, ha transformado el panorama energético de Estados Unidos a tal punto que este país podría lograr la autosuficiencia energética en 2035, según la Agencia Internacional de Energía.
Pero a medida que el boom del shale gas va perdiendo novedad, han ido creciendo los detractores del fracking. Estos alertan del incremento de los sismos relacionados a este proceso, la contaminación de los acuíferos con componentes químicos tóxicos, metales pesados o sustancias radiactivas liberadas de la roca y la gran cantidad de agua que utiliza el proceso.
Ante esta situación, un puñado de pioneros de la tecnología ha decidido lanzarse a explorar soluciones que minimicen los riesgos y que están dando paso a una segunda revolución del gas de esquisto.
Éste es el caso de James Hill, director ejecutivo de la empresa de servicios de energía con sede en Calgary, GasFrac. La compañía de Hill ha introducido un nuevo método que no utiliza agua. En cambio, GasFrac usa un gel hecho a base de propano -un hidrocarburo presente en forma natural bajo tierra- y una combinación de sustancias químicas relativamente benignas.
“En realidad, usamos hidrocarburos para producir hidrocarburos”, explica Hill a National Geographic. “Es un ciclo más sustentable”.
Pero GasFrac no es el único. El mes pasado, el gobierno de Jordania anunció un acuerdo por US$ 2.100 millones con la firma estonia Enefit para la construcción de una estación de energía alimentada por gas de esquisto. La realización de este proyecto ayudará al país a ahorrar cientos de millones de dólares al año al sustituir métodos más costosos de generación de electricidad. Mientras, en Australia, Queensland Energy Resources, otra compañía de esquisto bituminoso, solicitó permiso para ampliar su planta piloto a una escala comercial.
Lo que tienen en común estos proyectos es que en ambos los casos el esquisto es tratado de manera barata, limpia y productiva.
GasFrac, Enefit y Queensland Energy forman parte de un número creciente de empresas que buscan conseguir mejoras tecnológicas para mitigar algunos de los inconvenientes ambientales del proceso.
Así, además del método libre de agua de GasFrac, otras compañías están trabajando en formas que permitan usar agua salada no potable en el fracking. También buscarían sustituir los productos químicos perjudiciales por mezclas menos contaminantes, o limpiar el agua utilizada en el proceso. Asimismo, algunos innovadores están intentando reemplazar sus equipos de perforación a motor diesel por motores que funcionen con gas natural o energía solar, y encontrar y sellar fugas por donde se escapa el metano.
Sin embargo, estas tecnologías alternativas aún tienen que probar su fiabilidad a gran escala, y están lejos de ser baratas. El fracking hasta ahora ha resultado más económico y menos perjudicial ambientalmente de lo que esperaban los escépticos, y las nuevas técnicas para extraer los hidrocarburos del esquisto tienen el potencial de sacudir a la industria petrolera una vez más.
Reutilizar el agua
La preocupación por los problemas ambientales relacionados con el fracking ha llevado a que en algunos lugares, como Francia o el estado de Nueva York, se bloquee el proceso. Además, a medida que la fracturación aumente en áreas secas y lugares que carezcan de opciones adecuadas de tratamiento y desecho, la presión por prohibir este proceso podría crecer.
Luego de perforar hasta alcanzar la roca de esquisto, el fracking inyecta a alta presión grandes cantidades de agua con aditivos químicos y arena que fracturan la roca y liberan el gas metano. Cada proceso de fracking bien puede requerir entre 7,5 y 19 millones de litros de agua, que una vez que se bombean bajo tierra, fluyen de vuelta.
En la actualidad, los productores reutilizan gran parte del agua, pero para eso primero hay que almacenarla en estanques artificiales, que pueden tener escapes, y después diluirla, un paso que consume millones de litros de agua dulce. Además, si en última instancia no pueden seguir usando el agua, ésta tendrá que ser enviada, a menudo a través de largas distancias, a lugares especializados de tratamiento y desecho. El transporte de las aguas residuales es caro, y acarrea el riesgo de derrames. En los vertederos, las aguas residuales se inyectan bajo tierra y este proceso puede causar terremotos.
Ante este panorama, General Electric anunció una tecnología que podría reducir el costo del tratamiento del agua al tiempo que disminuiría las posibilidades de derrames de desechos tóxicos. Éste estaría basado en una técnica de desalinización conocida como destilación por membrana, que combina calor y disminución de la presión para vaporizar el agua usando membranas con las que separar el vapor de agua pura del agua salada.
El sistema necesita ser ampliado para su uso comercial, pero de alcanzar su tamaño completo podría tratar aproximadamente 150.000 litros al día lo que marcaría una gran diferencia. (Diario Financiero)
El precio del barril de la OPEP baja un 0,6 por ciento hasta los 102,9 dólares
El precio del barril de crudo de la OPEP se depreció el viernes un 0,6 % respecto a la jornada anterior y cotizó a 102,9 dólares, informó hoy en Viena el grupo petrolero.
Con esta bajada, el crudo de referencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se sitúa en su valor más bajo desde principios de abril.
La tendencia bajista en las últimas semanas se ha traducido en un descenso del precio medio mensual durante el mes de julio, cuando se situó en 105,61 dólares, por debajo de los 107,89 de promedio de junio. (EFE)
Las petroleras rusas Rosneft y Tatneft podrían retirarse de Ucrania
Las petroleras rusas Rosneft y Tatneft podrían, tras Lukoil, abandonar el mercado de Ucrania, opinan expertos rusos, entrevistados por Nóvosti.
El jueves, la mayor petrolera privada de Rusia, Lukoil, anunció su salida del mercado minorista de Ucrania y vendió sus activos a la austriaca AMIC Energy Management GmbH.
Rosneft y Tatneft también cuentan con grandes activos en Ucrania. La primera tiene 150 gasolineras y una refinería de petróleo, la segunda, 111 surtidores y 11 terminales de petróleo.
Los expertos rusos creen que es muy probable que estas empresas también abandonen el mercado ucraniano.
El analítico de Sberbank CIB, Valeri Nésterov, no descarta la confiscación de los activos de esas empresas en Ucrania.
“Las petroleras rusas y sus activos podrían encontrarse bajo sanciones con distintos pretextos, por ejemplo, para indemnizar la pérdida de activos por empresas ucranianas en Crimea”, opinó.
El director del Centro Energético Skolkovo, Grigori Vigon, coincide con Nésterov, destacando que inversiones en la industria petrolífera ucraniana se tornan poco rentables.
“Se reducirá el margen y la demanda de combustibles tradicionales (…) Pasado un tiempo, la industria sufrirá un estancamiento, no solo en Ucrania, sino en todo el mundo”, dijo.
Recordó que las refinerías de las empresas rusas en Ucrania no funcionan por diferentes razones. Rosneft suspendió la suya por falta de rentabilidad, la de Lukoil fue vendida y después congelada. La refinería de Tatneft fue extorsionada por el grupo Privat, controlado por el oligarca ucraniano Ígor Kolomoiski, después de lo que se abrió una causa que se sigue procesando hasta ahora.
Las petroleras rusas llevaban tiempo cuestionándose si era razonable tener refinerías en Ucrania, pero hasta ahora consideraron que las cadenas de comercialización que poseían en el país justificaban el riesgo.
“Ya que Ucrania, por lo visto, no integrará el espacio económico común (de la Unión Económica Euroasiática), se verá obligada a comprar petróleo a precios altos, de acuerdo con las tarifas de mercado. En esta situación, las refinerías ucranianas tendrán un margen de refino bajo y se volverán poco o nada rentables”, dijo Vigon.
Calificó como justificada la venta de activos ucranianos de Lukoil considerando la recesión de la economía y la reducción de la demanda efectiva.
En cambio, el experto ucraniano, director de la consultora A-95, Serguéi Kuyún, cree que las petroleras rusas, incluyendo Lukoil, se mantendrán en Ucrania.
“No es cierto que Lukoil se vaya. Me cuesta imaginar una compañía europea que invierte entre 200 y 300 millones de dólares en un país que atraviesa una guerra. No se sabe nada de esta compañía austriaca”, concluyó.
Anteriormente, el presidente y copropietario de Lukoil, Vaguit Alekpérov, explicó que la venta de 240 gasolineras y seis terminales petroleras en Ucrania se debe a los bloqueos de gasolineras por los militantes del agrupamiento ultraderechista Pravy Sektor y el descenso en un 42% de los ingresos de la empresa rusa. (La Comunidad Petrolera)