La Santa Sede anunció este viernes que está dispuesta y en condiciones de ayudar a intervenir diplomáticamente en la crisis de Venezuela después de semanas de disturbios con vÃctimas fatales, pero antes debe estudiar las expectativas y opciones acerca del papel que podrÃa cumplir.
El presidente Nicolás Maduro aceptó el jueves la idea de un mediador de buena fe, ante las presiones crecientes para negociar con la oposición. Mencionó al secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin, que hasta el año pasado fue el nuncio en Caracas.
Maduro indicó “Me propusieron que aceptara un testigo internacional para la oposición, ahora sÃ, reunirse, yo dije, elijan el testigo (…) ¿Quieren un testigo? Vamos a un testigo pues”.
Afirmó que ante la propuesta que le hicieron los cancilleres antes de marcharse del paÃs, su respuesta fue que él necesitarÃa a “un notario público para que deje constancia” de todo lo que se hable en esa reunión, aunque aclaró que retiró esa solicitud. Dijo estar de acuerdo con que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) elija a un grupo de cancilleres que sea testigo y se siente en la conversación y que también aprueba que asista Parolin.
Sin embargo, no parece muy optimista: “Que venga el secretario de Estado, canciller del Vaticano, que fue embajador aquÃ, que venga pues. Pobrecito, le van a hacer perder el tiempo. Estoy de acuerdo.  ¿Quieren que venga?, que venga”. Es que para el bolivariano, la oposición, en realidad, no quiere diálogo.
El vocero del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, dijo el viernes que la Santa Sede y Parolin “sin duda están dispuestos y deseosos de hacer lo que sea posible por el bien y la serenidad del paÃs”. Pero acotó que el Vaticano necesita comprender si su intervención conducirÃa al “desenlace deseado”.