(www.miscelaneasdecuba.net).- La oposición cubana está observando con suma atención las protestas de Venezuela y se ha solidarizado con ellas. Sin embargo, en el cubano en general, hay una especie de envidia que aflora ante cada marcha y ante cada protesta que es llevada a cabo en la patria de Bolívar
NUEVA YORK, Estados Unidos. -La oposición cubana está observando con suma atención las protestas de Venezuela y se ha solidarizado con ellas.
Sin embargo, en el cubano en general, hay una especie de envidia que aflora ante cada marcha y ante cada protesta que es llevada a cabo en la patria de Bolívar.
He hablado con muchos cubanos estos días, en la Isla y en el exilio. Especialmente con miembros de la oposición, pero también con gente del pueblo, quienes me han expresado que Cuba debería sumarse a las protestas que está realizando el mundo y exigir cambios verdaderos, especialmente democráticos en la Isla.
Sin embargo, nada los saca de la apatía, nadie se atreve a dar el primer paso y contemplan, sin participar, las protestas de los grupos disidentes. Incluso algunos se unen a los actos de repudio propiciados por el régimen, aunque usufructúan de viajes y dinero llegado de Estados Unidos.
Otros cubanos, quienes advirtieron a los venezolanos que tuvieran cuidado, que también ellos podrían caer en una dictadura, hoy se lamentan por la inmovilidad de su propio pueblo que no se une y no protesta en masa. El único reclamo general y espontáneo de estos últimos años ha sido la de los cuentapropistas de Holguín. El resto de los cubanos está descontento y muestra ésta disconformidad huyendo de la Isla como los balseros… o desertando cuando lo mandan a torneos deportivos, misiones o trabajos en el exterior.
Hay muchos que piensan que el venezolano está reaccionando estos días, porque ha llegado al límite en su tolerancia en 16 años de chavismo.
Ahora no está Hugo Chávez para calmarlos. Maduro no tiene ninguna de las cualidades de líder que tenía el desaparecido mandatario e incluso se ha puesto en duda su nacionalidad.
La actual generación de venezolanos no ha tenido tiempo para olvidar los días de prosperidad, libertad y democracia y añora regresar a los buenos tiempos.
La historia contemporánea de Venezuela es de una continua presencia del estudiantado en las manifestaciones, muchas promovidas por ellos mismos.
Decía que la lucha de hoy de la juventud y de una gran parte del pueblo venezolano, es vista con simpatía por la mayoría de los cubanos, especialmente por los disidentes.
En Cuba, el activista Iván Hernández Carrillo declaró que dentro de la Isla se ve con emoción la lucha de la juventud venezolana, que “batalla en estos momentos por arrancarse la mordaza, a pesar de los esfuerzos del régimen para aplastarla”.
El activista comparó la represión que se lleva a cabo en Venezuela con la de Cuba y señaló que ambas juventudes tratan de buscar una salida a la crisis de cierre de libertades impuesto por los gobiernos de La Habana y Caracas.
Dijo “En Cuba, a pesar de la represión hay indicios de rebeldía en el pueblo, sobre todo entre los más jóvenes. (…) “Los anhelos de libertad son universales, y aquí en Cuba contamos con millones que aspiran a ser libres y se solidarizan con los luchadores de Venezuela”.
La opositora Martha Beatríz Roque lamentó que en Cuba no exista un movimiento de rebeldía como el venezolano y comentó con tristeza: “Sentimos que el pueblo de Cuba no haga lo mismo”.
Quizás una frase reveladora, dicha por un estudiante venezolano, lo diga todo:
“Nos han quitado tanto que acabaron quitándonos el miedo. Estamos dispuestos a todo, hasta morir por recobrar lo perdido”.