“Mi hijo luchaba por su vida y con ese cierre de la frontera sufrió”
“Mi hijo luchaba por su vida y con ese cierre de la frontera sufrió”

Crónica1

 

Ureña. Por el cierre de la frontera, Elvira Cubides perdió a su hijo Danny, de 33 años. Murió en la mitad del puente internacional que une a Cúcuta con Ureña cuando regresaba de dializarse del vecino país. “Aquí no hay respeto por nadie”, asevera esta madre, quien tuvo que gestionar el tratamiento en otro lado por la crisis de salud en Venezuela.

Danny es uno de los 27 muertos que ha habido por la restricción del paso a Colombia que impuso el Gobierno el 19 de agosto de 2015, de acuerdo con los registros de la Organización No Gubernamental (ONG) Comunidad de Naciones. Estas personas fallecieron buscando tratamientos y medicamentos.

El desabastecimiento de medicinas en el país —que las droguerías estiman en 80 %— llevó a muchos colombianos residentes en las zonas fronterizas a ir a Cúcuta para auxiliarse. Pero con el bloqueo, las limitaciones fueron mayores.

A semanas del cierre, el Gobierno dio permisos por 24 horas para citas médicas, operaciones  y tratamientos oncológicos, de insuficiencia renal y VIH. Sin embargo, para acudir a esos procedimientos las personas —muchas veces fatigadas— tenían que aguardar horas en los puentes de San Antonio y Ureña hasta que los oficiales permitieran el cruce.