“Con las manos temblorosa y la emoción a flor de piel con respeto a quienes piensan distintos, yo pienso que deberíamos contar con dirigente que siembre arboles, no odio; que construyan viviendas, no resentimientos; que generen empleo, no divisiones; que radiquen la pobreza, no las ansias de superación de nuestros jóvenes; que expropien rencores, no el fruto del trabajo de nuestros compatriotas para que la necesidad sea escasa y no pasar necesidades por culpa de la escasez.

Hoy la celebración no se trata de resaltar la perdida de quienes decían seguir creyendo en el gobierno de turno, nuestra fiesta es por la victoria de quienes hemos entendido que nuestro país necesita un cambio con urgencia.

No estamos aquí para burlarnos de lo ideales de nadie y mucho menos tratar de desaparecer sus convicciones. Tampoco queremos sentirnos contraparte o enemigos de quienes son tan venezolanos como nosotros. Estamos aquí sugiriendo un nuevo aire. El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.

No es el pueblo quien ha tomado las malas decisiones que nos han llevado hasta este punto, han sido solo un par de personas que tiene el control de todo y ustedes saben quiénes son.

Seamos multiplicadores de este mensaje sin temor porque no hay democracia sin libertad de expresión, pero a diferencia del resto hagámoslo con amor, con tolerancia, con simpatía porque las personas gritadas son sinónimo de falta de argumento, y a nosotros nos sobran los argumentos para buscar un nuevo camino.

No nos queremos llamar opositores u oficialistas, nosotros somos todos hijos de esta patria, somos gente, somos pueblo. Venezuela hoy mañana y siempre estoy contigo. ¡Viva este país bello!”.

*Con información de Sumarium