Los créditos inmovilizados -vencidos y en litigio- totalizaron 0,90% de la cartera crediticia del sistema financiero en Venezuela durante el mes de abril de este año, según datos publicados por la Superintencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban).
Analistas estiman que la morosidad actual es la mejor históricamente para la banca venezolana y una de las más significativas de América Latina.
El economista José Grasso Vecchio aseguró que “las empresas y los venezolanos, en general, son buena paga. La calidad de la cartera de crédito está en su mejor momento histórico, es la más baja de la región”.
De acuerdo con Grasso, director de SOFTline Consultores, está arraigado a la cultura de los venezolanos pagar a tiempo sus deudas, especialmente con unas tasas de interés activas muy bajas que resultan atractivas frente a una economía inflacionaria.
“Nadie está interesado en perder el bien adquirido y más cuando constantemente se revaloriza. La población comprende que no pagar a tiempo sus deudas deteriora la relación crediticia con el banco y afecta sus finanzas personales al tener que pagar intereses por mora”, explicó Grasso.
Según el director de SOFTline Consultores, al evaluar la morosidad por sectores, el comportamiento es similar.
“Ninguna gaveta tiene una morosidad significativa con respecto a las otras. Hay algunas áreas como el turismo y la manufactura que presentan un desempeño sobresaliente en el pago oportuno de sus compromisos financieros. Sin embargo, la morosidad es estable entre todos los sectores ”, detalló el economista.
Tasas de interés atractivas
“Al tener una tasa subsidiada para las gavetas obligatorias, la morosidad disminuye en estos sectores”, explicó el economista y experto en finanzas, Jesús Casique.
De acuerdo con Casique, si el Banco Central de Venezuela (BCV) subiera las tasas de interés activa, tendría un fuerte impacto en los deudores y posiblemente en la morosidad.
“En una economía inflacionaria como la venezolana, el BCV tiene que subsidiar las tasas para las gavetas obligatorias. Esto no ocurre en otros países de la región, que la inflación está entre 8% y 10% y por lo tanto los subsidios a las tasas de interés son bajos”, explicó Casique.
Pero para otros sectores, como el comercial y las tarjetas de crédito, aunque no tienen tasas subsidadas todavía resultan atractivos los créditos.
“Para las tarjetas de crédito la tasa es de 29%, es muy buena todavía porque dista mucho de la inflación”, dijo Grasso.
Las tasas negativas -por debajo de la inflación- hacen que la cartera de crédito sea de buena calidad. “Endeudarse por debajo de la inflación es positivo”, según explicó Grasso.
Estrategias bancarias
Otra razón que sostiene la baja morosidad, de acuerdo con los analistas consultados, está asociada a la evolución de la banca en el seguimiento de los créditos y los mecanimos de cobranza.
“Las instituciones financieras han hecho un mayor esfuerzo en los procesos de análisis y aprobación de créditos”, dijo Grasso.
De acuerdo con el economista Carlos Jaramillo, en Venezuela hay algunos bancos dedicados al microcrédito que presentan una baja morosidad gracias a mecanismos de cobranza que no son aplicados en otros países de Latinoamérica.
“Algunos prestan a tres meses y los cobros son semanales. Hay un seguimiento por parte de la banca a sus clientes y disminuye la mora”, detalló Jaramillo.
Entre marzo y abril de este año, los créditos de la banca destinados al uso de tarjetas de crédito (TDC) crecieron 7,19%, según cifras de Sudeban.
“El repunte está asociado con las compras, especialmente de electrodomésticos, que se incrementaron en los últimos meses. Muchos utilizan las TDC para completar el sueldo, financiar seguros, carros, pasajes y dólares preferenciales”, dijo Jaramillo.
Según Grasso, aunque la actividad comercial ha mermado, “las TDC han tenido buen movimiento y ofrecen una ventaja enorme: el lapso de un mes -mientras el banco factura- sin intereses”.
“Hay una relación entre el consumo y la actividad económica, si se restringe el crédito esto impacta en el crecimiento”, dijo Grasso.