Los familiares y la abogada del diputado Gilber Caro denunciaron las graves condiciones de reclusión en las que se encuentra el dirigente político, quien ha contraído enfermedades y constantemente es sometido a torturas en el centro de reclusión Fénix, ubicado en Lara.
Su abogada Theresly Malavé detalló que debido a la ingesta de agua y alimentos contaminados, Caro padece de amibiasis y ha perdido ocho kilos de peso desde la última vez que pudieron constatar su estado.
El diputado a la Asamblea Nacional ya suma 71 días aislado en la cárcel en un área denominada “de reflexión”, donde le deniegan o racionan los alimentos y el agua. Malavé explicó que Caro solo dispone de dos tobos de agua a la semana con los cuales tiene que bañarse, limpiar sus necesidades y tomar agua.
Además, destacó que la última comida que ingirió en la cárcel estaba descompuesta, lo que agrava su salud. “Lo último que comió fueron 3 cucharadas de arroz descompuesto y una arepa congelada”.
Al estar en aislamiento, sus carceleros también le denegaron la posibilidad de la lectura “porque se negó a cantar canciones a favor de la revolución recordando que es un diputado de la República”.
Debido a todo esto, Malavé indicó que su conducta se ha visto alterada debido al grado de los padecimientos.
La abogada señaló que desde el Estado venezolano se justifican las torturas y reclusión de Caro ante organismo internacionales por su condición de diputado suplente. “El diputado está en el ejercicio de sus funciones y la Constitución no hace distinción entre principales y suplentes, todos tienen inmunidad parlamentaria”.
.@LarryDevoe, representante del Estado venezolano ante la @CIDH, justifica las torturas contra @gilbercaro porque no es diputado principal, pero el art200 de la CRBV no discrimina entre diputado principal o suplente, por tanto a Gilber le están violando su inmunidad parlamentaria pic.twitter.com/TxDWRutYlv
— TodosPorLaLibertad (@TodosxLibertad) May 14, 2018
Gilber Caro fue detenido el 11 de enero de 2017, junto a su novia Steyci Escalona, por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional cuando viajaban por la Autopista Regional del Centro. Es acusado por los delitos de traición a la patria, instigación a la rebelión y sustracción de efectos militares.
El 4 de marzo, y tras 48 horas sin conocer su paradero, sus familiares tuvieron constancia de su traslado desde la cárcel de Tocuyito hasta el centro de reclusión en Lara.