La "autopsia de la oligarquía" es un caramelo en comparación con el "diagnóstico de la boliburguesía" - Runrun
La «autopsia de la oligarquía» es un caramelo en comparación con el «diagnóstico de la boliburguesía»

Danny Leguízamo

@DannyLeguizamo

En la exposición “Autopsia de la oligarquía”, el gobierno muestra documentos de “asignaciones” -que no son tales- en divisas a personas naturales y jurídicas antes de la devaluación de 1983. Lo enseñan como un trofeo. El monto no sobrepasa los 126 millones de dólares y no dicen que para la época el sistema de cambio era libre.

Autopsia de la oligarquia

Lo anunciaron con bombos y platillos. Aquella vieja sede de Últimas Noticias, llamada “Torre Capriles” –hoy convertida en el Ministerio de Comunicación e Información (Minci)- fue el escenario escogido para revelar documentos de Miguel Ángel Capriles y una lista de “asignaciones” en divisas a personas naturales y jurídicas antes de la devaluación de 1983. Dicen que los documentos no se revelaron por casos de censura, lo cual también es otra mentira.

Se lee en el diario Últimas Noticias, citando a la ministra Jacqueline Faría que: “durante el proceso de remodelación de la torre, se encontraron abandonadas más de 300 carpetas pertenecientes al archivo personal del presidente editor de la Cadena Capriles, Miguel Ángel Capriles. Lo estamos develando, digitalizando. Encontramos diferentes listados y los nombres de ciertas personas que tenían información privilegiada antes de la devaluación de la moneda el 18 de febrero de 1983 y una lista de personas censuradas”. No dice en ningún momento que el propio Miguel Ángel Capriles denunció el uso de información privilegiada para la época.

Hasta el Minci acudimos a leer la anunciada autopsia. Con cierta dificultad logramos entrar, porque los funcionarios de Casa Militar se agolparon en los alrededores del Panteón: en pocos minutos el presidente de la República llegaría al homenaje del 190 aniversario de la Batalla de Ayacucho. Allí nos recibió una funcionaria del Minci, quien amablemente nos condujo hasta el sitio de la exposición: “ahí está”, le decía a todo aquel que se acercaba a ver los documentos, muchos de ellos, curiosos que se escapaban de las colas para acceder al perímetro donde Maduro efectuaría el acto.

Y estaban ahí cuatro documentos que hacían referencia al tema de la devaluación y los presuntos personajes “de la cuarta” que “tenían información privilegiada” antes del viernes negro y que se le habían vendido divisas entre el tres y el cinco de enero de 1983. Uno piensa encontrar empresas desconocidas y montos exorbitantes, pero no es así. Figuran empresas de la talla de I.B.M, Indulac, Rolex, Hewleet Packard, el Banco de Venezuela, Banco República y Renault, entre otras famosas para la época. El monto total asignado al centenar de empresas, comparado con los años del chavismo, da risa: 86 millones 867 mil 567 dólares.

Pero tampoco explican la otra cara del sistema: para 1983 el cambio de dólares era libre, aquellas divisas no necesariamente pertenecían a la República, también lo eran, por ejemplo, de entidades financieras, por lo que particulares y empresas podían convertir libremente sus bolívares en la moneda que solicitaran. No era un sistema de “asignaciones” -como algunos pretenden hacer ver- por la vía estatal, cosa que sí sucede hoy con Cencoex y Sicad en sus dos versiones, o lo que ocurrió con Recadi, o con Cadivi.

El listado de personas naturales y el total de ventas asciende a 40 millones 16 mil 622 dólares. Al sumar un ítem y otro, la autopsia de la oligarquía da exactamente 126 millones 884 mil 189 dólares, al menos en los documentos que exhiben en el Minci para la fecha. ¿Se podrá comparar tal cifra con el diagnóstico de la boliburguesía?

Habrá que interrogar de nuevo a la ex presidenta del BCV, Edmée Betancourt, quien con relación a la fuga de divisas en Venezuela señaló en agosto de 2013 –citada por El Nacional- que “lo que se entregó en divisas el año pasado, fueron cantidades muy considerables; muchas de las cuales se las llevaron las empresas de maletín. Se pasaron entre 15 mil y 20 mil millones de dólares”. Luego vino la destitución de su cargo como “premio” a todo lo que “se le pasó” en su declaración. Allí estriba la gran diferencia. En el pasado, el Congreso de la República interpeló a ministros y funcionarios. Pero la Asamblea Nacional no citó a Manuel Barroso, presidente de Cadivi durante años, ni a los funcionarios que desde PDVSA y el Ministerio de Finanzas alta discrecionalidad para la asignación -ahora sí- de divisas.

Tampoco pueden compararse 126 millones de dólares con 107 mil millones de dólares que entre 2005 y 2012 Pdvsa transfirió al Fonden para “gastos de desarrollo social” y que hoy hacen posible que no haya dólares para importaciones cuando hubo la mayor bonanza petrolera de la historia. No decimos que esos 107 millardos se los hayan robado: simplemente fue un gravísimo error de política económica que el ejecutivo nacional manejara tal cantidad de recursos discrecionalmente.

Y no hay punto de comparación con el escándalo protagonizado por Nelson Merentes con el Fondo de Estabilización Macroeconómica (Fiem) en el que fueron malversados 2 mil 300 millones de dólares por allá en el año 2002.

En verdad, “La autopsia de la oligarquía” se quedó demasiado corta para ser comparada con la boliburguesía. Algún chavista convencido, mirando los documentos, exclamaba “¡mira todo lo que se robaron!”. Afuera, los carros negros blindados se contaban por decenas. Gastos suntuarios. Al salir de la exposición, filas de estudiantes de colegios públicos hacían su cola guiados (¿obligados?) por docentes para presenciar el acto de Maduro.

Tomado de Konzapata