Caso FIFA: El brazo de derecho de Blatter, implicado en transferencias millonarias
Caso FIFA: El brazo de derecho de Blatter, implicado en transferencias millonarias

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Mientras se intensifica una crisis por corrupción en el organismo rector del fútbol mundial, la FIFA defendió el martes al secretario general Jerome Valcke al intentar distanciarlo de las denuncias de que ayudó a autorizar 10 millones de dólares en sobornos para las votaciones de los países candidatos a organizar la Copa Mundial.

La FIFA dijo que tres pagos por el total de esa cifra mencionados en una investigación federal estadounidense fueron aprobados en 2007 por el argentino Julio Grondona, exdirector del comité de finanzas que falleció el año pasado.

La declaración de la FIFA sucede a un informe del New York Times de que las autoridades estadounidenses creen que Valcke transfirió el dinero en 2008 a cuentas controladas por Jack Warner, expresidente de la CONCACAF y vicepresidente de la FIFA que enfrenta cargos por corrupción en Estados Unidos. El informe cita a funcionarios policiales no identificados.

Los investigadores estadounidenses dicen que un viejo colega de Warner en la FIFA, Chuck Blazer, cree que el dinero fue pagado a cambio de votos para otorgar la Copa Mundial del 2010 a Sudáfrica. Según el Times, Valcke señaló en un correo electrónico que él no autorizó el pago y que no tenía la facultad para hacerlo.

Aunque la declaración de la FIFA no niega que Valcke hubiese sabido de los pagos en 2008, afirma que ni él «ni ningún otro miembro de la alta jefatura de la FIFA estuvieron involucrados en la iniciación, aprobación o aplicación» del proyecto.

El hecho de que Valcke hubiese tenido conocimiento de los 10 millones de dólares en cuestión parece confirmarse en una carta que le envió con fecha del 4 de marzo del 2008 el entonces presidente de la Asociación Sudafricana de Fútbol Molefi Oliphant. La carta fue publicada por la South African Broadcasting Corporation.

En ella, Oliphant solicita a Valcke que la FIFA retire 10 millones de dólares del presupuesto organizativo de la Copa Mundial de Sudáfrica y lo transfiera a un fondo llamado «Programa del Legado de la Diáspora».

Oliphant indica dos veces que Warner, entonces lugarteniente de Grondona en el panel de finanzas, debería controlar el dinero.

Cuando The Associated Press lo contactó la semana pasada, Oliphant se negó a comentar las denuncias de soborno formuladas por el Departamento de Justicia estadounidense. El martes no respondió un llamado.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos entabló un caso por crimen organizado que involucra sobre todo los derechos de comercialización de los torneos de fútbol en Norte y Sudamérica durante más de dos décadas.

Siete dirigentes fueron arrestados la semana pasada, entre ellos dos vicepresidentes de la FIFA y un miembro del comité ejecutivo de la FIFA. Están entre las 14 personas identificadas en un caso que acusa a dirigentes del fútbol de haber aceptado más de 150 millones de dólares en sobornos. Otras cuatro personas, incluso Blazer y dos hijos de Warner, se declararon culpables.

Las denuncias sobre el Mundial en Sudáfrica amenazan empañar ese torneo de 2010 que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ha considerado un momento definitorio de su reinado de 17 años.

La FIFA describió el pago del martes como parte del «proyecto del gobierno sudafricano para apoyar la diáspora africana en el Caribe como parte del legado de la Copa Mundial».

Agregó que los pagos fueron autorizados por Grondona «en consonancia con las regulaciones organizativas de FIFA».

Grondona fue miembro del comité ejecutivo de la FIFA durante 26 años. El argentino era el vicepresidente ejecutivo de la FIFA —número dos de Blatter— cuando murió el año pasado a los 82 años.

Blatter, de 79, quien el viernes fue reelegido para un quinto período pese al escándalo, desmintió que fuese el dirigente de alto rango no identificado que según la acusación formal considera la «causa» de los pagos. «Decididamente no soy yo», enfatizó Blatter el sábado en conferencia de prensa.

El príncipe Alí, el jordano que perdió ante Blatter la elección de la semana pasada por la presidencia de la FIFA, dijo a CNN que Blatter debería renunciar debido a la intensificación del escándalo. «Si yo estuviese en su posición, habría renunciado inmediatamente y probablemente hace mucho debido a que a fin de cuentas esto ocurrió durante su mandato», afirmó.

En Sudáfrica, el expresidente Thabo Mbeki desmintió que su gobierno hubiese pagado incentivos para obtener la organización de la Copa Mundial. Danny Jordaan, quien dirigió la campaña para conseguir el torneo del 2010, dijo a un periódico sudafricano que el dinero fue enviado a la confederación regional de Warner para contribuir al desarrollo del fútbol en el Caribe.

La FIFA anunció el lunes que Valcke canceló su viaje previsto para asistir el sábado a la inauguración de la Copa Mundial de Mujeres en Canadá «debido a la situación actual». El escándalo seguía repercutiendo esta semana en la Conmebol y la CONCACAF.

El escándalo amenaza la realización de la Copa América Centenario de 2016 en Estados Unidos. Según la investigación del Departamento de Justicia estadounidense, una empresa de marketing deportivo que compró los derechos de la Copa América aceptó pagar 110 millones de dólares en sobornos, que serían repartidos entre los dirigentes de la Conmebol y los presidentes de las 10 federaciones de fútbol de Sudamérica. La acusación no dice si todos los presidentes recibieron el dinero o si siquiera sabían del acuerdo.

Nicolás Leoz, de 86 años, expresidente de Conmebol y durante mucho tiempo miembro del comité ejecutivo de la FIFA, está bajo arresto domiciliario en Paraguay. La cancillería de ese país confirmó un pedido de arresto y extradición de Leoz formulado por la embajada de Estados Unidos. Los siete detenidos en Zurich resisten los pedidos de extradición de la justicia estadounidense.

En un caso separado en Brasil, el ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ricardo Teixeira, es investigado en relación a transferencias bancarias por 147 millones de dólares cuando dirigía los preparativos para la Copa Mundial del 2014.

Teixeira y Leoz renunciaron a la FIFA cuando fueron implicados en un escándalo de corrupción.