El presidente de Burundi regresa al país y detienen a militares golpistas
El presidente de Burundi regresa al país y detienen a militares golpistas

PierreNkurunziza

 

Los jefes de los golpistas burundeses anunciaron su rendición y poco después fueron arrestados o estaban siendo acorralados este viernes, mientras el presidente, Pierre Nkurunziza, se disponía a hablar al país, al que ya regresó.

«Hemos decididos rendirnos. Espero que no nos maten», dijo el general Godefroid Niyombare, líder de los golpistas, buscado por las fuerzas fieles a Nkurunziza, informó AFP.

El pasado miércoles, Niyombare anunció un golpe de Estado contra el presidente Pierre Nkurunziza, cuya intención de presentarse a un tercer mandato provocó semanas de violentas protestas en el país.

Un oficial superior de la policía afirmó que el general había «escapado» a las fuerzas leales a Nkurunziza. «Sabemos que se esconde en el barrio de Kibenga (suroeste de Buyumbura). Nuestras fuerzas están buscándolo para arrestarlo», agregó.

Niyombare había sido destituido de su cargo como jefe del servicio de inteligencia en febrero por haber desaconsejado a Nkurunziza que se presentara de nuevo a la presidencia.

Por su parte, Nkurunziza, que había estado bloqueado en Tanzania, donde se encontraba cuando se produjo el intento de golpe de Estado, consiguió regresar el jueves a Burundi.

Según dijo un allegado suyo, pidiendo el anonimato, el presidente se encuentra en su ciudad natal, Ngozi, a unos 140 kilómetros al noreste de la capital. Nkurunziza «llegó ayer (jueves) a Ngozi. Desde aquí se dirigirá a la nación» el viernes, declaró.

Por otro lado, el oficial superior de policía, que pidió el anonimato, dijo que los otros tres líderes golpistas estaban «vivos» y «en manos» de las autoridades.

Según el oficial de policía, no se ejecutará a los golpistas. «No vamos a matarlos, queremos arrestarlos y que sean juzgados», dijo.

Pierre Nkurunziza había ido a Tanzania para participar en una cumbre donde se iba a tratar la crisis política desatada en su país tras el anuncio de su candidatura a un tercer mandato presidencial.

El pasado 25 de abril el partido del presidente, CNDD-FDD, nombró a Nkurunziza candidato para las elecciones presidenciales del 26 de junio, lo que desencadenó manifestaciones y episodios violentos que dejaron una veintena de muertos.
Según informó el viernes el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 105.000 burundeses han huido del país desde que comenzaran las revueltas. Más de 70.000 se han refugiado en Tanzania, 26.000 en Ruanda y más de 9.000 en la República Democrática del Congo.

Después de los intensos combates ayer entre los golpistas y las fuerzas de seguridad del país, las calles de Burundi —que apenas hace una década salió de una guerra civil (1993-2005)— estaban este viernes tranquilas. El Gobierno ha recuperado el control de la capital y el presidente Nkurunziza se dirigirá al país en un discurso en las próximas horas.

«En principio, la sociedad civil está en contra de los golpes de Estado, pero notamos que los burundeses acogieron con gran alborozo el intento de golpe de Estado, lo que muestra que el pueblo burundés necesita un cambio», declaró a AFP Vital Nshimirimana, jefe del colectivo clandestino anti-tercer mandato.

La comunidad internacional condenó el intento de golpe de Estado. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hizo un llamamiento a la calma. Los quince miembros del Consejo de Seguridad condenaron «a los que intentan hacerse con el poder por medios ilegales» y pidieron «elecciones creíbles».

 

* Con información de El Universal y El País