Sangre vinculada al Ejecutivo corre por las venas de la nueva presidenta del Banco Central de Venezuela (BCV), Laura Carolina Guerra Angulo, hermana de Adriana Guerra, exesposa de Nicolás Maduro entre 1988 y 1994 y tía del diputado de la Asamblea Nacional chavista Nicolás Maduro Guerra, quien fue nombrada en el cargo en la Gaceta Oficial Extraordinaria Número 6.898 el pasado viernes 11 de abril.
Guerra reemplazó en el puesto a Calixto Ortega Sánchez, hijo del magistrado del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) Calixto Ortega Ríos. Ortega Sánchez ocupaba el cargo desde 2018 y fue nombrado por la desaparecida Asamblea Nacional Constituyente.
Ingeniera de petróleo con master en extracción de crudos pesados, Guerra fue presidenta del Fondo de Protección Social de los Depósitos Bancarios (Fogade) y también del Fondo para el Desarrollo Nacional (Fonden), lugar este último que ocupó en calidad de encargada en reemplazo de Simón Zerpa.
Igualmente, se desempeñó como jefa de la Superintendencia Nacional de Auditoría Interna (Sunai) en febrero de 2019 y en 2015 estuvo en la gerencia de la oficina de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en Bogotá, Colombia, empresa en la que empezó a trabajar en 2006.
Guerra se convirtió en la presidenta número 26 del ente emisor desde 1940 y la cuarta mujer en ocupar el cargo.
Según la Constitución Nacional, el presidente de la República tiene la potestad para nombrar al presidente del BCV, luego de fijar un procedimiento público de evaluación de méritos y credenciales de las personas postuladas a dicho cargo. Posteriormente la Asamblea Nacional ratifica la designación en sesión plenaria.
A juicio de Ramón Maniglia, viceministro de Economía digital y presidente del Banco de Venezuela, un total de 46 personas se postularon para ocupar el directorio del BCV, una lista que fue divulgada el pasado 8 de abril por un comité de evaluación de méritos y credenciales integrado por miembros del Ejecutivo nacional y Asamblea Nacional, apenas un día después de que Maduro firmase un decreto de emergencia económica, que le otorgó poderes para supuestamente tomar medidas en la materia.
Como presidenta del BCV, Guerra deberá enfrentar grandes desafíos como una inflación estimada para finales de 2025 en un porcentaje superior a 200%, según una investigación del instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
Esta alza de los precios responde en buena medida a la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo, fenómeno que algunos economistas han atribuido al propio BCV y las intervenciones que ha hecho en el mercado en pro de mantener artificialmente la estabilidad de la tasa.
“Cuando se toman esas medidas sin reservas internacionales y sin acceso a un mercado financiero foráneo es algo que prácticamente está condenado al fracaso”, dijo el economista Pedro Palma en la edición de La Conversa del pasado 2 de abril.
Aunado al panorama cambiario, el gobierno debe hacer frente a la partida de Venezuela de la empresa petrolera extranjera Chevron y la imposición de aranceles de 15% a las importaciones por parte de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Guerra y sus compañeros
Además de Guerra Angulo, al directorio BCV fueron incorporados Anabel Pereira Fernández, Luis Alberto Pérez González, Carlos Alessando Cestari Infantini, Christiam Hernández Verdecanna, Santiago Armando Lazo Ortega y Christian Martell Ramírez, nombres que han rotado antes por distintos cargos en el área económica.
Según la agencia Bloomberg, el motivo de este movimiento en el ente emisor estaría vinculado a la negativa de algunos de sus miembros a incorporar oro a las reservas internacionales sin cumplir con los estándares previstos.
Pereira es abogada, actual ministra de Economía, Finanzas y Comercio Exterior y representante del Ejecutivo en el BCV. En agosto de 2022 fue designada presidenta de Fogade, además se desempeñó como directora de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) y luego de la supuesta trama de corrupción Pdvsa-cripto denunciada por el propio gobierno chavista asumió la presidencia de la junta reestructuradora de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas (Sunacrip), organismo que fue eliminado.
Pérez González, por su parte, es viceministro encargado de Seguimiento y Control del Desarrollo Ecominero del Ministerio del Poder Popular para el Desarrollo Minero Ecológico y presidente, igualmente encargado, de la Empresa Carbones del Zulia S.A. (CarboZulia).
Cestari Infantini es general de la Fuerza Armada Nacional (FANB) y fue Jefe del Comando Estratégico Operacional (Ceofanb) en 2018, además ejerció como gerente de Tecnología de Información y Comunicación en el Seniat durante 2016.
Hernández Verdecanna fue vicepresidente de Finanzas y Miembro Principal de la Junta Directiva de Pdvsa en 2024, Tesorero Nacional encargado en 2022, director del Banco de Venezuela, viceministro del Ministerio de Economía, Banca y Finanzas en 2018, viceministro encargado para el Sistema Bancario Nacional en 2018 y viceministro de Inversión para el Desarrollo.
Lazo Ortega es economista de la Universidad Central de Venezuela (UCV) con postgrados en estadística y en banca y finanzas y desde 2018 forma parte del Directorio del BCV, es el único que permanece. Fue viceministro de Planificación Económica del Ministerio de Planificación y Desarrollo entre 2014 y 2018. Director del Bandes Uruguay en 2014 y director suplente del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes) en 2013.
Por su parte, a Martell Ramírez no se le conoce cargo público donde haya ejercido.
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