La educación pública en Venezuela se debate entre los bajos sueldos de los maestros y el horario mosaico
Con protestas de educadores exigiendo mejoras salariales, menos días de clases y la continuación del horario mosaico arrancó el año escolar 2023- 2024.
En declaraciones a TalCual, Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital, explicó que los docentes no pueden dar clases a diario porque el salario es insuficiente para cubrir sus gastos básicos.
Un sueldo de 430 bolívares (alrededor de 12 dólares) y un bono de 1.000 bolívares ($30) al mes devengan en promedio los docentes del sector público.
De acuerdo a la tabla salarial, existen educadores que perciben un sueldo menor.
“Lo más probable es que se siga cumpliendo el horario mosaico por la situación que estamos viviendo. Los salarios no nos alcanzan. Con este nuevo incremento del transporte apenas nos alcanza la quincena para ir dos o tres días a la semana a los centros educativos”, dijo el dirigente sindical.
Desde enero de 2023 algunas escuelas optaron por aplicar esa modalidad, un plan que permite a los educadores mantenerse en las aulas de clase y a la par gestionar otras formas de ingreso.
Con el horario mosaico las instituciones educativas públicas deciden cuántos días a la semana los estudiantes asisten a clases de manera presencial.
Entretanto, el Ministerio de Educación guarda silencio sobre la implementación del horario mosaico en las instituciones.
Ante la precaria situación económica y laboral que atraviesan los maestros, miembros de la Federación Venezolana de Maestros plantean que el horario mosaico se mantenga en las instituciones que lo requieran durante el año escolar 2023-2024.
Algunos estudiantes tendrán 106 y no los 180 días de clases como lo establece el Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación.
Al horario mosaico, que reduce los días de actividades académicas, se suma la fecha pautada para el inicio de clases.
El reglamento indica que las actividades de enseñanza inician el primer día hábil de la segunda quincena del mes de septiembre.
En ese marco, las actividades debieron comenzar el 18 de septiembre y no el pasado lunes 2 de octubre.
De las 580 instituciones públicas del país, 50% de ellas están enteradas de la aplicación del horario mosaico para este año escolar. Dependiendo de sus necesidades, verán clases presenciales dos o tres días a la semana.
En el año escolar anterior, los colegios públicos que laboraron solamente dos días a la semana entre enero y el 14 julio tuvieron solo 48 días de clase presencial en ese período.
Clases serruchadas
De acuerdo con Oscar Iván Rose, coordinador de la ONG Con la Escuela, durante la pandemia por COVID-19 se perdieron entre 16 y 18 meses de clases.
Rose señalo que, entre enero y julio de 2023, los estudiantes apenas recibieron 48 días de clases en los planteles en los que tenían actividades dos veces por semana.
“Se aplicó una prueba piloto para medir la fluidez de lectura en niños de tercer grado. Encontramos que la cantidad promedio de palabras leídas por minuto era de 48 palabras. Cuando el estándar internacional es de 85. Los aprendizajes necesitan un ritmo, un tiempo, refuerzo docente, hasta que se logra”, alertó Rose.
Rose explicó que una de las alternativas que se han aplicado en las escuelas es promediar las notas de las materias que perdieron clases con notas de otras asignaturas, trayendo como consecuencia que el bachiller no tenga los conocimientos necesarios para cursar una carrera universitaria.
“El aprendizaje tiene que darse en el tiempo adecuado, cuando eso no se da porque no hay clases, porque son suspendidas o porque no son regulares, el problema lo paga el estudiante. Ir a clases debería ser sagrado porque al final el que se perjudica es el futuro del país”, afirmó Rose.
Con informacion de Correo del Caroní