Constituyente, vía hacia la conflictividad total, por Roberto Patiño
Constituyente, vía hacia la conflictividad total, por Roberto Patiño

enfrentamiento

 

Con la iniciativa de la constituyente comunal, el régimen de Nicolás Maduro, con una terquedad y ceguera ya criminales, busca enfilar al país a las puertas de una catástrofe nacional.

Como principal promotor de la violencia y el desencuentro, el régimen madurista destruye formas constitucionales y vías democráticas en su negativa a abandonar el poder, frente al rechazo mayoritario de su gestión y modelo. Hace un llamado a una constituyente ilegal, en medio de una Venezuela inmersa en una situación de enorme conflictividad, en la que convergen todos los factores de la crisis histórica que estamos viviendo.

La implementación forzada de la constituyente se suma a otras acciones llevadas a cabo por la dictadura que parecen tener como único objetivo la agudización de la crisis y el establecimiento, en el país, de un escenario permanente de confrontación violenta.  Hablamos de acciones como la actuación impune de grupos paramilitares, bajo el amparo de fuerzas del ejército y la policía, los procedimientos criminales de juicios a civiles por tribunales militares o el Operativo “Tun Tun”, y la generación de focos de represión, hostigamiento y caos en comunidades de Caracas y el interior venezolano.

La propuesta constituyente se realiza violando toda normativa legal al respecto, desconociendo las competencias y atribuciones de instituciones públicas así como los derechos de los venezolanos, para supeditarlas a las necesidades ilegítimas de una presidencia autocrática. Esto ha sido reconocido por voceros de la disidencia dentro del gobierno como la fiscal general. Incluso magistrados del Tribunal Supremo hacen pública la alerta, ante la evidencia innegable del enorme daño que, de ser exitosa, la movida dictatorial haría a la nación.

La situación actual es de aguda crisis social impulsada por el gobierno: desmanes contra la población que van desde la brutal represión hasta mecanismos de control serviles como la bolsa CLAP o el carnet de la patria, en medio de un discurso que exacerba la polarización, el sectarismo y la disputa entre los venezolanos, validando la violencia y buscando involucrar a diferentes sectores de la sociedad en una dinámica de guerra.

El régimen ataca la concordia entre los venezolanos. El derecho al voto y el respeto a la constitución, representan acuerdos indispensables para asegurar la convivencia entre los habitantes de un país.  La imposición brutal de la constituyente y la grosera manipulación de los escenarios electorales,  que el régimen  ha efectuado en estos días, son golpes mortales contra esta convivencia.

Imaginemos el escenario de una constituyente que se lleva a cabo pese a la negativa general de la población: ¿Cómo va a ser ese día de elecciones donde la mayoría del país no irá a votar o expresará públicamente su desacuerdo en centros de votación y calles, en el crispado ambiente de tensión, represión violenta y hartazgo que estamos viviendo? ¿Cuál puede ser la reacción nacional frente a unas autoridades desprestigiadas del CNE o el TSJ, cuando pretendan, como en otras ocasiones, validar un proceso manipulado para único beneficio del régimen? ¿Cómo será posible la coexistencia, en medio de la situación irracional de un país con dos constituciones en disputa?

Nuestra democracia, alcanzada con gran esfuerzo por los venezolanos, ha sido, a pesar de sus fallas e imperfecciones, el sistema  que ha generado más progreso en nuestra historia y el espacio más apropiado para la solución, con tolerancia y respeto, de nuestras diferencias. La actual constitución, luego de polémicas y discusiones, fue aprobada por la inmensa mayoría del país, con la confluencia de todos los actores políticos y en representación de toda nuestra diversidad social. La transformación en dictadura del gobierno de Nicolás Maduro, no solo rompe esta democracia y niega esta constitución, sino que ahora, con la implementación forzada de su constituyente fraudulenta, evidencia su intención de llevarnos a situaciones de conflicto y enfrentamiento no vividas en el país desde tiempos de la guerra federal.  Devolvernos a un estadio de miseria y caos en el que el encuentro entre venezolanos solo podía ser de beligerancia, sometimiento o sangre.

Es necesario detener este proceso, activando la participación de todos los sectores sociales que repudian al régimen.  Frente a la censura y desinformación del gobierno, hay que estimular la implementación de asambleas en urbanizaciones y comunidades, que informen y sensibilicen a los venezolanos frente a esta situación alarmante que represente un claro peligro a la ya debilitada convivencia del país. El liderazgo político, en todos sus niveles, debe actuar articulado con la comunidad en la búsqueda e implementación de formas de protesta que presionen la estructura del poder y frenen el despropósito tiránico del madurismo. Todos los venezolanos, sin importar ideologías o filiaciones políticas, debemos tomar conciencia en la desactivación de ésta amenaza y en la vuelta activa a las vías democráticas para impedir la catástrofe.

Detener la constituyente madurista representa la expresión clara del talante democrático de los venezolanos. Puede consolidar los diferentes sectores sociales que se oponen a la instauración de la dictadura y cohesionar los variados esfuerzos que en este momento coexisten enfrentándose a la represión. Es una oportunidad al liderazgo opositor para articularse en profundidad con comunidades y reconocer visiones y expectativas sobre la Venezuela de cambio que busca materializarse. También  posibilita el sumar al reclamo democrático a grupos y personas que permanecen en espacios afines al gobierno, leales al proyecto de justicia social de Hugo Chávez pero desencantados y traicionados por el descalabro que ha significado el madurismo.

El proceso constituyente que pretende llevar a cabo el régimen de Nicolás Maduro es un paso al abismo de escenarios violentos y confrontación.  Debemos hacer  todo nuestro esfuerzo para impedirla y lograr la  Venezuela posible de la reconstrucción, de reencuentro necesario y real entre los venezolanos, que todos queremos.

 

@RobertoPatino