Venezolanos viven su "Amazing Race" para validar su firma - Runrun
Venezolanos viven su «Amazing Race» para validar su firma

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El Pitazo, Tal Cual, Runrun.es

Las imágenes de este miércoles, cuando se cumplió la tercera jornada de validación de firmas para la activación del referendo revocatorio, conforman un álbum de sucesos increíbles. Como si se tratara de un episodio del reality show «The Amazing Race», cientos de venezolanos enfrentaron los obstáculos de una competencia contrarreloj  para asegurarse de que su firma se validara en un hábitat hostil que incluyó árboles atravesados en carreteras, cruces de río con pantalones arremangados, bombas lacrimógenas, atracos y hasta ataque con piedras. Algunos lograron llegar a la meta, pero otros más debieron volver a casa sin la satisfacción del deber cumplido.

 

Ecocidio en la vía

Aquel pensamiento de Simón Bolívar que decía “si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca” fue malinterpretado este miércoles para torpedear el proceso de validación de firmas. Los autores de este obstáculo se aferraron a la última parte de la frase y, con árboles recién talados, formaron barricadas y obstruyeron la carretera que comunica a Cagua con Santa Cruz de Aragua, capital del municipio José Ángel Lamas de la entidad y uno de los lugares donde está activado un centro de validación de firmas. Doblegada y mutilada, la naturaleza obedeció.

Pero las trabas no se limitaron a esto. Cuando los árboles se retiraron de la vía, se hicieron nuevas barricadas con basura quemada, iguales a aquellas que fueron tan criticadas por el oficialismo en 2014. En otros puntos, maquinaría pesada evitaba el paso de los autobuses que iban hacia el lugar.

 

El río de San Sebastián

Al sur de Aragua también hubo obstáculos. Quienes se trasladaron hasta San Sebastián, en la frontera con Guárico, consiguieron vías completamente tapadas. Por esa razón, al menos 300 personas que habían viajado en autobús decidieron seguir la travesía a pie. La aventura incluyó quitarse los zapatos y arremangarse los pantalones, pues debieron atravesar el río Caramacate, cercano a la mencionada población.

A oscuras y con paso cerrado en El Junquito

Desde las 10:00 am, manifestantes cerraron la carretera a la altura del Kilómetro 10 que lleva hacia el pueblo de El Junquito, en Caracas, donde hay un punto de validación. Justamente hacia este lugar se dirigían varios de los autobuses que habían partido desde Plaza Venezuela, donde la oficina del CNE estaba colapsada debido a la enorme afluencia de personas. La alternativa, para sortear este obstáculo, fue conducir en dirección a Macarao donde había otra sorpresita.

En El Junquito también se reportaron fallas eléctricas que interrumpieron el proceso. Muchos de los que llegaron en autobús, debieron volver a su casa.

Gas del bueno y robos en Macarao

“Los guarimberos, váyanse al carajo”. Esta era una de las frases que se escuchaba por los parlantes en las inmediaciones del punto de validación de la parroquia Macarao, en el extremo suroeste de Caracas, ubicado justo frente a un complejo de la Misión Vivienda que tiene estampados los ojos de Hugo Chávez. Allí, bajo la mirada del “intergaláctico”, los validantes debieron aguardar su turno protegiéndose del hampa, que atacó a una señora en la mañana de este miércoles, así como a estudiantes y a personal administrativo de la Universidad Católica Andrés Bello, que fue hasta allá en horas del mediodía en autobús.

Tras el atraco, presuntamente perpetrado por colectivos de la zona, el transporte se suspendió. Pero eso no es todo. Alrededor de las 11:00 am, dos motorizados se acercaron al área posterior del centro y lanzaron una bomba lacrimógena donde estaban las máquinas captahuellas. El incidente, produjo un retraso de al menos 20 minutos y varios afectados, entre ellos una abuela que debió recibir asistencia médica. En horas de la tarde, quienes hacían cola escucharon varias detonaciones. Uno de ellos afirmó que se trataba de tiros al aire para ahuyentarlos.

Alcabala, retención de autobuses y cédulas en Bejuma

En la carretera que une a la ciudad de Valencia con la población de Bejuma, en Carabobo, hay “policías acostados” en cada kilómetro, todo para asegurar que los viajeros aminoren el paso cada vez que transitan por uno de los caseríos que rodean la vía. Pero este miércoles, la autoridad estaba de pie. Una alcabala de la Guardia Nacional Bolivariana en el sector Lagunita impidió el tránsito de varios autobuses que iban llenos de validantes provenientes de los ya colapsados puntos de la capital carabobeña. Según los afectados, fueron confiscadas 32 cédulas de identidad de personas que quería validar su firma en Bejuma.

Operación “morrocoy” en Margarita

Aunque en varios estados se ha reportado la lentitud del proceso, los retrasos en Nueva Esparta tienen un responsable directo: el director de la oficina regional en la entidad, Joe Uzcátegui.

“A todo el que ha estado tratando de obstruir el proceso, le estamos armando un expediente (…) Y todo esto que está haciendo usted, deteniendo el proceso porque le da la gana, es un delito con responsabilidad administrativa y penal”, denunció Henrique Capriles, gobernador del estado Miranda y uno de los líderes de la Unidad.

Capriles acotó que la llamada “operación morrocoy” fue una orden girada la noche de este martes por el presidente Nicolás Maduro, para evitar que se completara la validación necesaria de las firmas que activaría un llamado a referendo revocatorio en su contra.

Heridos en Machiques

A seis autobuses de validantes que iban desde Machiques hasta Casigua-El Cubo, capital del municipio Jesús María Semprún del estado Zulia, los atacaron dos veces con piedras.

En la primera oportunidad, los objetos contundentes fueron lanzados a la altura de El Cruce sin que el suceso afectase la marcha. Posteriormente, luego de pasar Casigua, camionetas del Sebin interceptaron el vehículo y encapuchados empezaron a arrojar más rocas.

Los impactos no sólo rompieron ventanas, sino que también hirieron a por los menos dos personas que iban a bordo de los mismos. Pese al ataque, el trayecto de los electores siguió y sus firmas se validaron.

 

Cintillo Pequeño