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Pedro Palma

Encuestadores y economistas coinciden: sin cambio no hay salida del foso
Según Delphos, si las elecciones presidenciales se hicieran hoy, Henri Falcón obtendría 25% y Nicolas Maduro 22% de los votos
Datanalisis maneja popularidad de entre 15% y 20% para el presidente en marzo de este año. La Iglesia es la institución que aglutina mayor aprobación en la sociedad con 62%, seguida de la empresa privada con 55%
Consultores 21 considera que 7 de cada 10 venezolanos evalúa negativamente al gobierno y a la par tiene Carnet de la Patria
Ecoanalítica teme la posibilidad de un embargo petrolero, cree que portales de referencia sobre precio del paralelo seguirán proliferando y estima que un millón de venezolanos están enviando remesas al país desde el extranjero

 

@franzambranor

CADA UNA DE LAS PALABRAS QUE SALÍAN de la boca de los ponentes hacía que los asistentes arrugaran la cara. Cifras, estadísticas y proyecciones negativas iban y venían. No había manera de percibir con optimismo las conclusiones de encuestas y análisis en el foro “El embargo viene ¿Cómo sobrevivir?”, organizado por Ecoanalítica y realizado este jueves en Caracas.

Durante casi 5 horas y en un salón repleto, una audiencia ávida de descifrar la manera de salir ilesa de la crisis económica, política y social de Venezuela escuchó con atención a encuestadores y a expertos financieros. Los ponentes no descubrieron el “agua tibia”, pero desempañaron un poco el vidrio de la realidad y ofrecieron tips para levantar el espíritu y tolerar los embates de una galopante e inclemente inflación.

Para abrir el evento, Saúl Cabrera de Consultores 21, estuvo a cargo de la ponencia “El valor del voto en una democracia”, una exposición que perfectamente pudo llamarse “7 de cada 10”.

Según las encuestas de Cabrera, esta es la proporción de los que evalúan negativamente al gobierno, los mismos que tienen Carnet de la Patria, los que piensan que es mejor votar que abstenerse y los que consideran que la situación económica no va a mejorar.

“80% considera que el principal problema es económico, mientras que 83% piensa que el país no está progresando”, dijo para romper el “7 de cada 10”.

A juicio de Cabrera,  4 de cada 10 venezolanos afirma que no come tres veces al día, misma proporción que recibe algún tipo de ayuda económica del gobierno y está seguro que las pasadas elecciones regionales se perdieron por la parcialidad del Consejo Nacional Electoral. “Es importante también decir que 8 de cada 10 encuestados cree que se debe pedir ayuda humanitaria”.

Pasando a materia electoral, Cabrera alertó que 82% votaría si hay condiciones confiables, de ese universo, 55% lo haría por el candidato de la oposición.

Pero los dígitos varían entre los que están seguros de ir a votar el 20 de mayo: 36% afirmaron que irán a sufragar; de ellos, 56% lo haría por Maduro y 40% por Henri Falcón.

Tanto Maduro como el CNE continúan teniendo un rechazo notable. “64% cree que el presidente debería irse, 66% expresa desconfianza en su gestión y 60% no se fía del órgano electoral”, indicó Cabrera.

¿Chávez vive?

Buena parte del auditorio suspiró, exhaló, silbó, abucheó o hizo cualquier tipo de sonido cuando Félix Seijas de la encuestadora Delphos dijo que más de la mitad del país quisiera que el presidente Hugo Chávez estuviese vivo.

“Y aquí obviamente hay una buena cantidad de opositores que creen que el fallecido presidente no hubiese dejado que sucediera esta calamidad por la que estamos atravesando”,   afirmó.

El estadístico mostró un cuadro donde se apreciaba que 43% creía que la situación del país estaba mejor antes que Chávez, 42% durante el mandato del llamado “padre de la revolución” y apenas 5% en el gobierno de Maduro.

Con respecto a los comicios presidenciales dijo que si las elecciones se hicieran hoy Henri Falcón obtendría un 25% de respaldo, Maduro un 22%, Javier Bertucci un 8%, 22% no votaría y 23% no sabe.

Ante la pregunta de si vale la pena votar, 45% dijo que sí, 38% que no y 17% no tiene idea. “Ahora, ¿qué sucede si votamos sin barreras, con condiciones en teoría favorables para todos? 53% lo haría por la oposición, 27% por el Psuv, 11% no sabe y 9% no votaría”, expuso Seijas.

Sentenció que la desactivación del voto contra Maduro radica en la desconfianza en el árbitro electoral y en el liderazgo político opositor. “La verdadera batalla no será tanto en los comicios, a mi juicio está en torno a la legitimación o deslegitimación del bloque de poder”.

Advirtió que el chavismo pasó de ser un régimen autoritario competitivo a un totalitarismo explícito.

También señaló que las consultas revelan un deseo predominante en la gente de recuperar la normalidad.

Estallido social puertas adentro

Cerró el foro de encuestadores Luis Vicente León. Con su frontal y entusiasta manera de dirigirse al público, el presidente de Datanalisis dijo que las sanciones a Maduro y sus funcionarios podrían causar una implosión dentro del chavismo.

“Las sanciones son la única amenaza creíble que tiene hoy en día la oposición contra Maduro”, dijo.

Consideró que independientemente del resultado de la votación del venidero 20 de mayo, es poco probable que Maduro se relegitime en el poder.

“Maduro se dio cuenta de que Chávez ya no es un portaaviones y por ello el intentó ‘madurizar’ a la revolución. Aquí el dilema no es votar o dejar de hacerlo, el dilema es si acudir unido con una estrategia”. León informó que 75% del país quiere cambio, pero no está convencido de votar.

Enfatizó que para marzo de este año, fecha del más reciente estudio de Datanalisis, Maduro tenía una popularidad entre el 15% y el 20%.

“Maduro sigue teniendo algo de popularidad en la región, por debajo en aceptación están los gobiernos de Michel Temer (Brasil), Juan Manuel Santos (Colombia) y Enrique Peña Nieto (México)”, indicó Leon.

“Tenemos un 98,1% de la población que siente que el país está mal o muy mal, eso por supuesto afecta las inversiones y el consumo”.

Para el analista, la primera ola de emigración que se produjo en Venezuela fue de empresarios, luego vinieron los profesionales y ahora la base de la pirámide social.

“Un 34,7% de la gente expresa deseo de emigrar, 42,8% posee sentimientos de tristeza y más de 30% de frustración”.

A León le pareció curioso que en una nación donde el Estado promueve el socialismo y las doctrinas de izquierda, los sectores con más aprobación sean la iglesia con 62% y el empresarial privado con 55%.

Luego de los lapidarios escenarios que plasmó el analista, los asistentes fueron por cafe. En la cola por el guayoyo, marrón o con leche se escuchaban comentarios de resignación de cara a la venidera jornada electoral. “Eso está cantado, el asunto es que vamos a hacer, no podemos quedarnos paralizados”, reflexiono un estudiante de economía mientras engullía una de las empanaditas que se esfumaron de las bandejas en cuestión de minutos. “Solo nos queda lo que se pueda hacer desde afuera como dijo Luis Vicente, porque de acá ya lo hemos intentado todo”, salió al paso otro.

Solidaridad para mitigar crisis

Entre encuestadores y los economistas, Roberto Patiño de Alimenta la Solidaridad y Caracas Mi Convive fue un oasis, un descanso ante la retahíla de cifras y análisis negativos de un país con una economía de guerra.

Patiño señaló que Alimenta la Solidaridad surgió de una iniciativa para dar de comer a niños en la zona alta de La Vega, al Oeste de Caracas, durante el periodo de vacaciones escolares de 2016. “Y afortunadamente continúa. Un niño que no come es alguien que no va a poder ser una persona de provecho en el futuro. Tenemos que actuar. Ser indiferente ante la crisis solo la agudiza”, dijo.

El promotor social indicó que desde el inicio del programa se han repartido alrededor de 250 mil platos de comida. “Hemos tenido la colaboración de las embajadas de Alemania y Francia, hay mucha sensibilidad en el mundo con el hambre que se está pasando en Venezuela”.

Peligro de embargo

A Alejandro Grisanti, director de Ecoanalítica y principal anfitrión del evento le tocó hablar de uno de los escenarios más espeluznantes. En su alocución asomó la posibilidad de que Venezuela sea blanco de un embargo petrolero.

“El problema con el gobierno es que no paga sus deudas desde noviembre del año pasado”, alertó.

Según Ecoanalítica la deuda externa se ubica en 160 mil millones de dólares, cantidad que será difícil de pagar especialmente con una caída en la producción de crudo y sin la posibilidad de poder reestructurarla. “Es imposible modificarla en medio de un escenario de sanciones”.

“De 2014 a 2018 hemos perdido 600 mil barriles de petróleo en capacidad productiva. Hoy estamos produciendo lo mismo que en 1950, cuando había 7 millones de personas en el país. Esa producción que perdimos nos va a llevar cinco años recuperarla”.

Grisanti señaló que en 1998 Pdvsa producía cerca de 3 millones de barriles de crudo diarios, hoy en día esa cantidad bajó a un millón, lo que coloca a Venezuela a la par de países sin tradición petrolera como Colombia.

Lejos del discurso antiimperialista de Maduro y el desmarcaje con la administración de Donald Trump, Grisanti afirmó que Venezuela hoy más que nunca depende del gobierno estadounidense en materia petrolera.

A la hiperinflación no la combate nadie

El socio de Grisanti en la firma Ecoanalítica, el veterano economista Pedro Palma, dijo que nadie entiende por qué el gobierno no adopta política alguna para combatir la hiperinflación.

“Una de las peores consecuencias de la hiperinflación es la caída de los salarios reales y el incremento de la pobreza. Este fenómeno es una reacción a varios aspectos, entre ellos el financiamiento del Banco Central de Venezuela a Pdvsa, la creación masiva de dinero inorgánico y la escasa oferta de bienes y servicios”.

Palma enfatizó que ningún país ha tenido una hiperinflación permanente. “Han cambiado los gobiernos o estos modificado su política económica porque es insostenible”.

Agregó que para combatir el proceso hiperinflacionario hace falta sincerar el precio de los servicios públicos, privatizar empresas a nombre del Estado, eliminar el sistema cambiario y devolver la autonomía al BCV.

Para Palma, de no tomarse alguno de estos correctivos la nueva reconversión monetaria será un mero efecto cosmético.

Tasa paralela en distintas presentaciones

Al más joven de los ponentes, el economista Asdrúbal Oliveros, le correspondió analizar el tema más atractivo de la jornada y el que mueve la fibra del ciudadano común: el mercado cambiario y sus repercusiones en las finanzas.

Oliveros comenzó diciendo que la proliferación de páginas web que ofrecen un precio del dólar paralelo va a continuar. “Eso no es algo nuevo, antes tambien existian esos portales, el asunto es que ya uno dejó de ser la referencia exclusiva. No hay manera que la moneda estadounidense baje su cotización en esta coyuntura”.

Sentenció que las personas con acceso a divisas extranjeras serán la únicas con resistencia en esta crisis de largo aliento. “En Venezuela, un dólar rinde casi tres veces más que en el exterior”.

Olivares sentenció que hay una especie de dolarización informal porque se perdió la referencia en bolívares. “La escasa importación del sector privado se hace a tasa paralela. De hecho, 97% de los productos traídos del extranjero este año se regirán por el precio de esa divisa fluctuante”.

El economista manifestó que el menudeo ha venido escalando. “83% de las adquisiciones de dólares en 2010 provenían de empresas privadas, hoy en día la compra de divisas por parte de individuales ascendió a 50%”.

“1.138 millones de dólares que se movieron en el mercado cambiario en 2017 (42,9% de las transacciones) fueron por concepto de envío de remesas y menudeo. Puede que un millón de venezolanos que viven en el exterior estén mandando divisas al país”.

Alertó que en este 2018, el sector privado está operando por debajo de 30%. “Me impresiona el hecho de que los privados se encuentren rezagados en materia cambiaria y de inflación, parece que no han entendido la dimensión de lo que está sucediendo”.

Cree que después de mayo pueda agudizarse una seguidilla de malas noticias: importaciones privadas ligadas al paralelo, crisis en los servicios públicos y de combustible, aunado al incremento de la escasez de bienes.

Oliveros cerró la maratonica sesion respondiendo a la pregunta de un asistente (por supuesto anónimo) que quería saber si debía invertir 100 mil dólares que posee en Venezuela.

“Si es el único dinero que tienes disponible, no lo creo conveniente. De lo contrario, es buen momento de comprar inmuebles por ejemplo o trazarse una estrategia a largo plazo en función de una posible recuperación económica en Venezuela”.

Posterior a responder preguntas del público presente, algunas persiguiendo una especie de esperanza, los economistas estrecharon manos, dieron palmadas en el hombro a espontáneos y sonrieron, como aquel que se aferra al refrán de “al mal tiempo, buena cara”. El salón se vació y las luces se apagaron, pero el espíritu combativo de los venezolanos se encendió pese a unas estadísticas que con un mínimo de voluntad pueden revertirse.

Carta abierta de economistas a Nicolás Maduro

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En vista de la precaria situación por la que atraviesa el país, un grupo de mas de cincuenta economistas venezolanos dentro de los que se encuentra Pedro Palma, Ronald Balza, Ricardo Hausmann, Tamara Herrera y Asdrubal Oliveros entre otros, elaboraron una carta abierta al presidente Maduro, haciendo algunas propuestas y demandas urgentes para una eventual estabilización financiera.

A continuacion parte de la misiva:

En nuestra condición de profesionales de la economía, nos dirigimos a Ud. preocupados por la crisis por la que atraviesa el país. Nos alarma el rápido deterioro que ha experimentado el bienestar de la población desde 2014, particularmente durante el año recién concluido.

El ejercicio de la Presidencia de la República, máxima responsabilidad ejecutiva en la conducción de los asuntos públicos, no puede ser ajeno a esta angustia. Esperamos que, consciente de este deterioro, Ud. entienda la imperiosa necesidad de tomar las medidas que permitan superar cuánto antes esta situación.

Su gobierno acaba de entregar a la Securities Exchange Comission (SEC) de los EE.UU. un informe sobre el desempeño de la economía venezolana en 2016. En él se recoge una caída del 16,5% con respecto al año anterior (2015), el tercer año consecutivo de contracción según cifras oficiales. La mayoría de los analistas estiman una reducción adicional del PIB entre el 10 y el 12% para el cierre de 2017, lo que implicaría una contracción del ingreso promedio por habitante del 37% con respecto a 2012, último año en que este indicador experimentó crecimiento.

La historia moderna registra reducciones de tal magnitud y tan abruptas, solo en medio de cruentas guerras que devastan la producción y el comercio. Este colapso de la actividad económica no sorprende al observar los datos sobre inversión que registra el informe que su gobierno remitió a la SEC. La formación bruta de capital fijo cayó en un 38,4% en 2016 y en un 63% con respecto a 2012.

Tan bajos niveles de inversión amenazan descapitalizar el aparato productivo doméstico al no poder reponer adecuadamente la depreciación de activos. Ello refleja un ambiente muy adverso a la actividad económica durante su gestión, que se traduce en una reducción de la capacidad productiva de la nación, una caída en la productividad laboral y la ausencia de oportunidades para ponerse al día con los avances tecnológicos por medio de nuevas inversiones.

El informe mencionado registra una brecha entre los ingresos y gastos del sector público consolidado de más del 17% del PIB para 2016 y un déficit promedio del 14% durante los cuatro primeros años de su gobierno. A esto ha contribuido el incremento de la deuda externa, la pérdida de ingresos fiscales de origen petrolero por las distorsiones en el régimen cambiario y la expansión imprudente del gasto público. Como Ud. sabe, esas brechas se han podido cerrar sólo mediante la emisión de dinero sin respaldo por parte del Banco Central de Venezuela (BCV). Según el Instituto Emisor, tal financiamiento –a las empresas públicas no financieras– se multiplicó por 30 durante estos primeros cuatro años de su gobierno, aumentando en 14 veces la Liquidez Monetaria.

Lamentablemente, esta perniciosa práctica se aceleró durante 2017. El BCV informa haber multiplicado el financiamiento referido más de 22 veces a lo largo del año. En total, esta emisión de dinero sin respaldo se ha incrementado 667 veces desde que Ud. asumió el cargo de Presidente, mientras que la liquidez monetaria se ha multiplicado por 162 durante ese período. Es imperativo poner coto a esta emisión inflacionaria si se quiere estabilizar los precios de los bienes y servicios en el mercado doméstico y defender el poder adquisitivo de los venezolanos.

Para ello es menester sanear las cuentas públicas de manera de poder reducir su déficit. Por sus elevadas responsabilidades en la conducción del país Ud. tiene que saber que una expansión de medios de pago de esa magnitud, mientras la oferta agregada decae, repercute en una presión alcista sobre los precios, imposible de contener. Asimismo, que la inflación comprime la capacidad adquisitiva de los asalariados y de todo aquel que perciba una remuneración fija. De hecho, el informe que su gobierno entregó a la SEC revela una caída en el consumo privado del 29,3% entre 2013 y 2016, una reducción del 32,1% por habitante. 2 Como el Instituto Emisor incumple su deber de informar mes a mes las estadísticas de precios e inflación, tal responsabilidad la tuvo que asumir la Comisión Permanente de Finanzas de la Asamblea Nacional. Utilizando la misma metodología que el BCV, sus cálculos arrojan una inflación para 2017 del 2.616%, por mucho la más alta del mundo.

En tales circunstancias, la pretensión de compensar el aumento en el costo de vida de los venezolanos decretando incrementos en el Salario Mínimo Legal es una carrera perdida. Con el ajuste que Ud. decretó el 31 de diciembre, su poder adquisitivo para comienzos de 2018 es apenas la tercera parte de lo que era al cierre de 2016 y un 80% más bajo que cuando Ud. asumió la Presidencia. Sus ministros y asesores le han tenido que informar, además, que subir por decreto la remuneración salarial cuando cae la productividad es combustible seguro para más inflación. Todo hace pensar, entonces, que la depresión en los niveles de consumo haya sido aún mayor durante 2017 que lo padecido en 2016. Tan lamentable secuela indica que el deber más importante que le toca Ud. cumplir en lo inmediato como Presidente es atajar la caída en el nivel de vida de los venezolanos, atacando frontalmente las causas de la inflación.

Siga leyendo la carta aquí

Ene 15, 2017 | Actualizado hace 7 años
Lecciones de 2016 para 2017, por Pedro Palma

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Revisando el artículo que escribí hace un año en esta columna sobre las perspectivas económicas de 2016 constaté no solo lo acertado de esas previsiones, sino también la vigencia que estas aún tienen para el 2017. Para dar soporte a lo que digo, reproduzco algunos párrafos de aquel artículo que, creo, pueden aplicarse al año que recién comienza: “Después de un año devastador desde el punto de vista económico, las perspectivas (…) no son nada alentadoras. Los deprimidos precios petroleros y las escasas o inexistentes posibilidades de que los mismos experimenten una sólida recuperación en los próximos meses, llevan a pensar que los ingresos de divisas de este año serán muy bajos, haciendo que continúe la restricción crítica de dólares para la realización de una serie de operaciones externas, la importación de productos básicos como alimentos y medicinas, entre ellas. Esto, combinado con las pocas posibilidades de incremento de la producción local debido al diezmado aparato productivo privado, a la ineficiencia supina de las empresas estatales, y a la imposición de desproporcionados controles de precios y de otra índole, hará que los ya críticos problemas de escasez y de desabastecimiento continúen a lo largo del año, o incluso se agraven. El descomunal desequilibrio de las finanzas públicas, (…) y el financiamiento de buena parte del mismo por el BCV a través de la creación masiva de dinero sin respaldo, continuará materializándose en el presente año.”

“De continuar el manejo de la cuestión económica como hasta ahora, los resultados de este año serán muy adversos (…) La inflación sería aún mayor, con su efecto devastador sobre la capacidad de compra de los ingresos de los venezolanos, traduciéndose esto en un aumento aún más acentuado de la pobreza que el que ya se produjo el año pasado. La actividad productiva, por su parte, volvería a mostrar una contracción muy intensa, limitando las posibilidades de trabajo y aumentando notablemente los niveles de desempleo y subempleo. Toda esta situación tendería a agravarse por las dificultades cada vez mayores de obtener financiamiento externo, y el bajo nivel de reservas internacionales debido a la dilapidación irresponsable de recursos en los años recientes, lo cual podría llevar a una imposibilidad de seguir honrando los compromisos financieros externos que vencen este año.”

“Ante un panorama tan adverso, cabe preguntarse qué efectos podría tener el nombramiento del nuevo gabinete económico. La pregunta no es fácil de contestar, ya que, por una parte, quienes integran el nuevo equipo no han dado signos claros de cuál será la nueva orientación de la política económica, (…) y, por la otra, la persona que ahora tiene la responsabilidad de liderar ese equipo es un manifiesto partidario y defensor de la política económica hasta ahora implementada. (…) De imponerse esas recomendaciones en el manejo de la cuestión económica en los próximos meses, lo que tendremos será la profundización de la crisis que vivimos, más escasez, inflación aún más alta, acentuación de la pobreza y depauperación.”

Como se ve, lo que predijimos hace un año se cumplió a cabalidad, habiéndose materializado el año pasado una inflación de alrededor de 500%, una contracción económica superior a 10%, una fuerte caída de la capacidad de compra de los ingresos percibidos por los venezolanos y, consecuentemente, un incremento notable de la pobreza. Hay que aprender de esa lección, pues de no darse un giro en la conducción del país, ese cuadro dramático muy posiblemente se continúe materializando a lo largo de 2017, para desgracia de todos los que aquí vivimos.

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Deseo invitar a todos mis lectores a que visiten mi nueva página web, aún en formación: www.pedroapalma.com donde encontrarán una recopilación de mis artículos de prensa, de algunos trabajos profesionales, y algo más. Mis mejores deseos para todos.

@palmapedroa

El Nacional

Economistas aseguran que billete de Bs. 500 es insuficiente

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*Con información de El Nacional y El Universal

 

El Banco Central de Venezuela estudia la posibilidad de emitir un billete de 500 bolívares que entraría en circulación en 2016, informó una fuente extraoficial ligada al instituto emisor.

La medida se debe a la emergencia que se presenta por la escasez de los billetes de 50 bolívares y de 100 bolívares. El aumento de la circulación de estas denominaciones es consecuencia de la escalada inflacionaria que vive la economía. El valor que representan los billetes de menor denominación ni siquiera es suficiente para cancelar los productos de más bajo precio en el mercado.

Ante esta posibilidad economistas se pronunciaron y analizaron la situación y esto fue lo que dijeron:

El economista y profesor del IESA, Pedro Palma, y la economista Anabella Abadí, ratificaron este miércoles que debido al «acelerado proceso inflacionario que existe en el país» es necesario billetes de mayor denominación.

Palma aseguró que «quien esta generando inflación es el estado porque gasta 20% más del producto que le ingresa y, por lo tanto, tiene que buscar financiamiento en el BCV quien se lo financia creando dinero inorgánico, dinero sin respaldo que entra a la masa monetaria».

Explicó que cuando se desencadena un proceso inflacionario, «la cantidad de bolívares que necesitas es mayor» y que si la situación se mantiene «la inflación hará que regresen los tres ceros que quitaron».

El economista señaló que la situación también está relacionada con los «subsidios masivos» del gobierno nacional cuando ofrece productos que son «muchísimos más baratos» en Venezuela que en cualquier otro país, como es el caso de la gasolina.

«Para que un extranjero pueda comprar en Venezuela necesita la moneda nacional. En Colombia el billete de Bs. 100 lo compran más caro porque de igual forma cubrirán ese gasto con los productos venezolanos que venderán allá a más del doble», aseguró Palma en el programa de César Miguel Rondón por Unión Radio.

Por su parte, la economista Anabella Abadí, señaló que el venezolano necesita un billete de mil Bs. porque el de Bs 500 es «insuficiente». Explicó que » el objetivo es facilitar las transacciones» y descartó que en Venezuela se esté llevando a cabo una especie de «corralito».

Pedro Palma: Simadi está intervenido y controlado por el BCV

pedropalma

 

El Mercado Marginal de Divisas no ha operado eficientemente porque «está plenamente intervenido y controlado por el Banco Central de Venezuela”, aseguró el economista Pedro Palma, al afirmar que no se ha cumplido con la oferta de que la cotización sería fijada por la oferta y la demanda del mercado.

También se prometió que el Simadi sería alimentado por el sector privado, pero no funcionó así y solamente ha habido oferta del sector público, admitiendo que el tipo de cambio en el marginal ha estado permanentemente al alza en alrededor de 190 Bs/$ y esto ha profundizado la brecha con el dólar paralelo que se ha estado moviendo entre 250 y 280 bolívares por dólar.

Es decir no se han estado corrigiendo las distorsiones que existen en el mercado cambiario, por el contrario no se ha reducido la brecha entre el Simadi y el paralelo. Cuestiona el economista que el BCV continúe emitiendo dinero inorgánico, creciendo la liquidez en forma preocupante, lo cual estimula la demanda, sobre todo por el bajo costo de financiamiento ubierto por la banca privada con bajísimos intereses.

En otras palabras, se estimula la demanda a través de la emisión de dinero inorgánico, mientras la oferta interna está paralizada, como consecuencia de una serie de políticas erradas del Gobierno, hostigando y persiguiendo al sector privado, poniendo presos a sus ejecutivos, imponiendo controles de precios que en muchos casos obligan a las empresas a trabajar a pérdida y de paso no se les entregan las divisas para pagar las obligaciones con los proveedores, que en muchos casos han suspendido las líneas de crédito, aseguró Palma.

Advirtió en Globovisión, que no hay razones para prever que esta situación vaya a cambiar en el corto o mediano plazo, por el contrario se mantiene la persecución a las empresa del sector privado. Señaló que en un año electoral, es poco probable que el Ejecutivo apruebe el conjunto de medidas que hacen falta, para corregir las distorsiones que están afectando la economía, por cuanto podrían tener un costo político muy elevado.

 

Ene 15, 2015 | Actualizado hace 9 años
Perspectivas económicas 2015 por Pedro Palma

Perspectiva

 

El comportamiento de la economía venezolana en 2015 será muy adverso. El notable agravamiento de los desequilibrios que se vienen padeciendo desde hace varios años en el ámbito fiscal, cambiario, monetario y financiero, petrolero y real debido a la irresponsable inacción gubernamental, a la continuada implementación de políticas públicas erradas, y al desplome de los precios petroleros que se ha materializado desde mediados de 2014, pintan un cuadro muy aciago para el año que recién se inicia.

Como tantas veces lo hemos advertido, la no atención de aquellos desequilibrios ha traído consecuencias muy negativas. Las restricciones para acceder a las divisas cada vez más escasas, la negativa gubernamental a implementar los necesarios ajustes cambiarios, los severos e irracionales controles de precios y de otra índole que se han impuesto, la continuada actitud hostil a la iniciativa económica privada, y los cada vez más exiguos resultados productivos de las empresas expropiadas por el Estado, agravaron el año pasado los problemas de desabastecimiento y de restricción de la actividad productiva, al punto de generarse una caída de 4% del PIB. Ello, combinado con la dislocada expansión monetaria debido al desequilibrio fiscal y al masivo financiamiento de gasto público deficitario por el BCV, generó un notable recrudecimiento inflacionario y una contracción de las remuneraciones reales, lo cual afectó a toda la población, pero particularmente a los más desposeídos.

Como ya se dijo, el comportamiento económico de 2015 luce muy complejo y adverso. Los graves desajustes que se han acumulado, combinados con el desplome de los precios petroleros, llevan a concluir que hoy luce como inevitable e inminente la implementación de una serie de medidas de ajuste con el fin de afrontar la grave situación. Ello, sin duda, generaría consecuencias dolorosas. El desbalance fiscal obliga a la revisión de las tarifas de los servicios públicos, al incremento del precio de la gasolina, a posibles aumentos de impuestos o implementación de nuevos tributos, y a la racionalización del gasto gubernamental, medidas estas que tienen inmediatas consecuencias inflacionarias y recesivas.

Por otra parte, la agudización del desequilibrio cambiario debido a la altísima demanda de dólares ya la menor disponibilidad de divisas, agravado por el desplome de los precios petroleros, lleva a la necesidad imperiosa de ajustar los tipos de cambio oficiales, lo cual implicará una importante devaluación del bolívar. Esto también generará presiones inflacionarias debido al encarecimiento de los productos foráneos, de los que tanto dependemos, así como un efecto recesivo por la disminución de la capacidad de compra de los ingresos de los venezolanos y las consecuentes restricciones de demanda.

También se hace necesario limitar la liquidez, para lo cual es fundamental eliminar el pernicioso financiamiento de gasto público deficitario por el BCV, así como estimular la producción a través de incentivos a la inversión, eliminación de controles de precios absurdos que condenan a productores y comerciantes a trabajar a pérdida o con márgenes exiguos, y la reversión de las expropiaciones o expoliaciones de empresas por parte del Estado. En otras palabras, es necesario dar un giro de 180 grados en el manejo de lo económico. De no hacerlo, e insistir el gobierno en mantener el camino errado de la inacción por temor a las consecuencias políticas que los ajustes tendrían, sobre todo en un año electoral como 2015 en el que se elegirá a los nuevos miembros de la Asamblea Nacional, podría tener consecuencias catastróficas con desenlaces traumáticos en lo económico y en lo político.

Tenemos por delante tiempos irremediablemente muy difíciles. Si se aplican los ajustes necesarios, este año tendremos alta inflación, recesión aún más intensa, desempleo y mayor pobreza, pero si no se implementan estos las consecuencias serían aún peores y más traumáticas

 

@palmapedroa

El Nacional