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David Cameron

David Cameron renuncia a su escaño en el Parlamento británico

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El exprimer ministro británico David Cameron, que dimitió en junio al perder el referéndum sobre la Unión Europea, dijo este lunes que abandona también su escaño de diputado, en una entrevista con la televisión ITV.

«Dadas las circunstancias de mi dimisión, no es realmente posible ser un diputado ordinario» y trabajar por la circunscripción de Witney, en el sur de Inglaterra, alegó Cameron, que defendió la permanencia en el bloque europeo en el plebiscito del 24 de junio y salió derrotado.

«Todo lo que haga se convertirá en una gran distracción y en un desvío de la atención sobre lo que el gobierno tiene que hacer por este país», argumentó.

«Lo pensé a conciencia durante el verano y decidí que lo correcto es renunciar», aseguró el político de 49 años, que dijo que no sabe a qué se dedicará a partir de ahora.

Cameron renunció como primer ministro en junio, después de un referendo acerca de la permanencia de Gran Bretaña en la Unión Europea y donde triunfó el Brexit, o la salida británica

 

 

David Cameron afronta su último día como primer ministro

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David Cameron compareció ante el Parlamento británico el miércoles por última vez como primer ministro con dignidad y buen humor, convirtiendo una sesión de preguntas normalmente áspera en un momento para elogiar, agradecer, bromear y aclamar… con una pizca de críticas.

La cordialidad en la Cámara de los Comunes culminó en un fuerte aplauso y una ovación de pie de parte de los colegas conservadores de Cameron, de 49 años, que renuncia después que los electores decidieron abandonar la Unión Europea. Presentará formalmente su renuncia a la reina Isabel II el miércoles por la tarde en el Palacio de Buckingham y cederá la posta a su sucesora, Theresa May.

«Extrañaré el clamor de la multitud. Extrañaré las duras críticas de la oposición», dijo Cameron, prometiendo seguir los futuros diálogos como un legislador conservador regular desde los banquillos traseros.

Incluso se burló de sí mismo al recordar a los legisladores sobre un cruel comentario que él lanzó al entonces primer ministro Tony Blair hace más de una década: «Él fue el futuro en su momento».

«Como una vez lo dije, yo fui el futuro en su momento», subrayó Cameron, mientras su esposa Samantha y sus tres hijos observaban desde la galería pública.

Pese a lo repentino de la salida de Cameron —menos de tres semanas después del referendo del 23 de junio sobre la permanencia de Gran Bretaña en la UE_, él lució relajado y confiado mientras absorbió tanto elogios como críticas de los legisladores de la oposición.

En respuesta al líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, que enfrenta su propia lucha por conservar el cargo ante dos legisladores por partido que pretenden reemplazarlo, Cameron se burló de la tormenta política del Partido Laborista al señalar que los miembros del Partido Conservador habían pasado por un proceso de «renuncia, nominación, contienda y coronación» mientras que el Laborista sigue trabajando en las reglas para su contienda.

La nueva líder, que desde hace seis años funge como secretaria de Interior — al frente de los asuntos de inmigración y seguridad— tiene ante sí la complicada tarea de devolver la calma al país y a los mercados financieros tras las turbulencias que siguieron al inesperado resultado en la consulta popular del pasado 23 de junio.

Se espera que presente pronto su nuevo gobierno, en el que habría un ministro encargado de poner en marcha el Brexit, la salida británica.

May, que respaldó la permanencia del país en el bloque, también podría colocar a destacados partidarios del Brexit en puestos clave. Expertos ansían comprobar si su ejecutivo incluirá al ex alcalde de Londres, Boris Johnson, y al secretario de Justicia, Michael Gove, aspirantes a suceder a Cameron y que hicieron campaña juntos para abandonar el bloque, aunque después se distanciaron.

También se especula con que May, la segunda mujer primer ministro del país después de Margaret Thatcher, impulse el número de mujeres en puestos de responsabilidad.

En declaraciones al diario The Daily Telegraph, Cameron dijo que había sido «un privilegio servir al país que amo».

Cameron dijo que esperaba dejar «un país más fuerte, con una economía pujante y más oportunidades de prosperar en la vida».

Los periódicos publicaron duras críticas. The Sun dijo que Cameron se «arruinó por su sobreconfianza olímpica», mientras que The Guardian lo llamó el «primer ministro de las promesas rotas».

Pero recibió elogios de un viejo adversario, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que dijo que echará de menos al líder británico.

 

Gran Bretaña: Cameron cedió el gobierno británico a Theresa May

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LONDRES (AP) — Gran Bretaña tendrá nueva primera ministra el miércoles 13 de julio, tras dos semanas agitadas en la que un referendo destronó al jefe de gobierno actual y las intrigas políticas derribaron a varios postulantes.

La secretaria de Interior, Theresa May, fue elegida líder el lunes después del retiro imprevisto de su única rival, quien dijo que el país necesita estabilidad en medio de la incertidumbre provocada por el voto a favor de salir de la Unión Europea.

El primer ministro David Cameron dijo que presentará su renuncia a la reina Isabel II el miércoles tras su última sesión en el parlamento en la que responderá a preguntas de los legisladores.

En la puerta de la residencia oficial de 10 Downing Street, Cameron dijo que «para el miércoles por la tarde tendremos un nuevo primer ministro en ese edificio a mis espaldas».

May será la segunda mujer que ocupa el puesto después de Margaret Thatcher. May dijo el martes que se sentía «honrada y humilde» por haber sido elegida.

Cameron anunció su renuncia al perder la votación por la permanencia en la UE en el referendo del 23 de junio. May había hecho campaña por la permanencia, pero el lunes dijo enfáticamente que respetará el resultado de la votación.

La ministra de Energía Andrea Leadsom, partidaria de la salida, se retiró de la contienda tras el escándalo provocado por sus declaraciones que el hecho de ser madre le daba ventaja sobre May, que no tiene hijos.

Leadsom dijo en un comunicado que carecía de «apoyo suficiente» entre los legisladores para ser líder, y añadió: «Lo más conveniente para los intereses del país es la designación inmediata de un primer ministro fuerte y con mucho apoyo».

Es el giro más reciente del torbellino político desatado por el referendo de salida, el Brexit. Al día siguiente de la consulta, Cameron anunció su renuncia, lo que dio lugar a la contienda por la sucesión. Los candidatos más prominentes —incluidos los promotores de la salida Boris Johnson y Michael Gove— quedaron en el camino entre denuncias de traición e intrigas.

Los legisladores redujeron el número de contendientes de cinco a dos, Leadsom y May.

Ahora, la reina invitará a May a formar gobierno el miércoles, un acto ceremonial pero parte de las costumbres de cambio de gobierno.

May, de 59 años, es uno de los miembros más experimentados del gabinete de Cameron, en que ha sido secretaria de Interior durante seis años.

Al igual que Cameron, pertenece al ala proeuropea del partido, pero destacados dirigentes del ala antieuropea como Johnson y Gove se apresuraron a declararle su apoyo.

El resultado del referendo trastornó la política británica y dio lugar a disputas por el liderato también en el laborismo, el principal partido opositor.

La legisladora laborista Angela Eagle intentará destronar al líder Jeremy Corbyn, un veterano izquierdista con una fuerte base de apoyo entre los afiliados pero escaso respaldo entre los 229 legisladores.

El bloque laborista aprobó una moción de retirarle la confianza a Corbyn y muchos miembros de su equipo legislativo renunciaron en protesta. Él se niega a renunciar y dice que puede ganar una votación por el liderato.

Muchos legisladores laboristas sostienen que Corbyn, un político sin carisma y socialista acérrimo, carece de atractivo para los votantes. Eagle dijo que «no se conecta lo suficiente para ganar una elección».

La designación de May difícilmente pondrá fin a la turbulencia política. De inmediato enfrentará la presión para iniciar las conversaciones formales de salida de la UE al activar el Artículo 50 de la constitución del bloque.

También se le reclama que busque un mandato de los votantes mucho antes de las elecciones generales previstas para 2020, aunque no está obligada a ello por ley. Los partidos opositores Laborista y Liberal Demócrata la exhortaron a hacerlo.

«Es inconcebible que Theresa May sea coronada primera ministra sin haber ganado una elección dentro de su propio partido, ni que hablar del país», dijo el líder liberal demócrata Tim Farron.

Oliver Daddow, profesor de política en la Universidad de Nottingham Trent, dijo que a May le convendría llamar a elecciones mientras el laborismo esté desorganizado.

«Tiene a su favor que el laborismo está en semejante lío», dijo. «Tendría que estropearlo todo para no ganar».

Reino Unido tendrá una primera ministra: Theresa May o Andrea Leadsom

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Dos mujeres, la ministra de Interior, Theresa May, y la secretaria de Estado de Energía, Andrea Leadsom, fueron designadas este jueves por el grupo parlamentario del Partido Conservador británico como las únicas candidatas para ser la próxima líder de la formación y primera ministra del Reino Unido.

May obtuvo 199 de los 329 votos de los diputados y parte como favorita en un proceso de elección en el que ahora participarán por correo los 150.000 afiliados al partido -cuyo resultado se conocerá el 9 de septiembre-, mientras que Leadsom sumó 84 apoyos.

Ambas competirán por heredar el puesto de jefe de Gobierno que dejará vacante David Cameron cuando haga efectiva su dimisión, que anunció poco después de conocer la victoria del «brexit» en el referéndum del 23 de junio.

Cualquiera que sea la ganadora del proceso, el Reino Unido contará con una primera ministra por segunda vez en su historia, después de Margaret Thatcher, que lideró el Ejecutivo entre 1979 y 1990.

En la segunda ronda de votaciones para elegir al sucesor de Cameron quedó apeado este jueves el ministro de Justicia, Michael Gove, al recibir tan solo 46 votos, mientras que el exministro de Defensa Liam Fox y el titular de Trabajo y Pensiones, Stephen Crabb, se quedaron fuera el martes.

La aspirante que llegue a ocupar el número 10 de Downing Street, residencia oficial del primer ministro británico, será la encargada de establecer la hoja de ruta de Londres para las negociaciones con Bruselas para cumplir con la voluntad del 51,9 % de los votantes británicos que optaron por salir de la UE.

Como líder del Partido Conservador, la ganadora de este proceso deberá curar las heridas internas de una formación que ha quedado dividida entre aquellos que defendieron salir de la UE o continuar en Europa antes del referéndum.

«Esta votación demuestra que el Partido Conservador puede estar unido. Bajo mi liderazgo lo estará», dijo
May, de 59 años, en un discurso a las puertas del Parlamento de Westminster. «Necesitamos un liderazgo fuerte, capaz de negociar el mejor acuerdo con Bruselas para salir de la Unión Europea, unir a nuestro país y nuestro partido, y volver a hacer del Reino Unido un Estado que trabaja no solo para unos cuentos privilegiados, sino para todos nosotros», afirmó.

May, que en la campaña del referéndum defendió la permanencia en la UE, ha advertido de que si llega a ser primera ministra no tiene intención de activar, al menos hasta finales de 2016, el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que inicia la cuenta atrás de dos años para romper con Bruselas.

Asimismo, May ha subrayado en los últimos días que la voluntad de los británicos que optaron por romper los lazos con Bruselas debe ser respetada y ha descartado cualquier intento para que el Reino Unido continúe formando parte de la UE.

Para la ministra debe ser una «prioridad» garantizar que las compañías británicas tengan acceso al mercado único, al tiempo que ha destacado que buscará poner límites a la libertad de movimientos de ciudadanos comunitarios en el Reino Unido.

Leadsom, exdireciva bancaria de 53 años, ha adquirido peso en el partido haciendo campaña a favor el «brexit» en los últimos meses junto a Gove y el exalcalde de Londres, Boris Johnson, este último fuera de la carrera por el liderazgo por decisión propia.

Al contrario que May, Leadsom, con escaño en la Cámara de los Comunes desde 2010, ha indicado que activaría el artículo 50 tan pronto como llegue al despacho de Downing Street si es designada para suceder a Cameron.

Leadsom ha expresado que quiere que continúe la libertad comercial entre Londres y el resto del continente, si bien ha subrayado que uno de sus principales objetivos es limitar la inmigración, por lo que sus colaboradores cercanos han avanzado que buscará una «tercera vía» con Bruselas para tratar de garantizar ambos objetivos.

 

Carlos Dorado Jul 03, 2016 | Actualizado hace 8 años
¡Terrorista político! por Carlos Dorado

Brexit

cdoradof@hotmail.com

La mayoría de los políticos, en su afán de lograr el poder o continuar ejerciéndolo, se convierten en irresponsables, y no les importa el país o el bien de la población, si estos ponen en riesgo la pérdida de su poder.

El otro día quedé asombrado, cuando unos amigos míos en Europa, me mostraron una aplicación de marketing y comunicación que desarrollaron, en la que los políticos están siendo uno de sus principales clientes. Al incorporarle a dicha aplicación ciertas palabras, frases, ideas, o temas; se despliega una búsqueda de contenidos que estén relacionados en Internet con esos términos, y le arroja un análisis que indica el grado de aceptación que tendría la idea, qué es lo que más le gustaría a la gente escuchar en relación a la misma, y cómo, y qué decirle a la población sobre el tema.

No creo que David Cameron sea cliente de mis amigos, pues si lo fuera, les falló la aplicación, porque en su afán de salvar los muebles de su casa del incendio político que él mismo desató; se quedó sin casa y sin muebles, creándole un gran daño a todo un país; anteponiendo así sus intereses personales y el de su partido, al de toda una nación, que en teoría dirigía, para construirle un futuro mejor.

¿Construirle un futuro mejor? ¡No sólo se lo desmejoró; se lo truncó!, o al menos la ilusión de tenerlo para la mayoría de jóvenes británicos, pues el 64% de los menores de 25 años votaron por quedarse dentro de la Unión Europea; mientras que un 58% de los mayores de 65 años votaron por salirse. Lo grave, es que los que querían quedarse tienen por delante una expectativa de vida de 70 años, mientras que los que se quisieron salir apenas les queda un promedio de 16 años. Qué paradoja: ¡El futuro lo decidieron quienes no lo tienen, incentivados por un futuro que no les importaba; sino únicamente el suyo!

El populismo de Cameron y su partido, combinados con el nacionalismo de una población que no termina de curarse de sus complejos colonizadores, les impidió ser realistas y pragmáticos, para visualizar que más del 50% de sus exportaciones van destinadas a la Comunidad Económica Europea, mientras que tan sólo importan un 10% a la Gran Bretaña. Que su moneda (que marcó el mayor descenso histórico de los últimos 30 años) ya no está respaldada por la grandeza económica del imperio británico de otros tiempos, y que “la city” corre el riesgo de dejar de ser el centro financiero de Europa.

La política no es sólo saber venderle al pueblo lo que el líder piensa, sino lo más importante es “qué piensa el líder”, y éste debería estar obligado a tener visión de futuro, aunque tenga que sacrificar su poder, para que las cosas sean como deben ser y no como él quiere que sean. Lamentablemente, y cada día con más frecuencia, la mayoría de los políticos usan a la gente, sin darse cuenta de que tarde o temprano se quedarán solos cuando la gente los descubran; pero lamentablemente en la mayoría de los casos “ya el daño fue hecho”.

Mi madre solía decirme que: “El arte de dirigir consiste en saber cuándo hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta”. No creo que Cameron haya tenido la nobleza y la dignidad para abandonarla. ¡No tuvo otro remedio!; pero mientras tanto, se llevó con él a todo un país.

¿Líder? Creo que no llegó ni a la categoría de terrorista político, porque guardando las distancias; los terroristas se inmolan causando muchas desgracias; éste pretendía causar también desgracias, pero salvándose él.

Unión Europea presiona a Gran Bretaña para una salida rápida

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BRUSELAS, Bélgica (AP) — Líderes de la Unión comenzaron el martes a trazar un futuro sin Gran Bretaña, exhortando a Londres a que se separe lo más rápido posible de las otras 27 naciones del bloque a fin de poner fin a la incertidumbre que está afectando los mercados financieros mundiales.

El presidente del Consejo Europeo Donald Tusk dijo que convocará a una reunión de los líderes de la UE sin el primer ministro británico, en Bratislava, en septiembre, para forjar los planes futuros.

El martes, el primer ministro británico saliente David Cameron sostuvo conversaciones con el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, poco antes de una cumbre en Bruselas donde se espera que el líder británico diga que las negociaciones para una salida de su país no comenzarán antes de octubre. Han surgido rumores de que Gran Bretaña desea negociaciones informales sobre cómo funcionarán sus futuras relaciones con la Unión Europea antes de que se concrete la salida, lo cual es rechazado por muchos miembros del bloque.

Juncker y otros líderes europeos insisten en que no habrá ningún tiempo de negociaciones hasta que Gran Bretaña active el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que genera un proceso de dos años para separarse del grupo creado para unir a Europa tras los horrores de la Segunda Guerra Mundial.

En una inédita sesión de emergencia del Parlamento Europeo, convocada después del referendo británico del jueves, Juncker exigió que Gran Bretaña clarifique su futuro.

«Quiero que el Reino Unido clarifique su posición. No hoy, no mañana a las nueve de la mañana, pero rápidamente», dijo al parlamento. «No podemos continuar en un período prolongado de incertidumbre».

Juncker dijo que prohibió a los miembros de la comisión mantener conversaciones secretas con los británicos antes de que Londres invoque la cláusula de salida.

«Nada de notificaciones. Nada de negociaciones», dijo en medio de fuertes aplausos.

Tusk ya elaboraba planes a largo plazo. Dijo que de los jefes de gobierno y de estado de la Unión Europea – con la exclusión de Cameron – sostendrán una reunión especial en septiembre para analizar «el nuevo proceso de reflexión, el nuevo impulso para Europa, un nuevo futuro para Europa».

«Necesitamos unas cuantas semanas para preparar este proceso», expresó.

La reacción inmediata en el Parlamento Europeo el martes fue emotiva. Nigel Farage, miembro británico del Parlamento Europeo y destacado líder del movimiento por la salida, recibió abucheos cuando exhortó a Europa a celebrar un buen acuerdo comercial con Gran Bretaña cuando salga, y dijo que en caso contrario la industria automotriz alemana perdería empleos.

«¿Por qué no actuamos de manera pragmática, sensata, adulta, racional… y llegamos a un acuerdo sensato sin tarifas?», se preguntó.

En un discurso interrumpido varias veces por los abucheos, Farage advirtió que «el Reino Unido no será el último estado miembro que abandona la Unión Europea».

Confirmando sus palabras, la dirigente ultraderechista francesa Marine Le Pen calificó el voto británico de «victoria extraordinaria para la democracia, una cachetada a un sistema europeo basado cada vez más en el miedo, la extorsión y las mentiras».

La canciller alemana Angela Merkel dijo que empeñará «todas sus fuerzas» para impedir la disgregación de la UE. Varios líderes de la UE iniciaban una cumbre de dos días para conocer la posición de Cameron y planificar los próximos pasos.

Los líderes de la salida británica esperan que el país siga gozando de muchos privilegios empresariales del mercado interno de la UE a la vez de poder negar a los ciudadanos europeos el ingreso a Gran Bretaña para enfrentar las inquietudes por la inmigración que fueron un factor clave en la votación. Merkel, quien encabeza la primera economía europea, dijo claramente que eso era imposible.

En un discurso en el parlamento alemán antes de viajar a Bruselas, Merkel dijo prever que Gran Bretaña mantendrá «estrechas relaciones» con la UE, pero que Londres no puede esperar que todo siga como antes.

 

 

Gobierno británico creó departamento para afrontar el Brexit

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El primer ministro británico, David Cameron, ha creado una «unidad del Brexit» a fin de preparar las negociaciones sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, tras el referéndum del jueves, informaron este lunes fuentes oficiales.

Cameron presidió  la primera reunión del Gobierno después del plebiscito, en la que se abordó el resultado de esa consulta y se acordó crear este nuevo organismo, que estará formado por funcionarios y presidido por el diputado conservador Oliver Letwin.

Esta unidad deberá asesorar al nuevo primer ministro a partir del próximo octubre, cuando Cameron saldrá previsiblemente del Ejecutivo, como lo anunció el pasado viernes tras conocerse el triunfo de los partidarios del «brexit».

Letwin tendrá la misión de coordinar los distintos puntos de vista de los departamentos del Gobierno acerca de los nuevos pasos a seguir para iniciar las negociaciones sobre este proceso, indicó una portavoz de la residencia de Downing Street.

Este equipo no tendrá poder de decisión sobre la futura relación del Reino Unido con la UE, puntualizó la fuente, por lo que será meramente consultivo.

Para iniciar las negociaciones, Londres debe comunicar a la UE que activa el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece el proceso de negociación, cuyo periodo es de dos años, pero hasta el momento el objetivo del Gobierno es esperar hasta octubre.

Gran Bretaña decidió abandonar la Unión Europea

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Gran Bretaña votó el jueves a favor de abandonar la Unión Europea tras una agria y divisiva campaña electoral, una noticia que derribó el gobierno británico, hundió los mercados internacionales el viernes y resquebrajó la estabilidad de un proyecto de unidad continental diseñado hace medio siglo para evitar una III Guerra Mundial.

La decisión plantea la posibilidad de años de negociaciones sobre comercio y lazos políticos y empresariales con lo que se convertirá en un bloque de 27 países, un divorcio sin precedentes que podría llevar décadas.

«Amanece en una Gran Bretaña independiente», dijo el líder del Partido Independencia de Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, ante los vítores de sus seguidores en la fiesta de campaña del bando partidario de salir del bloque. «Que el 23 de junio pase a la historia como nuestro nuevo día de independencia», exclamó.

El primer ministro británico, David Cameron, que había liderado la campaña por mantener a Gran Bretaña en la UE, anunció que renunciaría al cargo en octubre cuando su Partido Conservador celebre su conferencia anual. El próximo primer ministro decidirá cuándo se invoca el Artículo 50, que inicia una salida de la UE.

«Haré todo lo que pueda como primer ministro para mantener estable el rumbo durante las próximas semanas y meses», dijo. «Pero no creo que sea adecuado que yo sea el capitán que guía al país a su próximo destino».

La comisión electoral señaló que el 52% de los votantes se inclinó por abandonar la UE. La participación fue alta, un 72% de los más de 46 millones de votantes registrados acudió a las urnas.

Los sondeos antes de los comicios mostraban una carrera muy ajustada, pero la última tendencia en la semana anterior al referendo parecía favorecer a los partidarios de seguir en la UE.

El resultado conmocionó a los inversionistas y golpeó los mercados internacionales. Los índices de referencia cayeron en torno a un 8% en Japón y Alemania.

El euro cayó frente al dólar y la libra quedó a su nivel más bajo desde 1985, perdiendo más de un 10% desde aproximadamente 1,50 dólares, para quedar por debajo de 1,35 dólares, ante el temor de que cortar lazos con el mercado único europeo perjudique a la economía británica y socave la posición de Londres como centro financiero global.

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, intentó tranquilizar a los mercados.

«Estamos bien preparados para esto», dijo Carney. «El Tesoro y el Banco de Inglaterra han trabajado en extensas preparaciones de contingencia… Hemos tomado todas las medidas necesarias para prepararnos para los sucesos de hoy».

También en un intento de tranquilizar los ánimos, el más destacado defensor del Brexit, Boris Johnson, adoptó un tono más serio del habitual para el extravagante exalcalde de Londres. Johnson dijo que el resultado no pretendía en ningún modo que el Reino Unido estuviera «menos unido» o fuera «menos europeo».

Sin embargo, la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, dijo que un nuevo referendo sobre la independencia escocesa «tiene que estar sobre la mesa». El bando a favor de la independencia perdió hace dos años en un referendo en la región, pero sus líderes condicionaron después ese resultado a la permanencia británica en la UE.

Gran Bretaña sería el primer país importante que abandona la UE, nacida de las cenizas de la guerra cuando los líderes europeos trataban de tender puentes y evitar hostilidades en el futuro. Ante la falta de precedentes, no está claro qué impacto tendrá el resultado en el mercado único de 500 millones de personas -la mayor economía mundial-.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo que los jefes de gobierno de la UE se reunirán sin Gran Bretaña en una cumbre la semana que viene para analizar su futuro, y el Ministerio alemán de Exteriores convocó el viernes una reunión de máximos diplomáticos de los países fundadores de la Unión Europea. Tusk prometió no permitir que el referendo haga descarrilar el proyecto europeo.

«Lo que no te mata, te hace más fuerte», afirmó.

Sin embargo, líderes de ultraderecha en Francia y Holanda se apresuraron a pedir plebiscitos similares en sus países.

Los resultados mostraban la imagen de un país profundamente dividido: buenos resultados a favor de la UE en Londres, el motor económico y cultural británico y en la semiautónoma Escocia contrastaban con el abrumado sentimiento anti UE y a favor de salir del bloque en el resto de Inglaterra, desde las localidades costeras del sur al cinturón industrial del norte.

«Es una reivindicación de 1.000 años de democracia británica», afirmó el transeúnte Jonathan Campbell James en la estación de tren de Richmond, en el suroeste de Londres. «De la Magna Carta hasta ahora, hemos tenido una lenta evolución hacia la democracia, y este voto ha reivindicado la madurez y la profundidad de la democracia en nuestro país».

Otros expresaron su descontento y frustración. Olivia Sangster-Bullers, de 24 años, dijo que el resultado era «absolutamente repugnante».

«Buena suerte a todos nosotros, especialmente a los que intentamos construir un futuro con nuestros hijos», dijo.

Cameron convocó el referéndum para aplacar a la derecha de su propio partido y después se jugó su reputación en mantener a Gran Bretaña en la UE. El exalcalde de Londres Boris Johnson, miembro del mismo partido, fue el rostro más destacado de la campaña por el Brexit y ahora se convierte en un candidato destacado a suceder a Cameron. El resultado también fue un golpe para el principal grupo de oposición, el Partido Laborista, que hizo campaña en favor de la permanencia.

«Se están viendo las quejas de mucha gente, y tenemos que empezar a escuchar», dijo el número dos del Partido Laborista, John McDonnell.

En cierto modo, la votación fue una rebelión contra la clase política y económica tradicional. Farage describió el resultado como «una victoria para la gente corriente contra los grandes bancos, grandes empresas y gran política».

El empresario estadounidense Donald Trump celebró la decisión durante una visita a uno de sus campos de golf en Escocia, indicando que los británicos «recuperaron su país. Es algo genial». Trump comparó la votación con los sentimientos de los estadounidenses que le han impulsado hasta convertirse en el probable candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, señalando que la gente en ambos países está enfadada por motivos similares.

«La gente está enfadada en todo el mundo», dijo.

Tras lograr una mayoría en el Parlamento en las pasadas elecciones, Cameron negoció un paquete de reformas que, según dijo, protegería la soberanía británica e impediría que migrantes de la UE se mudaran a territorio británico para reclamar generosas prestaciones públicas.

Sus detractores afirmaron que sus reformas estaban vacías de contenido y dejaban al país a merced de burócratas en Bruselas, sin frenar la marea de inmigrantes europeos que han llegado a Gran Bretaña desde que la UE se expandió hacia el este en 2004. La campaña a favor de abandonar la UE acusa a los inmigrantes de sobrecargar el mercado inmobiliario británico, los servicios públicos y el empleo.

Esas preocupaciones crecieron después de que más de un millón de personas de Oriente Medio y África llegaran a la UE el año pasado, ante las dificultades de los gobiernos del bloque para ofrecer una respuesta unificada.

Los esfuerzos de Cameron por conseguir un lema que plantara carta al emocional «recuperen el control» de la campaña rival, terminaron por escoger «Brits don’t quit» («Los británicos no abandonan»). Pero la evocación del espíritu férreo y el estoicismo al estilo de Churchill resultó ser demasiado poco, demasiado tarde.

El resultado deja paso a una serie de nuevas negociaciones que se espera dure dos años o más mientras Londres y Bruselas buscan una forma de separar economías que llevan entrelazadas desde que la UE se sumó al bloque el 1 de enero de 1973. Hasta que se completen esas negociaciones, Gran Bretaña seguirá siendo miembro de la UE.

Las autoridades de instituciones como el Fondo Monetario Internacional, la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra advirtieron de que la salida de la UE tendría consecuencias en la economía mundial, que se está recuperando despacio de la crisis económica global.

«Introducirá un largo y posiblemente extenso periodo de grave incertidumbre económica sobre los acuerdos comerciales británicos», señaló Daniel Vernazza, economista de Gran Bretaña en UniCredit.

La UE es la mayor economía del mundo y el principal socio comercial de Gran Bretaña. Supone el 45% de las exportaciones y el 53% de las importaciones británicas.