@nelsonbocaranda
Comenzando con el agradecimiento a Dios por la vida que mantenemos en medio de estos dos años de tan terrible e inesperada pandemia, que no solo se propaga, sino que muta con el pasar de los días. Covid-19 que se ha llevado a familiares y amigos de todos nosotros, y ante lo que nos queda –únicamente– implorarle que nos brinde más fuerza, más resiliencia, para resistir todos juntos y unidos, hasta que pronto aparezcan soluciones médicas que mitiguen o acaben con tan mortal virus.
Precisamente, en momentos como este –paradójico como pareciera– es que han aflorado virtudes que permanecían dormidas entre nosotros como han sido la solidaridad con el prójimo, el amor reiterado día a día entre los nuestros, el apoyo a los más necesitados y las profundas reflexiones que pasan por nuestra mente a cada vuelta de la esquina, a cada mirada a una foto familiar, a cada llamada que recibimos con la angustia del sin saber, si traerá noticias buenas o malas, o quizás más interrogantes que se añadan a la Caja de Pandora que desde 2019 está bien surtida.
Esperamos que la recuperación de la salud global venga acompañada de un cambio de actitud ante la vida, de nuevas oportunidades de seguir adelante con los diversos planes que cada uno teníamos hace dos años y unos meses. Que las fuentes de trabajo crezcan y que los cambios de lo que eran nuestras rutinas hasta 2019 puedan seguirse implementando, mejorando y haciéndonos reflexionar desde cada amanecer que nos toque. Que nuestra mirada hacia los mas necesitados haya cambiado para bien. Que nuestra conexión personal con el prójimo haya mejorado. Que nuestra unión familiar haya crecido. Que el aprecio de los pequeños detalles de la vida, de la convivencia, los mismos que antes fueron insignificantes o los dejábamos de lado, hayan sido suficientemente apreciados para que sean hoy parte primordial de nuestra existencia post Covid-19.
Seguro estoy que hoy somos mejores hombres y mujeres en esta Venezuela que requiere nuestro esfuerzo para recuperar, para mejorar claro está, lo que fue un país ejemplar en muchas de nuestras conquistas desde la Independencia. Que todos nuestros ciudadanos sientan ese empuje vital, esa fuerza del espíritu, para alcanzar nuevas metas de gloria, respeto, ciudadanía, cultura, dedicación, esfuerzo, honestidad, logros y mejoras en la calidad de vida, sin distingos ni odios, valorando a cada uno de nuestros compatriotas. Venga una recuperación de la moral y las luces, la ética y la honestidad en lo público y en lo privado. Que sepamos diferenciar muy bien lo que se gana con el sudor de nuestra frente y no de otra. Bien lo señaló nuestro Libertador Simón Bolívar en aquella frase: “Hacer bien y aprender la verdad son las únicas ventajas que la providencia nos ha concedido en la tierra».
Caracas, 25 de diciembre de 2021.
