3X3 | Expertos dejan claro que Venezuela no se está arreglando - Runrun
3X3 | Expertos dejan claro que Venezuela no se está arreglando

Las redes sociales han sido el escenario predilecto para que detractores y partidarios de la polémica frase “Venezuela se está arreglando” genere debates y discusiones. 

Muchos están deslumbrados con los supermercados abastecidos de comida, los bodegones repletos de productos importados y las personas visitando restaurantes y centros comerciales. Sin embargo, otros señalan que no se puede hablar de una recuperación cuando Venezuela tiene la inflación más grande del planeta, es considerada como uno de los países más violentos del mundo, con una crisis severa en la calidad de los servicios públicos, que no cuenta con hospitales y con su principal empresa productora de petróleo, en ruinas. 

Según el politólogo Pablo Andrés Quintero, la socióloga y coordinadora de investigación de Provea, Lissette González y el economista Luis Arturo Bárcenas, en Venezuela ha habido ciertas mejoras, sobre todo para las personas que tienen acceso a las divisas, pero la gran mayoría de los venezolanos tratan de sobrevivir y lidian día tras día con la economía y la pobreza que, según la última medición de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), realizada por la Universidad Católica Andrés Bello, se ubica en 93%.

Runrunes consultó con estos tres expertos para que desde sus distintos ámbitos de trabajo, ofrezcan luces sobre la supuesta recuperación de la economía venezolana y permitan ponerla en una justa perspectiva.

¿Por qué hay personas que sostienen que Venezuela se está arreglando?

Pablo Andrés Quintero: Contrario a “Venezuela se está arreglando”, yo pienso que Venezuela se está transformando. El hecho social, es decir, lo que está pasando para la gran mayoría de los venezolanos es que Venezuela cada día se está transformando y eso no es un arreglo porque ningún país se arregla de la noche a la mañana. Las crisis no son infinitas, las crisis son temporales y los países no se arreglan con apretar un botón. Yo creo que Venezuela se está transformando y para algunas familias en particular se está mejorando.

Lissette González: Es inexacto hablar de que Venezuela se arregló. Lo que ha ocurrido es que producto de la liberalización que ha hecho el gobierno al permitir la circulación del dólar y dejar de controlar los precios y perseguir a los productores. Se está viendo la recuperación de algunos sectores económicos puntuales, por eso ya no vemos vacíos los anaqueles en los supermercados y ya no vemos colas para comprar comida. Lo que estamos viendo es un crecimiento de ese sector del comercio y servicios directos a las personas, pero no han crecido otros sectores económicos como la agricultura, las industrias… 

Luis Arturo Bárcenas: Ciertamente ha habido una recuperación económica principalmente en los ingresos de los hogares del país, sobretodo después de la paralización de las actividades que conllevó la pandemia y un 2021 que si bien fue más flexible en términos de contención de virus, estuvo marcado por un patrón de gastos que relativamente se dirigió principalmente a los bienes esenciales. 

Como ya lo hemos dicho la recuperación es real y evidenciable, pero es probable que no sea sostenible en el tiempo porque estamos hablando de un entorno en el que los venezolanos han emigrado o ha asumido actividades o estrategias que le permitan mejorar sus condiciones de vida.

¿Qué ha mejorado en el país y qué tan sostenible puede ser esa incipiente recuperación? 

Pablo Andrés Quintero: Fundamentalmente la circulación del dólar. La apertura económica sobre todo en el sector privado ha permitido que se generen este tipo de pequeñas mejoras. Un sector privado que ha experimentado un pequeño aumento en sus niveles de productividad, que se ha dinamizado y no está atascado como hace dos años. Un sector privado que cada vez aumenta más su capacidad en dólares, además que sigue generando empleos. Estas son mejoras dentro de nuestra cotidianidad, pero no son mejoras estructurales porque una mejora estructural es que aumenten los índices de producción de petróleo, que se reactiven todas las industrias, el campo y la educación.

Estas pequeñas mejoras son única y exclusivamente producto del sector privado y son mejoras parciales, no mejoras totales. 

En todos los procesos de crisis política y económica es normal que existan estos picos o estas alzas de mejoras o sensaciones cuando empiezan a liberar la economía en sistemas un poco cerrados o muy cerrados como es el venezolano.

Lissette González: Vemos una recuperación mínima que no se ha traducido en crecimiento generalizado en otros indicadores como el empleo o los ingresos. Veo además que en este contexto de liberalización, de dolarización informal, lo que está ocurriendo es un incremento importante de la desigualdad porque hay muchos venezolanos (la mayoría) que no han sido beneficiado en el sentido que no ha logrado insertarse en esa nueva economía que se transa en dólares, y esa población ve ahora que los anaqueles están llenos de productos pero ve que la dificultad ahora es poder acceder a ellos, porque no cuentan con los ingresos.

Luis Arturo Bárcenas:  Estamos hablando de una economía que se ha recuperado de un inicio muy malo como lo fue 2020 con el tema de la pandemia, pero que este año va a haber una mayor recuperación. Pero los años que vengan, si es que persisten las fallas institucionales, la falta de gasto por parte del gobierno, persisten las limitaciones en la oferta de crédito y la informalidad a nivel laboral, digamos que en el mediano plazo la economía va a tender a seguir sufriendo los costos de las ausencias de políticas en pro de recuperar la credibilidad del bolívar, de abatir esa hiperinflación que ahora va a pasar a ser inflación alta o inflación crónica, y por ende que va a seguir mermando la capacidad de compra del venezolano sobretodo si ahora la inflación se ve en dólares. 

¿Qué impide una verdadera recuperación de la economía venezolana?

Pablo Andrés Quintero: En Venezuela siguen estando mal muchas cosas y van a estarlo por un largo tiempo. Venezuela no se está arreglando de forma estructural y sistemática, tiene que regresar la libertad política y económica para que podamos hablar de un arreglo mucho mayor. Las soluciones que se le están dando a los problemas no son de carácter estructural, no son de fondo sino de forma y el gobierno debe sincerarse en cuanto a eso.

Lissette González: La situación de los servicios públicos (alimentación, agua, luz, gas doméstico) es algo que está mal. Si tuviéramos medidas fiables para poder decir con propiedad, seguramente los datos nos dirían que la situación está empeorando. 

Los servicios de salud pública y el derecho a la educación de todos los venezolanos se vulneran a diario porque nada que tenga que ver con la inversión pública se ha recuperado en los años recientes.

El estado venezolano ha decidido retirarse de las que son sus obligaciones con los temas sociales, no está cumpliendo con las obligaciones establecidas en la constitución. Que el estado haya abandonado esas obligaciones significa una gran desigualdad porque muchos ciudadanos no pueden hacer efectivos los derechos que tienen de salud, alimentación, agua y demás derechos sociales, económicos y culturales.

Luis Arturo Bárcenas: Si tomamos en cuenta que el Estado siempre tuvo un rol predominante en los sectores más desfavorecidos de Venezuela a nivel social, las restricciones del gasto en la medida que se sigan exacerbando en la medida que la economía se recupere, van a ocasionar que una parte de la población continúe estando rezagada con respecto al resto.

Es decir, si las personas pobres no acuden al mercado laboral van a seguir siendo pobres o quizás más pobres, cuando otro sector se está beneficiando en mayor medida de la dolarización, de la reapertura del sector comercial, de una recuperación leve de la actividad privada y esto lo que va a generar es una recuperación poco transversal a la población o digamos mentirosa porque vas a tener a una población pobre o aun más pobre y a un sector privado favorecido que va a ser la estabilidad.

Esa confusión de cosas, más ese peligro de que a mediano plazo los factores que están impulsando la recuperación en Venezuela no van a persistir, y no van a hacer que la economía continúe creciendo en los próximos años, o no van a permitir que se recupere lo que se perdió desde 2014 para acá, hace pensar que esa noción de que «Venezuela se arregló» es algo mentiroso o incluso miope.