La vida de las personas con VIH en Venezuela depende de la cooperación internacional - Runrun
La vida de las personas con VIH en Venezuela depende de la cooperación internacional
En el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, distintas ONG recuerda que el Estado no adquiere tratamientos antirretrovirales desde el año 2016. Gracias a las donaciones del Fondo Mundial y otras organizaciones se cubre 40% de la demanda nacional
 «La cooperación internacional para Venezuela y para las personas con VIH significa salvar vidas», comentó en un foro el pasado 12 de noviembre Alberto Nieves, de Acción Solidaria
En el sistema de salud público de Venezuela no se realizan pruebas indispensables para monitorear el estado del virus, como el conteo de CD4 y carga viral. En laboratorios privados, estos exámenes tienen precios que oscilan entre los $90 y los $120
Las mujeres con VIH en Venezuela son blanco de discriminación y a la mayoría las obligan a tener partos vaginales, lo que aumenta el riesgo de transmisión materno-infantil
Eduardo Franco, de la Red Venezolana de Gente Positiva, comentó que la inseguridad alimentaria afecta especialmente a las personas con  VIH en Venezuela, según los monitoreos que hacen en 20 estados del país.  «Les podemos dar una gandola de medicamentos, pero sin alimentos, no funcionarán correctamente», advirtió

 

@MrsYaky

En el año 2012, Venezuela estaba entre los países que facilitaban mayor acceso de tratamientos antirretrovirales para las personas con VIH en América Latina. Pero la realidad de 2021 es muy distinta en ese y otros puntos.

En el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, diferentes organizaciones no gubernamentales describieron la situación actual de carencias y limitaciones que sortean día tras día las personas que viven con VIH en Venezuela.

En un escrito compartido a los medios de comunicación social, Acción Ciudadana contra el SIDA (Accsi) recordó que el gobierno no compra medicamentos e insumos contra el VIH desde el año 2016.  En el texto, describen otras irregularidades que los llevan a afirmar que, en Venezuela, «la negligencia estatal signa el Día Mundial de la lucha contra el SIDA «.

De acuerdo con los datos de esta organización, al país llegaron en septiembre de 2020 33.000 reactivos para determinar carga viral. Esto gracias a la donación del Fondo Mundial y la Organización Panamericana de la Salud, que beneficiarían a 75% de las personas con VIH activo y que estaban en tratamiento antirretroviral.

Alberto Nieves, directivo de la ONG, precisó en una declaración que recoge el sitio web de Accsi que se desconoce el paradero de los 25.000 reactivos donados por el Fondo Mundial, que tenían fecha de caducidad el 30 de abril de 2021, así como también qué pasó si llegaron  ser procesadas otras muestras sanguíneas de personas con VIH que se tomaron para determinar la carga viral con los reactivos donados por la OPS.

El pasado 12 de noviembre, en el foro virtual «VIH en Venezuela: Entre la Emergencia Humanitaria y la pandemia», organizado por el Observatorio Social Humanitario,  Nieves afirmó que la respuesta del VIH en el país está sostenida por la cooperación internacional. 

En el año 2018, cuando se registraba un desabastecimiento de un 84% en los tratamientos antirretrovirales, el Fondo Mundial de la lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria aprobó una subvención que permitió tener una cobertura de tratamiento antirretroviral del 56,66% en 2020.

«La comunidad internacional ha invertido mucho. Las vidas de las personas con VIH de Venezuela dependen de la cooperación internacional y es importante que no desvíe la mirada a otro lado. La cooperación internacional para Venezuela y para las personas con VIH significa salvar vidas», sentenció Nieves. 

 

 Actualmente, reveló, se mantienen conversaciones con algunos organismos de cooperación internacional para continuar la ayuda humanitaria a las personas con VIH una vez que termine el financiamiento de estos tres años, dado el riesgo en el que se encuentran miles de ciudadanos.

Hasta el momento, según revelaron voceros de diferentes ONG, hay disponibilidad de medicamentos contra el VIH en Venezuela hasta marzo de 2022, por lo menos de uno de ellos (TLD). La disponibilidad de más tratamientos dependerá de la ayuda del Fondo Global  y del apoyo de otros fondos internacionales.

Cabe resaltar que esas donaciones solo alcanzan para cubrir el 40 % de la demanda nacional. Por condiciones propias de muchos pacientes, no pueden recibir el tratamiento disponible en el país, lo que los pone en riesgo de que se deteriore su salud y calidad de vida.  

Con relación a las pruebas de diagnóstico y seguimiento de la enfermedad, Onusida y la OPS han estado donando reactivos. Pero no se están realizando exámenes de carga viral y conteo linfocitario CD4 en el sistema público de salud. Las personas deben cubrirlos por su propia cuenta y tienen un elevado costo que oscila entre $90 a $120.

El conteo de CD4 permite medir la cantidad de este tipo de glóbulos blancos que combaten infecciones, como lo explica Medline Plus.  El VIH suele justamente atacar este tipo de linfocitos, disminuyendo la capacidad del sistema inmunitario para defenderse. Con esta prueba, los médicos pueden determinar si una persona con VIH está en riesgo de tener complicaciones graves o qué tan bien está funcionando el tratamiento antirretroviral indicado. 

De igual manera, si el conteo de CD4 está extremadamente bajo,  con la prueba se puede diagnosticar si la persona con VIH está en fase de SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). Cabe recordar acá que aunque VIH y SIDA se utilizan como términos equivalentes, no son lo mismo

«El SIDA es forma más grave de infección por VIH. Daña gravemente al sistema inmunitario y puede llevar a infecciones oportunistas. Las infecciones oportunistas son enfermedades graves que se aprovechan de la debilidad extrema del sistema inmunitario y que pueden poner la vida en peligro», abunda Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Por otra parte, la prueba de carga viral es una medición inicial de la cantidad de VIH que hay en la sangre que sirve para seguir la evolución de la infección.

Permite también vigilar el funcionamiento de los medicamentos contra el VIH y cualquier cambio en el patrón de la infección. Lo ideal es que se repita cada tres o cuatro meses, para ver si cambian los niveles del virus.

VIH, hambre y pandemia

En el mismo evento Eduardo Franco, secretario general de la Red Venezolana de Gente Positiva, detalló que se necesitan unos 33 millones de dólares anuales para dar una atención efectiva a personas con VIH.

«Si bien tenemos un poco más de cobertura de 50%, aún hace falta gente que requiere tratamiento antirretroviral. Las personas multirresistentes sobreviven gracias a la comunidad internacional. No hay inversión importante por parte del Estado. Ahorita no hay comunicación de la sociedad civil con ellos», dijo.

También, sumó otra situación que agrava la situación de los pacientes con VIH en Venezuela: la inseguridad alimentaria. 

«Sin tratamiento, no tienen buena calidad de vida. Y en esta emergencia humanitaria compleja, según los monitoreos que hace la RVG+ en 20 estados del país, 89% de las personas manifiesta tener hambre. Les podemos dar una gandola de medicamentos, pero sin alimentos, no funcionarán correctamente. Se dificulta también  el acceso la movilización por falta de gasolina, es difícil ir a retirar tratamientos», explica. 

 

A las dificultades propias de vivir con VIH y la inseguridad alimentaria en Venezuela se sumó en 2020 la pandemia de COVID-19. Los pacientes debe acudir a un sistema de salud destruido, con escasez de medicamentos para tratar infecciones oportunistas y en donde la prioridad entre las múltiples carencias es atender a los infectados con COVID-19. 

Franco denuncia que el Estado nunca presentó un plan exclusivo de vacunación contra el COVID-19 para personas con VIH. En el estado Carabobo, hubo avances gracias al trabajo de la ONG con autoridades sanitarias, que permitieron que 90% de los ciudadanos con esta condición fuesen inmunizados. 

Las mujeres padecen con más rigor

Voceros de distintas ONG recalcan que las mujeres venezolanas sufren con más rigor la negligencia estatal tanto en la atención del VIH como para garantizar su pleno derecho a la salud. El representante de GPV+ indicó que la inseguridad alimentaria en mujeres con VIH en el país equivale a 80%. 

«Muchos de estos niños nacen desnutridos. Muchas no tienen cómo hacerse un control ginecológico, ni siquiera un examen de orina, y el sistema público de salud no se los garantiza», especifica Franco. 

Grisbel Escobar, directora de Musas Venezuela y quien también estuvo presente en el foro virtual  «VIH en Venezuela: Entre la Emergencia Humanitaria y la pandemia» del pasado 12 de noviembre, informó que, de acuerdo con cifras de Onusida, solo 30% de las mujeres embarazadas con VIH reciben tratamiento.  Las más afectadas son las del interior del país.

Añadió que la tasa de transmisión materno infantil pasó de 32% en 2019 a 39,7% en 2020, números que reflejan la falta de campañas informativas para que las mujeres acudan a recibir atención a tiempo. 

Nieves, de Accsi, sumó a estas denuncias que la atención especializada para mujeres con VIH en Venezuela no existe y que la violencia obstétrica es otro elemento contra el que se deben enfrentar. 

«Es difícil que les permitan acceder al control ginecológico. Las embarazadas con VIH reportan comúnmente que no son atendidas, o las dejan de últimas y las maltratan. En el momento del parto, cuando acuden a servicios de salud,  las obligan a parir y les exigen el kit de bioseguridad porque el sistema público no lo dota, no lo otorga. Se utilizan estos kits como una herramienta de discriminación. Además, hay maltrato verbal, físico y psicológico. Al obligarlas a parir, ese bebé nace con alto riesgo de VIH», relató. 

 

 

Entretanto, la ONG Caleidoscopio Humano, con datos de investigación levantada por medio de entrevistas e informes de Musas Venezuela, Acción Solidaria, ONUSIDA y monitoreo de medios de comunicación durante el año 2021, detalló que las mujeres con VIH en el país también son afectadas por el  desabastecimiento de su Tratamiento Antirretroviral (TAR), en especial, del ARV Zidovudina, así como por la «falta de insumos médicos, fórmulas lácteas y medicamentos para infecciones oportunistas».

Niños, niñas y adolescentes en extrema vulnerabilidad

La vivencia de los niños, niñas y adolescentes con VIH en Venezuela es similar. Escobar describió en el foro antes mencionado que solo existen 14 consultas pediátricas, ubicadas en 11 estados del país y Caracas.

«De 3.900 niños que viven con VIH en Venezuela, apenas 895 pueden acudir constantemente a las consultas. Un promedio de 22 pacientes dejaron de ir con los especialistas en todo el país. En el estado Bolívar el abandono de la consulta fue mayor, un promedio de 77 niños dejó de asistir durante el segundo semestre y 29% de quienes dejaron de ir  lo hicieron por problemas económicos. El 71% de los encuestados dijo que abandonó las consultas por el difícil acceso al transporte. Un 36% señaló que dejaron de ir como consecuencia de la cuarentena, y un 29% señaló que lo habían hecho por problemas económicos», enumeró, al comentar en la actividad virtual los resultados de una encuesta realizada en  2020 por la infectóloga pediatra Tatiana Drummond, médico del Hospital Universitario de Caracas.

Musas Venezuela también documentó el aumento de madres adolescentes con VIH que llegan solicitando apoyo, mientras que Acción Solidaria reporta que los niños, niñas y adolescentes con VIH se encuentran igualmente en «extrema vulnerabilidad» debido a que no reciben el tratamiento antirretroviral adecuado para controlar el virus.