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Opinión

Los “cazadores de peines”

Los cazadores de peines, por Alejandro Armas
Alejandro Armas
28/04/2023
Con su característica prepotencia, los “cazadores de peines” se burlan de quienes ven razones para cuestionar el sentido del sufragio

 

@AAAD25

No sé qué porcentaje de la población venezolana se ha vuelto devota del fetichismo electoral, o la creencia de que el voto en las actuales circunstancias de la política venezolana es un deber, un mandato deontológico que hay que cumplir para ser un buen ciudadano, incluso si no hay garantía alguna de que dicho voto será respetado por el poder. Lo que sí sé es que esa se ha vuelto la postura dominante a nivel de elites. Con el término “elites” hablo de la dirigencia opositora en sí misma y el conjunto de personas con cierta influencia en la opinión pública que respalda a aquel liderazgo político.

Una lástima, porque en la medida en que las condiciones electorales en Venezuela siguen siendo igual de arbitrarias y la oposición es incapaz de hacer que el chavismo las mejore, el fetichismo electoral se hace cada vez más absurdo. Entonces, surge la necesidad de más bagatelas retóricas que lo justifiquen. Una de ellas es desestimar las advertencias sobre los vicios del sistema electoral, aduciendo que son solo obstáculos ilusorios para disuadir a opositores de que voten y sea así imposible lograr una mayoría. Absolutamente todos los vicios.

Admisión selectiva de fracasos

Admisión selectiva de fracasos

Con su característica prepotencia, los “cazadores de peines” se burlan de quienes ven razones para…

A los individuos que incurren en esto los pudiéramos llamar los “cazadores de peines”. Porque ven una manipulación psicológica en cuanto abuso grotesco comete el Estado, con miras, dicen ellos, a fomentar la abstención. ¿Que varios de los principales candidatos opositores están inhabilitados para siquiera participar? Un “peine”. ¿Que el chavismo inventa requisitos ridículos y kafkianos para hacer gestiones ante el ente a cargo de las elecciones? Un “peine”. ¿Que Nicolás Maduro y sus camaradas desechan las críticas de observadores independientes que ellos mismos invitan? Un “peine”. ¿Que a autoridades electas por voto opositor mayoritario las despojan de recursos y competencias? Un “peine”.

Con su característica prepotencia, los “cazadores de peines” se burlan de quienes ven en todo esto razones para cuestionar el sentido del sufragio, si no va acompañado de una estrategia que lo haga valer en caso de desconocimiento por Miraflores. Los ven como pobres tontos e incautos que se dejan llevar por sus emociones, sin capacidad para pensar con cabeza fría y hacer lo que según ellos realmente pondría al chavismo a temblar. Desprecian a los escépticos, al culparlos de bloquear la salida del PSUV del poder por no contribuir con la suma necesaria de votos para vencer en las urnas, lo cual bastaría (y que se vaya al demonio la evidencia histórica de lo contrario, como el desconocimiento de facto del triunfo opositor aplastante en 2015). Una faceta más del maquiavelismo acartonado.

Los demócratas de cartón

Los demócratas de cartón

Con su característica prepotencia, los “cazadores de peines” se burlan de quienes ven razones para…

Esta argumentación pudiera tener sentido si cada uno de aquellos instrumentos para la estética capilar fuera un hecho aislado. Entonces sí pudieran ser vistos como escollos malintencionados por parte de un gobierno capturado por personajes sin vocación democrática, pero que retiene cierta institucionalidad republicana, por lo que indiscutiblemente vale la pena votar a pesar de ellos. Pero resulta que no son hechos aislados. Son un patrón de atropellos constante, coordinado y sistemático por parte de un régimen que ya ni se puede, en el argot a veces engorroso de la ciencia política, calificar de “autoritarismo competitivo”, por ser algo peor.

El objetivo de este patrón siempre es el mismo: anular los efectos del voto opositor para así garantizar la continuidad ad infinitum de la hegemonía chavista, con todos los privilegios asociados.

Ser consciente de esto supone desechar el fetichismo electoral, entender que el voto no es un fin en sí mismo y que, para que sí se traduzca en la realización de la voluntad ciudadana, tiene que ir acompañado por acciones que reten a un poder empeñado en desconocerlo si lo encuentra inconveniente. Precisamente el tipo de plan que los “cazadores de peines” ven como innecesario. Pero cuando estos por millonésima vez cantan la supuesta treta para desalentar el voto, se ven como alguien que justifica la pasividad ante el abuso.

Estrategia mata dilema

Estrategia mata dilema

Con su característica prepotencia, los “cazadores de peines” se burlan de quienes ven razones para…

Su pretendido esclarecimiento político lo hace todo más risible aun. Son como personajes de una ópera bufa. Por mantener la analogía con los objetos de cuidado del cabello, pudiera uno compararlos con el Fígaro de Beaumarchais y Mozart. Pero no, eso no sería correcto. Porque aquel barbero sevillano sí que era ingenioso y lograba frustrar las aspiraciones del conde de Almaviva, su poderoso y pérfido patrón. Si Fígaro fuera como los “cazadores de peines”, hubiera buscado excusas para no hacer nada mientras Susana, su esposa, era abusada por el conde lascivo.

De tanto alertar sobre “peines”, no advirtieron (o simulan no advertir) que a ellos mismos los peinaron, pero solo para facilitar el trabajo posterior: trasquilarlos hasta dejarlos totalmente pelados.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

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